Envejecimiento saludable de hombres y mujeres, por década

Sus experiencias de vida lo hacen experto en cómo manejar los cambios. Empezar en un nuevo trabajo, mudarse a otra ciudad, el nacimiento de un hijo. Todos los acontecimientos que transforman su vida y la moldean tienen que ver con cambios. Para hombres y mujeres, el envejecimiento saludable es el siguiente reto por superar.

Pero todos envejecemos de forma diferente. Las mujeres pasan por un proceso específico de envejecimiento llamado menopausia, y si bien todas la experimentarán, no todas están conscientes de qué esperar.

También los hombres experimentan cambios hormonales con la edad, si bien no son como los enfrentados por las mujeres. (Más adelante podrá leer sobre la menopausia masculina).

No importa qué se avecine, cuando usted entienda cómo cambia el cuerpo conforme envejece, se sentirá listo para avanzar con confianza hacia cada nuevo año y cada nueva década. Y si se prepara ahora para envejecer saludablemente, puede ayudar a que su organismo pase sin problema a cada fase subsiguiente de la vida. Sin importar su edad, ahora puede tomar medidas que lo prepararán para envejecer saludablemente.

Para hacer frente a lo que la edad trae consigo, dividamos la edad adulta en varias etapas clave de las diferentes décadas de vida. Esta lista no es de ninguna manera exhaustiva, para ello se necesitaría todo un libro, pero le ayudará a saber qué esperar en cuanto a los cambios hormonales que vienen con la edad y otros cambios físicos que podrían presentarse. Le daremos sugerencias sobre cómo enfrentar lo que podría presentarse.

Nunca se es demasiado viejo para aprender sobre el propio cuerpo. Y tampoco nunca es demasiado pronto para empezar a prestar atención a hábitos saludables. Entonces, sin importar su edad, ahora es el momento de ponerse en camino hacia el envejecimiento saludable. Las decisiones que tome a lo largo de su vida son la clave para disfrutar cada minuto.

Entre en actividad y prepárese adecuadamente desde los veinte y los treinta años

A los veinte y los treinta es un buen momento para adquirir hábitos que le duren para el resto de su vida. Empiece a hacer ejercicio regularmente lo más pronto posible. Haga alianza con un familiar o amigo y juntos pónganse en forma para el futuro.

Una de las cosas que preocupan a hombres y mujeres es la pérdida de fuerza y densidad ósea con el paso de los años. Por eso la juventud es el momento de fortalecer músculos y huesos para blindar el cuerpo mediante la actividad física regular.

Tal vez parezca prematuro ponerse en forma desde ahora, pero nunca es demasiado pronto para empezar. Conforme se envejece, ciertas actividades se tornan desafiantes: por eso, empezar a ejercitarse ahora le ayudará a conservar su independencia más adelante.

Piense en actividades como ir de compras, la jardinería o el excursionismo, que podrían dificultarse por la pérdida de músculo y hueso. Tener la libertad de cargar las bolsas de comestibles, empujar una carretilla y subir escaleras es algo que usted deseará en el futuro. Por eso, si quiere seguir haciendo lo que le gusta, con las personas que quiere, es conveniente estar activo desde los veinte y los treinta años.

Ejercicios como caminar, nadar, salir de excursión, hacer yoga y bailar son excelentes para mantenerse en forma. También es importante levantar algo de peso para preservar los músculos y los huesos.

Todo lo que necesita son 30 minutos de actividad al día, y muchas de estas sugerencias pueden ponerse en práctica con alguien más. Acumule resistencia física y prepare a su organismo para envejecer cómodamente y con buena condición física.

Fortifique la salud a los cuarenta

Entrenar durante la semana es un buen principio para ir en pos de un envejecimiento saludable, y ese camino será más fácil comiendo de forma saludable. Estos hábitos lo preparan para el bienestar durante la siguiente década de vida. Así será más fácil enfrentar el reto del envejecimiento cuando esta década esté por terminar.

El envejecimiento de la piel será uno de los primeros síntomas por enfrentar.

A partir de los cuarenta, la piel que le ha dado tan buen servicio puede empezar a mostrar signos de desgaste. Toda esa diversión bajo el sol, esas sonrisas y risas aparecen en forma de arrugas. Es de esperar que todos, hombres y mujeres, tengan arrugas. A continuación le decimos por qué aparecen y qué puede hacer para minimizar su aspecto.

Las arrugas en torno a los ojos y la boca son resultado de envejecimiento intrínseco y extrínseco. El envejecimiento intrínseco es el que tiene lugar cuando el organismo empieza naturalmente a producir menos y menos de las proteínas que mantienen la piel flexible y firme, el colágeno y la elastina. En realidad, este proceso de envejecimiento intrínseco empieza antes de los cuarenta. De hecho, después de los 20, la piel produce uno por ciento menos colágeno cada año. Por eso, probablemente a los cuarenta habrá notado diferencias en el aspecto de la piel.

El envejecimiento extrínseco también cambia el aspecto de la piel. Esta forma de envejecimiento da cuenta de los daños que provienen de fuera del cuerpo, entre otras cosas, el tabaco y la contaminación.

Usted se percatará del envejecimiento extrínseco cuando la piel luzca manchada y con textura desigual. La radiación solar es uno de los principales factores del envejecimiento extrínseco. Exponerse responsablemente al sol es saludable (de 15 a 30 minutos al día), pero el exceso de luz solar daña la piel y da lugar a gran parte de las arrugas.

Para prepararse para los cambios de la piel relacionados con la edad, la principal defensa es el bloqueador solar, las prendas de vestir que protegen del sol (camisas de manga larga y pantalones largos, y sombrero) son la principal defensa. El bloqueador solar protege la piel y debe usarse todos los días. Para obtener máxima protección de la piel, pruebe a usar el bloqueador solar con SPF (factor de protección solar, por sus siglas en inglés) de cuando menos 30-35.

Si desea evitar la aparición de arrugas, trate de incluir un suero rico en antioxidantes y un humectante en su régimen para el cuidado de la piel. Los antioxidantes son magníficos para reducir el aspecto de enrojecimiento, además de ayudar a emparejar el tono de la piel y darle un brillo saludable. Los humectantes favorecen el aspecto juvenil de la piel ayudando a retener la humedad en las capas más externas, además de protegerla de los elementos exteriores que suelen contribuir a la resequedad.

Muchos de los productos revitalizantes para el cuidado de la piel se formulan con vitamina A, colágeno, péptidos y diversos antioxidantes. Todos estos ingredientes actúan para mantener el aspecto saludable de la piel y disminuir la aparición de líneas de expresión y arrugas. Usted podrá darse cuenta de que usando una línea de productos avanzados para el cuidado de la piel, como Celavive de USANA, su piel podrá verse y sentirse mucho mejor.

Incluya antioxidantes también en su dieta. La piel que envejece se lo agradecerá, y también el cerebro. La década de los cuarenta es para fortalecer el organismo de manera que envejezca saludablemente. Es inteligente adelantarse y pensar en la salud del cerebro. Una dieta rica en antioxidantes es fantástica para la mente y puede ayudar a mantenerse alerta. (Lea al respecto más adelante).

Que no le preocupe que la piel esté cambiando. A todos nos salen arrugas, pero usted puede ayudar a que la piel conserve su aspecto saludable y su elasticidad protegiéndola del sol y con los productos adecuados para su cuidado.

Envejecimiento saludable a los cincuenta: los cambios hormonales y usted

En el caso de las mujeres, los cambios más notables del envejecimiento aparecen cerca de los cincuenta. En la mayoría de las mujeres, la menopausia empieza a los 50. Este cambio definitivo en la producción de la hormona estrógeno puede presentarse muy rápidamente, así que manténgase alerta ante algunos síntomas. El estrógeno es la hormona que controla los ciclos menstruales de la mujer.

La menopausia marca el fin de los años reproductivos de la mujer: es el momento en que los ovarios dejan de liberar óvulos y la producción de estrógeno declina significativamente. Al empezar la menopausia, los periodos menstruales se tornan irregulares, hasta que desaparecen. Tarde o temprano, estos cambios hormonales resultan en la pérdida de la fertilidad.

Los cambios de los ciclos menstruales regulares suelen ser el primer síntoma del inicio de la menopausia, pero el organismo experimentará también otros cambios en ese momento. Los síntomas pueden ser sofocos, cambios de humor, resequedad de la piel e insomnio, por no mencionar sino unos cuantos. Estar consciente de que estos cambios ocurrirán, puede ayudar a prepararse para estar cómoda.

Consumir alimentos ricos en fitoestrógenos (como la soya), hacer ejercicio físico durante el día y ejercicios de respiración por la noche suele mejor el sueño, si es que éste se ha visto alterado como consecuencia de la menopausia. Otra buena idea es limitar el consumo de cafeína a las primeras horas del día, así no estará con los ojos abiertos y agitada a la hora de irse a la cama.

Invertir en un buen régimen de cuidado de la piel ayuda a combatir la resequedad provocada por la menopausia. Los humectantes y cremas formulados para piel madura en general favorecen la humectación del cuerpo y dan brillo al cutis.

Y recuerde, si bien muchos de estos cambios hormonales pueden parecer dramáticos, sus efectos colaterales no durarán para siempre. No olvide que la menopausia es una parte normal del envejecimiento. La mayoría de las mujeres transitan por ella en unos cinco años, y con el tiempo, experimentan una reducción de los síntomas menopáusicos.

Unas palabras sobre la menopausia masculina

Tal vez se pregunte si en los hombres hay un proceso de envejecimiento hormonal equivalente. Si bien no hay una clara menopausia masculina, sí, al envejecer, los hombres experimentan cambios hormonales.

Con la edad, en todos se reducirá la testosterona, pero este cambio es gradual y no tan marcado como los cambios del estrógeno en las mujeres.

Los síntomas de la reducción de la testosterona incluyen pérdida de la masa muscular y reducción de la energía. Algunos hombres suelen experimentar cambios de humor, así como reducción de la fuerza y del impulso sexual, por mencionar algunos. Los síntomas físicos pueden aliviarse con el ejercicio regular, y los cambios de humor, con conciencia plena, apoyo emocional y la ayuda de un profesional de la salud que sea de confianza.

Mentalmente y más — Mantenerse en buen estado físico a los sesenta y más

Las décadas previas lo han estado preparando para envejecer saludablemente con hábitos como ejercicio regular, dieta saludable y adecuado cuidado de la piel. A los sesenta, usted tiene la oportunidad de hacer trabajar al órgano quizá más importante de todos: el cerebro. Mantenerlo en buena forma hará del envejecimiento un proceso más disfrutable.

Estimular la mente puede ayudar a mantenerlo alerta con el paso de los años. A los sesenta y más, la pérdida de memoria podría instalarse en su cerebro. Con la edad, es de esperar una ligera declinación cognitiva, pero afortunadamente, es mucho lo que usted puede hacer en favor de su inteligencia mucho tiempo más.

Entregarse a actividades que sean un desafío para la inteligencia y la memoria es magnífico para mantenerse mentalmente en forma. Se ha demostrado mediante estudios que los adultos que practicaban la estimulación cognitiva a través del aprendizaje activo mostraban una menor pérdida cognitiva en etapas posteriores de la vida. Estas actividades incluyen tocar instrumentos musicales, tomar clases (desde cocina hasta matemáticas), aprender otro idioma, escribir o llevar un diario, juegos de memoria, hablar con amigos, practicar activamente la coordinación mano-ojo, así como un nuevo deporte.

¿Qué tipo de cosas puede hacer para mantener su mente en forma? ¡Aprender, aprender, aprender! Leer, escribir y estudiar otro idioma son ideales para que el cerebro siga aprendiendo. Incluso esas actividades podrían parecerle divertidas.

También los naipes y los juegos de mesa son magníficos para el cerebro. Trate de jugar con alguien más, tanto como sea posible, es una muy buena manera de compartir con familiares y amigos. ¿Qué puede haber más ameno que divertirse jugando y crear recuerdos con las personas que ama?

Otra forma de proteger la memoria es con una dieta rica en antioxidantes. Investigaciones en curso sugieren que la pérdida cognitiva y el envejecimiento del cerebro se deben a daños oxidantes. Los radicales libres carcomen las neuronas. Los antioxidantes se enfocan en los radicales libres y ayudan a proteger las células cerebrales.

Las moras contienen muchos antioxidantes. Fresas, arándanos y frambuesas son ricos en antioxidantes: agréguelos al cereal del desayuno, o como colación. No importa cómo, pero incluir antioxidantes en su dieta suele ser favorable para el cerebro en el envejecimiento.

Agregue también a su dieta otros nutrientes favorables para el cerebro, como vitaminas de complejo B, aceite de pescado, vitamina D y vitamina E.

No desperdicie sus sesenta y más preocupándose por la memoria. Active su cerebro aprendiendo nuevas cosas y compartiendo con las personas que más quiere. Hable, lea, escriba y aprenda siempre que pueda. Que su dieta sea saludable, con muchos antioxidantes y otros nutrientes para el cerebro.

Viva saludablemente, sin importar la edad

La buena vida no se acaba nada más porque está envejeciendo. A cualquier edad se puede tener un estilo de vida saludable y dichoso. Si se prepara para envejecer saludablemente en la juventud, estas transiciones pueden ser cómodas y manejables.

Empiece hoy con hábitos saludables como una buena dieta y ejercicio regular para que su cuerpo se mantenga fuerte para los años por venir. Dedique tiempo a cuidar de su piel y prepárese para los cambios hormonales que vendrán. Y mantenga alerta su mente aprendiendo todo el tiempo.

Tal vez piense que la edad es solo un número. Y tal vez tenga razón. Usted puede adoptar ese número (no importa lo grande que sea) sabiendo que está preparado para envejecer saludablemente.

Acerca del autor

Sydney Sprouse es una escritora independiente sobre temas de ciencia residente en Forest Grove, Oregon. Tiene una licenciatura en biología humana de la Universidad Estatal de Utah, en donde trabajó como investigadora y escritora en su etapa de pasante. Sydney ha estudiado ciencias toda su vida y su objetivo es traducir las actuales investigaciones científicas tan efectivamente como sea posible. Escribe con particular interés sobre biología humana, salud y nutrición.