El organismo humano: Desglosando la estructura de tu cuerpo

La capacidad del cuerpo humano es alucinante. Innumerables funciones conscientes e inconscientes te mantienen en movimiento, pensando y… bueno, viviendo. Como una máquina bien engrasada, realiza los mismos procesos críticos día tras día. Claro, tu cuerpo no es una máquina, es un organismo.

Resulta que los humanos somos bastante complejos. Y para entender cómo funciona el cuerpo, tenemos que entender sus partes: ahí es donde entra este artículo.

¿De qué está hecho el cuerpo humano?

El cuerpo humano está compuesto de billones de células. Las células son la parte viva más pequeña del cuerpo humano, compuestas de moléculas que, a su vez, se componen de elementos. En el organismo hay aproximadamente doscientos tipos diferentes de células, y cada una cumple una función distinta. Los glóbulos rojos, por ejemplo, transportan oxígeno, mientras que los glóbulos blancos ayudan a proteger el organismo de las infecciones.

Y aunque parezca extraño, tus células no son permanentes. Miles de millones de células mueren cada día y miles de millones se regeneran. Esta renovación celular es una parte natural de la vida en el organismo humano. Algunas células, como las de la piel, mueren y se regeneran con mucha frecuencia. Otras, como algunas células que se encuentran en los huesos, tienen ciclos de vida mucho más largos.

No todas las células trabajan de forma independiente; algunas lo hacen en grupo para realizar funciones corporales más amplias. Pero hablaremos de ello en la siguiente sección.

Un vistazo más de cerca al organismo humano

Aunque es importante estudiar las células y comprender sus funciones, a veces hay que tener una visión más amplia. La estructura del cuerpo humano puede verse en varios niveles, cada uno ligeramente más alejado que el anterior. Estos niveles incluyen: células, tejidos, órganos, sistemas de órganos, organismo. Vamos a desglosarlos.

  • Las células: Tu cuerpo está formado por billones de células, con más de doscientos tipos distintos que desempeñan una función específica. Como ya se ha mencionado, las células son la pieza viviente más pequeña del cuerpo humano, y miles de millones de tus células mueren y se regeneran cada día.
  • Tejidos: Los tejidos corporales estan compuestos de células similares que se agrupan para realizar una función en conjunto. Los cuatro tipos principales incluyen el tejido conectivo, el tejido epitelial, el tejido muscular y el tejido nervioso. Cada uno desempeña una función general, pero también puede desglosarse en subtejidos específicos con funciones más definidas. El tejido muscular, por ejemplo, se contrae y se expande para mover partes del cuerpo; esa es su función general. Sin embargo, el músculo cardíaco es un tejido que ejerce la función específica de contracción y expansión con el fin de bombear sangre por todo el cuerpo.
  • Órganos: Un órgano es el resultado de dos o más tipos de tejido que se unen para realizar una función específica, aunque la mayoría de los órganos del cuerpo contienen los cuatro tipos de tejido. Los órganos realizan tareas específicas necesarias para el funcionamiento del cuerpo. El corazón, por ejemplo, bombea sangre oxigenada por todo el cuerpo, los pulmones introducen oxígeno en el organismo y expulsan dióxido de carbono y el hígado ayuda a eliminar toxinas.
  • Sistemas de órganos: Los grupos de órganos que funcionan en conjunto forman los sistemas de órganos. Por ejemplo, el cerebro y la médula espinal son dos órganos distintos que contienen nervios que transmiten información a todo el cuerpo—ambos pertenecen al sistema nervioso. El cuerpo humano alberga once sistemas orgánicos: cardiovascular, digestivo, endocrino, inmunológico, integumentario, linfático, musculoesquelético, nervioso, reproductor, respiratorio y urinario.
  • El organismo humano: Todas estas piezas más pequeñas se unen para crear una entidad viva única—el organismo humano. Desde el nivel celular hasta los sistemas de órganos, cada parte de tu cuerpo desempeña funciones con el mismo objetivo final: mantenerte vivo y con salud.

Cinco órganos indispensables para vivir

Aunque cada parte del organismo humano cumple una función integral, algunas son más importantes que otras. El cuerpo humano contiene cinco órganos vitales indispensables para sobrevivir—el cerebro, el corazón, los riñones, el hígado y los pulmones. Aunque lo mejor es abordar la salud y la nutrición de forma holística, estos órganos clave pueden orientarte a medida que estudias el cuerpo humano de manera más profunda. 

Más sobre los sistemas de órganos

Veamos ahora más de cerca los once sistemas de órganos de tu cuerpo. Como ya se ha dicho, cada uno está formado por al menos dos órganos y otros tejidos. A continuación se destacan sus beneficios corporales únicos:

  • Sistema cardiovascular: Formado por tres componentes principales —el corazón, los vasos sanguíneos y la sangre—, este sistema transporta oxígeno, nutrientes y dióxido de carbono por todo el cuerpo. Trabaja en estrecha colaboración con el sistema respiratorio para proporcionar oxígeno y expulsar dióxido de carbono.
  • El aparato digestivo: La boca, el esófago, el estómago y los intestinos grueso y delgado son las partes principales de este sistema, también llamado sistema gastrointestinal. Se necesitan ciertos nutrientes para sobrevivir y, gracias a tu sistema digestivo, tu cuerpo puede absorber alimentos y agua, procesarlos y extraer estos nutrientes vitales.
  • Sistema endocrino: Las glándulas hipotálamo, pituitaria y tiroides liberan hormonas en el organismo para activar cambios y guiar los procesos biológicos. Visualiza a este sistema como una red de comunicación interna que ayuda a regular el crecimiento y el desarrollo, la homeostasis (equilibrio interno constante), el metabolismo, el estado de ánimo, la reproducción, la función sexual y el ciclo sueño-vigilia.
  • Sistema inmunológico: Este sistema proactivo no solo protege al organismo de las enfermedades, sino que tambien lo protege de agentes patógenos. Incluye el bazo, las amígdalas, el timo y los leucocitos (glóbulos blancos).
  • Sistema tegumentario: Formado por la piel, el pelo y las uñas, este sistema se encarga de proteger contra los microorganismos externos y de mantener los líquidos dentro del cuerpo.
  • Sistema linfático: Tres órganos —los ganglios linfáticos, la linfa y los vasos linfáticos—ayudan a proteger el cuerpo contra enfermedades e infecciones.
  • Sistema musculo-esquelético: Como su nombre indica, la función principal de este sistema es utilizar los músculos y el esqueleto para sostener los tejidos blandos del cuerpo y permitir el movimiento. Y quizá te sorprenda que también incluya cartílagos, tendones y ligamentos, que ayudan a conectar huesos y músculos entre sí y con otras partes del cuerpo.
  • Sistema nervioso: Compuesto por el cerebro, la médula espinal, los nervios y los órganos sensoriales (piel, ojos, oídos, lengua y nariz), su función principal es recoger, transferir e interpretar la información sensorial que experimenta el cuerpo. Y, cuando es necesario, alerta a otros órganos y sistemas. Por ejemplo, si ves un automóvil acercándose a ti (un estímulo visual), tu sistema nervioso puede activar tu respuesta de lucha o huida, indicándole a tu corazón que lata más rápido, a tus pulmones que respiren más rápidamente y a tus glándulas suprarrenales que liberen adrenalina.
  • Sistema reproductor: Este sistema vital es el responsable de concebir y dar a luz a la descendencia. Los órganos asociados incluyen los genitales, las trompas de falopio, el útero y la próstata, entre otros. También es responsable de producir gametos (o células sexuales) y hormonas sexuales —estrógeno y testosterona— que desempeñan papeles vitales en el desarrollo y el crecimiento humanos.
  • Sistema respiratorio: Los órganos de este sistema —pulmones, laringe, faringe, tráquea y diafragma— se encargan de introducir aire oxigenado en el organismo y expulsar el dióxido de carbono. Este sistema vital trabaja en estrecha colaboración con el sistema cardiovascular para proporcionar oxígeno al cuerpo, lo que ayuda a las células a producir energía.
  • Sistema urinario: También llamado sistema excretor, utiliza los riñones, la vejiga, los uréteres y la uretra para eliminar el agua y los materiales de desecho del cuerpo y ayudar a mantener el equilibrio del pH.

El cuerpo humano: Un proceso continuo de aprendizaje

El organismo humano es tan complejo que puede parecer imposible de comprender en su totalidad, sobre todo con un solo artículo. Pero aprender su estructura básica es el primer paso para entender cómo funciona tu cuerpo.

Así que no te detengas aquí. Utiliza lo que acabas de leer como motivación para profundizar en una de las mayores maravillas de la naturaleza: el cuerpo humano.