7 fuentes ocultas de gérmenes al descubierto

Tal vez no quiera ni pensarlo, pero sabemos que los gérmenes están en todos lados. Todos los lugares a los que va, todo lo que toca está inundado de bacterias y otros microbios. No hay rincones, grietas ni superficies total y verdaderamente limpios. La buena noticia es que la mayor parte de los 60,000 tipos de gérmenes que usted encuentra todos los días son inofensivos, incluso favorables, para la salud (eso suponiendo que su nivel inmunitario sea normal).

Sin embargo, de uno a dos por ciento de los gérmenes es potencialmente peligroso para la salud, y mientras mayor la densidad de los gérmenes en un objeto, mayores las probabilidades de que en él viva un germen siniestro. Una de las formas más sencillas de evitar contraer enfermedades de estos gérmenes perjudiciales es obvia: limitar el contacto con ellos.

Y eso significa limpiar, las manos y el hogar. Obviamente, usted hace lo más que puede por mantener limpias las áreas donde más les gusta sentar sus reales (por ejemplo, el inodoro, el piso de las duchas compartidas). Usted también limpia donde los microbios podrían hacer daño al entrar en contacto con los alimentos (áreas de trabajo de la cocina o la mesa del comedor).

Sin embargo, los gérmenes potencialmente dañinos suelen esconderse en lugares inesperados, que a usted ni se le ocurre evitar o limpiar. A continuación, siete fuentes ocultas de gérmenes, y qué se puede hacer para mantenerse saludable.

1. Lavadoras

Ya es hora de airear el sucio tambor de la lavadora: la ropa está llena de gérmenes. En la ropa interior se alojan 0.1 gramos de materia fecal, o sea que en cada carga de ropa sucia pueden ir cerca de 100 millones de bacterias E. coli. Eso no es lo que uno esperaría de un electrodoméstico que supuestamente está limpio, porque, bueno, su función es esa, lavar. Para luchar contra el asco, se necesita un doble enfoque:

  • 1. Eliminar de la ropa tantos gérmenes de E. coli como sea posible.
  • 2. Mantener perfectamente limpia la lavadora.

Para que la ropa esté más limpia, lávela en agua caliente y séquela en la secadora durante 45 minutos. Si en las instrucciones de cuidado de la tela estas sugerencias están contraindicadas, tienda al sol. Además, no separe ni doble la ropa limpia en el mismo lugar en que separó la sucia sin desinfectarlo primero.

Para matar las bacterias de la lavadora, lave primero la ropa blanca con agua caliente y blanqueador con cloro. Y lave aparte la ropa interior, después de haber lavado todo lo demás.

Ah, y lávese las manos perfectamente después de manipular la ropa sucia o mojada.

2. Grifo de la cocina

Usted probablemente ya sabe que los grifos del baño son terreno fértil para los gérmenes, por eso en muchos baños públicos han cambiado a modelos automatizados, pero el grifo de la cocina puede alojar una buena cantidad de gérmenes indeseables, como E. coli, salmonella, shigella, campylobacter, norovirus y hasta hepatitis A.

Y no, no nada más las manijas (aunque también se deben limpiar regularmente). ¿Conoce esa pantallita metálica de aireación que está en el extremo del grifo? Resulta que ofrece las condiciones perfectas para que se reproduzcan los gérmenes. Si usted la toca accidentalmente con los dedos sucios o un alimento contaminado, las condiciones de humedad prácticamente constante pueden hacer que las bacterias se reproduzcan sin control. A la larga, la materia acumulada ahí forma un biofilm que puede llegar al chorro de agua y a todo lo que esté abajo.

Si el biofilm en trocitos no es el ingrediente secreto de su receta favorita, aplique este secreto de limpieza casera: Limpie la pantalla de aireación desmontándola y remojándola en una solución de cloro diluido una vez a la semana; luego deje correr el agua unos minutos antes de volver a colocarla en el grifo.

3. Tablero del auto

Tiene sentido que algo con tantos puntos de contacto (volante, perillas de audio, controles del termostato, ventilas, etc.) se encuentre en el extremo receptor de todos los gérmenes que usted y sus pasajeros tienen en las manos.

Pero tal vez se sorprenda de que lo que ensucia exageradamente esa área es moho.

Resulta que el aire succionado por el sistema de ventilación puede arrojar moho y bacterias hacia la cabina de pasajeros o el propio tablero.  Como éste suele estar caliente por el motor y el sol, es agradable anfitrión de moho y bacterias.

Lo mejor es limpiar todo el tablero, incluso las tablillas de los ductos de ventilación, con toallitas desinfectantes cuando menos una vez a la semana. Si usted es propenso a alergias o asma, le conviene limpiar el tablero con más frecuencia para mantener a raya el moho.

4. Teléfono móvil

Tal vez esto le sorprenda menos, considerando que durante años se ha dicho que el teléfono móvil puede alojar más bacterias que un inodoro promedio.

Eso se debe a que combina en un área las dos fuentes más probables de gérmenes humanos: la boca y las manos, y a eso agréguele que la mayoría de la gente suelta su teléfono sin pensar en qué gérmenes residen en la superficie. Además, muchas carcasas de celular tienen surcos y ranuras perfectos para que se escondan los gérmenes. Con razón sus dispositivos favoritos parecen pocilgas asquerosas.

Pero tal vez le sorprenda con qué frecuencia recomiendan los expertos que se limpien los dispositivos portátiles. Si es cuidadoso con el lavado de manos y se fija dónde deja su teléfono, tal vez bastará con que lo desinfecte varias veces a la semana (con toallitas especiales para aparatos electrónicos). Si no presta tanta atención, limpie su dispositivo todos los días para evitar las peores bacterias, como estafilococo y salmonella.

Esta recomendación es especialmente importante si usted usa su teléfono (o tableta) en la cocina, para buscar y seguir recetas, en cuyo caso, limpie la pantalla cada vez que se lave las manos mientras prepara la comida. ¿Le parece latoso? Use un libro de cocina, imprima la receta o utilice un altavoz inteligente que lea la receta en voz alta mientras usted cocina.

5. Aspiradora

Parece la respuesta a una pésima adivinanza: ¿Qué ensucia más mientras limpia? La aspiradora.

Hace un trabajo de primera aspirando la suciedad visible, como polvo, cabellos y partículas de alimentos, pero puede provocar un remolino de bacterias en la bolsa que acaban por salir por la parte de abajo. Y los cepillos (los cepillos o rodillos principales y los que se adaptan a la manguera) suelen tener E. coli y moho que involuntariamente usted lleva del baño o la cocina, por ejemplo, a la sala y las recámaras.

¿Cuál es la mejor manera de limpiar la aspiradora? Elija una sin bolsa, porque las bolsas tienden a favorecer la proliferación de bacterias (también puede comprar bolsas con recubrimiento antibacteriano). Abra afuera el cilindro sin bolsa o el compartimiento para la bolsa y deposite el contenido en el depósito de basura para evitar levantar una nube de bacterias. Después límpielo con una solución de blanqueador diluido y déjelo secar al aire después de cada uso. Rocíe los cepillos con desinfectante también después de cada uso.

6. Equipo de gimnasio

Si bien ejercitarse regularmente es favorable para la salud, las cosas que toca mientras lo hace pueden provocarle una enfermedad.

Los gérmenes suelen ocultarse en las telas de poliéster, y de eso hacen casi todos los guantes para levantar pesas. Así es como llegan los gérmenes a las barras, placas y pesas que utiliza. Por eso sea especialmente cuidadoso y no se toque los ojos, la nariz ni la boca con ellos puestos, mejor aún, quíteselos para fortalecer el agarre y los antebrazos.

Si lo que prefiere es el ejercicio cardiovascular, de todos modos corre riegos. Las  bacterias horribles pueden  quedarse en su máquina de cardio favorita. Para ayudar a protegerse de posibles enfermedades:

  • Ponga una toalla en el asiento de la máquina.
  • Aplique desinfectante para manos después de usar remos, bicicletas y otras máquinas con manubrios.
  • Demuestre su educación y limpie las máquinas después de usarlas.

7. Todo el  dinero (bolso de mano, cartera, tarjetas de crédito, billetes y monedas)

Cuando el dinero cambia de manos, no son solo billetes, también gérmenes.

El papel moneda sencillamente está sucio; en él se acumulan los gérmenes de todo lo que toca, y son muchas manos. Y como la superficie de los billetes es fibrosa, se le pegan. Los investigadores han demostrado que el dinero (94 por ciento en un estudio) puede ser portador de virus, bacterias cutáneas, E. coli, salmonella y hasta estafilococos resistentes.

Si usted decide usar plástico, no está mucho mejor. Las tarjetas de crédito también acumulan una cantidad impresionante de gérmenes porque pasan de mano en mano, y eso porque los surcos y grietas de la tarjeta son un buen escondite para los gérmenes.

Teniendo en cuenta lo que acaba de leer, no se sorprenda de que tal vez su cartera o bolso esté lleno de gérmenes. Después de todo, ahí guarda su dinero, ¿no? Y en el caso del bolso, también el celular.

¿Qué puede hacer? Tiene que pagar cosas importantes, como la comida, entonces, no puede evitar esas fuentes ocultas de gérmenes, pero sí puede limpiar su tarjeta de crédito con toallitas antibacterianas, igual que su cartera y ciertas superficies de su bolso. Lo realmente difícil de limpiar es el dinero.

Pero lo mejor que puede hacer, es lavarse las manos después de tocar esas cosas, y evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca mientras anda de compras o después de pagar con efectivo.

Limpie las fuentes ocultas de gérmenes

¿Ya se asustó? No hay necesidad. Identificar esas fuentes ocultas de gérmenes le ayuda a saber dónde concentrar más energía limpiadora; aplicar esos secretos de limpieza que acaba de leer le ayudará a reducir su exposición a gérmenes potencialmente dañinos.

Y todo está en la exposición. Estar atento a dónde pueden estar los gérmenes dañinos es bueno, pero su sistema inmunitario también está ahí para protegerlo, de tal forma que una combinación de buenas prácticas de limpieza (incluyendo esas fuentes ocultas de gérmenes) y hábitos de fortalecimiento del sistema inmunitario puede ayudar a que usted se mantenga saludable.