Cultive su salud en su huerto

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Se dice que hacer ejercicio y comer adecuadamente van de la mano, y cuando usted cultiva un huerto, de hecho así sucede.  La horticultura es una forma de mantener su salud y disfrutar tiempo al aire libre, es una excelente forma de incluir frutas y verduras en su dieta y de hacer algo de ejercicio.  Cultivar sus propios alimentos además es una práctica saludable y sostenible para el medio ambiente.  Vea cómo aprender horticultura puede mejorar su calidad de vida.

La horticultura mejora y favorece una nutrición saludable

La horticultura es un pasatiempo que puede incrementar de manera fácil y efectiva su acceso diario a alimentos saludables.  Cuando se cultiva regularmente un huerto, las colaciones nutritivas y las cenas deliciosas están a tiro de piedra.  Ya sea que usted cultive un huerto en su propia casa o con su comunidad, el acceso regular a frutas y verduras mejora su nutrición.

Las encuestas aplicadas entre niños cuya escuela cuenta con programas de horticultura después del horario de clases arrojan luz sobre lo benéfica que puede ser la horticultura para la nutrición.  Los profesores de las escuelas que cuentan con estos programas pueden utilizar el huerto para desarrollar un curriculum de salud y nutrición.

Un estudio aplicado en el año 2005 en salones de cuarto grado que contaban con programas de horticultura después de la escuela ofrece un gran ejemplo.  En el estudio, los profesores informaron que los hábitos alimenticios de sus estudiantes habían mejorado con el acceso al huerto de su escuela.  Los directores informaron un incremento de casi el doble en el consumo de la barra de ensaladas por parte de los estudiantes.

Los estudiantes también reconocieron los beneficios que representa el huerto de su escuela para su nutrición personal.  A los alumnos de cuarto año se les aplicó una encuesta antes y después de la incorporación del huerto escolar como parte de sus materias.  Estos alumnos contestaron dos preguntas cuya respuesta era “sí” o “no”:  “Como frutas y verduras todos los días”, y “Estoy físicamente activo todos los días”.  Hubo un incremento significativo en la proporción de estudiantes que contestaron afirmativamente después de participar en el programa de horticultura de la escuela.

La horticultura ayuda a hacer ejercicio todos los días

Debe destacarse que en el estudio mencionado en la sección anterior, los niños que participaron en los programas de horticultura después de clases aumentaron su consumo diario de frutas y verduras Y la cantidad de ejercicio que hacían diariamente.  La horticultura pone a trabajar su cuerpo y lo pone en contacto con la naturaleza.

Los huertos requieren de cuidado diario para producir cosechas abundantes.  Cosechar las recompensas de mantener diligentemente un huerto puede motivar a los horticultores a moverse y a ponerse en acción.  La horticultura ofrece al cuerpo ejercicio cardiovascular moderado.  El ejercicio regular, del tipo que sea, incluyendo la horticultura, reduce el riesgo de sufrir enfermedad cardiaca y puede mejorar la fuerza y la resistencia.

Las poblaciones de mayor edad pueden tener problemas para encontrar regímenes de ejercicio regular para los cuales se sientan aptos.  La horticultura es un fabuloso ejercicio funcional para todos, incluso para los adultos de edad avanzada.  El ejercicio funcional abarca actividades que incluyen: estirarse, empujar, jalar, levantar, ponerse en cuclillas, etc.  Todas estas actividades mejoran el tono muscular y la flexibilidad, así como el buen estado físico en general.

La horticultura mejora la autopercepción de salud mental

Se dice que la horticultura es buena para el alma.  De hecho, hay varios aspectos de este pasatiempo que hacen que esta descripción sea precisa.

La horticultura favorece la salud mental y física.  Cuando uno practica la horticultura, interactúa con la naturaleza de manera regular, y también tiene la oportunidad de servir a otros.  Dicho en términos simples, la horticultura nos hace sentir bien.

Diversos estudios han reforzado recientemente la importancia de nuestra relación con la naturaleza.  Estar inmersos en ésta, incluyendo un jardín o huerto, abre la puerta para que la creatividad florezca.  El hecho de desconectarnos de la tecnología y salir al aire libre para trabajar en nuestro huerto o jardín es refrescante para la mente y el espíritu.

El esfuerzo físico requerido para realizar esta labor ayuda a mantener la presión arterial en rangos normales y aumenta la producción de endorfinas, conocidas como las hormonas del “bienestar” porque ayudan a que uno se sienta feliz y lleno de vida.  Además, las endorfinas también son cruciales para reducir el estrés.  Por eso, mucha gente emprende la horticultura como un pasatiempo para aliviar el estrés.

La horticultura puede ayudar a crear comunidad y a incrementar la participación cívica

Además de aliviar el estrés, la horticultura también ofrece la oportunidad de servir a otros.  Después de trabajar en un huerto comunitario, muchos obsequian a sus amigos y familiares las frutas y verduras excedentes. Este tipo de participación y servicio comunitarios favorece un saludable estado mental y ayuda a la construcción de comunidades fuertes.

Los huertos comunitarios han ido cobrando popularidad en vecindarios que están alejados de fuentes confiables de productos agrícolas, como mercados de productores y tiendas de productos comestibles.  Los huertos comunitarios también casi siempre se pueden utilizar libremente o se requiere muy poco para poder participar en ellos.

Diversas comunidades en Estados Unidos y en otros países han adoptado modelos de huertos comunitarios.  De manera destacada, la iniciativa California Healthy Cities de 1988 ha establecido huertos totalmente funcionales y con mucha actividad en todo el estado.  Estos huertos son financiados a través de subvenciones y del presupuesto de las ciudades, y su personal está integrado por voluntarios y expertos en horticultura.

A través de estos programas, los miembros de la comunidad tienen acceso a clases de cocina, aprenden cómo preparar platillos saludables y reciben ayuda para el cultivo de sus huertos.  La oportunidad que reciben los participantes de desarrollar habilidades, la participación de voluntarios y el compromiso de líderes locales han hecho especialmente exitosos los huertos comunitarios.

Los huertos comunitarios han seguido floreciendo en ciudades en todo el mundo porque favorecen la salud pública y una elevada calidad de vida.  Favorecen también llevar una vida y una alimentación saludables, la participación comunitaria y el orgullo cívico y vecinal.  Estos huertos también favorecen al medio ambiente local y la sostenibilidad.

Resumen

La horticultura, en su propio huerto o en su comunidad, es un gran ejercicio para gozar de una adecuada salud y nutrición.  Mantenerse activo en su huerto alivia el estrés y le ofrece a su cuerpo la oportunidad de ejercitarse regularmente.  La horticultura también ofrece la oportunidad de desarrollar una relación más profunda con la naturaleza, lo cual se ha demostrado que mejora la salud mental.  La participación comunitaria y el orgullo vecinal surgen como resultado de invertir tiempo de calidad en su huerto.  Aproveche cualquier oportunidad que se le presente para desarrollar su buena mano y pruebe la jardinería.