Su cuerpo posee una fuerza de seguridad de grandes dimensiones, muy bien entrenada para protegerlo del constante ataque de invasores externos que tratan de entrar en él. Es lo que usted conoce como sistema inmunológico, y es una red de células, tejidos y órganos que trabajan de manera coordinada para darle a su cuerpo protección total, todo el tiempo. Sin que usted lo sepa, su sistema inmunológico identifica y repele una gran variedad de amenazas cotidianas, y lo hace estableciendo una distinción entre estos patógenos y sus tejidos saludables. Sin embargo, este increíble sistema en ocasiones se tropieza con objetos menos dañinos —como el polen— y así es como se desencadenan sus alergias estacionales.
Los síntomas característicos de las alergias —como el flujo nasal, ojos llorosos y los estornudos— cobran sentido cuando usted considera la función que desempeña su nariz, sus ojos y su boca. Son un fácil punto de entrada para los invasores, así que sus lágrimas y su mucosidad están equipados con una enzima llamada lisosoma. Esta enzima tiene la capacidad de descomponer las paredes celulares de diversas bacterias. Su saliva está armada con compuestos antibacterianos, y sus fosas nasales y pulmones están recubiertos por un escudo protector de mucosidad y cubiertos por mastocitos, que son un tipo de glóbulo blanco o leucocito.
Cualquier bacteria o virus que desee entrar a través de estos puntos, primero debe navegar con éxito a través de estas importantes defensas. Las sustancias inofensivas, que no representan amenaza alguna para su salud, también se ven atrapadas por estos medios de defensa y su sistema inmunológico los identifica erróneamente para destruirlos. Esa es la respuesta más básica que existe sobre lo que provoca las alergias.
Pero hay mucho más que vale la pena explorar, especialmente si usted está familiarizado con el mundo de las alergias, caracterizado por lágrimas, estornudos y flujo nasal. Vayamos más a fondo.
Alergias estacionales: qué son y cómo se presentan
Un alérgeno es comúnmente una sustancia inofensiva que puede desatar una respuesta del sistema inmunológico que resulta en una reacción alérgica. Esto es considerado como un tipo de error del sistema inmunológico.
Una alergia estacional (llamada también rinitis alérgica o fiebre del heno), es su sistema inmunológico que reacciona de manera exagerada a sustancia inofensivas presentes en el ambiente durante ciertas temporadas del año. La fiebre del heno recibió originalmente este nombre debido a los síntomas que la gente padecía durante los meses veraniegos, cuando se cosechaba el heno.
El polen es el alérgeno más común en las alergias estacionales. Este polvo fino es producido por árboles, pastos, hierbas y flores, principalmente durante la primavera, el verano y el otoño. La polinización es la transferencia de granos de polen de la parte masculina de una planta a la parte femenina, de manera que pueda ocurrir la reproducción. Esto funciona cuando el polen es liberado en el aire, transportado por el viento, o por insectos, murciélagos y pájaros, para fertilizar otras plantas de la misma especie.
La polinización es un paso muy importante en el ciclo de vida de muchas plantas. Sin embargo, la polinización puede ser espantosa si usted padece alergias estacionales.
Estos pequeños e inofensivos granos de polen flotan en el aire y se abren paso hasta sus fosas nasales. Esto puede desencadenar una respuesta inmunológica dentro de su nariz, lo que puede dar paso a estornudos, flujo o congestión nasal, ojos llorosos y picazón en la nariz o en la garganta. Si bien estos síntomas pueden sonar a un resfriado y experimentarse como tal, no son provocados por un virus. Es solo su sistema inmunológico que está reaccionando exageradamente al “inofensivo” polen de las plantas.
Considerando que puede ser complicado determinar si lo que usted tiene es una alergia estacional o un resfriado, aquí le damos una lista de algunas diferencias.
- Las alergias estacionales no provocan fiebre.
- Las secreciones mucosas que usted pueda llegar a tener son por lo general muy líquidas, fluidas y transparentes.
- Puede sentir picazón en nariz, garganta y oídos, y puede tener ataques de estornudos.
- Los síntomas de las alergias estacionales por lo general duran más de siete o 10 días debido a que están relacionados con la producción y los niveles de polen.
¿Cómo se desarrollan las alergias estacionales?
Usted no nació con alergias estacionales, pero puede llegar a desarrollarlas a lo largo de su vida.
Todo comienza con la exposición a un alérgeno (moléculas con el potencial de provocar una alergia). Usted ha estado cerca de ellos toda su vida sin problema alguno, pero de repente su cuerpo decide que cierto alérgeno es un invasor que debe ser destruido.
Cuando esto ocurre, su sistema inmunológico estudia el alérgeno y produce proteínas altamente especializadas llamadas anticuerpos IgE para que actúen en su contra. Eso es solo en caso de que haya otra exposición. Una vez que su cuerpo ha quedado sensibilizado, su sistema inmunológico mantiene un recuerdo duradero de ese alérgeno. Este proceso se conoce como “cebado”.
En su próxima exposición, los anticuerpos previamente producidos reconocerán al alérgeno y activarán células inmunológicas especiales para combatirlo y destruirlo. Esos anticuerpos IgE son específicos para un antígeno particular. Por ejemplo, si se trata de polen de ambrosía, los anticuerpos IgE producidos por su sistema inmunológico solo atacarán al polen de la ambrosía.
La posibilidad de desarrollar una alergia comienza en sus genes. Si bien usted no puede heredar de sus padres alergias específicas, la tendencia a desarrollar alergias sí se hereda. Los niños cuyo alguno de sus padres es alérgico, pueden tener hasta 50% más posibilidades de desarrollar alergias. Y si ambos padres son alérgicos, la posibilidad puede aumentar a 80%. Cualquiera puede padecer alergias, pero los niños tienden a verse afectados con mayor frecuencia que los adultos.
Pueden pasar años para que una alergia se desarrolle, y tener una alergia puede hacerlo más proclive a padecer otras. También hay un umbral para la gente que padece alergias, de manera que usted puede tolerar una pequeña exposición, pero estar demasiado expuesto hace que su cuerpo desate una respuesta alérgica. Eso activa los mastocitos en los tejidos nasales y activa la liberación de histamina por parte de los basófilos y los eosinofilos (tipos de glóbulos blancos o leucocitos).
La histamina es un compuesto orgánico que provoca los síntomas más frecuentemente asociados con las alergias. Es responsable de la picazón en la nariz, la garganta o la piel; y también es responsable de los ojos llorosos, de los estornudos y del flujo o la congestión nasal.
Quienes padecen alergias estacionales están familiarizados con los antihistamínicos. Estos medicamentos frecuentemente se utilizan para bloquear los efectos de las histaminas, y es la manera más popular de lidiar con los síntomas de las alergias estacionales.
La temible temporada de alergias
La temporada de alergias está determinada por el lugar en donde usted vive y por aquello a lo que es alérgico. Quienes tienen alergia al polen probablemente le temen a la primavera, al verano o al otoño, que es cuando los niveles de polen están en lo más alto.
Pero ¿qué productores de polen están más estrechamente relacionados con qué estación? Aquí le damos una guía sencilla y rápida:
- PRIMAVERA: Los árboles (como el roble y el abedul) son una fuente importante de polen durante los meses de primavera. En algunas áreas pueden comenzar a producir polen desde el mes de enero.
- VERANO: Durante los meses de verano, los pastos (como el raigras y la hierba timotea) son una de las principales variedades de polen causante de alergias.
- OTOÑO: Durante el otoño, la maleza es la principal causa de alergias. Esto es especialmente cierto en el caso de la ambrosía, que crece casi en todos los entornos.
El hecho de tener una alergia lo hace más proclive a padecer otras. Así que, si un año los síntomas que padece por la ambrosía son más severos de lo usual, podría estar reaccionando a otro alérgeno que también está flotando en el ambiente.
Cómo se convierten en alergias alimentarias las alergias estacionales
Las alergias pueden interactuar de otras maneras inesperadas. Por ejemplo, hasta un tercio de las personas que padecen alergia a ciertos tipos de polen también desarrollan alergias a alimentos que contienen proteínas similares. Esto se conoce como síndrome polen-alimento, o síndrome de alergia oral.
Está causado por alérgenos que reaccionan de manera cruzada y que están presentes tanto en el polen como en frutas y verduras crudas, o incluso en ciertos tipos de nueces. Esto significa que usted podría experimentar picazón en la boca, picazón en la garganta, o hinchazón de labios, boca, garganta y lengua.
Los síntomas del síndrome polen-alimento están igualmente confinados a la boca y la garganta. Ello se debe a que estas proteínas son sensibles a las enzimas gástricas, de manera que son rápidamente degradadas al momento de la digestión, lo que limita el grado de la reacción. Además, estas proteínas son sensibles al calor, de manera que cocinar el alimento en cuestión no provoca la misma reacción. En la mayoría de los casos, los síntomas disminuyen una vez que el alimento es tragado o una vez que sale de la boca.
Si bien no todas las personas que tienen alergia al polen padecen el síndrome polen-alimento, estos son los alérgenos de polen y los alimentos comúnmente relacionados:
- Polen de abedul: manzana, almendra, zanahoria, apio, cereza, avellana, kiwi, durazno, pera y ciruela.
- Polen de césped: apio, melones, naranjas, duraznos y tomate.
- Polen de ambrosía: plátano, pepino, melones, semillas de girasol y calabacín.
Todo acerca de las pruebas para determinar alergias
Usted tal vez suponga qué es lo que desata sus reacciones alérgicas, pero la única forma de estar seguro es haciendo pruebas.
Las pruebas para determinar alergias pueden hacerse en la forma de un pinchazo en la piel o a través de pruebas de sangre. Ambos métodos se utilizan para ayudar a determinar a qué sustancias podría usted ser alérgico. Estas pruebas las aplican médicos especializados en el sistema inmunológico y el tratamiento de alergias, y se aplican además de un detallado examen físico y una vez que se ha hecho su historial médico.
La prueba más comúnmente aplicada es la de alergias en piel. Se considera un método confiable para probar ciertos tipos de alérgenos. Para este procedimiento, se coloca en la piel una pequeña cantidad de alérgenos seleccionados, haciendo un pequeño pinchazo o rasguño en la superficie de su piel.
La prueba de alergias en piel determina alergias específicas con base en la manera en la que su piel reacciona, y los resultados se obtienen muy rápido. Las reacciones en la piel aparecen unos 15 minutos después.
Si usted tiene alguna alergia, presentará una ligera hinchazón en la zona en donde se colocaron los alérgenos. Por ejemplo, si usted es alérgico al polen de abedul, pero no al polen de raigras, solo el polen de abedul provocará enrojecimiento, hinchazón y, posiblemente, picazón. El punto en donde fue aplicado el polen de raigras permanecerá sin efecto alguno.
Si usted está cansado de la batalla contra las alergias estacionales, estas pruebas pueden ayudarle a determinar qué alérgenos desencadenan sus síntomas. Además, estas pruebas pueden ayudar a determinar qué medidas debe tomar para evitar detonantes específicos. También ayudan a identificar las medidas o tratamientos preventivos que probablemente funcionarán mejor para usted.
Entrene a su sistema inmunológico
Dependiendo del tipo de alergia que usted padezca, es posible entrenar su sistema inmunológico para que responda con menos fuerza a ciertos alérgenos con el paso del tiempo, ello con la ayuda de un alergólogo o de un inmunólogo. La desensibilización o la inmunoterapia constituyen tratamientos preventivos para las reacciones alérgicas a ciertas sustancias, incluyendo el polen.
La inmunoterapia implica administrar dosis gradualmente mayores de alérgenos que atacan el sistema inmunológico, ya sea aplicándolos bajo la lengua o como una inyección en la piel. El incremento gradual de las dosis cambia la manera en la que su sistema inmunológico reacciona al alérgeno con el paso del tiempo. Esto puede ayudar a reducir los síntomas de una alergia cuando en el futuro su sistema inmunológico se encuentre con el alérgeno.
Antes de comenzar el tratamiento es importante que su alergólogo lo ayude a identificar qué tipos de polen o qué otras sustancias desencadenan los síntomas de alergia. Antes de que la terapia comience se aplican pruebas en piel, y en ocasiones se hacen pruebas de sangre, para confirmar los anticuerpos para alérgenos específicos.
Para quienes están cansados de los ataques estacionales de estornudos y de dosis constantes de antihistamínicos, la inmunoterapia es un medio de largo plazo para tratar la manera en la que su sistema inmunológico responde a los alérgenos.
Consejos para evitar las alergias estacionales
Si su nariz lo está volviendo loco, ¿qué puede hacer? Evitar el polen puede ser difícil, pero evitarlo sigue siendo una de las mejores maneras de controlar la exposición a los alérgenos durante la temporada de alergias.
Para minimizar su exposición al polen:
- Manténgase informado sobre los niveles de polen de su localidad consultando en internet u otras fuentes de su comunidad
- No salga cuando los niveles de polen sean elevados
- Evite hacer ejercicio al aire libre temprano por la mañana
- Cuando conduzca su auto, mantenga cerradas las ventanas
- Evite la jardinería o trabajar en su patio cuando los niveles de polen sean elevados
- Use una mascarilla para polen cuando salga
- Considere invertir en un purificador de aire casero
- No salga en días de mucho viento ni cuando haya ventarrones
- Mantenga cerradas puertas y ventanas
- Use gafas de sol cuando salga para mantener el polen lejos de sus ojos
- Pase la aspiradora con frecuencia para mantener los alérgenos fuera de su casa
Combata el desánimo de la temporada de alergias
Una de las mejores formas de combatir el impacto de las alergias estacionales es a través de conocimiento, preparación y acción. Saber a qué tipos de polen es alérgico, controlar su exposición y tratar los síntomas antes de que se conviertan en algo abrumador puede ayudarle a navegar por los peligros de la temporada de polen.
Referencias
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