Supercarretera de glóbulos rojos: Un recorrido por el sistema cardiovascular

Blood heart circulation

Usted conoce el sonido del palpitar de su corazón.  Ha sentido el pulso en su muñeca.  Todo eso indica que su cuerpo está en funcionamiento. Pero la sangre que corre por sus arterias y que suavemente fluye a sus venas no llegó ahí por accidente.  Su sangre, vasos sanguíneos, corazón y pulmones trabajan todos en equipo para transportar al resto de su cuerpo el oxígeno que usted respira.  Esta relación se conoce como sistema cardiovascular, y trabaja 24/7 para mantenerlo vivo.

Su sistema cardiovascular es asombroso. Para apreciar por completo lo mucho que trabaja para usted, repasemos algo de terminología cardiovascular.

  • Sistema cardiovascular: Es la sofisticada red de órganos y vasos sanguíneos responsable de oxigenar y transportar la sangre por todo el cuerpo.  El sistema cardiovascular está constituido por el corazón, los pulmones e incluye todos los vasos sanguíneos.
  • Corazón: Es un músculo que tiene cuatro cámaras, se localiza por debajo del esternón de su caja torácica. El corazón bombea sangre rica en oxígeno al cuerpo y sangre escasa en oxígeno a los pulmones.  La contracción del músculo cardiaco se conoce comúnmente como “latido”.
  • Ritmo cardiaco: También se le conoce como “pulso”. Ésta es la frecuencia de las contracciones completas del músculo cardiaco.  Por lo general se mide en latidos por minuto.  El ritmo cardiaco promedio de un adulto saludable es de entre 60 latidos por minuto en estado de reposo y 100 latidos cuando la persona está en sus actividades cotidianas.
  • Pulmones: Es un par de órganos que están asentados dentro de la caja torácica y ocupan la mayor parte del lado izquierdo y derecho. Piense en los pulmones como una red muy fina de sacos que dispersan la sangre para incrementar su área de superficie.  El incremento del área de superficie permite que los gases se diseminan hacia adentro y hacia afuera de la sangre (sale dióxido de carbono y entra oxígeno).
  • Pulmonar: Referente a los pulmones.
  • Sistémico: Referente a los demás órganos del cuerpo, incluyendo hígado, intestinos, cerebro, riñones, etc.
  • Vaso sanguíneo: Son los tubos por los cuales fluye la sangre. Existen dos tipos principales de vasos sanguíneos: arterias y venas.  Para la mayor parte de su cuerpo, esto significa que las arterias llevan sangre oxigenada y las venas llevan sangre carente de oxígeno.  Sin embargo, en el sistema vascular que conecta el corazón con los pulmones, esto opera al revés.
  • Sangre: Es la sustancia líquida roja que se bombea por todo el sistema cardiovascular.  La sangre es agua en su mayor parte, y es la responsable de llevar los nutrientes.  También contiene muchos tipos de células:   Glóbulos rojos, glóbulos blancos, plasma, suero y plaquetas.

Los glóbulos rojos transportan oxígeno y dióxido de carbono hacia dentro y hacia fuera del cuerpo.  Los glóbulos blancos están en su mayoría relacionados con su respuesta inmunológica.  El plasma es el fluido incoloro que contiene los componentes grasos de la sangre.  El suero es el componente color ámbar de la sangre que contiene la mayoría de las proteínas de la sangre.  Y las plaquetas son estructuras semejantes a una célula, con forma de media luna, responsables de la coagulación de la sangre (generalmente después de una lesión en un vaso sanguíneo).

  • Presión arterial: Es la fuerza con la que se mueve la sangre a través de los vasos sanguíneos, se mide en mmHg (milímetros de mercurio) Clínicamente, la presión arterial se reporta como presión sistólica sobre presión diastólica.  La presión arterial es más alta en las arterias y más baja en las venas.
  • Diástole: Relacionado con la expansión, relajación o dilatación.
  • Presión sistólica: Es la presión que hay en los vasos sanguíneos cuando la sangre se mueve activamente a través de estos después de ser forzados por el bombeo del corazón.  Se considera que la presión sistólica normal debe ser menor a 120 mmHg.
  • Presión diastólica: Es la presión que hay en los vasos sanguíneos entre latidos del corazón cuando la sangre no está fluyendo y los vasos sanguíneos y el corazón están en reposo.  Se considera que la presión diastólica normal debe ser menor a 80 mmHg.

Capilares: Son las pequeñas redes entretejidas de pequeños vasos sanguíneos.  Los capilares permiten la diseminación del oxígeno y otros nutrientes de la sangre hacia las células, tejidos y órganos.  También envían oxígeno y sangre con escaso contenido de nutrientes al corazón.  Estas redes son el final de las arterias y el comienzo de las venas.

Usted sabe que su sistema cardiovascular es importante, pero puede ser más importante de lo que usted cree.  Juntos, sus vasos sanguíneos se extienden a lo largo de 60,000 millas (o 100,000 km).  Eso significa que sus vasos sanguíneos, colocados de un extremo a otro extremo, podrían darle dos y media vueltas a la Tierra.

Una mirada más de cerca al sistema cardiovascular

La definición más simple de lo que es el sistema cardiovascular es la que lo describe como la “serie de órganos que impulsan la sangre a través de los vasos sanguíneos”.  Pero eso deja fuera información valiosa.  El sistema cardiovascular lleva oxígeno y otros nutrientes a los tejidos y saca los desechos y el dióxido de carbono de la circulación.

¡Esto representa muchas tareas muy importantes! Éstas se logran a través de una serie de tubos interconectados (arterias y venas) que canalizan la sangre a través del cuerpo.  El corazón es la bomba que hace circular la sangre.  Dos circuitos del sistema cardiovascular, el pulmonar y los circuitos sistémicos, canalizan la sangre a través del corazón y del cuerpo.

Anatomía del corazón humano

Su corazón es principalmente responsable de bombear sangre hacia dentro y hacia fuera de todas las áreas del cuerpo.   El corazón humano puede lograr esta titánica tarea gracias a su construcción, que es única.

Está compuesto de suaves células del músculo cardiaco que se contraen con increíble fuerza.  Algunas de estas células cardiacas se conectan eléctricamente con los nervios.  Cuando usted hace ejercicio o experimenta un cambio emocional, los impulsos eléctricos viajan a través de sus nervios y hacia su corazón.  Estas señales pueden alterar el ritmo al que se contraen los músculos del corazón, o la velocidad a la que late.

Tal vez usted sepa que el corazón se divide en cuatro cámaras separadas: aurículas y ventrículos izquierdo y derecho.  Las cámaras del corazón son bolsas de músculo separados por válvulas.  Juntan sangre de la circulación y la pasan a presión a través del corazón y de ahí a los pulmones o hacia fuera del cuerpo.  Los lados izquierdo y derecho del corazón son un reflejo uno del otro en cuanto a su estructura, pero cada lado es único y lleva a cabo una función especializada necesaria para bombear la sangre.

El lado derecho del corazón junta la sangre que ha circulado por el cuerpo.  Esta sangre necesita desesperadamente un rejuvenecimiento en la forma de oxígeno.  Antes de que pueda ir a los pulmones por oxígeno, primero deber entrar en la aurícula derecha (cámara de recolección) y descender al ventrículo derecho (cámara de bombeo).  El ventrículo derecho es responsable de impulsar la sangre a los pulmones para que reciba oxígeno.

El lado izquierdo del corazón recibe la sangre oxigenada una vez que ha pasado a través de los pulmones.  La aurícula izquierda es la cámara de recolección de esta sangre oxigenada.  La sangre rica en oxígeno luego pasa al ventrículo izquierdo a través de una válvula de un solo sentido que está entre las dos cámaras.  El ventrículo izquierdo es la cámara más fuerte del corazón.  Cuando los músculos cardiacos del ventrículo izquierdo se contraen, la sangre es bombeada del corazón a todo el cuerpo.

Cada minuto, cinco litros de sangre (alrededor de 1.5 galones) son bombeados a través del corazón: aproximadamente todo su volumen de sangre.  Su corazón canaliza 7,200 litros de sangre al día hacia cada centímetro cuadrado de su cuerpo.  Cada bombeo literalmente lleva oxígeno y nutrientes a cada célula de su cuerpo para apoyar el sano funcionamiento de tejidos y órganos.

Flujo sanguíneo: ¿Hacia dónde va?

El entendimiento del camino del flujo de la sangre a través del sistema cardiovascular es similar a leer una hoja de ruta.  Piense en los glóbulos rojos como vehículos en una autopista con mucho tráfico.  Puede seguir fácilmente su camino a través del corazón y hacia el resto del cuerpo.

Los glóbulos rojos, saludables, felices y ricos en oxígeno comienzan su travesía por las vías del sistema cardiovascular saliendo del ventrículo izquierdo del corazón.  Después de que el ventrículo izquierdo se contrae, la sangre que está en esa cámara recibe luz verde para entrar a la aorta a través de la válvula aórtica.

La aorta es la arteria más grande del cuerpo y es la supercarretera para el transporte de sangre.  La sangre fluye a toda velocidad por la aorta gracias a la alta presión y a las gruesas paredes de las arterias musculares.   De la aorta surgen como ramas arterias más pequeñas.  Éstas son las salidas en donde la sangre puede “salirse” de esta autopista y desplazarse a diferentes lugares del cuerpo.

Los caminos que recorre la sangre se van encogiendo a medida que se alejan del corazón.  Al igual que los caminos se van haciendo más pequeños a medida que se alejan de las vías rápidas hacia las ciudades y luego a vecindarios, las arterias se ramifican en vasos más pequeños que finalmente se conectan con los capilares.  Estos pequeños vasos rodean órganos y tejidos vitales.  Los capilares nutren los órganos y tejidos con nutrientes y oxígeno.

Después de llegar a su destino final, los glóbulos rojos necesitan volver al corazón y a los pulmones.  Pero el viaje de regreso al corazón es mucho más lento que el veloz viaje a través de la aorta.

Si las arterias son la autopista por la que se transporta la sangre, las venas son la ruta escénica.  Tienen límites de velocidad más bajos que las arterias debido a una menor presión.  El apretado tejido de las arterias ayuda a impulsar la sangre rápidamente por todo el cuerpo.  Las venas, en cambio, son más anchas y tienen menor tensión.  La sangre se toma su tiempo para recorrer las venas, fusionándose con el tráfico de todo el cuerpo en su camino de vuelta al corazón.

Toda la sangre de las venas entra al corazón a través de la vena cava inferior o superior.  La sangre que se desplaza desde la parte inferior del cuerpo va hacia la vena cava inferior, que es la vena más grande del cuerpo.  La sangre que fluye de la parte superior del cuerpo es canalizada a través de la vena cava superior.  Cada una se vacía en la aurícula derecha del corazón.

Esta cámara recolecta la sangre y la lleva a través de la válvula tricúspide hacia la aurícula derecha.  La sangre es rápidamente expulsada de la aurícula derecha, hacia la arteria pulmonar, a través de una válvula en forma de media luna llamada válvula pulmonar.

Una vez en la arteria pulmonar, la sangre viaja a través de los pulmones, utilizando la red capilar para rellenar los pulmones.  Posteriormente la sangre es canalizada de vuelta al corazón a través de la vena pulmonar y hacia la aurícula izquierda.  La válvula bicúspide es la puerta final por la que la sangre debe pasar para volver a la supercarretera del sistema cardiovascular y completar un circuito completo a través del cuerpo.

Cómo llevar un estilo de vida saludable para el corazón

Su sangre debe llegar a muchos rincones.  Es sorprendente que un corazón saludable bombee sin problema todo el día, todos los días, de toda su vida.  Pero a pesar de que su corazón esté hecho para cumplir con esta tarea, hay varias cosas que puede hacer para apoyar su salud.  Y también para apoyar el resto de su sistema cardiovascular.

El ejercicio diario es, por mucho, la mejor manera de mantener un corazón saludable y de apoyar una buena salud cardiovascular. Pedirle a su corazón que se esfuerce un poquito más durante los periodos de ejercicio le ayuda a mantener tonificado este músculo y preparado para el éxito a largo plazo.

La actividad física no solo fortalece sus brazos y piernas, también fortalece su corazón y su sistema cardiovascular. Los atletas comúnmente tienen un corazón más sano que quienes no hacen ejercicio regularmente.  Usted no necesita ser un atleta profesional, pero puede fijarse el objetivo de ejercitarse regularmente y apoyar su salud cardiaca y cardiovascular.

Caminar todos los días puede ser el ejercicio más sencillo para mantener sano su corazón.  Una caminata a paso rápido y enérgico durante 30 o 60 minutos puede elevar su ritmo cardiaco a ese “punto óptimo”.  El mantenimiento de un ritmo cardiaco elevado (entre 50 y 85% de su máximo) debería ser su indicador de un ejercicio bueno y saludable para su corazón.  Como referencia, una caminata elevará su ritmo cardiaco a entre 50 y 70% de su máximo.  Una partida de tenis o correr en la banda eleva su ritmo cardiaco a entre 70 y 85% de su máximo.

Una dieta baja en grasas trans y sal, pero alta en vegetales y proteína magra es también magnífica para su corazón.

Regular el consumo de sal en su dieta y el contenido de grasas no saludables refuerza la capacidad de su cuerpo para mantener una sana presión arterial que de entrada esté en el rango normal.  Además de ser muy buena para su corazón, una dieta baja en grasas no saludables y sales podría ser su boleto para mantener un peso saludable.

Esto es algo de lo que puede hacer.  Sustituya los alimentos salados con frutas y verduras enteras con mucho sabor natural.  También recibirá muchos nutrientes importantes —como licopeno y vitamina C— que han demostrado apoyar un sistema cardiovascular saludable.  Y asegúrese de que las grasas de su dieta vengan de fuentes más naturales y vegetales, como nueces y aceite de oliva y coco.

Haga que el motor de su cuerpo funcione sin complicaciones y que su sangre siga fluyendo ejercitándose y llevando una dieta saludable.

Acerca del autor

Sydney Sprouse es una escritora independiente sobre temas de ciencia residente en Forest Grove, Oregon. Tiene una licenciatura en biología humana de la Universidad Estatal de Utah, en donde trabajó como investigadora y escritora en su etapa de pasante. Sydney ha estudiado ciencias toda su vida y su objetivo es traducir las actuales investigaciones científicas tan efectivamente como sea posible. Escribe con particular interés sobre biología humana, salud y nutrición.