hand planting corn seed

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Usted es un hortelano, incluso si no tiene buena mano para demostrarlo. Tal vez nunca haya plantado y cuidado una semilla hasta que brota de la tierra. Pero aun así, es en cierta forma hortelano porque el intestino es como un huerto y su dieta la tierra y el fertilizante.

Lo que usted le da a su huerto influye en su microbiota (microbios que proliferan ahí). Específicamente, la mezcla de fibra, proteína, carbohidratos, grasa y micronutrientes de su dieta determina si su microbioma florecerá.

Los residentes microscópicos del intestino incluyen hongos, virus, levadura y otros microorganismos, pero las bacterias son lo más notable de la flora intestinal. Como su lapso de vida es corto, las bacterias pueden adaptarse rápidamente a los cambios ambientales. También pueden tomar material genético de la flora intestinal circundante que puede beneficiarse tanto de las bacterias como del huésped en que viven (¡usted!).

Estas características son lo que hace de las bacterias algo tan impactante para la salud humana, por eso es importante para entender cómo su dieta cultiva la salud y diversidad de las bacterias y del resto de la flora intestinal.

Cómo empezó su huerto intestinal

Last Months of Pregnancy

Usted no nació con las bacterias que tiene ahora en el intestino. Este perfil se creó durante los primeros años de vida, empezando por la forma en que nació. La cesárea respecto del parto vaginal dictó las primeras bacterias intestinales dominantes. Luego, la alimentación que recibió redondeó el perfil bacteriano inicial del intestino.

El análisis de la leche de su madre realmente ilustró el papel y la importancia de la microbiota intestinal. Inicialmente, los investigadores no estaban seguros de por qué la leche contenía carbohidratos tan complejos. Se pensaba que los bebés no podrían digerir estas moléculas, que carecían de las enzimas necesarias. Sin embargo, investigaciones incipientes revelaron que los carbohidratos complejos en realidad están en la leche materna para nutrir la microbiota intestinal del bebé, y no al bebé.

Así pues, su huerto intestinal se inició a tan temprana edad. La leche maternal hizo las veces del suelo fértil que nutre a las bacterias que están en él. El resultado fue simbiótico para las bacterias y el bebé. Las bacterias proliferaban, de tal forma que protegían al recubrimiento intestinal del bebé. Esto resultó importante para una inmunidad saludable y la absorción de los nutrientes, y sigue siendo importante para el adulto. La proliferación de las bacterias buenas se traduce en que pueden desplazar a posibles patógenos y descomponer los carbohidratos complejos en segmentos digeribles.

Después de los dos primeros años de vida, el perfil del microbioma está prácticamente definido. Incluso con las diferencias en cuanto a flora, estilo de vida, genética y anatomía, hay algunas bacterias típicas en la microflora intestinal.

Los tipos más comunes de bacterias que se encuentran en el intestino humano forman parte de phyla firmicutes y bacteroidetes, actinobacterias y proteobacterias. Estos phyla (una clasificación biológica) constan de especies bacterianas de las que tal vez ya haya oído hablar, como Lactobacillus, Prevotella, Bifidobacteria y H. pylori.

Se han hecho esfuerzos concertados para analizar extensamente el microbioma humano, pero se necesita profundizar en la investigación antes de que se pueda definir qué perfil es el más saludable. No obstante, incluso si no hay respuestas definitivas, ya puede llegarse a conclusiones informadas.

Una de las características confirmadas de un intestino saludable es la diversidad de la microflora. Las comunidades bacterianas variadas tienden a ser más resistentes, es decir, que son mejores para defenderse de posibles patógenos invasores que podrían intentar ocupar espacio. Cuando la microbiota intestinal contienen una plétora de diversas bacterias buenas, las malas no encuentran un espacio vacío donde residir.

Se trata de una batalla constante en pos de espacio y recursos, y el papel de usted es muy importante, ya que como hortelano, controla el suelo y el fertilizante que determinan qué se da mejor. Es aquí donde entra en acción lo que usted decide comer.

Cómo influye la dieta en el microbioma del intestino

vegetables

Mediante investigaciones se ha demostrado que hay diferencias en el perfil microbiano que dependen del contenido de la dieta vigente, igual que las diferencias explicadas en cuanto a la alimentación con leche materna o fórmula. Esto significa que una dieta rica en frutas y verduras (que contienen más fibra) resultará en un perfil bacteriano diferente del de una dieta rica en proteínas y grasas animales, u otra en que abunden los carbohidratos simples y procesados.

¿Pero qué tipo de suelo dietario resulta en un huerto de flora intestinal variada y robusta? ¿Y qué dietas no logran producir perfiles bacterianos favorables?

El cuadro siguiente le dará una idea de la forma en que varía la microbiota intestinal en función de diferentes dietas. No se necesita ser experto en las diferentes bacterias que a continuación se mencionan para darse una idea de las características clave de un intestino saludable: variedad.

Especies crecientes Especies decrecientes Diversidad
Dieta occidental Bacteroides Bifidobacteria Menos

Dieta mediterránea

Bifidobacteria

Lactobacilli

Prevotella

Más

Dieta vegetariana

Bifidobacterium

Lactobacilli

Prevotella

Bacteroides

Más

Dieta occidental

Este tipo de dieta es rica en grasas saturadas y azúcares, además de incluir alimentos procesados. Como no incluye variedad de frutas y verduras, a la dieta occidental moderna le falta fibra. Si recuerda lo anterior, la fibra es lo que alimenta a la microbiota intestinal, por ello, a la fibra suele llamársele “prebiótico”, ya que alimenta a las bacterias que en última instancia ayudan a nutrirlo.

Sin esa fibra, son pocas las especies de flora intestinal que logran proliferar. Esto significa que la diversidad microbiana es menor que con otras dietas ricas en fibra de frutas, verduras y granos enteros. Una menor diversidad microbiana resulta en menor resistencia intestinal que puede dar lugar a problemas de salud.

Dieta mediterránea

Por otra parte, la dieta mediterránea se caracteriza por su saludable variedad, pues incluye:

  • Diversas frutas y verduras
  • Leguminosas y granos enteros
  • Consumo generoso de grasas saludables, como el aceite de oliva
  • Consumo mínimo de proteínas animales

Esta combinación da lugar a una dieta rica en fibra -o material prebiótico- de la que literalmente vive la microbiota intestinal. Y como usted ya debe haber adivinado, la dieta mediterránea fomenta la diversidad microbiana. En una reseña sobre los cambios microbianos inducidos por la dieta, se observó que en quienes acostumbran la dieta mediterránea, no hay especies decrecientes. Por otra parte, los investigadores se percataron de un repunte en cuando menos tres especies.

¿No le convence? Hay un estudio enfocado en un grupo de italianos que consumían una dieta mediterránea. Durante tres semanas, los participantes entregaron tres muestras que se acumularon y analizaron en cuanto a su contenido microbiano. Los investigadores encontraron que en quienes se habían apegado más a la dieta, la diversidad de la flora intestinal era mayor. Más específicamente, en quienes comían más vegetales (no proteínas de base animal), encontraron incrementos en las bacterias Prevotella bacteria.

Vegetariana

Comer vegetariano resulta en incrementos en las bacterias similares a los encontrados en loas adeptos a la dieta mediterránea. Por otra parte, las dietas vegetarianas también pueden dar lugar a un repunte en la diversidad de la microbiota, gracias a toda esa fibra de base vegetal.

Otro cambio notable es la reducción de la especie Bacteroides, tendencia opuesta a la observada en las dietas occidentales. La principal diferencia es el consumo de proteínas de base animal. La especie Bacteroides no es de por sí mala, y puede establecer relaciones benéficas con el intestino, pero si escapara de ese entorno a través del recubrimiento intestinal, podría causar problemas.

Usted (y su microbiota intestinal) son lo que come

Falta todavía mucho por investigar sobre el microbioma intestinal y su complejidad, pero hay cosas muy claras.

Primero, la salud de la microbiota intestinal está inherentemente relacionada con la salud en general. Una de las principales razones es que la flora intestinal ayuda a digerir los alimentos y a nutrir el organismo. También desempeña una función importante en la señalización cerebral con varios mensajes, por ejemplo, cuándo tenemos hambre o cuándo ya estamos satisfechos. Además, la flora intestinal se relaciona con el mantenimiento de la salud inmunitaria.

Segundo, se ha definido que usted debe hacer lo posible por que la microbiota del intestino sea variada. Y antes de que empiece a preocuparse, no es necesario dar un giro total en la dieta para lograr este objetivo, más bien empiece por pensar cómo puede incorporar más fibra a su dieta.

Afortunadamente, hay muchas opciones para ello. Intente con algunas de estas sencillas alternativas:

  1. Haga cambios pequeños, fáciles de aplicar. Como cambiar de copos de avena a avena cortada al acero. O comer pasta de trigo integral al dente en vez de muy cocida. Consumir granos enteros que son un poco más difíciles de digerir se traduce en más fibra para ser procesada por la microbiota.
  2. Piense en remplazar una colación procesada con frutas o verduras. ¡Y puede hacerlo divertido! Se antoja más una manzana o una zanahoria acompañada de mantequilla de su nuez favorita. Una ensalada también tiene más sabor con fresas frescas.
  3. Cuando pueda, olvídese del pelador. La piel de verduras y frutas (o cáscara) puede tener mucha fibra saludable y nutrientes. Cuando las pela, se pierde de los nutrientes que le proporcionan a usted y a su microbiota.
  4. Adopte un enfoque integralmente diferente de los granos. ¿Le encanta el pan blanco y otros granos? No es el único, pero sustituir de vez en cuando una ración con una alternativa de granos integrales es un buen principio. Pruebe un pan multigrano, una pasta de trigo integral o un grano de plano nuevo (bulgur, quinoa, farro, o arroz salvaje). Con esto puede dar variedad a su rutina culinaria y ayudar a su intestino.

Woman using antibacterial hand sanitizer

Por último, considere flexibilizarse en cuanto a jabones antibacterianos e ideología. A usted le interesa mantener a los patógenos lejos de su hogar y su cuerpo, pero es fácil pasarse de la raya cuando de limpieza se trata. Esto podría traducirse en no lavarse las manos después de acariciar a su perro, o asegurarse de que realmente necesita antibióticos antes de tomarlos. El resfriado común es causado por un virus, así que un antibiótico no le sirve de nada.

El estado (y la diversidad) de la microbiota intestinal es bastante estable en la edad adulta, pero no así cuando toma antibióticos, los cuales pueden arrasar con las bacterias malas y las buenas. Es como despojar a un huerto de una buena vez de su materia orgánica, su riqueza y sus nutrientes. Y será necesario reconstruir ese maravilloso suelo microbiano fértil. En un estudio se encontró que podrían necesitarse hasta cuatro semanas para que la microbiota intestinal recupere su diversidad acostumbrada.

Ahora que está enterado de lo relativo a su microbiota, puede confiar en que será un maestro horticultor. Que su suelo esté o no donde usted quiere que esté, ya tiene los conocimientos y las herramientas para hacer cambios y crear un huerto de microbiota intestinal que puede ser benéfico para su salud.

Acerca del autor

Jenna Templeton es educadora en temas de salud y escritora independiente en temas de ciencia, reside en Salt Lake City, Utah. Después de recibir su título en ciencias con especialidad en química en Viginia Tech, Jenna pasó cinco años como investigadora científica en la industria nutricional. Este trabajo estimuló su interés por el bienestar personal, lo que la llevó a estudiar una licenciatura en promoción y educación en temas de salud en la Universidad de Utah. Fuera de su trabajo, Jenna disfruta la música en vivo, la jardinería, todo lo que tenga que ver con comida y jugar en las montañas Wasatch.

Si usted lleva una alimentación perfecta, entonces puede dejar de leer ya. Este artículo es para personas que ocasionalmente consumen alimentos que más bien se describen como malas influencias nutricionales. Ello se debe a que incluso esos alimentos calificados como malas compañías tienen algunas cualidades que los redimen, y uno puede encontrar sorprendentes fuentes de nutrientes por doquier.

Eso no significa que toda su alimentación debería —ni siquiera podría— ser abundante en alimentos que rayen tanto en lo no saludable. Usted necesita limitar los alimentos que listamos más abajo. Y para gozar de buena salud y mantener su peso, consuma muchos alimentos integrales y nutritivos, y muchas frutas y verduras.

Sin embargo, en aras de su felicidad y su cordura, en ocasiones usted necesita salir del buen camino. Así pues, la siguiente lista de fuentes sorprendentes de nutrientes no tiene la finalidad de absolver sus deslices alimentarios. En lugar de eso, úsela como guía para deleitarse con trozo de algún alimento rescatable.

El chocolate amargo podría ser su opción de nutrición inesperada

Este es probablemente el ejemplo mejor conocido de nutrientes importantes que tienen un delicioso disfraz. Pero dejemos algo en claro: esto no aplica a todos los tipos de chocolate. Solo la variedad oscura (cacao, el polvo sin endulzar, no la bebida, con un contenido de 50% o más) es la que tiene esa carga oculta de nutrientes.

El chocolate blanco es básicamente azúcar y grasa, de hecho, no contiene cacao alguno. Por su parte, el chocolate con leche es ubicuo, cremoso, delicioso y carece de muchos sólidos de cacao, lo que casi elimina toda ventaja nutricional.

El chocolate amargo contiene más del material original real, las vainas de la planta de cacao, lo que lo hace amargo y nutritivo. Ello se debe a que esta delicia color oscuro retiene algo de fibra soluble, ácidos grasos benéficos, minerales y pequeñas cantidades de cafeína.

Los fitonutrientes presentes en el chocolate amargo también son una parte importante de su sorprendente perfil nutricional. Los compuestos bioactivos del chocolate tienen la capacidad de ofrecer apoyo antioxidante. Además, el perfil de fitonutrientes del cacao —en este caso, los flavonoles, las catequinas y los polifenoles— se comparan favorablemente con algunas moras.

Esto no significa que usted deba permanentemente sustituir su puñado de arándanos azules de la tarde con una barra de chocolate amargo. Si bien es una sorprendente fuente de nutrientes, el chocolate amargo es una fuente segura de calorías y grasa. La densidad de nutrientes, no obstante, desafortunadamente se ve equilibrada por la densidad de calorías. Así que coma chocolate amargo con moderación, una onza (28 gramos) de vez en cuando no le hará daño. Ahora ya tiene información que respalde su deliciosa decisión.

¿Qué nutrientes se esconden en el chocolate amargo?

  • Hierro
  • Cobre
  • Magnesio
  • Zinc
  • Fósforo
  • Manganeso
  • Potasio
  • Selenio
  • Flavonoles
  • Fibra

El impactante poder nutricional de las papas

Estos tubérculos tienen mala reputación. ¿Pero por qué las papas tienen que ser tan deliciosas cuando las comemos fritas y con sal? Haciendo de lado esa nada saludable preparación, las papas califican absolutamente como una sorprendente fuente de nutrientes.

Las papas son solo plantas, solanáceas llenas de almidón que crecen bajo tierra, para ser exactos. Son de la misma familia de los tomates, los pimientos y la berenjena. Además, las papas comparten el contenido de vitaminas y minerales de sus primos convencionalmente saludables.

La variedad blanca o dorada de la papa —la papa dulce es diferente y de cualquier forma con frecuencia se le considera más saludable— tienen vitamina C, potasio, vitamina B6 y ciertos polifenoles. Debido a que son mayormente carbohidratos, las papas también contienen una pequeña cantidad de fibra. Lo que hay ahí en su mayor parte tiene forma de almidón resistente y fibra insoluble.

La mayoría de los nutrientes útiles de las papas no se encuentran muy en el fondo. Están justo en la superficie, en la piel. Así que cuando cocine papas, lávelas bien para quitarles la tierra, pero no las pele. Si lo hace, estará echando a la basura o a la composta un importante porcentaje de sus nutrientes.

Son muchos los nutrientes que hacen de las papas un componente valioso de sus platillos. Y son un alimento básico en todo el mundo. Pero comer en demasía de estos vegetales llenos de almidón puede ser perjudicial para el control de peso. Ello se debe en parte a que las papas al natural tienen un alto índice glicémico y muchas calorías.

Así que, cuando el menú incluya papas, asegúrese de prestar atención a la preparación (no les quite la cáscara) y al método de cocción (horneadas o cocidas, no fritas o cocinadas con demasiada grasa). Para reducir el impacto glicémico de las papas, cómalas como parte de una comida completa (acompañadas de proteína, fibra añadida y grasas) para ayudar a que la digestión sea más lenta. Y sepa que cuando coma papas, estará haciendo algo sorprendentemente bueno para su salud.

¿Qué nutrientes se esconden en las papas?

  • Fibra insoluble
  • Almidón resistente
  • Potasio
  • Magnesio
  • Vitamina C
  • Vitamina B6
  • Vitamina B9 (folato)
  • Colina
  • Antioxidantes derivados de varios polifenoles (incluyendo catequina y luteína)

¿Está buscando una fuente sorprendente de nutrientes? ¡Coma queso!

El queso puede ser pegajoso, cremoso o estar derretido, o también puede ser deliciosamente apestoso. También contiene abundantes grasas saturadas, calorías y bastante sal, pero eso no es todo lo que los amantes del queso pueden esperar de este alimento.

Este exquisito alimento lácteo contiene todo un rebaño de nutrientes benéficos que ayudan a equilibrar sus aspectos negativos. Contiene proteína, diversos minerales esenciales (calcio, zinc y fósforo), y vitaminas A, B2 y B12. Dependiendo de la fuente de leche, los quesos incluso pueden contener ácido linoleico conjugado, vitamina K2, bacterias buenas, omega-3 y otros ácidos grasos.

Y puede elegir entre varios tipos diferentes de quesos. Si recientemente ha visitado algún almacén de comestibles, sabe que la variedad de quesos es asombrosa. También, cada tipo de queso puede ser más o menos saludable.

Es momento de analizar por rebanadas las bondades nutricionales de algunas variedades de queso:

  • Cheddar: Este queso —elemento popular de diversos platillos, o simplemente delicioso con galletas saladas— por cada onza (28 gramos) contiene: 115 calorías, siete gramos de proteína, 20% de la ingesta diaria recomendada (IDR) de calcio y algo de vitamina K2.
  • Queso azul: Rico queso con venas de moho que tiene cerca de 100 calorías por onza, seis gramos de proteína y un tercio de la IDR de calcio.
  • Feta: Los pequeños trocitos de este queso salado pueden darle a su ensalada un gran toque de sabor, proteína y calcio, sin demasiadas calorías —80 por onza, seis gramos de proteína y 10% de la IDR de calcio.
  • Mozzarella: Este queso bajo en grasa y sodio también tiene un menor contenido de calorías —cerca de 85 por onza— pero aun así tiene mucha proteína (seis gramos) y calcio (14% de la IDR en solo una onza).
  • Parmesano: Es un queso duro, fabuloso como topping, que contiene cerca de 110 calorías por onza, 10 gramos de proteína, 34% de la IDR de calcio y cerca de 30% de la IDR de fósforo.
  • Suizo: No permita que los hoyos lo engañen, este popular queso aun así contiene mucha proteína (ocho gramos), no demasiado sodio y muy pocos carbohidratos (menos de un gramo); además, una onza tiene cerca de 111 calorías y 25% de la IDR de calcio.

Toda esa grasa, calorías y sodio que contiene el queso obligan a consumirlo con moderación. Y obviamente es algo que no pueden permitirse quienes por la razón que sea evitan el consumo de lácteos. Pero si el queso derrite su fuerza de voluntad, no le tema demasiado. Con todo, sigue siendo una sorprendente fuente de nutrientes que usted necesita.

¿Qué nutrientes se esconden en el queso?

  • Proteína
  • Vitamina A
  • Vitamina B2
  • Vitamina B12
  • Vitamina K
  • Calcio
  • Zinc
  • Fósforo
  • Ácidos grasos—como palmitoleato, ácido linolélico conjugado (CLA), y ácidos grasos omega 3
  • Bacterias buenas bacterias

Descubra los helados hechos relacionados con los nutrientes ocultos en la cerveza

La moderación es el mejor enfoque al momento de considerar el alcohol como parte de su estilo de vida, y evitarlo por completo es la única vía que funciona para algunas personas. Sin embargo, si va a servirse algo más fuerte que el agua, la cerveza es una opción inesperadamente buena.

Se ha determinado que beber cantidades moderadas de alcohol ofrece beneficios para la salud. Por lo general, el vino capta mucha de la publicidad relacionada con las bebidas alcohólicas saludables, pero no se pierda los sorprendentes nutrientes que están ocultos justo debajo de la espuma de su lager o ale (especialmente en aquellas en las que no se han filtrado todas las proteínas del grano, la materia derivada del lúpulo y la levadura de la solución).

Las vitaminas del complejo B, la fibra soluble, y muy pequeñas cantidades de diversos minerales esenciales ayudan a equilibrar algunos aspectos negativos como el alto contenido calórico y el contenido de carbohidratos de la cerveza. Sin embargo, no se puede, y no se debe, recurrir a la cerveza como una fuente importante de los nutrientes que usted necesita.

Hay un compuesto orgánico interesante y benéfico difícil de encontrar en otras fuentes: el xanthohumol. Este bioflavonoide es un tipo especial de polifenol y fitonutrientes que viene del lúpulo utilizado para darle sabor y para amargar la cerveza.

Sin embargo, las investigaciones en torno a este compuesto emergente no son todavía robustas, aunque los primeros resultados son promisorios. Se ha determinado que a su cuerpo podría gustarle el xanthohumol gracias a sus propiedades antioxidantes, lo que significa que ayuda a combatir los radicales libres. No obstante, las dosis más efectivas de este bioflavonoide son mucho más elevadas de lo que usted obtendría aún con la cerveza de mayor contenido de lúpulo.

Así que, si no bebe alcohol, probablemente sea una buena decisión para su salud en general. Quienes sí optan por beber alcohol de vez en cuando —siempre de manera responsable, moderada y legal— pueden encontrar un sorprendente contenido de nutrientes en una pinta de su cerveza favorita.

¿Qué nutrientes se esconden en la cerveza?

  • Fibra soluble
  • Vitaminas del complejo B
  • Silicio
  • Potasio
  • Calcio
  • Hierro
  • Magnesio
  • Fósforo
  • Flúor
  • Cobre
  • Selenio
  • Manganeso
  • Zinc
  • Antioxidantes derivados de los fitonutrientes de los ingredientes (cebada y lúpulo)
  • Xanthohumol

Las sorpresas son buenas, a veces

Saber en dónde encontrar fuentes sorprendentes de nutrientes es una buena manera de seleccionar y justificar esos placeres culposos. Incluso podría impresionar a sus amigos con estos datos interesantes. Pero, de nuevo, estos alimentos no deberían constituir el grueso de su alimentación.

Puede sentirse bien por el hecho de encontrar enterrado un tesoro nutricional en estos alimentos y bebidas aparentemente irredimibles. Pero recuerde que hay fuentes más obvias de nutrientes importantes que deberían ser el foco al momento de planear sus comidas.

Las frutas, las verduras, las grasas saludables, la proteína magra y los granos integrales pueden no tener la demanda que tienen los alimentos que listamos arriba, pero son la base de esa alimentación saludable que le permite optar en ocasiones por algo más divertido, también con algunas sorpresas de nutrientes ocultas.

women eating

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Usted no es lo que come, sino lo que su organismo absorbe, y eso se debe a que no todos los alimentos son utilizados por el cuerpo. Si usted no absorbe los nutrientes de los alimentos, no les hacen ningún bien a las células, los músculos, el cerebro y más.

¿Pero cómo absorbe el organismo los nutrientes? Son cinco los componentes de la versión simple de este proceso:

  1. Masticación e introducción de enzimas en la boca
  2. Batido y mezcla con el ácido (jugo gástrico) del estómago
  3. Contacto y absorción en el intestino delgado, centro de absorción de los nutrientes
  4. Ingreso al torrente sanguíneo
  5. Transportación de las proteínas que llevan los nutrientes a las células

Pero el proceso es mucho más interesante y complejo. Mucho sucede tras bambalinas para que lo bueno de los alimentos llegue al torrente sanguíneo.

Entonces, siga a las vitaminas, minerales, carbohidratos, proteínas y grasas de la comida en su recorrido hacia las células y entérese de cómo puede ayudar a su organismo a que siga absorbiendo saludablemente los nutrientes.

El sistema digestivo prepara los alimentos para el intestino delgado

Para apoyar al organismo, es necesario que los alimentos se descompongan en unidades aprovechables. Carbohidratos, proteínas y grasas se transforman en glucosa, aminoácidos y ácidos grasos, respectivamente. También es necesario que se extraigan las vitaminas y minerales de los alimentos.

Eso hace el sistema digestivo, y la digestión empieza justo después del primer bocado. Los dientes rompen los alimentos en pedazos manejables. Las enzimas de la saliva (llamada amilasa salival) descompone la estructura química de los alimentos.

La digestión continúa en el estómago, donde un poderoso ácido descompone aún más los alimentos. Con ayuda de los movimientos peristálticos (movimiento digestivo rítmico), la comida que usted consume se revuelve y mezcla conforme se prepara para entrar al intestino delgado.

Si a usted le interesa profundizar más en el tema de la digestión, haga un recorrido por el sistema digestivo.

Intestino delgado: sede de la absorción de los nutrientes

El funcionamiento del intestino delgado puede ser complejo, pero su papel puede resumirse sencillamente en unas cuantas palabras: absorción de los nutrientes, y eso porque el intestino delgado se encarga de extraer la glucosa, los aminoácidos, los ácidos grasos, las vitaminas y los minerales de los alimentos para que las células los utilicen.

Esto lo llevan a cabo unos diminutos salientes llamados vellosidades. El microscópico recubrimiento del intestino delgado, similar a un cepillo, actúa como un peine que atrapa nutrientes importantes de los alimentos digeridos que salen del estómago.

Las vellosidades hacen un gran trabajo absorbiendo los nutrientes porque incrementan el área de superficie del interior del intestino delgado. Esos cientos de miles de vellosidades que recubren el intestino, constituyen una gran área de superficie para la absorción de los nutrientes.

Cada vellosidad (una sola proyección de la vellosidad intestinal) consta de una red de vasos capilares y linfáticos (llamados lacteales) bajo una capa ultradelgada de tejido. Esta estructura especial hace posible la extracción de los macro y micronutrientes de los alimentos y los envía al torrente sanguíneo.

También el agua es esencial para este proceso. El intestino delgado utiliza un proceso químico llamado difusión para extraer los nutrientes. Mediante la difusión, el agua y los compuestos solubles en agua atraviesan barreras, como las vellosidades del intestino delgado. Estos compuestos incluyen:

  • Glucosa (azúcares simples)
  • Aminoácidos (partes de proteínas)
  • Vitaminas solubles en agua (vitaminas B y vitamina C)
  • Minerales

Una vez que estos nutrientes se difunden hacia las vellosidades, van directamente al torrente sanguíneo, donde pueden laborar en las células para producir proteínas y crear energía.

Las grasas y las vitaminas solubles en grasa (A, D, E y K) requieren unos cuantos pasos extra para llegar al torrente sanguíneo.

Primero, los ácidos biliares del hígado se mezclan con grasas del intestino delgado, de modo de descomponer las grasas en los ácidos grasos que las componen. Luego, las vellosidades absorben los ácidos grasos y otras vitaminas solubles en grasa para llevarlos a los lacteales. Estos vasos linfáticos llevan los compuestos solubles en grasa al hígado, donde se almacenan y de donde se liberan en el organismo conforme sea necesario.

Los ácidos grasos y las vitaminas solubles en grasa tienen muchos usos. Las células utilizan los ácidos grasos para construir membranas celulares, en tanto que las vitaminas A, D, E y K se utilizan en el organismo para dar sustento a la salud de los ojos, el cerebro, el corazón y los huesos.

Distribución de los nutrientes en las células

El recorrido no termina con la absorción de los nutrientes en el torrente sanguíneo. Para fabricar energía, mover los músculos, para el sentido del tacto y, en general, para impulsar la vida, los nutrientes que usted come tienen que entrar a las células.

Más fácil decirlo que hacerlo.

Cada una de las células —sin importar de qué tipo sea— está rodeada por una membrana celular de ácidos grasos que la protege, además de que controla lo que puede entrar y salir. Algunos materiales, como el agua, pueden penetrar fácilmente, en tanto que otros necesitan ayuda.

Las proteínas incrustadas en la membrana celular hacen las veces de acompañantes: ayudan a transportar los nutrientes del torrente sanguíneo al interior de la célula. La glucosa, los aminoácidos, las grasas y las vitaminas utilizan proteínas transportadoras para entrar a las células.

Una vez que han atravesado la membrana, los nutrientes desempeñan muchas funciones importantes. Algunas células, como las fibras musculares, necesitan minerales como el calcio para saturar la célula y que brazos y piernas se muevan. Otras, como las células nerviosas, necesitan que se bombee sodio y potasio hacia y desde el cerebro para que éste pueda captar la información sensorial.

Las células utilizan la glucosa del torrente sanguíneo para crear energía produciendo ATP, la divisa de la energía celular. Por otra parte, los aminoácidos son los elementos constitutivos del ADN. Cuando llegan a la célula, los aminoácidos ayudan a transferir información genética para que las células puedan reproducirse.

Los nutrientes y la barrera hematoencefálica

Mientras que en el intestino delgado se absorben y distribuyen los nutrientes hacia las células, el cerebro es más precavido. Como medida de precaución, el cerebro es selectivo en cuanto a los compuestos cuya entrada permite a través del torrente sanguíneo. Este traslado de nutrientes lo controla un mecanismo llamado barrera hematoencefálica.

La BBB está constituida por los vasos y capilares que llevan sangre al cerebro y los tejidos circundantes. Estos vasos están hechos de células muy compactadas que solo permiten el paso al cerebro de las moléculas más pequeñas, en tanto que las más grandes no pueden entrar si no es con ayuda de proteínas transportadoras especializadas.

La glucosa es uno de los nutrientes que más fácilmente cruzan la barrera hematoencefálica, y por una buena razón: es el combustible que hace que el cerebro se desarrolle, de modo que es importante que pueda entrar libremente.

Los ácidos grasos también atraviesan con facilidad la barrera hematoencefálica, pues la salud del cerebro depende de ellos. Los omega 3 son especialmente importantes para los cerebros en crecimiento.

Los aminoácidos no la tienen tan fácil, de tal forma que para guiarlos hacia el cerebro, se les unen moléculas transportadoras. Sin los transportadores, estos componentes de las proteínas no podrían hacer su trabajo en el cerebro, el cual incluye la fabricación de neurotransmisores que favorecen la regulación del estado de ánimo y el sistema nervioso.

Otros nutrientes pueden llegar al cerebro cruzando la barrera hematoencefálica. Las vitaminas B6 y B12 también dependen de moléculas transportadoras, pero la vitamina C puede atravesar por sí misma la barrera hematoencefálica, además de que se ha demostrado que apoya a otros compuestos útiles a abrirse camino hacia el cerebro.

3 sugerencias para que la absorción de nutrientes se mantenga saludable

Ahora ya sabe usted cómo absorbe el organismo los nutrientes y tiene una buena idea de la importancia de este proceso. ¿Pero qué tanto de la absorción de los nutrientes está bajo su control?

En realidad, bastante. Mantener la salud del sistema digestivo y tomar decisiones inteligentes sobre la dieta son dos importantes factores que usted controla. A continuación, tres sencillas sugerencias para favorecer la absorción de los nutrientes. Elija una de ellas y analice cómo se siente.

  1. Concéntrese en su porcentaje de bacterias buenas con un probiótico

Los miembros del microbioma de los intestinos favorecen al sistema digestivo, por eso los probióticos son un excelente apoyo para una digestión saludable, pues favorecen una saludable diversidad bacteriana, la cual ayuda a los intestinos en la descomposición de ciertos tipos de alimentos, para que se absorban adecuadamente.

  1. Tome decisiones saludables respecto de las grasas

¿Recuerda las vitaminas solubles en grasa, que dependen de ésta para trasladarse del intestino delgado al resto del cuerpo? Las grasas saludables son necesarias para almacenar vitaminas A, D, E y K. Prefiera las grasas saludables (de origen vegetal) a las saturadas o las trans para ayudar al organismo a absorber estos importantes nutrientes. Una razón más para agregar suplementos a la comida.

  1. Proporcione al organismo abundantes nutrientes absorbibles

Parece la recomendación más obvia, pero es importante recordarla. Que su objetivo sea consumir diversas frutas y verduras para optimizar las vitaminas que recibe diariamente. Empiece consumiendo alimentos de diferentes colores, lo cual puede ayudarle a cumplir con sus objetivos nutricionales. Los alimentos rojos y naranja tienen mucha vitamina A, en tanto que las verduras verdes están llenas de vitaminas B, vitamina C, calcio y hierro. Los alimentos coloridos también contienen fitonutrientes que favorecen una buena salud. Por eso, haga la prueba de llenar de colores su plato para satisfacer sus necesidades diarias.

Acerca del autor

Sydney Sprouse es una escritora independiente sobre temas de ciencia residente en Forest Grove, Oregon. Tiene una licenciatura en biología humana de la Universidad Estatal de Utah, en donde trabajó como investigadora y escritora en su etapa de pasante. Sydney ha estudiado ciencias toda su vida y su objetivo es traducir las actuales investigaciones científicas tan efectivamente como sea posible. Escribe con particular interés sobre biología humana, salud y nutrición.

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En su diario vivir, usted no está solo. No se ponga paranoico—ningún fantasma lo persigue ni nadie lo está siguiendo. Pero existe una comunidad de casi 1,000 diferentes tipos de bacterias, hongos, virus y ácaros que andan constantemente en torno suyo—en su piel. Esta comunidad se conoce como el microbioma de la piel, y es una comunidad muy importante para la salud del órgano más grande de su cuerpo.

Así es—lo que no puede ver en el espejo puede tener un gran impacto en su piel.

¿Qué es el microbioma de la piel?

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Los miles de millones de microbios que viven en su piel se conocen como microbioma cutáneo. Estos microorganismos (algunas veces conocidos como la flora cutánea) son inofensivos— y hasta beneficiosos—y juegan un papel importante en el funcionamiento del sistema inmunológico y en la apariencia de la piel. El microbioma ha evolucionado en el curso de miles de años, y está compuesto de muchos distintos tipos de colonias, dependiendo de la ubicación y de las condiciones del microentorno.

La microbiota sobrevive de la sal, el agua y la grasa (sebo) que la piel secreta para mantenerse fresca y lubricada. Varios factores determinan el hábitat de varios tipos de microbiota, como, por ejemplo:

  • la temperatura corporal
  • el grosor de la piel
  • la cantidad y el tamaño de los pliegues
  • el pH de la piel
  • la densidad de los folículos pilosos y las glándulas

En otras palabras—lo cual no es sorprendente—el tipo de microbiota que se encuentra en la cara es distinto al de las axilas. Por ejemplo, los microbios que viven donde hay una densidad más alta de glándulas sebáceas, como las áreas de la cara, la espalda y el pecho, se alimentan de los lípidos (grasas) presentes en su sebo. Las áreas de la piel que son cálidas y húmedas, como las de la ingle y entre los dedos de los pies, albergan microorganismos que prefieren la oscuridad. Por otro lado, las áreas más secas, como la piel de sus brazos y piernas, tienen una cantidad de micro-colonias mucho menor en comparación con el resto del cuerpo. En total, la persona promedio tiene aproximadamente 1 kilo de microbios en su cuerpo en todo momento.

La gran cantidad y diversidad de flora cutánea puede sonar desagradable, pero en realidad es algo bueno y saludable. El tener un microbioma abundante y bien equilibrado juega un papel importante en su salud general y en la apariencia de su piel. Los microorganismos contribuyen a la producción de vitaminas, hormonas y sustancias químicas que pueden influir en su estado de ánimo, su metabolismo y hasta en su sistema inmunológico.

Lo que la flora cutánea hace por usted

skin microbiome

La mayoría de las personas saben que la piel es la primera línea de defensa del cuerpo en contra de patógenos potenciales y lesiones. Pero, en realidad, no son las células epiteliales las que dan la cara en las líneas fronterizas de la caballería. Es el microbioma de la piel el que sale a la defensa.

El entorno natural de la piel no recibe bien a las bacterias malas. La piel es seca y fría, con un pH ácido. Hasta el sebo, el lubricante de su piel, es antimicrobios. Además, idealmente, su piel tiene una cantidad abundante de microbiota para combatir toda las bacterias malas que entren en contacto con usted.

Un microbioma cutáneo saludable que prefiere el entorno ácido que provee la piel, es de gran ayuda a su sistema inmunológico. Esto es lo que probablemente ocurre cuando la flora cutánea hacina el crecimiento excesivo de algún patógeno. También, el sistema inmunológico de su piel y el microbioma se comunican para protegerse el uno al otro.

Pero su piel puede tonarse vulnerable si el microbioma cutáneo ha sido dañado de alguna forma por:

  • jabones
  • uso incorrecto o sobreuso de antibióticos
  • productos fuertes para el cuidado de la piel
  • factores ambientales

Desafortunadamente, la diversidad en el microbioma de muchas de las sociedades modernas es, como mucho, la mitad de lo que era antes. ¿Quiénes son los culpables del número—cada vez más escaso—de microbiota? Las modernas prácticas de higiene—tales como el ducharse o darse baños de tina todos los días y el uso de fuertes jabones y detergentes—en adición a dietas menos saludables. También, la falta de interacción con plantas, tierra y los microbiomas que existen en el ganado y otra fauna, puede tener un impacto.

A nivel individual, muchos factores pueden dar forma a la diversidad de su flora cutánea. Su trabajo, su edad, su estilo de vida, su ropa, sus hábitos de higiene y hasta el tiempo que pasa en el exterior a la luz del sol, pueden afectar los tipos y la cantidad de microorganismos que habitan en su microbioma.

La falta de diversidad puede resultar obvia, hasta a simple vista, resultando en resequedad, sobreproducción de sebo, espinillas, irritación y otros problemas. Por lo tanto, el mantenimiento del equilibro adecuado de microbiota, incluyendo el pH apropiado, protege a su piel y a su microbiota de condiciones desfavorables.

La relación entre la apariencia de la piel y el microbioma no está completamente clara. Esto sucede parcialmente porque la gran mayoría de la flora cutánea aun no ha sido cultivada ni extensamente estudiada. Sin embargo, se espera que pronto haya más investigación e información, ya que el tema del microbioma cutáneo ha llamado la atención de muchas marcas reconocidas en el campo de la belleza y del cuidado de la piel, además de promover el surgimiento de muchas nuevas marcas de cosméticos que están experimentando con la adición de microbios a sus productos.

5 consejos para un saludable y floreciente microbioma cutáneo

drinking water

Muchos de los factores que controlan los componentes de su microbioma cutáneo están fuera de su control. Pero hay algunas cosas que usted puede hacer para proteger las delicadas comunidades de la flora cutánea. Para tener un feliz, saludable y floreciente microbioma cutáneo, ponga en práctica estos 5 consejos:

Limpie—y seque—correctamente.

Es importante encontrar el delicado equilibrio entre la buena higiene y la higiene en exceso. Evite lavarse de más o usar limpiadores que irritan. Y no se talle excesivamente. Mucha fricción puede eliminar de su piel los microbios saludables y al mismo tiempo causar microdesgarros en la piel a la misma vez. Estos pequeños desgarros pueden convertirse en un terreno fértil que invite la proliferación de patógenos dañinos. Cuando se vaya a secar con la toalla, hágalo dándose suaves palmaditas en vez de frotarse vigorosamente.

Coma bien y manténgase hidratado.

Como sucede con la mayoría de los aspectos de su salud, su dieta juega un rol esencial para que su piel se mantenga saludable. Las dietas ricas en grasas saludables, vegetales, proteína y fibra ayudan a las bacterias intestinales, lo cual indirectamente ayuda a su microbioma cutáneo. También, asegúrese de tomar al menos 64 onzas de agua al día. La deshidratación crónica afecta negativamente su microbioma. Finalmente, trate de hacer ejercicio regularmente para alimentar el microbioma de su piel.

Evite las telas sintéticas.

Siempre que sea posible, escoja fibras naturales como el algodón, en vez de materiales sintéticos. Las fibras sintéticas pueden causar un desequilibrio en su microbioma, especialmente si las usa ajustadas o pegadas a la piel. Recuerde que la microbiota se desarrolla en las diferentes áreas de su cuerpo propiciado por las características únicas que existen en cada entorno. Si usted con frecuencia usa prendas de vestir que alteran su temperatura, así como la producción de sebo o sudor, o cualquier otra condición normal de la piel, podría crear un entorno en el que la flora saludable de la piel no pueda sobrevivir.

Sea cuidadoso al elegir productos.

Evite jabones antibacteriales y aléjese de los desinfectantes de manos. En muchos casos, los desinfectantes de manos matan tanto las bacterias buenas como las malas. Mas allá de los antibacteriales, los jabones son generalmente alcalinos y pueden afectar el balance ácido de su piel, haciendo que ésta se vuelva más vulnerable a los patógenos potenciales amantes de los entornos alcalinos. Si quiere asegurarse aun más de que su rutina de higiene no esté dañando su microbiota, use algún jabón para el microbioma, ya disponibles en el mercado. Cuando tenga que hidratar su piel, tenga presente que muchas cremas tienen ingredientes que pueden afectar su microbioma. Use hidratantes suaves e higroscópicos que contengan ingredientes como el ácido hialurónico.

Es hora de ver con buenos ojos a su microbioma.

Aunque esta información vaya en contra de todo lo que se ha enseñado por décadas, recuerde que no todas las bacterias u otros microbios deben evitarse o ser eliminados. Y la realidad es que, aun si quisiéramos hacerlo, sería una batalla sin fin. Así que, en vez de sentir asco por los miles de millones de formas de vida con quienes comparte su cuerpo, acepte a estas pequeñas criaturas que son parte de su microbioma cutáneo y haga un esfuerzo por protegerlas de la misma manera en que ellas lo protegen a usted.

El cuerpo humano es un vehículo impresionante, pero no está diseñado para estar quieto, como ocurre con los estilos de vida sedentarios modernos. Su cuerpo está diseñado para moverse. Está hecho de 360 articulaciones y de casi 700 músculos esqueléticos, lo que permite un rango de movimientos en todas direcciones.

Esto significa que puede correr, estirarse, saltar, deslizarse, empujar, jalar y mucho más. A través de tales acciones, su cuerpo le permite experimentar el mundo de una manera más completa. Desde el logro más elemental pasado por alto —el hecho de que su cuerpo le permita moverse de un lado a otro— hasta lo que pueda considerarse como magnífico: beber disfrutando de hermosas vistas fuera de casa, bailar su canción favorita o experimentar una competencia deportiva y el triunfo en el deporte.

Sin embargo, los humanos —en su mayoría— están haciendo lo opuesto. En lugar de moverse, hoy usted probablemente permanece inmóvil la mayor parte del tiempo, inmerso en un estilo de vida sedentario. Pero, ¿qué es eso exactamente? Ser “sedentario” significa participar en un comportamiento durante las horas de vigilia que implica permanecer sentado o recostado.

De manera que, aquellos casos en los que las personas antes tenían que moverse, ahora permanecen sentadas. Ahora, en vez de caminar, se conduce. El juego interactivo ha dado paso a atracones de televisión en streaming. Hablar en persona es ahora más raro debido al correo electrónico y a los mensajes de texto.

“Teleadicto” era la descripción exacta de alguien elegía relajarse frente a una pantalla. Pero la era del iPhone ahora exige establecer una nueva definición. Después de todo, si usted está sentado viendo una pantalla por horas y horas por obligación —por ejemplo, como parte de su trabajo— ¿realmente aplica ese término?

¿Qué ocurre cuando ser sedentario ya no es una decisión para relajarse? ¿Qué significa para su salud cuando, por el contrario, es un estilo de vida obligatorio? Veamos.

Efectos de un estilo de vida sedentario

Ya sea por elección o por obligación, un estilo de vida sedentario puede afectar enormemente su salud. Está relacionado con problemas de salud de naturaleza tanto física como mental. Eche un vistazo a los riesgos que conlleva hundirse en un estilo de vida sedentario.

Salud física

La inactividad requiere de menos calorías que un estilo de vida activo. De manera que, el resultado de la ecuación de las” calorías que se consumen vs. las calorías que se queman” cambia. Los periodos habituales largos de inactividad facilitan la ganancia de peso. Y si bien unas cuantas libras aquí o allá pueden ser relativamente inofensivas, el sedentarismo constante y la ganancia de peso pueden generar problemas más serios. Esto incluye el impacto en su movilidad, en su flexibilidad y en la salud de su corazón.

El riesgo de padecer problemas cardiovasculares también aumenta con el mayor tiempo que pasa sin moverse. Un estudio recabó información declarada por el grupo de hombres participantes en el mismo acerca del tiempo que pasaban al volante de su auto y el tiempo que pasaban viendo la televisión. Los investigadores compararon la cantidad de tiempo asignada a cada actividad por separado y de manera combinada. Posteriormente analizaron esa información contra la información relacionada con ese mismo grupo correspondiente a los siguientes 20 años. Los investigadores encontraron que las largas horas pasadas en una posición sedentaria se asociaban con el deterioro de la salud cardiovascular.

La relación entre un comportamiento sedentario y la salud cardiovascular se extiende hasta la presión arterial. Un grupo de investigadores analizó los resultados de varios estudios en los que se analizó el estilo de vida sedentario y la presión arterial. Los participantes mismos informaron la cantidad de tiempo que se mantenían sedentarios. Con cada incremento de una hora en una posición sedentaria, la presión arterial incrementaba proporcionalmente. Se trata de una mala noticia para quienes tratan de mantener una presión arterial saludable y normal.

Salud mental

Se sabe ampliamente que el ejercicio y la actividad física tienen efectos positivos en la salud mental. El movimiento contribuye a un estado de bienestar. Las investigaciones muestran que pasar periodos prolongados frente a una pantalla puede tener un impacto negativo en la salud mental por diversas razones (falta de conexión interpersonal, pérdida del sueño, etc.). Además, el tiempo que se pasa frente a una pantalla implica un comportamiento sedentario. Considerados de manera conjunta, podemos comenzar a ver la relación entre un estilo de vida sedentario y un mal resultado de salud mental.

Un grupo de investigadores analizó diversos estudios en los que se analizaba la relación entre el tiempo que los adolescentes pasaban frente a una pantalla y los síntomas depresivos, considerando especialmente el comportamiento sedentario. Determinaron que, en dos de cada tres estudios, el tiempo prolongado frente a una pantalla estaba relacionado con síntomas depresivos, ansiedad, estrés, soledad y más.

Los episodios esporádicos de ejercicio no compensan un comportamiento sedentario

El ejercicio no es lo opuesto a un comportamiento sedentario, la actividad sí lo es. La actividad requiere mover su cuerpo, sin importar el resultado final.

Los lineamientos de salud sugieren 150 minutos de ejercicio a la semana. Eso no incluye el tiempo que se pasa en movimiento para combatir el dominante estilo de vida sedentario. Solo 5% de los adultos estadounidenses participa en los 30 minutos diarios de ejercicio recomendados la mayoría de los días de la semana. A nivel mundial, entre 60 y 85% de las personas lleva un estilo de vida sedentario. Considere cuántas personas son sedentarias y cuántas de ellas lo están tratando de combatir con actividades generales. Se hace evidente el largo alcance que puede llegar a tener este problema. Y entonces, ¿qué puede hacerse?

La verdad es que usted no puede combatir a través del ejercicio un estilo de vida sedentario. Permanecer sentado durante ocho horas antes de ir al gimnasio 30 minutos no compensará toda esa inactividad. Ello se debe a que el daño ocasionado por un estilo de vida sedentario no es resultado de la falta de sudor y músculos adoloridos. Por el contrario, el peligro de ser sedentario es mucho más simple, y consiste en ignorar el propósito natural del cuerpo: moverse.

Hacer ejercicio es fabuloso para el cuerpo, y usted debería ejercitarse como se recomienda. Sin embargo, no debe olvidarse de moverse de manera que no permanezca en la misma posición durante horas. Si requiere más pruebas, considere un estudio reciente.

Los participantes que superaron los 150 minutos de ejercicio a la semana, no gozaban de una mejor condición que quienes informaron no hacer ejercicio nunca. Así pues, algún beneficio tiene moverse a lo largo del día, incluso si se trata de micromovimientos. En lugar de reservar el esfuerzo para una sesión de ejercicio, considere incorporar estos micromovimientos a lo largo de su día.

Gestione un estilo de vida saludable haciendo micromovimientos 

Han surgido muchas compañías que ofrecen escritorios para trabajar de pie como una solución a la vida sedentaria de la oficina. Y, si bien estar de pie podría parecer preferible a estar sentado, tampoco es la panacea. Permanecer de pie puede impedirle recargar la espalda, pero sigue siendo un acto en el que no hay movimiento. El beneficio está en moverse de una posición a la siguiente, así que considere este mantra: la mejor postura es la siguiente postura.

Un estilo de vida puede romperse mediante la incorporación de acciones pequeñas o sutiles a lo largo del día, lo que puede ser algo tan simple como descansar de estar sentado poniéndose de pie y estirándose cada 15 minutos. Ese es un buen punto de partida. Otras ideas pueden ser:

  • Si tiene que hacer un traslado breve, considere caminar o ir en bicicleta. También puede incluir estas opciones si su traslado es más prolongado. Vaya en bicicleta a la estación de tren o camine a la parada del autobús. Si es necesario ir en auto, estaciónese lejos de su destino. Los pasos adicionales suman.
  • Lleve a cabo sus juntas mientras camina. Esto ayudará al bombeo de sangre, a que las articulaciones se muevan y le permitirá pensar de manera más creativa.
  • Si tiene que estar en un escritorio durante muchas horas seguidas, ponga una alarma recurrente. Esto le servirá como recordatorio para que se ponga de pie durante 5 o 10 minutos. Y una vez que se ponga de pie, también puede moverse un poco y estirarse.
  • ¿Va a enviar correspondencia interna o correos electrónicos? Trate de entregar el mensaje personalmente para que así camine más.
  • Evite el elevador y use las escaleras. Si bien esto solo puede añadir uno o dos minutos de actividad, considere cuántas veces puede suceder esto al día y en el curso de una semana. Recuerde que para combatir el comportamiento sedentario es necesario que se den, de manera repetida, pequeños episodios de actividad a lo largo del día, no hacer mucho de una sola vez.
  • Reconsidere el trabajo en casa como una actividad. Probablemente no había considerado el trabajo doméstico, como la jardinería, doblar la ropa recién lavada, o hacer la limpieza, como un medio para poner su cuerpo en movimiento. Sin embargo, esto lo mantiene activo y lo saca de una posición sedentaria. Ver sus tareas bajo esta perspectiva puede ayudarle a percibirlas como algo que puede disfrutar más, hecho que es un componente necesario de un estilo de vida saludable.
  • Busque los descansos naturales en el trabajo o en el juego, y conviértalos en una oportunidad para moverse. Tal vez usted esté disfrutando de una película en la televisión y de pronto pasan un comercial, o hace una llamada telefónica y lo hacen esperar mucho. Busque uno o dos movimientos que pueda hacer mientras pasa el comercial o mientras espera en el teléfono. Puede mover sus hombros en círculos, o hacer círculos con los brazos o caminar. Incluso puede imponerse algún reto y hacer algo con un poco más de intensidad, como desplantes (lunges), saltos de tijera (jumping jacks) o elevación de talones.
  • Haga que su entorno trabaje para usted. Usted no necesita un gimnasio para mover su cuerpo. Si dispone de algunos minutos extras a lo largo del día, dele un nuevo propósito a su entorno y todas las cosas que lo rodean de manera que saque ventaja de ellas. ¿Tiene una botella de agua que pesa? Imagine que es una mancuerna. ¿Tiene una silla robusta? Úsela como si fuera una caja para subirse en ella o como una banca para hacer lagartijas (push-ups) inclinadas.

Ponga en práctica su mantra del movimiento

El estilo de vida sedentario es lo normal para mucha gente alrededor del mundo. Incluso usted puede quedar atrapado en él. Y si bien combatirlo puede parecer como querer someter a una bestia, hay muchas estrategias sencillas que puede emplear.

Comience por tener siempre en mente que la mejor postura es la siguiente postura. Dele a su cuerpo lo que tanto ansía: movimiento frecuente a lo largo de cada día. No tienen que ser grandes movimientos, tampoco movimientos intensos o muy agresivos. Solo tiene que cambiar de postura: si está sentado, póngase de pie, si está de pie, estírese, si ya se estiró, camine y, por último, si es sedentario, póngase en movimiento.

Acerca del autor

Jenna Templeton es educadora en temas de salud y escritora independiente en temas de ciencia, reside en Salt Lake City, Utah. Después de recibir su título en ciencias con especialidad en química en Viginia Tech, Jenna pasó cinco años como investigadora científica en la industria nutricional. Este trabajo estimuló su interés por el bienestar personal, lo que la llevó a estudiar una licenciatura en promoción y educación en temas de salud en la Universidad de Utah. Fuera de su trabajo, Jenna disfruta la música en vivo, la jardinería, todo lo que tenga que ver con comida y jugar en las montañas Wasatch.

No es fácil ser padre. De por sí, es difícil estar seguro de que el niño come saludablemente, duerme lo necesario, se baña y físicamente está seguro, todas éstas, necesidades básicas que los padres deben satisfacer. Las cosas se complican conforme el niño crece, pues se torna emocionalmente complejo y sus necesidades cambian, pero es imposible llevarlo de la mano siempre. Llegará el día en que tenga que enfrentar solo los retos de la vida. Criar niños saludables significa criar niños resilientes, enseñarles a superar las adversidades.

La resiliencia es la capacidad de resolver esas dificultades y recuperarse en un lapso de tiempo adecuado. En la vida, todos enfrentamos dificultades, pero ser resiliente se traduce en que esas dificultades no lo definan a uno. Llámele determinación, fortaleza, tenacidad, como usted quiera, pero ser resiliente implica intentar algo y fracasar, para luego levantarse e intentarlo de nuevo.

No obstante, es más fácil decirlo que hacerlo. Crear resiliencia en un niño a menudo significa no rescatarlo de situaciones incómodas (pero no realmente peligrosas). Como padres, el instinto lleva a proteger a los hijos todo el tiempo, y cuando se les ve batallar, es difícil resistirse a la tentación de intervenir.

Lo que sigue son razones de por qué, y consejos sobre cómo, criar niños resilientes.

Cómo lidia el cerebro con el estrés

Empecemos por lo básico sobre situaciones incómodas, estresantes. El cerebro y el cuerpo no lidian con el estrés y la adversidad como lo hacen con situaciones normales.

El ritmo cardiaco y la presión sanguínea se elevan. El cortisol, una hormona del estrés, inunda el cuerpo. Se bombea adrenalina a la sangre: todos vestigios evolutivos ancestrales, cuando las situaciones estresantes podían, literalmente, ser de vida o muerte. Pero esta respuesta de luchar o huir debía durar muy poco tiempo. Cuando estas sustancias químicas se liberan de continuo, se presentan efectos perjudiciales.

Empieza en la amígdala, parte del cerebro responsable de las emociones, los instintos de supervivencia y la memoria. La amígdala responde a los estímulos estresantes enviando una señal de alerta al hipotálamo, el cual envía un mensaje al sistema nervioso autónomo que da lugar a una cascada de mensajes que desencadenan la liberación de un coctel de sustancias químicas (incluyendo adrenalina y cortisol). Esta respuesta suele alterar la corteza prefrontal, que controla las funciones ejecutivas, entre otras, resolución de problemas, atención, control de impulsos y regulación emocional.

En el corto plazo, esto resulta en un mecanismo de supervivencia extremadamente poderoso. Hay momentos en que usted no puede pensar en lo que viene después, tampoco necesita verificar su capacidad para actuar rápidamente. En el largo plazo, usted desea que la corteza prefrontal funcione perfectamente.

Si tuviera que definir la resiliencia en el ámbito fisiológico, diría que es la capacidad de activar la corteza prefrontal a resultas de situaciones adversas. Esto significa también contener la liberación del coctel de sustancias químicas, en cuyo caso, un individuo puede incrementar su capacidad para recuperarse de situaciones estresantes y de la adversidad, o de adaptarse a ellas.

 Cómo ser modelo de buena comunicación y de estrategias de afrontamiento para los niños

Hay muchas maneras de hacer resilientes a los niños, pero empiezan con usted. Sus hijos siempre están observando y durante sus años de desarrollo no dejan de absorber información. No tiene mucho sentido sermonear a los niños sobre cómo manejar emociones difíciles si usted mismo batalla con ellas.

Todos cometemos errores. Mantener la cabeza fría cuando los planes no salen bien puede mostrar a los niños cómo se lidia con los fracasos, y si usted no maneja alguna situación como hubiera querido hacerlo, reconózcalo. No está mal aceptar un error, y al hacerlo, subconscientemente da permiso a su hijo de que haga lo mismo. Hablen al respecto. Usted podría decir, por ejemplo, “Perdona que me haya enojado tanto antes, cometí un error. La próxima vez trataré de ser más paciente”.

La comunicación y el apoyo son claves para afrontar el estrés y la crianza de niños resilientes. No es necesariamente el individualismo agresivo el que dota de independencia a los niños, más bien, es el amor y el apoyo incondicionales de un adulto en su vida.

Las relaciones son lo más importante para el desarrollo emocional en la vida de un niño. Si su hijo está teniendo problemas, tiene que saber que puede acudir a usted en busca de ayuda.

Así que olvídese del teléfono y dedique tiempo de calidad a sus hijos. Cuando estén juntos en casa, que estar con ellos sea una prioridad. Hablen de los problemas que enfrentan los niños y háganles saber que está bien pedir ayuda. Por otra parte, no teman mostrarles sus estrategias para afrontar el estrés cuando enfrente una situación difícil.

Criar a niños resilientes significa respetar sus emociones

Antes de tener hijos, probablemente su visión de la paternidad era color de rosa. Los medios venden fácilmente el gozo de la paternidad y los amigos publican fotos de mágicos días en la playa y el parque, todos felices y sonrientes.

Eso no siempre es real. Es difícil estar preparado para crisis tremendas, berrinches y la negativa a irse a la cama, pero todo esto es normal durante el crecimiento, NO una excepción.

En ocasiones, los padres ven estos inconvenientes como problemas que tienen que solucionarse y tal vez castigue a los niños, los mande a su habitación o los culpe solo por la intensidad de sus emociones. Sin importar cuál sea su reacción, no es difícil que el niño aprenda que la tristeza, la frustración o el enojo no son tolerables.

Ser resiliente significa entender que algunas emociones, en particular las que suelen considerarse negativas —como el sufrimiento, la desesperación y el enojo—, son muy humanas. No son emociones de las que haya que huir, tampoco tratar de esconderlas porque es muy difícil lidiar con ellas. Más bien, se debe tratar de entender esas emociones, comprender a qué se debe lo que está sintiendo. Enseñarle a sentir y entender esas emociones de forma saludable es importantísimo para la salud mental del niño.

Etiquetar las emociones puede ser una forma útil de desarrollar la inteligencia emocional y la resiliencia. Que los niños sepan que no está mal sentir ansiedad, miedo o tristeza. Si bien pueden ser intensas en el momento, esas emociones suelen pasar, sobre todo cuando se habla de ellas con algún ser querido.

Establecer límites razonables de forma empática

Probablemente haya oído el término “límites” en relación con la paternidad, tal vez haya tenido momentos difíciles respecto de lo que sucede cuando su hijo los rebasa. Lo importante, de entrada, es que los límites existan.

Una rutina predecible y un conjunto de reglas firmes en el hogar definen una estructura en la que los niños pueden apoyarse. Respecto de la hora de acostarse, la hora de la comida o de hacer la tarea, así como el tiempo que se dedica al uso de las pantallas, una estructura reduce la incertidumbre y puede ayudar a reducir la ansiedad. No espere ser un padre efectivo sin imponer límites. No obstante, esas vallas de contención no significan ignorar, así como así, lo que su hijo siente.

Los niños tienden a aprender rápidamente los comportamientos con que consiguen lo que quieren, de modo que cuando sucede lo inevitable y el niño intenta ver hasta dónde puede presionar, usted tiene que mantenerse firme, aunque esto no significa que no enfrente esos momentos con benevolencia.

Usted sigue estando ahí para su hijo y para atender a lo que siente, pero para seguir diciendo “no”. Hable de lo que ambos están sintiendo y explique por qué los límites son importantes. De esta forma avanzará mucho en la enseñanza de la inteligencia emocional y en el fortalecimiento de su relación.

Permita que los niños se raspen las rodillas

Cuando los hijos empiezan a caminar, uno tiende a no alejarse demasiado de ellos y puede ser difícil no ceder ante ese instinto conforme crecen. Tal vez los siga entre los juegos infantiles para estar seguro de que no se caigan de la escalera o para recibirlos cada vez que se deslizan por la resbaladilla.

En el corto plazo, es fantástico, y nunca se insistirá demasiado en lo importante que es estar presente cuando un hijo enfrenta una crisis grave. En ocasiones hay que ayudarle a mantenerse en pie.

La cuestión es no exagerar. Aprender a temprana edad a lidiar con el dolor y la incomodidad sin consecuencias graves facilita que los niños desarrollen la capacidad para, más adelante, manejar situaciones difíciles. En un estudio llevado a cabo en 2017, la Universidad de Cornell incluso sugirió que la exposición temprana a estrés manejable incrementa la actividad de la corteza prefrontal.

Mitigar, más no eliminar el riesgo

Enfrentar el miedo es una de las habilidades más difíciles y empoderantes que tenemos. Como padre, usted quiere que su hijo esté seguro, pero no a expensas de exponerlo a experiencias nuevas, y por lo tanto, atemorizantes.

Puede ser duro resistirse a la urgencia de velar por los hijos y ofrecer soluciones para todos sus problemas. Usted quiere proteger a sus hijos del dolor, incluso si el dolor ofrece grandes enseñanzas. Una experiencia atemorizante puede poner nervioso a su hijo respecto de los riesgos que podría enfrentar en el futuro, pero casi ningún fracaso pone en riesgo la vida. Si los niños enfrentan los riesgos con cauteloso optimismo, en general estarán mejor preparados para enfrentar situaciones desafiantes.

Suele suceder que los niños corran un riesgo y el resultado sea negativo. Tal vez se caigan de la escalerilla en los juegos infantiles o choquen en la bici: así aprenden que las rodillas raspadas y los golpes pueden doler, pero el dolor no dura mucho. Por consiguiente, los niños resilientes se levantan y lo vuelven a intentar. Los raspones y los moretones no son un obstáculo para el aprendizaje de una nueva habilidad ni para divertirse. La ansiedad que tal vez experimentaron antes, se torna manejable.

Sin la exposición a los riesgos, incluso los mínimos temores pueden paralizar a los niños. No hay duda de que en un principio tendrán miedo del dolor físico, pero fácilmente abarcará la ansiedad relacionada con la escuela, los temas sociales y el dinero una vez que el niño crece. Enfrentando riesgos y las consecuencias que acarrean, los niños aprenden los mecanismos de afrontamiento necesarios para lidiar con confianza y racionalmente con los riesgos.

Tal vez les cueste trabajo distinguir lo peligroso de lo desconocido. Tal vez un niño no se percate nunca de lo verdaderamente fuerte, desenvuelto y resiliente que puede ser. Por eso, permita que su hijo monte en bicicleta y quite las rueditas de entrenamiento cuando esté listo, aunque eso se traduzca en caídas y enojos. Solo asegúrese de que se ponga el casco.

Desarrolle en los niños habilidades de funcionamiento ejecutivo

Conformen los niños crecen, la corteza prefrontal se desarrolla más y más, de tal forma que aprenden a controlar su comportamiento y sus sentimientos. También desarrollan nuevas formas de enfrentar la adversidad. Es posible acelerar este proceso y ponerlos en camino de convertirse en adultos jóvenes felices y saludables.

El ejercicio es uno de los más importantes componentes del desarrollo de las habilidades de funcionamiento ejecutivo, las cuales ayudan al desarrollo del cerebro y favorecen las funciones cognitivas en crecimiento. Durante el ejercicio, el cerebro libera neuroquímicos que ayudan a calmar la ansiedad en situaciones de estrés. Siempre es buena idea sacar a los niños y que se muevan, sobre todo que será favorable para su habilidad para resolver problemas.

Los juegos de mesa también son excelentes para desarrollar la corteza prefrontal porque exigen paciencia, estrategia, memoria y destreza mental. También son una muy buena manera de estrechar vínculos con los hijos. Asegúrese de dejarlos ganar de vez en cuando y de hacer de las derrotas oportunidades de aprendizaje.

Busque la ocasión para que los niños tomen sus propias decisiones. ¿Qué tal que alguna vez decidan qué cenará la familia, y hasta ayuden a cocinar? Que ellos decidan y planeen las actividades del fin de semana. Permítales decidir qué instrumento tocar o qué deporte practicar. Incluso ofrézcales información sobre las clases que toman. Las posibilidades son ilimitadas. Solo asegúrese de que una vez que el niño tome una decisión, se apegue a ella.

Fomente que los niños piensen de forma independiente, lo cual no significa empujarlos a discutir con usted todo el tiempo. Asegúrese de alentar la discusión cuando su opinión difiera de la de su hijo. Plantear situaciones en las que los niños tienen que pensar críticamente es un formidable ejercicio para el funcionamiento ejecutivo. Siempre que muestren respeto, está bien que un niño cuestione a la autoridad y presente puntos de vista diferentes.

Siempre de su lado

Criar niños resilientes puede ser tan retador para los padres como para el niño. Ambos pueden fallar. ¡Y qué bueno! Pero sin importar lo que pase, ame a sus hijos incondicionalmente y hágase presente para apoyarlos, pase lo pase. Puede ser difícil dar un paso atrás y permitirles encontrar su propio camino, pero a la larga, ello los llevará a ser adultos jóvenes más resilientes, desenvueltos, capaces e intrépidos.

Es el año 1665. Han transcurrido 12 años desde que concluyó la construcción del Taj Mahal en la India. Poco más de un año después, a Isaac Newton se le ocurrirá una brillante idea cuando ve caer una manzana de un árbol. Y en algún lugar de Londres, el arquitecto y filósofo naturalista Robert Hooke coloca un delgado pedazo de corcho bajo el lente de un microscopio. Cuando mira a través del lente, se percata de una estructura extraña.

“Pude claramente percibirlo como algo totalmente perforado y poroso, muy parecido a un panal de abejas, aunque los poros de este no eran uniformes”, escribe. “Estos poros, o células… fueron los primeros poros microscópicos que había visto, y quizás, que se hayan visto, ya que nunca me había encontrado con ningún escritor o persona que los haya mencionado antes de este momento”.

Hooke ha descubierto la célula, pero más concretamente, las células de origen vegetal. De hecho, el mismo Hooke les dio su nombre, y escribe que, al verlas, recordó las celdas ocupadas por los monjes cristianos en un monasterio que había visitado anteriormente. Estas células, sin embargo, están muertas, y su microscopio no tiene la potencia de ampliación suficiente para observar el interior de ellas. No es sino hasta 13 años más tarde que alguien vería una célula viva de cerca.

Fue Antonie van Leeuwenhoek, científico holandés y hombre de negocios, quien pudo por primera vez observar organismos tales como bacterias y protozoos usando un microscopio–diseñado por él mismo–con mayor potencia de ampliación. A estos organismos, compuestos de una sola célula, les llamó animálculos, nombre que en latín significa animalitos.

Hace bastante tiempo que Hooke murió, y está enterrado en alguna parte del Cementerio de la ciudad de Londres. Fue Hooke quien dio los primeros pasos hacia lo que ahora se conoce como la teoría celular. Esta teoría establece que cada organismo viviente está compuesto por una o más células.

Las células son la unidad integral de estructura y funcionamiento en todos los organismos vivos. Cada célula que ha existido provino de células preexistentes que se han dividido, y dividido, y dividido hasta formar los 37.2 billones de células que forman parte de nuestro cuerpo.

Los dos diferentes tipos de células

Las células pueden ser divididas en dos tipos principales: procariotas y eucariotas.

Las células procariotas carecen de núcleo. Esos “animalitos” que Leeuwenhoek descubrió eran de este tipo. Las bacterias, y otra familia celular conocida como archaea, pertenecen a la clasificación procariota.

Las plantas y los animales poseen células conocidas como eucariotas. Estas pueden ser unicelulares o multicelulares.

La célula desde cerca

Pero, ¿de qué está hecha la célula eucariota animal? Si usted pudiera ser del mismo tamaño–o quizás más pequeño–que una célula, ¿qué observaría?

Imagine que usted se va haciendo cada vez más y más pequeño, y el mundo a su alrededor cada vez más y más grande, hasta que acaba por tornarse borroso y lo pierde de vista. Al ir reduciéndose de tamaño, su enfoque se plasma en un grupo de estructuras parecidas a pequeñas celdas como las que Hooke descubrió hace mucho tiempo.

Muy pronto, una célula en particular le llama mucho la atención. Ahora, algunas células son más complejas en su exterior y contienen accesorios que a otras células les faltan. Uno de estos accesorios se conoce como microvellosidad.

La microvellosidad nace, como los dedos de las manos, de la superficie de la célula, y juega un papel importante en la absorción de nutrientes. También aumenta la superficie de la célula sin afectar su tamaño total.

Los cilios se extienden aún más que la microvellosidad, y son capaces de empujar diferentes substancias por encima de la superficie de la célula.

Y, por último, tenemos el flagelo, una estructura delgada, parecida a una cola, ¡con la capacidad de impulsar una célula completa hasta hacerla nadar!

La membrana plasmática

Todas las células dependen de la importante membrana plasmática. Esta actúa como una barda, manteniendo el contenido de la célula en su lugar al tiempo que permite el paso de alimento y nutrientes.

La membrana plasmática está compuesta por una capa doble de ácidos grasos conocidos como fosfolípidos. Estas moléculas de ácidos grasos tienen una cabeza y una cola. A la cabeza se le conoce como la parte ‘hidrofílica’, o atraída por el agua. La cola, en cambio, es hidrofóbica—o repelente al agua. Esta combinación de cabeza y cola es lo que hace posible la estructura y la función de la célula.

A medida que usted continúa disminuyendo en tamaño, pasa a través de la membrana plasmática y continúa su camino hacia el interior de la célula. También puede ver brevemente la capa doble de fosfolípidos, que es como una cremallera sujeta por las atracciones químicas de sus colas hidrofóbicas.

El citoplasma y el citoesqueleto

Ahora se encuentra en el interior de la célula, en un medio conocido como citoplasma. El citoplasma contiene una substancia rica en aminoácidos y potasio conocida como citosol. Esta solución se conoce también como fluido intracelular.

También puede distinguir una interconexión con apariencia de telaraña o andamio. Esta interconexión se conoce como citoesqueleto. El citoesqueleto provee el apoyo estructural y permite el movimiento de materiales hacia el interior de la célula. El citoesqueleto está compuesto por tres diferentes tipos de fibras de proteínas conocidos como microfilamentos, filamentos intermedios y microtúbulos.

Los microfilamentos son los más pequeños de los tres; están compuestos por hebras de proteínas entrelazadas que pueden unirse para achicar la célula. Estos microfilamentos se encuentran mayormente en las células musculares, y les ayudan en su habilidad para contraerse.

Los filamentos intermedios son hebras de proteínas entrelazadas encargadas de darle estructura a la célula y unidad a todas sus partes.

Los microtúbulos tienen forma de espiral. Al unirse, forman un cilindro hueco. Estos cilindros le dan forma a la célula y contribuyen al movimiento de orgánulos (otro nombre para las partes de la célula) dentro de la célula.

Ellos forman lo que se conoce como el centrosoma. El centrosoma está compuesto de estructuras llamadas centriolos las cuales organizan a los microtúbulos y proveen una estructura adicional a la célula. También ayudan en el proceso de separación durante la división celular.

Entre el citoplasma y el citoesqueleto, usted puede ver el marco básico de apoyo de la célula. También puede ver varias estructuras un poco raras. Estas partes importantes de la célula son conocidas como orgánulos y llevan a cabo diferentes funciones específicas.

El retículo endoplásmico

La primera estructura que usted puede ver se asemeja a una colección de largas y delgadas cavernas. A esto se le conoce como el retículo endoplásmico (RE). Existen dos diferentes tipos de RE.

El primero es el RE rugoso, el cual se extiende desde el núcleo y tiene ribosomas pegados en el exterior de su membrana, dándole una apariencia áspera. Estos ribosomas producen lo que se conoce como cadenas de polipéptidos, una manera más elaborada de decir proteínas. Las proteínas creadas por los ribosomas son liberadas en el RE, donde son procesadas y preparadas para luego ser liberadas en la célula. Los proteínas, cuando son liberados, se transportan dentro de unos sacos de membrana sellados conocidos como vesículas de transporte que se desprenden del RE áspero.

Es importante notar que los ribosomas no son orgánulos, pero son igual de vitales para las células. Los ribosomas son fábricas de proteína y pueden encontrarse ya sea flotando en el citosol en su camino hacia alguna parte de la célula, o bien, adheridos al RE rugoso. Los ribosomas están compuestos por dos partes conocidas como las subunidades menores y mayores. Las subunidades menores leen el ácido ribonucleico (ARN), el cual contiene las instrucciones para ensamblar los aminoácidos en forma de cadenas de polipéptidos. Las subunidades mayores hacen el trabajo pesado y ensamblan las cadenas de polipéptidos.

Luego podrá ver el RE liso. Este otro orgánulo también tiene una membrana, pero sin ribosomas—por eso es “liso”. El RE liso contiene enzimas que alteran los polipéptidos, produce lípidos y carbohidratos y destruye toxinas. La mayoría de los lípidos y el colesterol que forman la membrana celular están compuestos de RE liso.

El aparato de Golgi

Cuando mira hacia otro lado, se encuentra con el aparato de Golgi, el orgánulo con el mejor nombre de todos los orgánulos. El aparato de Golgi es otro orgánulo membranoso que modifica, empaca y almacena proteínas. Se asemeja a un grupo inmenso de cisternas que se expanden desde su centro. Las vesículas de transporte llevan proteínas al aparato de Golgi desde el RE. Una vez allí, las proteínas van modificándose a medida que pasan por las cisternas del Aparato de Golgi. Esta modificación puede ocurrir al añadir y reorganizar las moléculas con diferentes enzimas. Algunas veces, se añaden carbohidratos para formar lo que se conoce como glicoproteínas.

Luego de pasar por la última cisterna, las proteínas son acordonadas en una vesícula diferente conocida como la vesícula de secreción. La mayoría de estas proteínas se dirigen hacia la membrana plasmática, donde se convierten en parte de la membrana misma o son expulsadas hacia el exterior de la célula.

Lisosomas

El aparato de Golgi es fundamental en la producción de lisosomas. Estas son vesículas que se desprenden del aparato de Golgi y funcionan como camiones recolectores de basura en la célula. Los lisosomas están protegidos por una membrana y contienen enzimas digestivas que recogen los desechos celulares u orgánulos defectuosos para reciclarlos o convertirlos en desechos. También tienen la función de proteger la célula de bacterias y viruses.

Proteasomas

Al salir del aparato de Golgi usted se encuentra con los proteasomas. Estos orgánulos se encargan de las proteínas que hay en la célula y están presentes en todo el citoplasma. Los proteasomas descomponen proteínas de apariencia anormal, mal dobladas o proteínas normales que la célula ya no necesita.

Otra proteína conocida como ubiquitina se coloca en las proteínas destinadas a ser recicladas por las enzimas presentes en el citoplasma. Estas proteínas focalizadas se descomponen dentro de los proteasomas a través de un proceso conocido como proteólisis. En este proceso, los enlaces de péptidos de las proteínas se rompen, y las cadenas péptidas restantes y aminoácidos son expulsados al interior de la célula para ser reciclados.

Peroxisomas

Al continuar, se encuentra con una curiosa estructura conocida como peroxisoma. Aunque técnicamente no es ni un orgánulo ni una enzima, los peroxisomas pueden mejor describirse como complejos proteínicos.

Los peroxisomas tienen una membrana, y también se originan en el RE. Son responsables de la descomposición de las cadenas largas de ácidos grasos y de los aminoácidos. En este proceso, los peroxisomas producen un subproducto conocido como peróxido de hidrógeno, el cual puede ser muy peligroso para la célula porque puede reaccionar con muchas sustancias. Por esta razón, los peroxisomas pueden transportar una enzima que convierte el peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno. ¡Un método muy eficaz de limpieza!

Mitocondria

Pasando los peroxisomas, usted divisa un orgánulo con forma de frijol conocido como mitocondria (cuando hay muchos, se les conoce como mitocondrias). Estas son consideradas las plantas de energía de máxima eficiencia de la célula ya que convierten las partículas de comida que entran a la célula en moléculas de trifosfato de adenosina, o ATP, también conocido como la “divisa” de la célula. El ATP tiene la capacidad de almacenar y transferir energía a otras partes de la célula.

La mitocondria tiene una membrana interna y otra externa, y el número de mitocondrias varía de acuerdo con el tipo de célula. En general, entre más actividad muestre una célula, mayor será la cantidad de mitocondrias que contenga. Las células del hígado, por ejemplo, contienen miles de mitocondrias. Y en las células que forman sus músculos, la actividad aeróbica puede incrementar el número de mitocondrias. Por eso goza de más energía cuando hace ejercicios frecuentemente.

El núcleo

Finalmente ha llegado al núcleo, una de las estructuras más grandes de la célula. El núcleo tiene dos membranas que forman lo que se conoce como la envoltura nuclear.

Junto con pequeños poros localizados en la superficie de la membrana, esta envoltura encierra el nucleoplasma. Mientras la envoltura nuclear funciona como una pared, los poros actúan como un portón que permite que ciertas moléculas entren y salgan del núcleo. El nucleoplasma se asemeja al citoplasma de la célula. Esta substancia viscosa permite la suspensión de las estructuras que están al interior de la membrana nuclear.

Una de las estructuras suspendidas en el nucleoplasma es el nucléolo, el cual está compuesto por ácido desoxirribunonucleico (ADN), ARN y proteína. El nucléolo es el lugar de nacimiento de los ribosomas, los cuales fabrican, como debe recordar, proteínas vitales para el funcionamiento de células saludables.

A medida que continúa haciéndose más pequeño, puede comenzar a ver la estructura de doble hélice del ADN de la célula. Usted extiende el brazo y trata de tocarla. Finalmente, logra hacer contacto. En cuestión de segundos, usted regresa a su tamaño normal sin estar seguro de haber tocado lo que trataba de alcanzar.

En algún lugar en los campos verdes del cementerio en la ciudad de Londres, la primera luz de un nuevo día azota una semilla de pasto que acaba de germinar. Las células de esa semilla, enriquecidas por la buena tierra y el sol, comienzan a dividirse, produciendo un pequeño brote de pasto en el aire fresco de la mañana.

Usted está conduciendo por una carretera con el piloto automático, sin apenas prestar atención, y de pronto percibe que su auto da un giro. ¡PIP PIP! ¡PIP PIP! Su cuello se sacude. Sus ojos pasan a estado de alerta y sus manos agarran con fuerza el volante. Otro conductor tocó la bocina de su vehículo, trayéndolo a usted de vuelta a la realidad.

Tanto si usted se encuentra al volante como en el asiento de pasajeros, la escena es aterradora. Sin embargo, resulta muy familiar.

Aprender a conducir engloba una multitud de consejos de seguridad, rutinas y consideraciones, pero quizás la parte que mayor impacto tiene es limitar o evitar las distracciones.

Pues bien, los aciertos al volante también son aciertos en el hogar. Al igual que toquetear los controles o la música en el auto puede hacer peligrar nuestra seguridad, las distracciones durante los momentos valiosos en familia pueden ser igualmente perjudiciales en el hogar. En lugar de crear conexiones interpersonales profundas, usted podría colisionar y quemarse.

Pasar tiempo de calidad para conectar con la familia y los seres queridos es algo placentero. Sin embargo, la nueva norma de interactuar constantemente con dispositivos tecnológicos pone en riesgo dichas conexiones personales. Si usted no toma medidas intencionadas para dejar de usar sus dispositivos electrónicos, sus relaciones familiares (y de otro tipo) podrían sufrir.

Por lo tanto, antes de hablar sobre el papel que desempeña la tecnología en los accidentes de automóvil, analicemos en detalle las relaciones familiares y el tiempo de calidad que necesitamos para mantenerlas.

Tiempo de calidad en familia: cómo mantener las conexiones con su clan

El tiempo de calidad en familia tiene lugar cuando cada uno de los miembros tiene plena presencia y ofrece su total atención a los demás. Volviendo a la analogía del vehículo, el tiempo de calidad en familia es lo que asegura un trayecto fluido, seguro y agradable.

Sin embargo, esto puede ser difícil de conseguir bajo la influencia de una agenda apretada y de la tecnología. Hacer frente a la doble amenaza del trabajo y de la distracción es duro, así que pongamos el foco en la variable temporal.

Probablemente usted tiene familiares o amigos cercanos con los que quisiera tener o mantener una estrecha relación. Los conflictos de agenda y el escaso tiempo libre son desafíos implícitos en este reto. Los padres y las parejas suelen tener agendas apretadas y trabajos de tiempo completo. Si usted tiene niños, es probable que estén ocupados con la escuela, actividades extracurriculares, amigos o aficiones. Puede resultar difícil hacer coincidir sus horarios con los de sus seres queridos.

La buena noticia es que, a pesar del ajetreo diario, usted puede maximizar el tiempo libre del que dispone.

Algunos investigadores opinan que lo que importa no es la cantidad de tiempo que uno pasa con su familia o sus amigos. El objetivo es la calidad. Esto significa que pasar una hora de dedicación plena con un ser querido tiene un impacto más pronunciado que pasar varias horas con esa misma persona sin implicarse del todo.

Imagine que, solo durante una hora, lee y habla sobre un libro con un miembro de su familia. Aunque pueda parecer poco tiempo, es provechoso. Al igual que ocurre con un tren bala, es una experiencia fluida y placentera, sin atascos, semáforos ni distracciones.

Este tipo de actividad tiene mayor contenido que su alternativa: sentarse junto a la otra persona en silencio mientras ven películas. En este caso, la actividad requiere más tiempo, pero no se produce conexión alguna. En lugar de un viaje corto y fluido, se tiene un largo viaje por una carretera llena de baches. Usted viaja con alguien a quien ama, pero el trayecto puede generar hartazgo en los pasajeros.

La meta en ambos casos es la misma: pasar tiempo en familia. Pero las rutas que conducen a una misma meta pueden resultar muy distintas. Planear la ruta merece la pena, y sus lazos personales se fortalecerán gracias a su esfuerzo.

Consejos para crear más tiempo de calidad en familia

¿Está dispuesto a subirse al tren del tiempo de calidad, pero no sabe por dónde empezar? La verdad es que no existe una forma correcta de hacerlo, así que use su creatividad. El tiempo de calidad en familia no tiene que ser algo serio o complejo. Una actividad sencilla, o simplemente ponerse al día, puede funcionar.

Aquí tiene algunas ideas para ayudarlo a arrancar:

  • Cuando converse, preste atención y compórtese como un oyente activo. La escucha activa no consiste solo en oír. También implica contacto visual, lenguaje corporal y reflexión. El contacto visual da a entender que usted está presente. El lenguaje corporal puede mostrar que usted participa intencional y voluntariosamente. Esto puede ser tan simple como inclinarse ligeramente, girar su cadera hacia la otra persona o mantener sus brazos extendidos en lugar de cruzados. Por último, sea reflexivo en sus respuestas. La reflexión puede ser simplemente una repetición de lo que la otra persona acaba de decir. Esto da a entender que usted ha escuchado y comprendido lo que le han dicho. De esta forma se puede fortalecer la conexión y se invita a seguir conversando.
  • Creen juntos una lista de reproducción y organicen una fiesta para escucharla. Esta es una idea especialmente divertida si la lleva a cabo con alguien que sea mucho mayor o mucho más joven que usted. Adentrarse en la cultura de otra generación puede ser divertido y ayuda a las personas a entenderse mejor entre sí.
  • Establezca sus propias tradiciones familiares. Pueden reservar tiempo cada semana o cada mes para llevar a cabo una actividad familiar que desempeñen regularmente. Podrían ser juegos de mesa, noches de competencia en la cocina, visitas a museos u otras actividades familiares al aire libre, como paseos en bicicleta o senderismo.
  • Trabajen en equipo. Asignen a cada miembro de la familia una tarea (¡padres incluidos!) para que cada persona colabore. Hacer responsables de sus tareas a las personas ayuda a construir su sentido de la responsabilidad y del orgullo.
  • Reserve tiempo a solas con un hijo o familiar. Esto se debe a que las conversaciones fluyen con mayor facilidad cuando hay menos voces compitiendo por ser escuchadas. También conviene dejar a un lado los teléfonos y dispositivos electrónicos con el fin de facilitar conversaciones más profundas. Interesarse en lo que dice su niño genera confianza y demuestra que usted está involucrado en su bienestar. Dicha confianza aumenta la probabilidad de que su niño acuda a usted cuando las cosas se pongan feas y necesite apoyo.

La tecnología afecta el tiempo de calidad en familia

Ahora pongamos el foco en las distracciones —aquello que desvía su mirada y su atención de la carretera, poniendo en peligro a todos los que viajan en el vehículo con usted—. En la familia, estas distracciones se apoderan de su presencia y desvían su atención de los seres queridos, posiblemente dañando su relación con ellos.

Hoy en día, la tecnología está implicada en casi todas las distracciones: teléfonos, computadoras portátiles, televisores, etc. La tecnología es útil y amena, pero estos dispositivos pueden ocasionar perjuicios importantes.

Las pantallas de estos dispositivos roban su atención, y lo distraen de la conversación o actividad que está realizando. Incluso si usted solo toma su teléfono para echarle un breve vistazo, pero lo hace reiteradamente, durante esos instantes usted pierde aspectos importantes de la escucha activa que mencionamos anteriormente: contacto visual y lenguaje corporal.

También es importante entender que el uso constante de la tecnología puede afectar al usuario. Existen muchas investigaciones sobre esta cuestión.

Un estudio analizó una amplia muestra de datos aleatorios (más de 40,000 encuestados) que representan los patrones de interacción de los niños pequeños y adolescentes (de 2 a 17 años) con las pantallas. También se examinó el impacto que la tecnología tuvo en el bienestar psicológico de los encuestados. Se incluyeron pantallas de celulares, computadoras, juegos de entretenimiento y otros dispositivos.

Los investigadores descubrieron que una hora de uso al día no era problemática. De hecho, una hora al día parecía ocupar la “zona óptima”. Aquellos que usaban las pantallas una hora al día experimentaban el mismo nivel de bienestar que aquellos que no usaban las pantallas. En otras palabras, un uso mínimo apenas constituye una distracción significativa. De hecho, un uso prudente de las pantallas puede asemejarse a los ajustes necesarios para hacer un viaje en automóvil más agradable  —un ajuste rápido del aire acondicionado o del volumen de la radio—.

La caída en bienestar psicológico solo ocurrió una vez superado el umbral de una hora de uso. Los encuestados que usaban pantallas más de una hora al día indicaron sentirse menos curiosos, más distraídos y menos estables emocionalmente. También indicaron tener dificultades para hacer nuevas amistades.

En concreto, los encuestados de entre 14 y 17 años de edad con un uso elevado de pantallas (siete o más horas al día vs. una hora al día) tenían una probabilidad más de dos veces superior de haber sido diagnosticados con depresión o ansiedad durante el año anterior. Volviendo al ejemplo del vehículo, este tipo de distracción prolongada resultaría en un viaje muy arriesgado o incluso en un accidente.

Ahora imagine a estos adolescentes en el contexto de la familia. Si están luchando contra la ansiedad y la depresión que induce la tecnología, también tendrán problemas para estar plenamente presentes en los momentos familiares de calidad. Y si sus familiares también están pendientes de sus pantallas, el sistema de apoyo que los adolescentes necesitan no está disponible precisamente cuando más lo necesitan.

El uso de las pantallas por parte de los adultos también debe ser objeto de escrutinio. En las palabras de la periodista Erika Christakis, “más que preocuparnos por los niños obsesionados con las pantallas, deberíamos preocuparnos por los padres distraídos”. A lo largo de los años, los padres han aumentado la cantidad de tiempo que pasan con sus niños. Sin embargo, como usted ha podido comprobar anteriormente, ese tiempo no es necesariamente tiempo de calidad.

Linda Stone es una investigadora que acuñó el término “atención parcial continua” (del inglés “continuous partial attention” o CPA). Se trata de una descripción adecuada del efecto que la tecnología tiene en la atención tanto de padres como de hijos. Stone explica que, operar de esta manera, permite a las personas estar siempre en modo “on” —siempre disponibles y accesibles—.

Aunque esto puede ser bueno en algunas circunstancias (estar alerta y consciente), también puede ser perjudicial. Si usted está siempre en modo “on”, podría experimentar niveles altos de estrés y ansiedad. Esto lo puede conducir a sensaciones de agobio o sobreestimulación, y en este estado es difícil conectar de manera significativa con la familia y los seres queridos.

Entonces, ¿cómo podemos contrarrestar los efectos nocivos del uso ilimitado de las pantallas? David Rock, autor de “Your Brain at Work” (“Su cerebro en funcionamiento”) sugiere descansar de la tecnología—desconectarse completamente—. David Rock sostiene que estar “fuera de línea” puede mejorar la concentración. Un estudio demostró que mirar constantemente los dispositivos electrónicos (para monitorear correos electrónicos, publicaciones en redes sociales o mensajes de texto) está asociado a niveles elevados de estrés. Hacer una pausa y desconectarse de los dispositivos puede ayudar a reducir los niveles de estrés. Y cuando usted está menos estresado, es más probable que busque y disfrute el tiempo de calidad en familia.

Cómo lograr bienestar familiar y general

¿Por qué es importante todo esto? Los estudios demuestran que las relaciones familiares influyen enormemente en el bienestar de los miembros de una familia a lo largo de sus vidas. Esto funciona en ambas direcciones. Si el entorno familiar es tóxico, el bienestar de los miembros de la familia sufre un impacto negativo. En cambio, si los lazos familiares son fuertes y proporcionan apoyo, cada uno de los familiares experimentará una mejoría en su bienestar.

Esto se debe en gran medida a que la familia es clave para la salud social, y proporciona recursos a todos sus miembros. La familia y los amigos cercanos actúan como una plataforma de bienestar, proporcionando apoyo emocional o ayuda física cuando es necesario y facilitando el acceso a otro tipo de cuidados. La familia también proporciona apoyo durante etapas estresantes de la vida y motivación para adoptar comportamientos más saludables. Si usted no tiene acceso a un círculo familiar podría estar minimizando el número de recursos a su alcance.

Imagine de nuevo la metáfora sobre el automóvil. Usted se encuentra de nuevo en el interior del vehículo y desea llegar sano y salvo a su destino final. La mejor manera de conseguirlo es ajustar su cinturón de seguridad y limitar las distracciones. Podemos equiparar las relaciones familiares positivas al cinturón de seguridad, pues gracias a ellas usted puede mantener su salud (a nivel social, emocional y físico). Además, limitar las distracciones —el uso de pantallas y otras tecnologías— permite que usted pueda concentrarse en la carretera: dedicar tiempo de calidad a su familia, para apoyar día tras día a cada uno de sus miembros.

Acerca del autor

Jenna Templeton es educadora en temas de salud y escritora independiente en temas de ciencia, reside en Salt Lake City, Utah. Después de recibir su título en ciencias con especialidad en química en Viginia Tech, Jenna pasó cinco años como investigadora científica en la industria nutricional. Este trabajo estimuló su interés por el bienestar personal, lo que la llevó a estudiar una licenciatura en promoción y educación en temas de salud en la Universidad de Utah. Fuera de su trabajo, Jenna disfruta la música en vivo, la jardinería, todo lo que tenga que ver con comida y jugar en las montañas Wasatch.

Resulta que el cuidado de la lengua debería aplicarse para más que solo para hablar. Es mucho lo que los médicos —y usted— pueden decir acerca de su salud en general solo observando el color, el tamaño y la textura de ese héroe no reconocido que está dentro de su boca.

Usted ya sabe que su lengua es esencial para degustar y digerir los alimentos, y para articular el habla. Y debido a que su lengua es parte tan importante de diversas funciones corporales relevantes, prestar atención a su apariencia y a los cambios que pueda sufrir puede ayudarle a alertarlo tempranamente acerca de problemas de salud de mayor magnitud. Esta es una de las razones por las que su médico le pide siempre que saque la lengua durante su revisión física anual. También es la razón por la que su dentista puede llegar a preguntarle acerca de qué tanto se hidrata o sobre sus hábitos de higiene después de solo echarle un vistazo a su lengua.

En general, una lengua saludable es de color rosa obscuro, se ve húmeda, firme y cubierta de pequeñas protuberancias llamadas papilas. Si la apariencia de su lengua se desvía de estos estándares, tome en cuenta los siguientes cinco problemas que su lengua podría estar tratando de avisarle:

1. Deshidratación

Cuando su cuerpo está deshidratado —lo que significa que no tiene suficientes fluidos para funcionar de manera óptima— uno de los primeros síntomas es la resequedad de la boca y la lengua. Esto se debe a que su cuerpo reduce la cantidad de saliva que está produciendo en un esfuerzo por conservar los fluidos. Además de sentir la boca seca, la falta de una cantidad adecuada de saliva puede también afectar su capacidad para descomponer los alimentos que coma, y también puede reducir su capacidad para mantener saludables sus dientes.

La solución inmediata para la deshidratación es obvia: beba más agua. El Consejo de Salud y Nutrición de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (organismo estadounidense) recomienda que los hombres consuman 15.5 tazas (3.7 litros) de fluidos al día, y que las mujeres traten de beber 11.5 tazas (2.7 litros). Tenga en mente que estas cantidades incluyen la ingesta total diaria de fluidos, tanto derivados de los alimentos como líquidos. También considere que circunstancias tales como el clima cálido o el ejercicio harán necesario que usted consuma más fluidos para mantenerse hidratado.

La mayoría de las personas saludables pueden mantenerse hidratadas simplemente bebiendo fluidos cuando sienten sed. Las neuronas ubicadas en el cerebro participan en el monitoreo de la ingesta de alimentos y bebidas, así como de los niveles de sangre, para regular la sed mediante el envío de mensajes hormonales que inducen la necesidad de tomar líquidos. Asimismo, las papilas gustativas envían de vuelta mensajes al cerebro acerca de los fluidos consumidos antes de que éstos lleguen al torrente sanguíneo para señalizar que la sed ha sido saciada.

En algunos casos, no obstante, simplemente beber más líquidos puede no ser suficiente para resolver un problema de resequedad en la boca. La deshidratación, si bien es una causa común de resequedad, no es el único problema que puede producir que la boca esté seca. Ciertos medicamentos, tratamientos médicos o problemas de salud también pueden ser responsables de que la lengua se sienta como si la hubiera abandonado en el desierto.

2. Cambios en su microbioma oral

En su boca hay bacterias y todo tipo de microbios, y su lengua ciertamente no es la excepción. En un principio, esto puede parecer repugnante, pero tiene que acostumbrarse a ello, porque su microbioma oral es parte importante de una boca saludable.

Y si se está preguntando por las condiciones de equilibrio de su microbioma oral, solo eche un vistazo a su lengua. Si su lengua luce normal, es una buena señal, lo que apunta a un equilibrio saludable de microbios que hacen de su boca un hogar.

Cuando su boca se ve como si tuviera un recubrimiento blanco, podría ser momento de invertir energía en su microbioma oral, lo que significa que debe cuidar más su higiene oral. (Y echar un vistazo a los consejos para tener una lengua saludable que enumeramos más adelante.)

3. Alerta del sistema inmunológico

Son muchas las partes de su cuerpo que desempeñan una función directa o de apoyo en el mantenimiento de su salud inmunológica. Su lengua tiene una relación tangencial con su salud inmunológica a través del papel que desempeña en la digestión, pero también puede ser una bandera roja (o blanca).

Si su sistema inmunológico está en problemas —como resultado de una variedad de factores de estilo de vida ocasionales normales— su lengua se lo dirá. Algunos de los signos son similares a los que se mencionaron en la sección que habla del microbioma en los párrafos anteriores.

Normalmente, su sistema inmunológico no deja, así como así, que cualquier cosa se adhiera a su lengua. Los hongos son un gran ejemplo de esto. Probablemente siempre hay algunos de estos invasores en su boca y en su lengua, pero el sistema de defensa de su cuerpo está creado para evitar que una gran cantidad de hongos vivan en su boca o en su lengua.

Cuando su lengua está cubierta de blanco, eso puede ser un indicio de que su microbioma oral está fuera de balance, y sería una buena idea apoyarlo con hábitos que favorezcan su inmunidad.

Su médico también puede saber, con tan solo ver su lengua, si usted está teniendo algunos problemas. Así pues, si nota que su lengua está muy roja, pídale a un médico que lo revise. (A menos que ello se deba a que acaba se consumir algún alimento o bebida de color rojo; en ese caso, no habrá problema.)

4. Deficiencias nutricionales

Su lengua lo ayuda a degustar, disfrutar e incluso a digerir adecuadamente los alimentos. Pero si no está consumiendo suficientes cantidades de determinados nutrientes, su lengua lo delatará.

Cuando su lengua está muy roja, puede que sea momento de hacer ajustes en su alimentación. Evalúe su consumo de dos vitaminas (B12 y ácido fólico) y un mineral (hierro). Estos nutrientes esenciales pueden obtenerse fácilmente a través de una alimentación saludable.

La vitamina B12 se encuentra en los mariscos, la res y los huevos. El ácido fólico (también conocido como vitamina B9) está presente en las legumbres, el brócoli y las espinacas. Y si quiere añadir hierro a su dieta, opte por las aves, las carnes orgánicas, los frijoles y las nueces.

5. Estrés excesivo

Resulta ser que el estrés tiene un impacto negativo en todo su cuerpo, y su lengua no escapa a los estragos que causa el estrés.

El enrojecimiento de la lengua es una señal de estrés. Las aftas y las úlceras por estrés que aparecen en la lengua podrían ser una señal de que usted está estresado. Si su lengua presenta erosiones en las orillas, eso podría significar que usted constantemente se muerde la lengua en reacción al estrés.

Y sus papilas gustativas tampoco son inmunes al estrés de la vida. Los investigadores sugieren que sus papilas gustativas también se ven afectadas por el estrés. Así que practique los autocuidados como un medio para ayudar a aliviar parte del estrés que hay en su vida. Su mente, su cuerpo y su boca se beneficiarán.

No se olvide de llevar una higiene adecuada

Además de una buena nutrición, una adecuada hidratación y no fumar, lo mejor que usted puede hacer por su lengua es practicar buenos hábitos de higiene oral. Ponga en práctica estos consejos para mantener su lengua feliz y saludable.

Raspado

Usted ya sabe que necesita cepillarse los dientes al menos dos veces al día (puntos extras si se los cepilla después de cada comida). Y cuando esté en eso, ¿por qué no añadir un paso extra muy breve consistente en raspar su lengua? Use un raspador de lengua, de plástico o de metal (son económicos) para rasparse la lengua una o dos veces por zona a todo lo largo. Vaya desde la parte posterior hasta la parte frontal, y asegúrese de enjuagar los desechos entre cada raspada. Además de eliminar las bacterias causantes del mal aliento, los investigadores sugieren que rasparse la lengua dos veces al día también podría mejorar el sentido del gusto.

Cepillado

¿El hecho de pensar en el raspado de lengua (o el raspado mismo) le produce náuseas? Puede poner en marcha ciertas acciones para matar las bacterias haciendo de su cepillo de dientes un instrumento multitareas. Cepille su lengua vigorosamente en múltiples direcciones una vez que se haya cepillado bien los dientes. Solo le aconsejamos no hacerlo sin ton ni son, no vaya a dañar sus delicadas papilas gustativas o la mucosa (ese tejido rosado que cubre su lengua).

Enjuague con aceite

Existen unos cuantos estudios que han determinado que la antigua práctica de enjuagarse la boca con aceite por unos 20 minutos al día, una vez al día, puede reducir el olor —y ciertas bacterias causantes de caries— si se hace consistentemente como parte de una rutina de higiene oral completa. El enjuague con aceite, como se conoce en el Ayurveda, comúnmente se hace utilizando aceites prensados en frío como el aceite de girasol, de sésamo o de coco. El enjuague con aceite puede mantener saludable su lengua gracias a que elimina las bacterias, y además puede ayudar a aliviar síntomas como la resequedad bucal y los labios partidos. Si usted es de esas personas a quienes les causa molestias el uso de enjuagues bucales a base de alcohol o muy potentes, el enjuague con aceite puede ser una alternativa más suave. Una vez que haya acabado de enjuagarse, escupa el aceite en un bote de basura que tenga bolsa (¡no lo escupa en el lavamanos!) y enjuague su boca con agua. (No hay evidencia científica de que esta práctica blanquee los dientes, elimine las toxinas del cuerpo o que sirva para tratar enfermedades.)

Escuche a su lengua

La lengua es más que solo el órgano muscular que vive en su boca. También puede ser valiosa como medio de pronóstico de otros problemas de salud. Sin embargo, para poder tomar nota de cualquier aviso que pueda darle su lengua, es necesario que le preste atención y la cuide.

Frente a un espejo, saque la lengua y examine su color, su forma, su tamaño y su textura, y avísele a su médico si detecta cambios inusuales. ¡Y no se olvide de su lengua durante su rutina de cuidado oral! Es una herramienta básica para su sistema digestivo y para articular el habla, y darle cuidados extras bien vale la pena.

Los hábitos familiares saludables son esenciales para la crianza de niños saludables. Los niños consideran a sus padres modelos a seguir. Por lo tanto, es importante proporcionarles un estilo de vida saludable que les sirva de ejemplo a seguir.

La dieta saludable y el ejercicio son dos hábitos en los que muchas personas ponen el foco, y aunque las metas personales de salud son excelentes, conseguir que su familia las siga es aún mejor. Además, es buena idea ampliar el alcance de los hábitos saludables de la familia de tal forma que cubran todas las facetas de la vida. Incluya hábitos como el cepillado de dientes, el uso del casco protector y el lavado de manos.

A medida que los niños crecen, puede resultarles difícil revertir los hábitos que ya han adquirido. Así que no pierda un segundo más y empiece a trabajar en los hábitos saludables con sus hijos. Ellos aprenderán rápido los buenos hábitos y tendrán el resto de sus vidas para practicarlos.

Eche un vistazo a esta presentación y encontrará 19 ideas en las que trabajar a nivel familiar. Agradézcanse los unos a los otros el trabajo que ya están realizando, y anoten las sugerencias de mejora que desean afrontar juntos.

  1. Hacer la cama

Esta simple tarea a menudo se pasa por alto, pero es un excelente hábito a seguir. Una cama recién hecha lo ayuda a usted y a sus niños a comenzar el día de manera positiva. Además, al final de un largo día encontrará su habitación relajante y ordenada.

Anote en una tabla la frecuencia con la que cada miembro de su familia hace su cama para que todos la puedan ver. Para que se diviertan al mismo tiempo que adquieren el hábito, organice carreras o competencias para ver quién hace su cama más rápido. Muéstrele a sus niños lo bien que ha hecho su propia cama, pues los ayudará a comprender qué tan importante esta rutina diaria es para usted.

  1. Lavarse las manos

Lavarse las manos es quizás el hábito más importante para la salud. Lavándose las manos después de ir al baño, y antes de cada comida, se mantienen los gérmenes bajo control. Por este motivo es importante mostrarle a su familia qué tan importante es el lavado de manos para el mantenimiento de la salud.

Los padres deben recordar frecuentemente a sus niños que se laven las manos a lo largo del día. Los niños pequeños que aún no sepan lavarse las manos solos podrían necesitar un banquito para alcanzar el grifo. Muestre a sus niños cómo lavar correctamente sus manos, frotándolas con jabón y enjuagándolas con agua templada durante al menos 20 segundos. Los gérmenes se pueden propagar de una persona a otra y producen enfermedades. Enseñando este importante hábito puede ayudar a frenar la transmisión de gérmenes nocivos para la salud, contribuyendo a la salud de familias y comunidades.

  1. Desayunar todos los días

Su familia puede comenzar cada día de manera saludable tomando siempre su desayuno. El desayuno a menudo es lo primero que sacrificamos cuando nos espera un día ajetreado. Adopte una actitud firme, que favorezca los hábitos saludables, asegurándose de que su familia toma el desayuno todos los días.

Esta es una de las mejores maneras de combatir la sobrealimentación durante el resto del día. El desayuno tiene un efecto saciante a primera hora del día, y proporciona energía constante hasta la hora del almuerzo. Si necesita ideas rápidas para adquirir el hábito del desayuno pruebe a hervir huevos duros, corte un trozo de fruta o unte una tostada de trigo integral con mantequilla de nueces.

  1. Cepillarse los dientes

Los niños pequeños tienen dificultades para no olvidar que deben cepillarse los dientes dos veces al día. Pero este hábito es crítico para el mantenimiento de una buena salud dental.

Esto se debe a que el cepillado de dientes desprende los depósitos de placa y bacterias. Si usted evita la acumulación de placa y bacterias en sus dientes, contribuirá al mantenimiento de su salud bucal.

Por lo tanto, habitúese a cepillar sus dientes dos veces al día para mantener en forma sus dientes y encías. La duración recomendada para cada sesión de limpieza dental es de dos minutos. Pruebe a poner un cronómetro en el cuarto de baño para ayudar a que sus niños cumplan con los dos minutos recomendados. También puede cantar una canción o reproducir música para hacer del cepillado algo más divertido para todos.

  1. Arreglar la casa

Mantener su espacio vital limpio y ordenado es un hábito saludable en el que toda su familia puede participar. Pasar tiempo en casa siempre es más agradable cuando todas sus pertenencias están en su lugar. Además, una casa limpia puede ayudar a que su foco de atención deje de ser el desorden y lo pueda poner en sus seres queridos y en una vida más saludable.

Enseñe a sus pequeños dónde deben guardar sus juguetes, libros, ropa y zapatos. Ayude a los niños a adquirir el hábito de devolver las cosas cuando han terminado de usarlas. saludable.r el  dos veces al difica cuando ida saludable que les si La limpieza del hogar también es una manera excelente de inculcar responsabilidad y respeto por las pertenencias.

Pueden arreglar la casa en equipo, utilizando un cronómetro y limpiando durante 10 minutos. Compitan a ver qué tan rápido pueden poner en orden su casa. Dele a cada niño una tarea diferente cada día para que puedan aprender a barrer, limpiar y sacudir el polvo. Se lo agradecerán cuando vivan solos y sepan mantener sus casas limpias.

  1. Apagar el televisor

El televisor puede consumir gran parte del tiempo libre de su familia. Las sesiones de televisión pueden ser relajantes en moderación, pero si se prolongan demasiado pueden estancar su productividad.  Es difícil ser activo y trabajar en una vida más saludable cuando el televisor está encendido.

Así que limite su tiempo delante del televisor a una hora diaria. Apague el televisor y busque mejores formas de entretenimiento para la familia. Los juegos de mesa son igualmente divertidos e involucran a todos los miembros de la familia. Además, ayudan a los niños a desarrollar habilidades racionales y de resolución de problemas. Dé un buen ejemplo a sus hijos invitándolos a jugar con usted cuando se haya agotado el tiempo diario de televisión.

Incluso es probable que perciba una mejoría en sus horas de sueño reduciendo las horas de televisión. Además, pasar tiempo sin mirar pantallas permite que sus ojos se relajen, reduce su exposición a la luz azul y lo ayuda a quedarse dormido con más facilidad.

  1. Moverse

Si la idea es relajarse y jugar en familia, el ejercicio físico es bueno en ambos casos. El ejercicio regular es un excelente hábito en el que trabajar en equipo. Infundir en sus hijos el amor por el deporte durante su juventud puede hacer que cuiden de su estado físico el resto de sus vidas.

Los movimientos no tienen por qué ser complicados para extraer beneficio del ejercicio regular. Pueden consistir en bailar sus canciones favoritas o en un partido de baloncesto en la calle. Cuando toda la familia es activa, es posible pasar tiempo juntos y al mismo tiempo ponerse en forma.

Póngase como objetivo 30 minutos de actividad física cada día. Si su agenda es muy apretada, puede aprovechar para hacer ejercicio mientras camina a la escuela o mientras va en bicicleta al trabajo. Realice una lluvia de ideas en su familia para ayudar a adoptar hábitos diarios de ejercicio.

  1. Buscar aventuras juntos

Las familias que juegan en equipo se mantienen saludables en equipo. Participar en aventuras adecuadas para su familia puede hacer del ejercicio una experiencia unificadora para usted y para sus seres queridos.

Recrearse en la naturaleza es una manera divertida de ver los paisajes locales y pasar tiempo en familia. El senderismo, los paseos en bicicleta, la pesca y la escalada en roca son algunas de las aventuras al aire libre en las que se puede embarcar su familia.

  1. Usar el equipo de protección

La seguridad forma parte de los hábitos saludables en el ejercicio. Demuestre que sabe jugar de forma segura usando el equipo protector cuando sea necesario. Si sus niños lo ven a usted ponerse el equipo para andar en bicicleta, ellos querrán hacer lo mismo.

Adquiera la costumbre de ponerse el casco protector, las espinilleras y las coderas antes de salir en bicicleta. Le evitará una posible lesión a usted y les enseñará a sus hijos cómo mantenerse seguros.

  1. Protegerse siempre siempre del sol

El protector solar es la mejor manera de proteger su piel del daño solar. Tanto los niños como los adultos necesitan aplicarse un protector solar antes de salir a jugar al aire libre. Haga que la aplicación del protector solar sea algo habitual.

Enseñe a sus niños cómo ponerse ellos mismos el protector solar. Puede encontrar protectores solares de base mineral, apropiados para niños, que tratan con suavidad su delicada piel. Recuérdense los unos a los otros que deben reaplicar el protector cada dos horas mientras estén al aire libre. Y acostúmbrese también a llevar un sombrero para protegerse del sol.

  1. Alimentarse del arcoíris

Una alimentación saludable es un excelente hábito a seguir por toda la familia. Si comen juntos a menudo, comiencen a focalizarse en la comida saludable como si fueran un equipo.

Fijarse en el color de la comida es una manera excelente de garantizar que su familia obtenga los nutrientes que necesita. Los alimentos integrales son vibrantes. El color rojo intenso, morado profundo y verde oscuro hacen que los alimentos sean interesantes a la vista y buenos para usted.

El color de las frutas y de las verduras indican la clase de vitaminas que pueden aportar a su dieta. Los alimentos de color amarillo son excelentes fuentes de vitamina C. Las vitaminas A y E viven en los alimentos rojos y naranjas. Los alimentos verdes están llenos de calcio, hierro y otros fitonutrientes importantes.

Trabajen juntos para sentarse a cenar con muchos colores distintos en la mesa. Una ensalada de hojas variadas, tomates, aguacate, cebolla roja, pimientos amarillos y pepinos contiene muchos colores del espectro y además es nutritiva.

  1. Tomar agua en vez de bebidas gaseosas

Éste es un excelente y sencillo hábito saludable con el que empezar. Las opciones saludables son accesibles y fáciles de entender para adultos y niños.

Usted ya sabe que las bebidas gaseosas y azucaradas perjudican sus dientes y su dieta. Por lo tanto, su familia debería cambiar al agua (o leche en el caso de los niños). Para ayudar a consolidar este hábito, mantenga las bebidas gaseosas lejos de su hogar. Cuando coman fuera de casa, pida agua con su comida (o leche para los niños). Demuestre a sus hijos que habla en serio, evitando totalmente las bebidas gaseosas y proporcionando alternativas más saludables que contribuyan al crecimiento de los niños.

  1. Pruebar alimentos nuevos

Si los alimentos de referencia para su familia empiezan a quedarse anticuados, pruebe a expandir sus opciones. Es difícil mantener una dieta saludable cuando uno toma constantemente los mismos alimentos. Se hace aburrido. Por suerte, existen muchas maneras de variar la alimentación y de mantener el interés en una dieta saludable.

Añadiendo especias a su comida cambiará drásticamente su sabor, sin alterar sus beneficios para la salud. El ajo, el comino, la pimienta o el pimentón aportan algo de condimento a los vegetales como la batata. La cúrcuma, el perejil o el cilantro potencian el sabor del arroz integral.

También puede probar a preparar sus platos favoritos de maneras distintas. Por ejemplo, la avena es una opción excelente para el desayuno. Pero durante los meses más calurosos quizás no le apetezca tomar un bol de avena caliente. En lugar de cambiar la saludable avena por un donut o un pastel, pruebe la avena remojada.

Para hacer avena remojada, mezcle un puñado de copos de avena con yogur, leche, semillas de chía y unas gotas de miel. Deje reposar la mezcla en el refrigerador durante toda la noche. A la hora del desayuno, dispondrá de una opción más fresca. Incluso puede cortar trocitos de banana o de moras y añadirlos a su parfait de avena.

  1. Planear y preparar sus platillos en equipo

Cuando su familia tiene programadas las comidas es más probable que siga una dieta saludable. Hay días de mucho ajetreo y surgen imprevistos, pero no deje que la comodidad destruya sus hábitos alimenticios saludables. Pruebe a preparar su comida con antelación para tener a mano una opción rápida y saludable.

Los niños pueden ayudar eligiendo los platillos que quieren comer para cenar. Anímelos a que piensen en platos que incluyan proteína magra, verduras y cereales integrales. Anote su plan de cenas en un calendario visible para todos. De esa forma, todos sabrán qué comida disfrutarán cada día.

La familia también puede preparar la comida. Cocinar proteína en grandes cantidades es una excelente manera de acelerar el proceso de preparación de la cena. A sus niños les encantará sentirse incluidos en la cocina. Muéstreles cómo se lavan los vegetales y cómo se condimentan las proteínas como el pollo o el pescado. Ellos apreciarán la responsabilidad de ayudar a preparar la cena y disfrutarán su comida más aún.

  1. Aprender a leer etiquetas nutricionales

Entender lo que dicen las etiquetas de los alimentos puede ser complicado, así que siéntese con su familia e intenten descifrarlas juntos. Cuando uno aprende a leer la información nutricional de sus colaciones favoritas, resulta más fácil elegir las opciones saludables.

Tomemos como ejemplo una caja de cereales para el desayuno. El contenido calórico suele encontrarse en la parte superior de la etiqueta, e indica cuántas calorías (moneda energética) hay en cada porción. Tenga en cuenta que una porción no siempre equivale a un tazón enorme. Muéstreles a sus niños cuántos cereales hay en una porción usando una taza de medir o una báscula de cocina.

Los macronutrientes que se muestran bajo la información calórica indican cuántos carbohidratos, grasas y proteínas hay en los alimentos que usted come. Analice cuántos de esos carbohidratos provienen de azúcares añadidos, y manténgase alejado de los productos con grandes cantidades de azúcar añadido.

Las grasas se suelen dividir en distintos tipos. Algunos alimentos contienen grasas saturadas, grasas insaturadas y grasas trans. Consulte la etiqueta y vea qué grasas encuentra. Evite alimentos con grasas trans y monitoree su ingesta de grasas saturadas.

La proteína se puede encontrar en todo el espectro alimenticio. El pavo, el pollo, la carne roja magra, los huevos, las semillas de lino, las semillas de chía y las nueces son excelentes fuentes de proteína. Muestre a su familia cómo encontrar la cantidad de proteína presente en cada porción de comida empacada. Desafíense a comer alimentos con al menos seis gramos de proteína por porción.

Las vitaminas y los minerales añadidos, así como la lista de ingredientes, se encuentran en la parte inferior de la etiqueta nutricional. Los nutrientes como el hierro, el zinc y el ácido fólico se añaden para ayudar a alcanzar las cantidades diarias recomendadas.

Cuando vea los ingredientes, fíjese en los que están en la parte superior de la lista. Los que se encuentran más arriba en la lista de ingredientes son los que tienen mayor presencia en el producto. En los alimentos como el pan, las barritas de cereales o la pasta, asegúrese de que los cereales integrales se encuentran en la parte superior de la lista. Una gran cantidad de cereales integrales lo mantendrán saciado durante más tiempo.

  1. Practicar la consciencia sobre el dinero

Los niños no deben estar al cargo de su chequera, pero pueden jugar un papel importante en las finanzas de su familia. Ayudar a sus niños a tener una relación saludable con el dinero es una de las mejores lecciones vitales que puede enseñarles. Acostúmbrelos a monitorear sus gastos y ayúdelos a reconocer la importancia del ahorro.

Muestre a sus niños cómo crear un presupuesto sencillo para las necesidades de su hogar. Hágalos ver de dónde viene el dinero y en qué lo gasta su familia. Puede pedirles que lean las facturas que recibe su familia cada mes y que hagan un seguimiento de los recibos del supermercado. Sus niños se sentirán orgullosos de poder ayudar y de comprender mejor el valor del dinero.

  1. Dormir bien

La hora de dormir no es solo para los niños. Como familia, intenten cumplir las ocho horas recomendadas de sueño cada noche. Irse a la cama a una hora razonable ayudará a los padres y a los hijos a conseguirlo.

Recuérdele a su familia (y a usted mismo) que su cuerpo necesita una buena cantidad de sueño para ser productivo al día siguiente. Cuéntele a su familia qué tan recargado de energía se siente usted después de obtener el descanso que necesita. Sus hábitos saludables de sueño pueden servir de ejemplo a su familia si usted se retira a dormir pronto y se despierta a su hora.

Cuando no pueda dormir, la idea de levantarse a ver la televisión podría resultar tentadora. Si lo hace y sus niños lo ven, probablemente se preguntarán si ellos también pueden hacerlo. En lugar de ver películas cuando se siente inquieto pruebe a leer o meditar. Ayudará a calmar su mente y hará que se duerma en muy poco tiempo.

  1. Recompensar con elogios

Cuando usted note que los miembros de su familia están haciendo un buen trabajo, hable sobre ello. Haga saber a sus hijos que reconoce su esfuerzo elogiando sus comportamientos saludables. Las palabras de apoyo y afirmación refuerzan los hábitos familiares saludables.

Intente no recompensar los comportamientos saludables “rompiendo” los hábitos que ha desarrollado recientemente. Si cambia el duro trabajo por una tarde de atracón y holgazanería podría terminar echando a perder sus esfuerzos.

En lugar de eso, reconozca los intentos de mantener hábitos saludables elogiándolos. Dígales a sus niños que está orgulloso de ellos por hacer de su salud una prioridad. Y anímelos a seguir trabajando igual de bien.

  1. Practicar lo que predica con los modelos de rol parental

El establecimiento de hábitos saludables en la familia requiere de un esfuerzo conjunto. Cuando sus niños vean que usted está cambiando, es probable que ellos también quieran seguir su ejemplo. No puede esperar que los niños se esfuercen por mantener hábitos saludables si usted no cumple con su parte.

Dé permiso a sus niños para corregir sus actos de manera respetuosa. Si le proponen dejar el sofá para salir a dar un paseo con ellos, póngase los zapatos y salga a la calle. Si le recuerdan que no ha hecho su cama, vaya a hacerla.

Liderar a su familia, en lo que a hábitos saludables se refiere, requiere de su participación. Muestre a sus hijos lo mucho que dichos hábitos saludables significan para usted practicándolos. Tendrá más éxito alcanzando sus metas de salud si toda su familia trabaja en equipo.

Acerca del autor

Sydney Sprouse es una escritora independiente sobre temas de ciencia residente en Forest Grove, Oregon. Tiene una licenciatura en biología humana de la Universidad Estatal de Utah, en donde trabajó como investigadora y escritora en su etapa de pasante. Sydney ha estudiado ciencias toda su vida y su objetivo es traducir las actuales investigaciones científicas tan efectivamente como sea posible. Escribe con particular interés sobre biología humana, salud y nutrición.