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El cerebro humano es un órgano increíble, pero también es un órgano con mucho apetito. Con un peso de tan solo unas tres libras (1.36 kg), su cerebro es el comensal que más alimento demanda. Requiere 20 por ciento de toda la sangre y el oxígeno que se producen en el cerebro, y por eso es importante entender la relación que hay entre su dieta y la salud de su cerebro, de manera que usted coma pensando en apoyar sus funciones cognitivas.

Su cerebro hace mucho, y necesita glucosa para hacer todo ese trabajo. La glucosa es un tipo de carbohidrato presente en los azúcares de las frutas, los granos, las verduras y los productos lácteos. Sin embargo, el cerebro no puede almacenar nada de esa glucosa por sí mismo. Es el cuerpo el que tiene que suministrárselo continuamente.

Debido a que su cuerpo debe absorber y metabolizar los azúcares antes de que estos lleguen al cerebro, de hecho, lo mejor es enfocarse en comer carbohidratos complejos. Este tipo de carbohidratos llenan su cuerpo de energía y mantienen su cerebro operando en niveles óptimos, lo que significa que debe concentrarse en el consumo de alimentos integrales y naturales, y limitar el consumo      de alimentos procesados con un elevado contenido de carbohidratos simples y escasos en fibra y micronutrientes.

Pero ¿cuál es la mejor dieta para ayudar al cerebro? Este podría ser un buen principio a seguir: lo que es bueno para su corazón, es bueno para su cerebro. Veamos esto más a detalle y analicemos las dietas más populares, así descubrirá qué debe tomar en cuenta al momento de comer.

Dieta mediterránea

El Mar Mediterráneo conecta Europa, Asia y África. Desde los tiempos en que los primeros botes se hicieron a la mar para la pesca, el comercio y la conquista, el Mediterráneo ha sido la panera acuática del mundo occidental.

Existen más de 500 diferentes especies de peces en el Mediterráneo, incluyendo peces ricos en omega-3 y peces ricos en grasas como las sardinas, la macarela y el arenque. Las rutas tradicionales de comercio conectan diferentes culturas con alimentos regionales: garbanzos ricos en proteínas de Israel, higos egipcios, aceite de oliva griego, couscous libio y tomates italianos.

Los países que bordean el Mediterráneo se enfocan en el consumo diario de vegetales frescos, frutas, granos integrales y grasas saludables, como el aceite de oliva. Semanalmente consumen pescados ricos en grasas además de pollo, frijoles y huevos, para consumir proteína. La alimentación en estos países incluye una ingesta limitada de productos lácteos, y muy poca carne roja.

Abundantes vegetales crucíferos, nueces y pescados frescos son los responsables de los beneficios más destacados de la dieta mediterránea. Los pescados grasos contienen abundantes ácidos grasos omega-3, que son un tipo de grasa poliinsaturada que el cerebro utiliza como nutriente para desarrollar células. Los ácidos grasos omega-3 también son importantes para el funcionamiento normal del cerebro ya que preservan la salud de la membrana celular y facilitan la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para desarrollar nuevas conexiones neuronales.

El enfoque de la dieta mediterránea en las verduras, frutas y nueces, y en un consumo limitado de carnes rojas, apoya la salud de su cerebro y de su corazón. La conexión entre ambos es importante. Su cerebro requiere 20 por ciento de todo el suministro de sangre y oxígeno, así que ayudar a su corazón también será de ayuda para su cerebro.

Dieta cetogénica

Si le gustan los alimentos dulces, esta dieta no es para usted.

La dieta cetogénica se enfoca en alimentos que aportan grasas saludables, niveles adecuados de proteínas y casi cero carbohidratos. La idea es que obtenga la mayor parte de sus calorías a partir de grasas y limitar los carbohidratos, poniendo así el cuerpo en una situación de cetosis, que es un estado metabólico en el que es la grasa la que aporta la mayor parte del combustible para el cuerpo.

Evidencia creciente sugiere que las dietas cetogénicas podrían ayudarle a proteger su cerebro y sus células nerviosas. Las cetonas, producto de la cetosis, pueden ofrecer un impacto neuroprotector en el cerebro, especialmente a medida que se envejece. Si bien es difícil iniciar y mantener una dieta cetogénica, son múltiples sus beneficios para la salud. Al limitar los carbohidratos y las calorías totales en su dieta, usted puede experimentar la pérdida de peso (y un peso saludable estresará menos a su corazón) y proteger el funcionamiento de su cerebro.

Aun así, su cerebro requiere combustible para funcionar. En lugar de depender únicamente de los carbohidratos para producir glucosa, el cerebro utiliza las cetonas para satisfacer su necesidad de energía. Su hígado y sus músculos almacenan glucosa en forma de glucógeno. Después de dos o tres días sin ingerir carbohidratos, estas reservas se vacían y bajan los niveles de insulina. Su hígado aumenta la producción de cetonas descomponiendo la grasa almacenada en las células.

Un ejemplo de los alimentos que puede consumir como parte de una dieta cetogénica son los mariscos, vegetales sin almidones, quesos, aguacate, huevo, carne y aceites de origen vegetal. Si sus alimentos tienen un bajo o nulo contenido de carbohidratos, su cuerpo convertirá la grasa almacenada en energía, lo que resultará en la pérdida de peso.

Los aguacates son una excelente fuente de alimento para la salud del cerebro. Un aguacate de tamaño medio contiene nueve gramos de carbohidratos. La buena noticia es que siete de esos nueve gramos son fibra, de manera que su consumo neto de carbohidratos es de solo dos gramos. Los aguacates además tienen abundantes vitaminas y minerales, incluyendo potasio.

Dieta ultra baja en grasas

El polo opuesto de la dieta cetogénica es la dieta ultra baja en grasas. Como su nombre lo sugiere, el objetivo de esta dieta es limitar el consumo de grasa tanto como sea posible en su alimentación diaria. En lugar de eso, usted recurre a alimentos a base de granos enteros, carnes magras (pollo o pavo sin piel), pescados blancos, verduras, lentejas y fruta. Alimentos como mantequilla, huevo y quesos quedan fuera, pero puede comer pasta, arroz y avena.

Esta dieta requiere mucha disciplina porque su cuerpo aun así requiere aproximadamente 10 por ciento de grasa dietaria para funcionar. Alimentos como el salmón y la linaza ayudan. Asimismo, las nueces son una excelente opción porque están cargadas de ácidos grasos omega-3, antioxidantes, vitamina E y minerales para apoyar su cerebro.

Y como puede comer fruta, las fresas, las zarzamoras y los arándanos azules aportan antioxidantes flavonoides que su cuerpo necesita para funcionar adecuadamente. Las moras pueden potenciar la salud cerebral mediante el mantenimiento de una comunicación saludable entre las células del cerebro, fomentando la neuroplasticidad y apoyando una función cognitiva normal conforme se envejece.

Ayuno intermitente

Esta dieta está más relacionada con cuándo se come que con lo que se come. En el ayuno intermitente se evita comer durante periodos largos fijos. Es una nueva tendencia de alimentación que tiene siglos de antigüedad. Como cazadores-recolectores, los humanos con frecuencia debían dejar pasar largos periodos entre una comida y otra. Hoy, quienes hacen ayuno intermitente solo comen durante ciertas ventanas de tiempo, por ejemplo, hacen 16 horas de ayuno con 8 horas de alimentación, o bien, una comida cada ciclo de 24 horas.

Los científicos creen que durante el ayuno se crean nuevas vías neuronales, fortaleciendo tanto la conectividad como las vías de comunicación en su cerebro. Cuando usted no está comiendo, la grasa almacenada en su cuerpo puede ser utilizada como energía para alimentarlo. El estrés del ayuno hace que el cerebro busque nutrientes dentro del cuerpo. El resultado es que su cerebro obtiene la energía que requiere y su cuerpo pierde peso.

Este enfoque conlleva otros beneficios a nivel celular. El ayuno ayuda a su cuerpo a ajustar los niveles de hormonas para que la grasa almacenada esté más accesible. Asimismo, las hormonas del crecimiento humano ayudan a incrementar la pérdida de peso y la ganancia de músculo. Además, los niveles de insulina bajan y las células pasan por procesos de reparación celular, incluyendo la autofagia, que consiste en la eliminación de células viejas y proteínas disfuncionales desde dentro de la célula.

Se debe dar especial consideración al ayuno intermitente. Si usted tiene un problema de salud crónico, debe consultar a un médico antes de comenzar, siempre es necesario contar con la opinión de un experto antes de iniciar un nuevo programa de alimentación.

Dieta vegana

El veganismo es tanto un estilo de vida como una forma de alimentarse. Quienes proponen la dieta vegana se abstienen de todo consumo de productos de origen animal por razones éticas, ambientales y de salud. Decirle no a la carne, a los lácteos o a cualquier otro alimento o ingrediente de origen animal requiere disciplina, pero también conlleva ciertos beneficios para el cerebro.

Los vegetales crucíferos, como el bok choy, la col berza, el kale y los brotes de mostaza están cargados de folato, una vitamina del complejo B soluble en agua que apoya la formación de glóbulos rojos para favorecer la producción de energía. La circulación y la energía son importantes para darle a su cerebro oxígeno y nutrientes. El folato y otras vitaminas del complejo B (B6 y B12) también han demostrado ayudar a apoyar la función cognitiva normal a medida que usted envejece.

Los frijoles y legumbres, elementos básicos en una dieta vegana, aportan proteínas y carbohidratos complejos. Su cuerpo digiere lentamente los frijoles, ayudando a mantener niveles estables de azúcar en sangre. Debido a que su cerebro requiere tanta energía, los frijoles son una buena fuente de carbohidratos complejos que entran a su torrente sanguíneo lentamente para alimentar de manera continua su función cognitiva.

Sin embargo, una dieta vegana estricta puede imponerle ciertas demandas a su cerebro. Usted necesita colina para apoyar funciones cerebrales saludables como la regulación de la memoria, el estado de ánimo y el control muscular.

Desafortunadamente, las mejores fuentes de colina son la res, los huevos, el pescado y el pollo, mientras que las nueces, las legumbres y las verduras contienen bajos niveles de colina. Debido a que es difícil obtener niveles óptimos de colina a partir de una dieta vegana, usted podría considerar la posibilidad de recurrir a suplementos para satisfacer sus necesidades. Ocurre lo mismo en el caso de la vitamina B12 debido a que solo se encuentra en alimentos de origen animal.

Muchos pueden pensar que seguir una dieta vegana estricta es difícil, pero debería tratar de incorporar elementos de una dieta a base de vegetales en su rutina normal. Reducir el consumo de proteínas de origen animal puede ser de beneficio para su peso, su presión arterial y sus niveles de colesterol.

Comer con consciencia plena

Como se ha visto, hay elementos de muchos tipos de alimentación que pueden ser buenos para su cerebro. Entonces ¿cómo elegir?

El mejor estilo de alimentación es aquel que usted puede seguir. Ser consciente de lo que come le ayuda a valorar su comida y, ojalá, fomente la toma de mejores decisiones en cuanto a lo que come. Mantener una dieta saludable no siempre es divertido. Sin embargo, una vida comiendo de manera consciente puede alimentar su cerebro y su cuerpo con los nutrientes que estos necesitan.

Y la buena salud no empieza ni acaba en su tenedor. El ejercicio ayuda a mejorar el flujo de sangre y la memoria estimulando la liberación de factores de crecimiento, es decir, sustancias químicas cerebrales que mejoran el aprendizaje, el estado de ánimo y el pensamiento. Actúe de manera inteligente e incluya ejercicio y una dieta saludable para llevar un estilo de vida saludable.

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En el entorno actual, hiperconectado y acelerado, hoy más que nunca el reto es tener la disciplina que nos permita vivir la vida a menor velocidad. La tecnología moderna inunda su vida con distracciones que hacen que su concentración se enfoque en lo externo. Es posible ocultar el estrés crónico y otros estados psicológicos no saludables, pero la sociedad ha comenzado a reconocer la necesidad de un movimiento para contraatacar. Darle un “descanso al cerebro” –aprender de nuevo cómo bajar el ritmo y mirar hacia adentro— ha ido cobrando cada vez más popularidad. Ello puede deberse, en parte, a los reconocidos beneficios de la meditación para el cerebro.

La meditación es un maravilloso instrumento para aliviar el estado de agitación mental en el que muchos se encuentran. Si bien alguna vez se le consideró como una práctica enigmática, la meditación ha ganado terreno en años recientes. Un estudio muestra que la práctica de la meditación entre adultos se triplicó entre 2012 y 2017, y la creciente literatura acerca de los beneficios de la meditación es expansiva y prometedora.

La práctica del cultivo de la atención plena (o mindfulness) a través de la meditación puede lograrse de muchas maneras. Puesto en términos simples, se trata de darnos cuenta de dónde ponemos nuestra atención consciente. Lo que surja puede ser agradable o desagradable, pero a medida que usted vaya practicando este mirar hacia su interior con una atención libre de juicio, podrá tener acceso a esa paz interior que ya mora dentro suyo.

Cualquiera puede comenzar la práctica de la meditación para tener un nuevo nivel de calma. Todo gira en torno a tener la disciplina de sentarse y hacer el viaje a su interior.

Grandes beneficios para el cerebro

Son numerosos los beneficios de la meditación para el cerebro. La meditación fortalece las conexione neuronales y literalmente puede cambiar la configuración de estas redes. Con la práctica regular, usted puede cultivar una neurobiología más resiliente que:

Y, con la práctica, la meditación también puede ayudarle a desarrollar empatía y a ser más compasivo.

¿Impresionante? Siga leyendo y conozca más beneficios de la meditación para el cerebro.

Atención plena para gestionar su estado de ánimo y su bienestar

De la misma manera que el ejercicio ayuda a su cuerpo, la meditación ayuda a que su mente esté en buenas condiciones. Confrontar y soltar estados psicológicos indeseables, como la ansiedad y el miedo, libera de su yugo y de la respuesta condicionada asociada. Actualmente hay estudios que demuestran que el control sobre su experiencia interna, que alguna vez se pensó que era fija, puede alterarse simplemente mediante la práctica de la atención plena.

Si bien no puede curar trastornos emocionales ni trastornos psicológicos por estrés que sean crónicos, la meditación ofrece muchos beneficios extraordinarios para el estado de ánimo y el bienestar en general. Unos cuantos minutos de atención plena y meditación pueden ayudar a frenar las emociones abrumadoras y proteger contra los poderosos patrones de pensamiento que son fuente de preocupaciones infructuosas.

A continuación le compartimos parte de las investigaciones que respaldan los beneficios de la meditación y de la atención plena para el cerebro:

  • En un estudio aleatorizado controlado se determinó que la terapia basada en atención plena aplicada a lo largo de 56 semanas redujo significativamente el periodo de tiempo previo a la recaída de episodios de depresión. También contribuyó al mantenimiento a corto y largo plazo de un estado de ánimo saludable. Los participantes informaron haber experimentado una mejor calidad de vida.
  • Otro estudio mostró que ocho semanas de terapia basada en atención plena mejoró el puntaje de salud mental de los participantes. Esto llevó a importantes conclusiones, como que el alivio de la ansiedad en la mente derivado de la meditación está ligado a la regulación de los procesos de pensamiento autorreferenciales. La ansiedad es un estado cognitivo que ocurre cuando usted no puede controlar su estado emocional debido a amenazas percibidas.
  • Después de un curso de 8 semanas de atención plena, las imágenes obtenidas por resonancia magnética mostraron una reducción del centro de lucha o huida del cerebro asociado con el miedo y las emociones. La amígdala, que es la parte del cerebro que controla la respuesta corporal al estrés ante la percepción de peligro, es un biomarcador clave del estrés en su cuerpo.

Póngase en sintonía para desarrollar mayor atención y concentración

Todas las mentes se distraen. Ya sea posponiendo la tarea, olvidando las palabras que queremos decir a mitad de la frase, o pensando en el trabajo mientras ese ser querido le cuenta cómo le fue en el día. Los humanos desarrollaron una concentración selectiva como un mecanismo para lidiar con amenazas peligrosas en la antigüedad.

Pero actualmente hay menos amenazas físicas por las que debamos preocuparnos. En lugar de eso, la gente pasa el tiempo rumiando psicológicamente, dejando que la preocupación y la ansiedad se posesionen del presente a través del dolor por el pasado y ansiedad por el futuro.

Su cerebro, de manera natural y fácil, cae en el aburrimiento y queda a merced de las distracciones. Una red de neuronal preestablecida está asociada con la mente dispersa, también conocida como “mente mono”. Sin embargo, los científicos han encontrado que las anormalidades en este sistema del cerebro pueden provocar ansiedad, depresión, trastornos de la atención y trastorno por estrés postraumático.

La meditación le permite estar en el momento presente, un marco de tiempo asociado con sentimientos de felicidad. Puede incrementar los periodos de atención y combatir la dispersión de la mente y los pensamientos excesivos autorreferenciales. Con la sobreactividad, esos estados mentales no saludables pueden conducir a un estado de infelicidad.

La atención plena le ayuda a concentrarse y a ignorar las distracciones que lo rodean. También le ayuda a perfeccionar su capacidad para darse cuenta de más cosas en su entorno. Esto le da acceso al momento presente con una perspectiva más completa de su experiencia. Controlar esa mente —que se mueve constantemente como un mono— a través de la meditación diaria es una primera línea de defensa simple y fácil para las distracciones sin fin de la vida moderna.

Busque beneficios de largo plazo: cerebro y envejecimiento

La meditación, gratuita para todos, es una fuente de juventud para el envejecimiento mental. El cerebro humano comienza a deteriorarse de manera natural a partir de los veinte años, y la poderosa práctica de la meditación puede contribuir al mantenimiento de un cerebro saludable.

La meditación ha demostrado engrosar el córtex prefrontal. Este centro del cerebro gestiona las funciones cerebrales de orden superior, como una mayor consciencia, la concentración y la toma de decisiones. Los cambios en el cerebro muestran que, con la meditación, las funciones de orden superior pueden fortalecerse, mientras que las actividades cerebrales de orden inferior decrecen. En otras palabras, usted tiene el poder de entrenar su cerebro.

Sara Lazar, neurocientífica de la Facultad de Medicina de Harvard, determinó que la consistencia en la práctica de la meditación es la clave. En su estudio, Sara Lazar descubrió que los meditadores experimentados de entre 40 y 50 años tenían la misma cantidad de materia gris que una persona promedio de entre 20 y 30 años. Este grupo de mayor edad mostraba el mantenimiento de la salud del córtex frontal.

Estructuras cerebrales y neuroplasticidad

La meditación en la atención plena puede crear cambios físicos en el cerebro a través de la neuroplasticidad.

Este concepto cada vez más popular se refiere a la capacidad del cerebro para reorganizarse y cambiar continuamente a lo largo de la vida. El comportamiento y el estilo de vida son elementos que tienen una destacada influencia en el cerebro. Así, su vida hace que su cerebro cree constantemente nuevas conexiones neuronales, lo cual se debe a que las neuronas (células nerviosas) se ajustan activamente para compensar los cambios que se producen en su entorno.

Las células del cerebro pasan por un proceso de reorganización, adaptándose dinámicamente mediante la creación de nuevas vías dentro del cerebro. La manera en la que usted piensa y siente modifica estas estructuras neuronales. Al ejercitar el músculo de la atención meditativa, una y otra vez, usted modifica de manera efectiva la constitución o forma de su cerebro. Y no se requiere de tanto tiempo para lograrlo.

Hay estudios que han demostrado que solo se requieren ocho semanas para cambiar la forma de su cerebro, incluyendo el aumento del volumen de materia gris. La materia gris se encuentra en su sistema nervioso central, y forma parte de la mayoría de los cuerpos celulares neuronales de su cerebro. Este tipo de tejido es particularmente importante en las áreas responsables del control de los músculos, de la percepción sensorial, las emociones, la memoria, la toma de decisiones y el autocontrol.

A través de la neuroplasticidad, usted puede crear y mejorar las conexiones entre las neuronas conforme modifica la densidad de la materia gris. Usted puede cambiar de manera efectiva su cerebro con solo unos minutos al día.

Ver el cerebro a través de la meditación

La materia gris de su cerebro dice mucho acerca de lo que sucede cuando usted se sienta a entrenar su cerebro. Son asombrosos los múltiples beneficios de la meditación para el cerebro resultantes de la práctica diaria. Pero ¿qué sucede, exactamente, para producir estos fascinantes efectos?

Durante los primeros minutos de su sesión de meditación, el córtex prefrontal ventromedial es la primer área que se activa. Esta parte del cerebro filtra las experiencias a través de un lente autorreferencial. A media que usted va adentrándose en un estado meditativo, su cerebro todavía está brincando de un pensamiento a otro, como un mono de un árbol a otro. Los pensamientos que emergen pueden ser resultados exagerados debido a la experiencia vivida.

Cuando usted tiene las riendas de su atención, el córtex prefrontal lateral se activa. Sin importar el método que usted use —un mantra o la respiración— este cambio puede ayudarle a ignorar el “yo” de los momentos previos. Los pensamientos durante esta fase son más racionales y equilibrados, ayudándole a ver una perspectiva más neutral. Ahora usted ya se encuentra en la dulce morada de la meditación.

La práctica durante varias semanas (de 8 a 12) activa el córtex prefrontal dorsomedial. En este estado puede desarrollarse la empatía y fácilmente surge la compasión. Este rango de activación en el cerebro se torna más fuerte cuanto más prolongada sea su práctica. Una práctica dedicada abre una puerta a una vida dinámica y benevolente.

Libere auxiliares químicos a través de la meditación

Su cerebro libera de manera natural neurotransmisores clave (sustancias químicas cerebrales) que ayudan a regular el equilibrio de hormonas vitales. Estos influyen en sistemas de todo el cuerpo y la mente.

Hay estudios que muestran que la práctica de la meditación puede influir directamente en los niveles de estos neurotransmisores cruciales que se producen en el cerebro. La atención plena puede tener un impacto mensurable en estas sustancias químicas del cerebro:

  • Serotonina: aumenta esta sustancia química “que hace sentir bien” para ayudar a regular el estado de ánimo.
  • Cortisol: reduce esta hormona del estrés.
  • DHEA: aumenta los niveles de esta hormona de la longevidad
  • GABA (ácido gama-aminobutírico): mejora el efecto calmante de este importante transmisor inhibidor del sistema nervioso central (SNC)
  • Endorfinas: incrementa la “subida natural” de este neurotransmisor relacionado con la felicidad
  • Hormona del crecimiento: eleva los niveles de esta sustancia química que mantiene la juventud y que va menguando con la edad
  • Melatonina: aumenta los niveles de esta “hormona del sueño” responsable del sueño reparador y ayuda a regulación del estado de ánimo

En dirección a las ondas alfa

Su inquieto cerebro es una fuente constante de actividad eléctrica. Tiene sentido. Las neuronas se comunican entre sí mediante electricidad.

Las ondas cerebrales transmiten información a través de un índice de repetición, oscilaciones tan poderosas que pueden detectarse. Un electroencefalograma (EEF) mide cinco tipos básicos de ondas cerebrales, a diferentes frecuencias, de lentas a rápidas. Estas corresponden a las letras griegas delta, teta, alfa, beta y gama. Como seguramente ya adivinó, la meditación le permite manipular la frecuencia de sus ondas cerebrales.

Conozca los cinco principales tipos de frecuencias cerebrales

  1. Ondas cerebrales gama: Son las ondas cerebrales más rápidas que pueden detectarse mediante un EEG. Esta onda cerebral rápida oscilatoria está asociada con una actividad mental intensificada, incluyendo la percepción, el aprendizaje, la consciencia y la solución de problemas. Está activa cuando su cerebro está procesando información de diferentes regiones de manera simultánea.
  2. Ondas cerebrales beta: Detectadas durante el pensamiento activo, alerta e intenso. Están presentes en momentos de concentración, conversación o cuando usted se enfoca en una tarea.
  3. Ondas cerebrales alfa: Identificables cuando la mente está en un estado calmado, relajado pero alerta. Están presentes durante actividades creativas, se producen justo antes de quedarse dormido y se incrementan durante la meditación.
  4. Ondas cerebrales teta: Se miden durante la meditación profunda, la ensoñación o el sueño REM. También pueden detectarse cuando uno lleva a cabo tareas automáticas repetidas que no involucran el cerebro, como ducharse o lavar los platos.
  5. Ondas cerebrales delta: Estas ondas cerebrales lentas ocurren durante el sueño profundo reparador en el que usted pierde la consciencia de su cuerpo.

Sus ondas cerebrales son solo un aspecto de los complejos procesos que ocurren en la mente y que producen su experiencia, y la meditación puede ayudarle a controlarlos.

Cuando usted medita y dirige su atención a su interior, aumentan las ondas alfa y teta. La producción de ondas alfa le ayuda a aprovechar el inicio del descanso y la relajación. Esta onda se produce cuando usted no se está concentrando con esfuerzo en algo en particular.

Caer en la oscilación alfa a través de la meditación también puede alimentar su creatividad. Un estudio llevado a cabo en 2015 mostró un incremento en la creatividad inducido mediante la producción de más ondas alfa. Propiciar las ondas alfa no es un elixir mágico, pero es un inicio promisorio para tener acceso a una experiencia de vida con más calma y más imaginativa.

Destino consciente

Para los principiantes, el desarrollo de la atención plena requiere dedicación, pero conforme profundicen en su práctica a través de la repetición física y la conexión cuerpo-mente, experimentarán en su cerebro los beneficios de la meditación. Cada vez más investigaciones acerca de la meditación presentan beneficios probados de ésta para el bienestar, una mejor memoria y atención, un incremento en los niveles de serotonina y la lista sigue.

Entrenar su cerebro para calmar las fluctuaciones es más fácil de lo que parece. Si aún no lo ha intentado, la meditación es algo sencillo. No se requiere equipo adicional ni entrenamiento previo. Simplemente siéntese cómodamente, ya sea en una silla o en el piso, y comience a concentrarse en su respiración. Cuando su atención se desvíe, suavemente vuelva a enfocarla en su respiración.

Existen incontables métodos para practicar la creación de un cerebro y un cuerpo saludables a través de la meditación. Intente variar su técnica probando la meditación vipassana, la meditación en la respiración, la meditación trascendental, los cantos, la atención y la meditación en movimiento, por nombrar algunos tipos. Cada una de estas puede ser guiada o en silencio.

Busque el método que funcione mejor para usted. Lo importante es que los pruebe para ver cómo le funcionan. Pare el frenético ritmo de la vida durante algunos minutos cada día para profundizar más en la mecánica de su propia mente. Mediante el entrenamiento regular, le dará resiliencia a su estado mental, disfrutará de un mejor manejo de los niveles elevados de estrés y se tornará más ágil frente a los pensamientos angustiantes, la ansiedad y las distracciones.

La meditación, como el ejercicio, puede transformar su cerebro. Usted, como un individuo con una mayor atención y consciencia, creará una experiencia más integral y consciente con una conexión más significativa. Está a su alcance cambiar su cerebro, comience hoy mismo.

Los neurotransmisores constituyen el lenguaje del cerebro y permiten que las neuronas se comuniquen con otras células del mismo, pero eso no es todo: también los músculos reciben señales de los neurotransmisores. De hecho, estos mensajeros químicos envían información por todo el cuerpo.

Hay muy diferentes tipos de neurotransmisores. Algunos rigen el ritmo cardiaco y la presión arterial. Otros hacen que usted se sienta motivado, estabilizan el estado de ánimo o le ayudan a conciliar el sueño.

Para entender cómo funcionan los neurotransmisores en el organismo, analizaremos los mensajeros químicos más notables. Así conocerá la importancia que tienen para el cerebro y el cuerpo.

Cómo ayudan los neurotransmisores a que el organismo se comunique

La comunicación es clave para la salud, y los neurotransmisores se encargan de que funcione enviando instrucciones de una célula del cerebro a la siguiente y transfiriendo información por todo el cerebro y el organismo.

El proceso arranca donde estos mensajeros químicos se almacenan: en diminutos compartimentos del extremo de las neuronas, llamados vesículas sinápticas. En ellas viven los neurotransmisores hasta que el cerebro necesita enviar un mensaje.

Cuando una neurona da una orden (lo que se conoce como activación de un potencial de acción), los neurotransmisores entran en acción. Estos potenciales de acción llevan temporalmente a las neuronas a un estado energético superior. Más energía significa que las células cerebrales pueden descargar neurotransmisores en el espacio entre ellas y la siguiente neurona. Este espacio entre neuronas se llama sinapsis.

A continuación, las neuronas vecinas recogen los neurotransmisores en la sinapsis después de que detona un potencial de acción. Sigue una reacción en cadena. Cada célula del cerebro libera neurotransmisores que difundirán el mensaje. Una vez ejecutada la orden, los neurotransmisores se descomponen, se alejan flotando o son retomados por las vesículas sinápticas de las que salieron.

Conozcamos los 7 principales neurotransmisores

Si bien se conocen decenas de neurotransmisores, nos enfocaremos en los siete principales, los cuales se clasifican en dos tipos diferentes, según su acción.

Algunos de estos neurotransmisores son excitatorios, es decir, que incitan a otras células cerebrales a enviar órdenes. A otros neurotransmisores se les considera inhibitorios, o sea que detienen los potenciales de acción y ayudan a que el cerebro inhabilite la acción. Ambos son útiles y necesarios para que el organismo funcione de la mejor manera.

Familiarícese con cada uno de estos importantes mensajeros químicos que influyen en la salud y hacen mucho para que el cuerpo y el cerebro funcionen conjuntamente.

  1. Glutamato

Este aminoácido es común en la dieta, y actúa como neurotransmisor excitatorio: estimula a las neuronas para que manden órdenes. El glutamato no nada más está en la dieta, está presente en 90 por ciento de las sinapsis, donde se desempeña como principal neurotransmisor excitatorio del sistema nervioso central.

Solo se necesita una pequeña cantidad de glutamato para estimular las células cerebrales vecinas. Cuando las neuronas funcionan adecuadamente, todo el glutamato liberado por las células es recuperado por moléculas transportadoras del mismo, de modo de garantizar que el nivel de glutamato en la sinapsis se mantenga bajo.

Demasiado glutamato puede complicarle las cosas al cerebro, pues el exceso puede estimular exageradamente a las células. Tan es así, que las neuronas no pueden volver a reducir su nivel energético. Este estado de excitación tóxico hace que las células cerebrales se bloqueen y dejen de funcionar. Qué bueno que esas proteínas transportadoras estén ahí para llevarse el exceso de glutamato y proteger al cerebro limpiando la sinapsis después de cada potencial de acción.

La neuroplasticidad también depende del glutamato porque el cerebro lo utiliza para construir vías entre las neuronas que refuercen la memoria y favorezcan el aprendizaje.

  1. GABA (ácido γ-aminobutírico)

Si el glutamato es el mensajero químico más excitatorio, entonces el GABA es el polo opuesto. El GABA es un importante neurotransmisor inhibitorio: reduce la actividad del sistema nervioso central y bloquea ciertas señales del cerebro.

Sin GABA, el cerebro estaría “prendido” todo el tiempo. El GABA es necesario para producir un efecto calmante que desacelera y reduce el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, además de favorecer la relajación para conciliar el sueño. Los estresores normales responden bien al GABA.

Dedique un tiempo a relajarse paulatinamente antes de irse a la cama. Reduzca la exposición a la luz azul para favorecer la producción de GABA en el cerebro. También la respiración profunda y la meditación de atención plena suelen incrementar el GABA y ayudar, así, a reducir el estrés y a conciliar más rápidamente el sueño.

  1. Dopamina

El neurotransmisor más apasionante tiene que ser la dopamina, precisamente porque desempeña una función importante en el sistema de recompensa del cerebro.

La dopamina inunda la sinapsis entre neuronas cuando sucede algo gratificante; es responsable de ese torrente de alegría cuando se alcanza un objetivo o una tarea resulta exitosa. La dopamina anima al cerebro y produce sensaciones placenteras.

Ciertos fármacos abusan del sistema de recompensa del cerebro porque lo estimulan para que libere una cantidad exagerada de dopamina, lo cual da lugar a una sensación temporal de placer, o “subidón”. Pero bajar de un subidón de dopamina puede ser difícil; tal vez se sienta deprimido, cansado y sin interés por sus actividades favoritas.

Los fármacos no son la única manera de interferir con los niveles normales de dopamina del cerebro. Algunas actividades adictivas como los videojuegos, las apuestas y las compras dan lugar a subidones similares. El aumento repentino de dopamina en el cerebro puede hacer difícil deshacerse de esos hábitos, por eso es muy importante entender el funcionamiento de la dopamina y mantener a raya esos comportamientos.

No obstante, la dopamina tiene muchos aspectos positivos, como favorecer el estado de alerta o ayudar al páncreas a liberar la cantidad adecuada de insulina después de comer. Por otra parte, coordina el cerebro y el cuerpo para producir movimientos voluntarios. También actos como escribir su nombre, teclear y conducir un auto son posibles gracias a la dopamina.

  1. Adrenalina (epinefrina)

Si alguna vez lo han asustado, ya conoce la sensación que produce la adrenalina, también conocida como epinefrina. Este neurotransmisor es responsable de la respuesta de lucha o huida del organismo.

La adrenalina la producen las glándulas suprarrenales situadas por encima de los riñones, pero el mensajero químico actúa en todo el sistema nervioso central para acelerar el ritmo cardiaco y llevar rápidamente oxígeno a los músculos.

¿Por qué necesita adrenalina si tal vez nunca enfrente un verdadero escenario de lucha o huida con un agresor persiguiéndolo? Porque la vida diaria ofrece muchas situaciones en que se necesita una respuesta similar, aunque no tan vital como salvar la vida.

La adrenalina es el mecanismo de defensa del organismo contra el estrés. Si se le ha hecho tarde y tiene miedo de perder el avión, la epinefrina acelera la respiración y el ritmo cardiaco para que pueda atravesar corriendo la línea de seguridad.

Los parques temáticos obtienen utilidades porque se aprovechan de la adrenalina. Ahí se saca partido de la emoción provocada por una descarga de adrenalina. Lo puede poner nervioso en la casa de los sustos o hacer que le suden las manos en la montaña rusa.

La adrenalina también agudiza la toma de decisiones. La siente entrar en acción en un examen escolar. Los neurotransmisores como la adrenalina pueden ayudar a que el cuerpo se dé cuenta de que el cerebro quiere responder ante una situación estresante.

  1. Serotonina

Dele un respiro al cerebro y enfóquese en el intestino. La serotonina es una importante sustancia química cerebral que actúa en gran parte también en el intestino delgado.

En el sistema digestivo, la serotonina favorece la sensación de satisfacción después de haber comido y mantiene a raya al apetito. Cuando algo que comió no le sienta bien al estómago, la serotonina ayuda al organismo a deshacerse de ello.

Los alimentos podridos o echados a perder suelen producir náuseas porque la serotonina entra en acción cuando se ingiere un alimento potencialmente tóxico: hace que el cerebro produzca una sensación de mareo y ayuda al intestino a deshacerse rápidamente de lo que consumió.

En el cerebro, la serotonina funciona de manera algo diferente: influye mucho en el estado de ánimo y da lugar a sensaciones de bienestar y felicidad. La serotonina también ayuda a disfrutar de un sueño reparador y pone en marcha el reloj interno del cuerpo.

Es posible un desequilibrio de serotonina si el cerebro no la produce en suficiente cantidad; se podría experimentar una sensación de desánimo e insomnio, incluso confusión y niebla cerebral.

Por otra parte, un exceso de serotonina circulando por el cerebro puede ser más peligroso. Algunas drogas ilegales hacen que el cerebro descargue de una sola vez en la sinapsis toda su reserva de serotonina. Este pico repentino y el posterior desplome se llama síndrome de la serotonina, y puede dar lugar a paranoia, deteriorar el juicio e impactar negativamente la memoria. Por eso, proteja el suministro de serotonina para mantener su delicado equilibrio.

  1. Oxitocina

Desenmascaremos algunos mitos sobre la oxitocina. Este neurotransmisor es mucho más que la “hormona del amor.” Es más que el tierno mensajero químico que supuestamente es.

La oxitocina es un poderoso neurotransmisor que incide en muchas funciones del organismo. El cerebro fabrica oxitocina en el hipotálamo y lo libera vía la glándula pituitaria para provocar respuestas en todo el cuerpo.

La oxitocina impulsa las contracciones del útero cuando una mujer da a luz a su bebé. Este mismo mensajero químico fomenta el vínculo entre madre e hijo inmediatamente después del nacimiento. La oxitocina también hace posible la lactancia materna y estimula la liberación de leche de las glándulas mamarias.

Pero no se sientan excluidos, señores, la oxitocina también desempeña un papel significativo en su cuerpo porque ayuda a que el cerebro establezca sólidos vínculos de lealtad y confianza, favorables para establecer importantes relaciones con los amigos y la familia.

Agradezcan a este mensajero químico la próxima vez que interactúen con las personas importantes para ustedes. Su organismo necesita oxitocina para su salud física y social, para vivir y amar.

  1. Acetilcolina

Tal vez sea el último de esta lista, pero este neurotransmisor fue el primero que se descubrió en el cuerpo humano. La acetilcolina es única porque influye directamente en los músculos.

La acetilcolina actúa en las uniones neuromusculares, punto donde se encuentran el sistema nervioso y los músculos. Cuando las neuronas liberan acetilcolina, las proteínas receptoras de las fibras musculares la captan. Luego, su presencia desencadena un potencial de acción u orden en las fibras musculares, pero en vez de enviar señales a una célula cerebral, la acetilcolina provoca contracciones musculares.

Cada vez que usted mueve los músculos, entra en acción la acetilcolina. Pueden ser movimientos voluntarios o inconscientes, como los latidos cardiacos o las contracciones de la peristalsis, que mueven los alimentos por el sistema digestivo.

Pero la acetilcolina no solo provoca movimientos musculares, este importante neurotransmisor también impacta en las funciones de aprendizaje y de memoria del cerebro.

Aplique sus conocimientos sobre los neurotransmisores

Ahora que ya sabe cómo funcionan los neurotransmisores, analice cómo ayudarles a ser más eficientes en cuanto a su salud.

Planear dormir suficiente todas las noches es una magnífica forma de darle un respiro al cerebro gracias al GABA.

La serotonina hace feliz a los intestinos porque elimina los alimentos que le caen mal al estómago. Por eso, consuma abundantes proteínas para restablecer los niveles de serotonina en los intestinos.

Usted puede incrementar la producción de oxitocina fomentando la cercanía con sus hijos y dedicando tiempo de calidad a sus seres queridos.

Y puede mantener a raya los niveles de dopamina no perdiendo de vista los comportamientos adictivos que se infiltran sigilosamente en su rutina diaria.

Dedique un minuto a apreciar todo el trabajo que los neurotransmisores llevan a cabo en su organismo. De los latidos cardiacos a la respiración, la digestión y la formación de vínculos, los mensajeros químicos mantienen la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.

El ejercicio y la salud del cerebro están estrechamente relacionados. Esto se debe a que su cerebro, al igual que los músculos de sus brazos y piernas, se fortalece más cuando hace ejercicio regularmente. Y aunque no hay una máquina en el gimnasio para ejercitar su cerebro, aún así recibe los beneficios de la actividad física.

El aumento de su ritmo cardíaco también beneficia su cerebro, ya que la actividad física es buena para mantener su peso y excelente para su memoria. Los beneficios que recibe el cerebro provienen del aumento en el flujo sanguíneo y del oxígeno que produce el ejercicio regular.

Con la gran cantidad de sangre y nutrientes disponibles, su cerebro se alimenta para lograr un rendimiento óptimo. La actividad diaria también permite que se desarrollen nuevas células cerebrales al tiempo que refuerza sus vías neuronales. Su memoria mejora a través del ejercicio, y la actividad física ayuda a mantener su salud cognitiva a medida que envejece.

¿Está listo para aumentar la intensidad de su ejercicio diario y maximizar su poder cerebral? Conozca todas las formas en que la actividad física apoya la salud de su cerebro.

La ciencia del ejercicio y el cerebro

Las investigaciones actuales establecen la conexión entre el ejercicio regular y un mejor funcionamiento cerebral. Un mínimo de 30 a 45 minutos de actividad diaria es suficiente para desencadenar un sinnúmero de beneficios que preservan la memoria. Conozca las cinco maneras en las que el ejercicio puede apoyar sus habilidades cognitivas.

1. El ejercicio aumenta el tamaño del hipocampo

El área del cerebro responsable del aprendizaje y la memoria verbal se llama hipocampo. Cuando usted hace ejercicio, su hipocampo aumenta en volumen (literalmente crece), y las neuronas presentes en este se vuelven más densas, reforzando la conectividad de la región a través de su actividad física.

El hipocampo es la primera región del cerebro que se afecta con la edad. El ejercicio regular ayuda a que el hipocampo mantenga su buen funcionamiento y lo protege del deterioro normal relacionado con el envejecimiento.

El ejercicio también aumenta la actividad en este centro de memoria y aprendizaje. Solo 10 minutos de ejercicio, de intensidad leve a moderada, son suficientes para fortalecer la conexión entre las neuronas y la sección del cerebro centrada en la memoria.

Esta conectividad mejorada en el hipocampo puede conducir a un mejor rendimiento en las pruebas de memoria y habilidades cognitivas. Las sesiones de ejercicio cortas—las cuales pueden de todas maneras encajar mejor en su vida ocupada—pueden hasta aumentar su capacidad para recordar. Esto podría incluir el recordar dónde estacionó su automóvil o qué citas tiene durante el día. La próxima vez que vaya al gimnasio, piense en su hipocampo y en lo que está haciendo para beneficiarlo.

2. Hacer ejercicio reduce las hormonas del estrés que inhiben la actividad cerebral

Muchas personas salen a caminar o correr para reducir el estrés. Si usted se siente estresado, su cerebro lo está también. El ejercicio es una poderosa herramienta para relajar su mente.

La actividad física reduce las hormonas del estrés (específicamente las hormonas cortisol y norepinefrina) que se acumulan en el cerebro cuando algo le preocupa y le causa ansiedad. El exceso de hormonas del estrés puede quitarle energía y contribuir a la niebla cerebral. Esto puede incluso disminuir sus capacidades cognitivas y disminuir el poder cerebral.

Acabe con la neblina mental causada por el estrés dándole importancia al ejercicio regular. Las endorfinas liberadas en su cerebro después del ejercicio eliminan las hormonas del estrés y mejoran su estado de ánimo. El ejercicio y las endorfinas también estimulan el crecimiento en el hipocampo, como leyó anteriormente.

Su cerebro y su cuerpo necesitan del ejercicio para relajarse. Piense con claridad y mejore su estado de ánimo dándole prioridad el ejercicio regular.

3. El sueño mejora con el ejercicio

Otra forma en que el ejercicio beneficia su mente es ayudándole a dormir bien por la noche. El esfuerzo que su cuerpo realiza a través del ejercicio diario hace que se le facilite conciliar el sueño, sobretodo el tipo de sueño que le ayuda a sentirse descansado y recargado la mañana siguiente.

El sueño reparador también mejora la claridad mental y la función ejecutiva. Usted necesita dormir bien para concentrarse, tomar decisiones y procesar sus emociones. Aunque su cerebro se mantiene activo cuando duerme, el buen sueño proporciona ese tiempo libre tan necesario para que su cerebro descanse y se prepare para el día siguiente. Su cerebro está en su plena capacidad después de una buena noche de sueño. Las capacidades cognitivas se agudizan y la memoria se refuerza. Comience a hacer ejercicio por el bien de su sueño y de la fuerza de su cerebro.

4. El ejercicio aeróbico desencadena la liberación de factores de crecimiento

Su memoria depende de las vías neuronales y de las conexiones que hay al interior de su cerebro. Las proteínas llamadas factores de crecimiento son necesarias para que su mente cree nuevas conexiones y refuerce las antiguas. Afortunadamente, el ejercicio regular es una manera fácil de aumentar la cantidad de estos factores disponibles en su cerebro.

La actividad física desencadena la liberación de una proteína llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés). Esta proteína ayuda a su cerebro a generar nuevas células y preservar las que envejecen, además de ser responsable de desarrollar nuevos vasos sanguíneos al interior del cerebro y alrededor de este, permitiendo una mayor circulación sanguínea y de nutrientes en el área.

Si desea ayudar a su cerebro a crecer y recibir la sangre y los nutrientes que necesita, manténgase activo. Los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro aumentan cada vez que hace ejercicio, incluso si solo ejercita durante unos minutos. Esto significa que darle apoyo a su cerebro solo toma unos minutos de actividad.

5. La actividad regular retrasa el envejecimiento del cerebr

Envejecer no significa que su cerebro tenga que disminuir su actividad. Usted puede cambiar su estilo de vida ahora para preservar su memoria y mantener su agudeza mental. El desarrollar el hábito de hacer ejercicio regularmente y de por vida, puede ayudarlo a mantener un cerebro saludable en el futuro.

Un estudio de la relación que existe entre la memoria y el ejercicio ilustra bien este punto. Los estudios muestran que los adultos mayores que hicieron ejercicio regularmente en su juventud superaron a sus compañeros en las pruebas de memoria y capacidades cognitivas. Sus resultados coincidieron más estrechamente con otros examinados hasta 10 años más jóvenes.

Ya que usted está solo tan viejo como se siente, rejuvenezca su cuerpo y su mente dándole prioridad al ejercicio regular a lo largo de su vida.

Elija el ejercicio aeróbico o anaeróbico para disfrutar de un cerebro saludable

Su cerebro no le exige cierto tipo de ejercicio para mantenerse bien. Todo lo que necesita hacer es aumentar la circulación sanguínea para comenzar a sentir los beneficios. Como leyó anteriormente, el ejercicio es de beneficio para el cerebro debido a que aumenta el flujo sanguíneo en esa región.

Las actividades con una alta demanda de energía como el tenis, el ciclismo, la natación y el fútbol elevan la frecuencia cardíaca por encima de su base normal de reposo. Estas actividades están bajo la categoría de ejercicio aeróbico y son excelentes para iniciar el movimiento rápido de la sangre a través de su cuerpo. El ejercicio aeróbico y la salud cerebral van de la mano. Los movimientos de ritmo rápido aumentan el flujo sanguíneo en su cabeza y cuello, suministrándole a su cerebro altas cantidades de oxígeno y nutrientes.

Pero no siempre tiene que hacer ejercicio aeróbico. El ejercicio anaeróbico produce resultados similares que estimulan el cerebro. Los movimientos de resistencia y el levantar de pesas también son excelentes maneras de ejercitar su cerebro.

Ni siquiera tiene que esforzarse mucho para beneficiar a su cerebro. Las actividades como el yoga, el tai chi y otros deportes de bajo impacto perfeccionan su capacidad de concentración y enfoque al tiempo que disminuyen los niveles de estrés.

El realizar actividades variadas es ideal para su cuerpo y su cerebro. Su objetivo debe ser el desarrollar entrenamientos multifacéticos que incluyan entrenamiento de fuerza, equilibrio, bajo impacto y movimientos aeróbicos.

Vea esta relación en acción usted mismo. Proteja la salud de su cerebro y de su cuerpo dándole importancia a la actividad física regular. Haga ejercicio diariamente y observe cómo responde su cerebro.

No se necesita ser neurocientífico para entender los principios básicos del funcionamiento del cerebro. Ciertamente, el centro de control de su cuerpo es complejo, es mucho lo que sucede dentro del cráneo, pero hay un puñado de conceptos que pueden ayudarle a entender los fundamentos del poder del cerebro. 

Comience a ejercitar los músculos de su cerebro y aprenda estos cuatro conceptos básicos de la ciencia del cerebro. 

Mecánica del poder del cerebro 

Su cerebro posee casi 100 mil millones ((100,000,000,000) de neuronas. Cada neurona se enlaza con otras neuronas para crear redes que, en total, generan billones de conexiones. Esta red masiva y compleja hace de su cerebro la potente computadora central que es, y es así como se hace posible que el cerebro gestione todo lo que se le encomienda: pensar, reaccionar, recordar y controlar cada aspecto de su vida. 

Pero ¿cómo funciona? La complejidad hace que sea difícil entenderlo, pero el conocimiento de los elementos involucrados y una sencilla metáfora puede ayudar a desvelar los misterios de la mecánica del cerebro. Las neuronas de su cerebro se ven como el tocón de un árbol, con un cuerpo principal (llamado soma) y raíces que se extienden en todas direcciones. Y así como las raíces de los árboles son para absorber y se ramifican hacia abajo en la tierra para obtener nutrientes y agua, las raíces que emanan del cuerpo de una neurona necesitan juntarse y comunicarse. Esa es la razón por la que las neuronas tienen dos tipos de extensiones: dentritas y un axón. Las dendritas recaban información y absorben las señales de otras neuronas, mientras que el axón transmite mensajes usando sustancias químicas especializadas llamadas neurotransmisores.

Las sinapsis son las interfaces en donde se transfieren los mensajes. Estas conexiones entre las terminales del axón de una neurona y las dendritas de otra hacen posible la comunicación en el cerebro. 

Cada una de sus neuronas es como una pequeña red de noticias televisivas. Los reporteros y productores son las dendritas que van a las fuentes, recogen los hechos y preparan las noticias. El presentador que da las noticias es el axón, que transmite los mensajes desde la red de noticias (o, según este ejemplo, la neurona). 

Juntos, esta comunidad conectada de elementos que comparten información mantiene su cerebro al día y en comunicación fluida. 

Explore su capacidad para adaptarse a través de la neuroplasticidad

Su cerebro asimila muchísima información minuto a minuto, día tras día. Su entorno, sus emociones y otras circunstancias también cambian de manera constante. Con toda esa información y el cambio perpetuo, su cerebro se ve en la necesidad de adaptarse. 

La neuroplasticidad describe la increíble flexibilidad de su cerebro, lo cual es mucho más que la capacidad de cambiar de opinión respecto a un tópico. La neuroplasticidad son las adaptaciones físicas que hace su cerebro mediante el recableado de las redes y conexiones neuronales. Mediante la neuroplasticidad, su poderoso cerebro puede cambiar el área en donde se desempeñan ciertas tareas si surgiera esa necesidad. (Tenga cuidado de no confundir neuroplasticidad con neurogénesis, que es el proceso de crear nuevas neuronas.)

Muchas circunstancias han demostrado propiciar la reorganización cerebral que se hace a través de la neuroplasticidad. Las lesiones físicas, los traumas emocionales y el estrés emocional pueden, todos ellos, dar inicio al cambio. Situaciones más positivas, como el aprendizaje y el mejoramiento de su entorno, pueden también estimular la neuroplasticidad. 

Usted sabe que su cerebro se va a adaptar. Lo que puede hacer es ayudar a guiar ese recableado a través de hábitos positivos. 

Las funciones ejecutivas lo ayudan a crecer mentalmente

La capacidad que usted tiene para salir adelante con su vida diaria tiene mucho que ver con un conjunto de habilidades cognitivas llamadas funciones ejecutivas. Y usted aprendió y se ganó estas habilidades, porque uno no nace con funciones ejecutivas totalmente desarrolladas. 

Ellas incluyen: 

  • Cambiar la atención
  • Controlar sus impulsos
  • Regular su comportamiento
  • Considerar las consecuencias antes de actuar
  • Mantener el enfoque

Las funciones ejecutivas también le ayudan a barajar abstracciones hasta que finalmente crea conclusiones concretas y abarcan su memoria funcional, su flexibilidad mental y aspectos de sus capacidades para solucionar problemas. 

Incluso si este concepto es nuevo para usted, no lo es para su cerebro. Usted ha hecho uso de sus funciones ejecutivas para abrirse paso en la escuela. Estas funciones le han ayudado a alcanzar metas relacionadas con su salud física. Las funciones ejecutivas incluso lo han ayudado a gestionar sus emociones durante momentos difíciles o confusos. Y ahora ya sabe cómo llamarlas. 

Memoria funcional vs. memoria de corto plazo

Definir la memoria parece sencillo. Es lo que uno puede recordar, ¿cierto? La capacidad de almacenamiento de su cerebro. Lo que puede recordar cuando lo necesita. 

La memoria es un poco más que eso. Comienza con la definición y diferenciación de los principales tipos de memoria.

La memoria de largo plazo se explica por sí misma y se puede diferenciar fácilmente de la memoria de corto plazo y la memoria funcional. Si se almacena por más de un minuto, muy probablemente caiga en la categoría de memoria de largo plazo. Sin embargo, la comparación entre memoria funcional y memoria de largo plazo es un poco más enredado.

La memoria de corto plazo es la capacidad de recordar pequeñas cantidades de información durante menos de un minuto. Su capacidad para mantener un número en su mente lo suficiente como parar anotarlo es un ejemplo de memoria de corto plazo. Pero usted olvida mucho de lo que se almacena en la memoria de corto plazo. 

La memoria funcional tiene un espacio limitado, pero es un conducto para mover la información desde los sentidos hasta la memoria de corto y largo plazo, y también lleva al centro de su atención unidades de información almacenadas por más tiempo y las mezcla con estímulos actuales para ayudarle a cumplir las tareas que lo ocupan. 

Cocinar sus platillos favoritos es un buen ejemplo de lo que es la memoria funcional. Usted obtiene los ingredientes, la proporciones y los tiempos para cada paso desde su memoria de largo plazo. Su memoria funcional le ayuda a completar el platillo mezclando imágenes, sonidos y olores con la información guardada de la receta. Eso ayuda a que su platillo quede bien preparado, sin ingredientes extra o sin ingredientes que no sean los adecuados, y preparado correctamente. 

Y entonces ¿cuál es la principal diferencia entre memoria funcional y memoria de corto plazo? La memoria funcional le permite manipular recuerdos y estímulos. La memoria de corto plazo es solo un almacenamiento temporal. 

¿Que sigue en su viaje por las neurociencias?

Esta es solo la punta del iceberg de las ciencias del cerebro. Pero ahora que usted sabe más acerca de estos tópicos, puede ampliar sus conocimientos con algunos datos interesantes acerca de su cerebro. O tal vez es momento de que entre en acción. Comience a alimentar su cerebro con los alimentos adecuados y establezca una base de referencia como ayuda para el seguimiento del avance de sus habilidades cognitivas.

No importa a dónde nos lleve este túnel, usted ahora entiende cómo se adaptará su cerebro, la forma en que sus neuronas facilitarán la comunicación de nueva información y cómo se almacenarán en su cerebro los hechos.

Probablemente usted está felizmente (o dolorosamente) al tanto de su condición física actual. Pero ¿puede medir la agudeza de su mente? En un mundo en el que el ejercicio es el rey, es importante que también ponga en forma su cerebro, y esto comienza por poner a prueba sus habilidades cognitivas, de manera que pueda conocer la base de referencia de su poder mental. Sin embargo, es más complicado de lo que usted podría creer.

En lugar de contar lagartijas o de medir a qué velocidad corre, usted necesita diferentes medios para evaluar su memoria y sus capacidades cognitivas. Afortunadamente, existen parámetros que puede medir para ver en qué punto se encuentra, y también existen muchos recursos para recopilar información acerca de su cerebro.

Dé el primer paso y familiarícese con las habilidades mentales que puede medir y con las pruebas que puede hacer para conocer en qué nivel está su poder mental.

Evalúe su memoria de corto plazo

Su memoria de corto plazo es una capacidad cognitiva fácil de medir, y además se puede medir rápidamente. La memoria de corto plazo tiene una duración de unos 30 segundos —a lo más, un minuto— y solo almacena entre cinco y nueve unidades de información. Usted usa este tipo memoria para recordar un número de teléfono antes de llamar, o el código de confirmación de un boleto de avión. 

Existen docenas de pruebas en línea y aplicaciones para teléfonos móviles dedicadas a mejorar su memoria de corto plazo. Sin embargo, en primer lugar, es importante ver cuál es su punto de partida, de manera que pueda monitorear su progreso.

Para hacer una valoración del estado actual de su memoria de corto plazo, puede completar tareas que impliquen recordar una serie de números o letras de una lista maestra.

A continuación presentamos dos pruebas que puede hacer ahora mismo para saber en qué punto se encuentra:

https://faculty.washington.edu/chudler/stm0.html

https://faculty.washington.edu/chudler/puzmatch.html

Ponga a prueba su memoria funcional

El conocimiento almacenado en la memoria de largo plazo y la información proveniente de su entorno se combinan para crear su memoria funcional. Actividades como leer, cocinar y conducir, así como el cálculo mental, requieren de su memoria funcional. Para la realización de estas tareas necesitamos echar mano de las reglas y las capacidades almacenadas en la memoria de largo plazo y aplicarlas para solucionar nuevos problemas.

La atención y la concentración también son posibles gracias a la memoria funcional. Su cerebro utiliza la memoria funcional para ayudarle a concentrarse en el trabajo e ignorar las distracciones.

Probar la memoria funcional puede ser divertido. Actividades como el sudoku y juegos consistentes en buscar y encontrar ponen su cerebro a trabajar en la filtración de fuentes opuestas de información. Estas actividades lo retan a concentrar su atención para completar una tarea.

Otra buena forma de evaluar la memoria funcional y la atención es la prueba de Stroop. Usted utiliza este tipo de memoria para identificar palabras y colores con reglas variables.

Intente hacer estas pruebas de memoria funcional usted mismo:

https://learn.genetics.utah.edu/content/memory/distraction/

https://learn.genetics.utah.edu/content/memory/types/Stroop-test.pdf

Vea cómo se va acumulando su memoria sensorial

Un componente final de la memoria que usted puede poner a prueba está relacionado con sus sentidos. Su cerebro está recibiendo en todo momento información sensorial. La información olfativa, sonora, gustativa, táctil y visual entra al cerebro y se almacena en su memoria sensorial por un periodo muy breve.

Cuando usted somete a prueba ese tipo de memoria, lo hace usando un sentido a la vez. Una forma común de evaluación es la llamada prueba de ceguera al cambio. Se aplica a su sentido de la vista y requiere que su cerebro distinga las diferencias entre dos imágenes muy similares.

Intente esta prueba de memoria sensorial con estas muestras de ceguera al cambio:

Ponga a prueba sus habilidades cognitivas

La cognición podría ser la más subjetiva de las métricas del cerebro. Por definición, la cognición es la suma de todos los procesos que ocurren dentro de su cerebro. El lenguaje, el pensamiento, el juicio y la memoria son, todos, parte de la cognición.

Sus capacidades cognitivas son tan únicas como lo es usted. De manera que, en un esfuerzo por crear un estándar que se pueda medir, existen pruebas disponibles para sintetizar su fortaleza cognitiva. Algunas están creadas para grupos específicos de personas (niños pequeños, por ejemplo), pero unas cuantas pueden ser aplicadas a cualquier persona que desee medir sus capacidades cognitivas en general.

  • Las pruebas de razonamiento inductivo retan a su cerebro a identificar patrones y a descubrir el significado que hay detrás de grandes cantidades de información. Los juegos en los que usted debe adivinar la siguiente secuencia de números, letras o formas son un ejemplo de este tipo de pruebas. El juego infantil que consiste en identificar qué cosa dentro de un conjunto no es como las del resto del conjunto también mide capacidades de razonamiento inductivo.
  • Otra forma de evaluar la cognición es una prueba de juicio situacional. Con frecuencia se aplica a través de un cuestionario en el que se pide juzgar la mejor respuesta, o la más adecuada, con respecto a una situación determinada. En las contrataciones y entrevistas de trabajo con frecuencia se aplican pruebas de juicio situacional para hacer la filtración de los candidatos.
  • Las pruebas de inteligencia son una forma común de evaluar las habilidades cognitivas. Son pruebas engañosas, porque son muchos los factores que influyen en la inteligencia de una persona, incluyendo la educación, la nutrición, el entorno, etc. Sin embargo, la prueba de Analogías de Miller (MAT, por sus siglas en inglés) es una versión confiable. La prueba de Analogías de Miller utiliza analogías para evaluar el razonamiento lógico y analítico.

Eche un vistazo a estos recursos en línea para poner a prueba sus habilidades cognitivas:

https://www.shldirect.com/en/assessment-advice/example-questions/inductive-reasoning

https://www.shldirect.com/en/assessment-advice/example-questions/situational-judgement

https://magoosh.com/mat/miller-analogies-test-mat-sample-questions/

Cómo medir la neuroplasticidad

Tal vez se esté preguntando cómo es que su cerebro puede seguirle el paso a toda la información que usted aprende y absorbe. Es la neuroplasticidad lo que hace posible que su cerebro crezca y cambie con el paso del tiempo. Y si bien literalmente no crece en cuanto a tamaño, su cerebro definitivamente puede crecer en cuanto a fuerza.

Las vastas redes de neuronas de su cerebro cambian y crecen a medida que usted aprende y adquiere nuevas experiencias. La capacidad de su cerebro para adaptarse y crear nuevas vías neuronales hace posible que usted pueda aprender otro idioma o emprender un nuevo pasatiempo.

Aprender una nueva habilidad es la mejor manera de probar la neuroplasticidad. Usted puede ver en acción la neuroplasticidad de su cerebro a través del poder una máquina de imagen por resonancia magnética funcional (fMRI) que hace visibles las redes neuronales.

Estas máquinas rastrean el flujo de sangre en todas las regiones de su cerebro. Cuando se hace una comparación de imágenes del cerebro tomadas en diferentes momentos con esta tecnología es posible ver el desarrollo de nuevas vías cerebrales. Este tipo de pruebas es increíblemente interesante, pero es costoso.

Unas palabras para los sabios acerca de las pruebas de CI

Es probable que usted ya haya oído hablar acerca de las pruebas de CI, o tal vez incluso ya haya hecho una. CI significa coeficiente intelectual. Así que hace sentido que esta prueba tenga por objeto cuantificar las capacidades intelectuales y compararlas con una población en general.

La trampa es que es realmente difícil asignarle un número a la inteligencia de alguien. Son muchos los factores que determinan qué tan “inteligente” es usted. Las pruebas de CI miden conceptos, más que la inteligencia real. No abarcan rasgos más abstractos e individuales que constituyen las capacidades de razonamiento de una persona ni su personalidad.

Pueden ser interesantes, pero no les dé demasiada importancia. Tienen un objetivo, pero no son las mejores. En lugar de eso, trate de echar mano de múltiples pruebas de cognición y tareas cerebrales para ver en qué punto está usted.

Tome el control de su poder cerebral

Usted tiene un gran poder cerebral. Aplíquelo para medir sus capacidades cognitivas y aproveche lo que ha leído en esta reseña acerca de las pruebas de memoria y tareas mentales para establecer en qué punto se encuentran sus capacidades cognitivas. Después, ponga a prueba esas capacidades o comience a buscar la manera de fortalecer diferentes aspectos de su poder cerebral.

El cerebro es un misterio, pero puede resolverse. Tal vez desentrañar el enigma de cómo funciona el centro de mando del organismo —percepción, formación de los pensamientos, creación de recuerdos y más— le parezca intimidante y un quebradero de cabeza.

Pero su cerebro está a la altura de esa tarea. Segundo tras segundo absorbe gran cantidad de información y luego vincula los distintos componentes de un pensamiento, una decisión, un recuerdo o una imagen de su mundo. El cerebro es lo último en cuanto a procesamiento de unidades que toma hechos —provenientes de los sentidos, mensajes químicos u otros estímulos— y luego genera conclusiones.

Entonces, si usted va a desmitificar el cerebro, tal vez lo mejor sea empezar por exponer los hechos para que luego el increíble cerebro haga el resto y resuelva el enigma.

A continuación, 41 hechos sobre anatomía cerebral, percepción, pensamientos, memoria y hábitos saludables para el cerebro:

Todo sobre la anatomía y la estructura del cerebro

  1. Si usted es adulto, su cerebro consta de aproximadamente 1.4 kilos (3 libras) de poder de procesamiento humano de consistencia gelatinosa, firme, además de ser sorprendentemente grasoso: más o menos 60 por ciento del cerebro es grasa.
  2. Todo lo que usted piensa, decide y procesa gasta cerca de 20 por ciento del total de la energía, oxígeno y sangre de su organismo. Tanto poder y tantos recursos a costa de dos por ciento de su peso total. Y proporcionar toda esa sangre, oxígeno y nutrientes requiere que dentro del cráneo haya casi 160,000 kilómetros (100,000 millas) de vasos sanguíneos.
  3. En el primer año de vida, el cerebro creció mucho, su tamaño se triplicó, pero la vida lo reduce. Una vez llegada la madurez, con el paso del tiempo el tamaño del cerebro se reduce.
  4. No importa qué tan grande sea el cerebro. Se ha descubierto que sus dimensiones físicas no se correlacionan significativamente con una inteligencia superior. En general, lo único que han encontrado los investigadores es que el tamaño del cerebro responde por cerca de 10 por ciento de las variaciones de la inteligencia.
  5. Usted sí tiene un cerebro izquierdo y uno derecho, y eso porque está dividido en dos hemisferios casi simétricos —pero no idénticos— conectados por el cuerpo calloso (un haz de nervios).
  6. En cierta forma, en el cerebro hay un entrecruzamiento. El lado izquierdo controla los músculos del lado derecho del cuerpo. El lado derecho del cerebro es responsable de manejar los hilos de los músculos del lado izquierdo. Parece confuso, pero el cerebro sabe cómo.
  7. El cerebro completo participa en la creatividad y otras tareas mentales, de tal forma que, en realidad, las personas con habilidades artísticas no dependen más del cerebro derecho, tampoco las personas analíticas tienden más al cerebro izquierdo. En los hemisferios se han encontrado ligeras diferencias cognitivas, pero no es exacto decir que uno es “diestro” en lo que al cerebro se refiere, a menos que le hayan quitado la porción izquierda.
  8. El cerebro consta de tres partes principales: cerebro, cerebelo y tallo cerebral.
  9. El cerebro es la porción más grande: representa 85 por ciento de su peso. Necesita ese tamaño para manejar muchas tareas de supervivencia (movimiento, sentidos, temperatura y juicio). También se ocupa de operaciones de orden superior, como resolución de problemas, razonamiento, emociones y aprendizaje.
  10. Agradezca (o culpe) al cerebelo de su postura y equilibrio. Por otra parte, el tallo cerebral controla muchos de los procesos que usted lleva a cabo sin pensar, pero que lo mantienen vivo, como la respiración y los latidos del corazón. El tallo cerebral también traslada información de los órganos sensoriales, ayuda con la deglución y la tos.

  1. También los científicos dividen el cerebro en cuatro lóbulos: frontal, parietal, occipital y temporal, cada uno de los cuales controla tareas específicas. El lóbulo frontal aborda tareas del pensamiento, así como la memoria motriz y la de corto plazo. La información sensorial sobre el tacto y el gusto se procesa en el lóbulo parietal, en tanto que en el occipital se procesa y almacena todo lo relacionado con lo que entra por los ojos. El lóbulo temporal trabaja con lo almacenado en la memoria, el olfato, el gusto y el sonido.
  2. ¿No le duele la cabeza con tanta información? En ese caso, puede apostar a que, en realidad, no es el cerebro, que interpreta las señales del organismo, pero que, en sí, no siente dolor. De hecho, la congelación cerebral puede rastrearse hasta los vasos sanguíneos de la garganta que se contraen por el frío, no al cerebro en sí.

Cómo funciona y se comunica el cerebro

  1. Usted usa más de 10 por ciento del cerebro. De hecho, todo el cerebro está trabajando la mayor parte del tiempo. No le queda de otra, es la única forma de que algo tan complejo como el organismo funcione adecuadamente para mantenerlo a usted seguro.
  2. El cerebro humano es mucho mejor que la mejor computadora jamás creada; puede manejar mucha información por segundo y procesarla más rápido que una computadora, y eso significa MUCHA información, hasta 10 a la 16a potencia por segundo.
  3. Todo ese procesamiento significa que la información viaja rápido por el cerebro, y si bien la velocidad de la información varía, se estima que le da la vuelta al cerebro a unos 402 kilómetros por hora (cerca de 250 millas por hora).
  4. ¿Qué hace posible tal velocidad y todo ese procesamiento? Las neuronas. Hay más o menos cien mil millones —un uno seguido de 11 ceros— de esas células nerviosas en el cerebro. Se pueden comunicar con otras neuronas a través de señales químicas o eléctricas.
  5. Las neuronas son células, pero tienen propiedades únicas que las distinguen de todas las demás, y esas diferencias físicas les ayudan a hacer su trabajo. Las neuronas tienen ramificaciones especiales en uno de los extremos, llamadas dendritas, y axones en el otro. Las dendritas reciben información, en tanto que los axones del otro extremo la envían a la siguiente neurona.
  6. Las sinapsis son los espacios entre neuronas donde están tan cerca una de otra que casi se tocan, para pasar la información. Cuando usted tiene una idea o recuerda algo, se crean nuevas conexiones sinápticas.
  7. Los mensajeros químicos del cerebro se llaman neurotransmisores, lo cual tiene sentido, pues el organismo fabrica esas sustancias químicas para literalmente transmitir mensajes entre neuronas. Tal vez usted ya haya oído de algunos neurotransmisores, como adrenalina, dopamina y serotonina.

  1. Su cerebro no es como el de nadie más. Sus experiencias —incluido lo que le pasa a usted y lo que aprende— cablean su cerebro de forma única, y ese cableado sigue desarrollándose conforme aprende y experimenta más.
  2. La mecánica del funcionamiento del cerebro es increíble, y le permite desempeñar muchas tareas de orden superior (procesos no relacionados con la supervivencia), pero la multitarea sigue siendo imposible. Cuando alguien dice que hace múltiples tareas al mismo tiempo, está alternando entre tareas de orden superior. Tal vez cambie rápidamente entre una y otra, pero las tareas no se llevan a cabo simultáneamente.
  3. El cerebro se aburre fácilmente. Se ha descubierto en investigaciones que cada 10 minutos se necesita algo que lo provoque emocionalmente para oprimir el botón de reinicio de la atención. Si ese lapso de 10 minutos le parece prolongado, es porque el lapso de atención humana (cuánto tiempo se puede prestar atención a algo en particular) sigue reduciéndose: ha llegado a un promedio de ocho segundos, cuatro segundos menos en solo 15 años.
  4. Aunque el cerebro se aburra, nunca deja de enfocarse en la supervivencia. Es el centro de mando del organismo, de modo que la supervivencia es siempre la prioridad principal. Esto significa que el cerebro está constantemente tomando decisiones sobre seguridad y resolviendo problemas para mantenerlo a salvo. En la naturaleza, esas decisiones entre luchar o huir realmente pueden salvar la vida. Pero en la vida moderna, el constante bombardeo de situaciones no peligrosas, pero estresantes, engañan al cerebro, que entra en modo de supervivencia, de tal forma que se generan niveles de estrés nada saludables.
  5. No todo el cerebro duerme, cuando menos no totalmente. Y los sueños son prueba de ello. Ni siquiera los científicos saben todo sobre los sueños, si bien se supone que son una función de la imaginación, la psicología y la neurología combinadas.

Cómo se configuran la percepción y el pensamiento en el cerebro

  1. En un sueño, tal vez usted perciba un ambiente o una aventura fantástica. Es tarea del cerebro definir la percepción. Para representar una imagen completa de su mundo, utiliza datos sensoriales. Sin embargo, la percepción no es nada más recopilar datos de los sentidos, es algo más complejo.
  2. Esa complejidad cerebro sensorial puede crear condiciones como la sinestesia, que es cuando los sentidos convergen para superponer una percepción a uno de los sentidos. Un ejemplo común es cuando las personas ven colores cuando oyen música.
  3. La razón por la que la percepción puede variar, se relaciona mucho con la interacción entre el cerebro y la información sensorial. Pongamos como ejemplo el oído. El oído recoge ondas sonoras, pero la experiencia propia de oír y escuchar se forma en el cerebro. Es por eso que dos personas pueden recibir las ondas sonoras en el oído, pero creen oír algo diferente. Como en la sensación viral de Laurel vs. Yanny en 2018, si hay ambigüedad, el cerebro recurre a la experiencia para concretar la expresión y ofrecer una percepción del sonido. Y puede ser diferente para cada quién.
  4. Los estudiosos del cerebro pueden verlo a usted pensar, pues físicamente, los pensamientos se muestran en una imagen de las muchas neuronas que entran en acción, aunque todavía se desconoce mucho sobre cómo se forman los pensamientos y qué procesos influyen. En un nivel básico, el cerebro conecta diferentes datos para constituir una nueva mezcla llamada “pensamiento”.

Cómo se forman los recuerdos

  1. Sin duda a usted le impresiona la capacidad del cerebro para percibir el mundo y generar pensamientos, pero la memoria es igual de sorprendente. Se estima que el cerebro puede almacenar 2,500,000 gigabytes de información.
  2. Usted tiene dos tipos básicos de memoria, la de corto plazo, y seguro ya adivinó, la de largo plazo.
  3. Hay una razón por la que a la memoria de corto plazo se le llama también memoria de trabajo. En gran medida, su funcionamiento permite recordar datos el tiempo suficiente para utilizarlos. Por eso usted puede recordar un número de teléfono y marcarlo, pero tal vez lo olvide inmediatamente después de terminar la llamada.
  4. Sacar a la luz los recuerdos no es exactamente como sacar un documento de una carpeta. El cerebro tiene que recrear y reimaginar ese recuerdo, y no es una copia perfecta del original.
  5. La capacidad para buscar información en el mundo es increíble para todos, excepto para la memoria. El cerebro no es de por sí perezoso, pero está muy ocupado y da prioridad a las tareas que es indispensable llevar a cabo. Entonces, si sabe que usted puede volver a buscar algo otra vez, probablemente no almacene ese poquito de información.
  6. Las imágenes son poderosas herramientas de memoria. Se ha demostrado en estudios que las personas retienen 65 por ciento más información cuando hay imágenes involucradas.
  7. La ciencia tiene un nombre para la sabiduría, constituida por todas las situaciones y datos que usted ha experimentado y almacenado. Los científicos la llaman plantilla cognitiva.
  8. ¿Quiere ayudarse a recordar información? Pruebe estos tips. La repetición ayuda. Repetir la información realmente funciona, igual que agregar más contexto. Esto significa poner algo más de información sobre la persona a su nombre para recordarlo mejor. Estas asociaciones fortalecen la memoria. También puede intentar depositar la información en el cerebro más lentamente. Inundar al cerebro de información tampoco ayuda mucho.

Datos sobre hábitos para el mantenimiento de ese cerebro increíblemente genial

  1. El agua es muy importante para la salud del cerebro y el poder de procesamiento. Y eso porque el cerebro es cerca de 75 por ciento H2O. Entonces, manténgase hidratado para que su cerebro siga avanzando a todo vapor.
  2. Dormir es importante para estar de lo mejor. Ya antes le ha faltado sueño. ¿Le fue de maravilla después de haber cerrado el ojo apenas cuatro horas? Difícil. Mientras dormimos, el cerebro descansa (pero, como usted ya sabe, no se apaga completamente). La falta de sueño incide en el procesamiento de la información, la atención, la memoria, el estado de ánimo y la lógica.

  1. Al cerebro le da sueño. Por eso, si usted muere por una siesta como a las 3 p.m., es normal. Es nada más que el cerebro intenta descansar. Tenga esto en mente cuando esté preparando su programa del día.
  2. Que el cerebro disfrute de una siesta y necesite dormir suficiente, no significa que lo quiere a usted sedentario. En realidad, es lo contrario. El ejercicio regular favorece a la salud del cerebro y la cognición tanto como a su cintura.
  3. No se estrese. Al cerebro eso no le gusta. El estrés es malo para la salud en general, pero de verdad puede causar problemas con el aprendizaje y muchos aspectos importantes de la cognición. El cerebro puede manejar periodos de estrés de corta duración. Después de todo, se creó para ayudar a la supervivencia. Pero pasar horas en una situación estresante es malo para el cerebro. Entonces, pruebe mecanismos de afrontamiento que lo saquen de ese estado de estrés que lleva tanto tiempo padeciendo.

Del dicho al hecho

Ahora que ya sabe un poquito más sobre el centro de mando de su organismo, cuídelo. No necesita saber lo que un neurocientífico para apreciar y consentir a su cerebro.

Haga lo que él disfruta —dormir, aprender, ejercitarse— y evite el estrés y los comportamientos que podrían dañarlo. Y no olvide ofrecerle los nutrientes que necesita consumiendo una dieta en que abunden las frutas, las verduras y las grasas buenas. El cerebro tiene hambre de alimentos saludables y de conocimientos. Siga ofreciéndoselos para mantenerlo feliz y saludable.

Igual que una poderosa computadora, el cuerpo siempre está registrando información y utilizándola para tomar decisiones. Sin embargo, usted tiene nervios en vez de una tarjeta de circuitos y un cerebro, más que microchips. En conjunto, el sistema nervioso dirige el funcionamiento del organismo según los mensajes que recibe.

Imagine el sistema nervioso central como un centro de mando biológico que incorpora información del entorno y le dice al organismo cómo reaccionar. El sistema nervioso hace todo esto mientras deja que usted se concentre en vivir su vida, es decir, no tiene que preocuparse conscientemente por responder a cada estímulo que se le presenta. Sería agotador.

Para ahorrar energía mental, se necesita que el sistema nervioso lleve a cabo acciones voluntarias e involuntarias, de lo contrario, usted no podría controlar ni brazos ni piernas, tampoco mantener un ritmo cardiaco constante ni respirar.

A continuación, algunas otras reacciones involuntarias que dependen del sistema nervioso:

  • Visión
  • Parpadeo
  • Estornudos
  • Respuestas de lucha o huida
  • Reflejo de retirada (alejar la mano de una estufa caliente)

El sistema nervioso también ayuda a:

  • Caminar
  • Hablar
  • Aplaudir
  • Cepillarse el cabello
  • Ejercitarse

El alcance del sistema nervioso es enorme. Cada parte del cuerpo está cableado con tejido del sistema nervioso. Usted puede tomar información de manos y pies, o bien, de las articulaciones y el intestino.

Ahora es el momento de conectarse con el sistema nervioso y hacerse una idea de cuánto hace por usted, y también de aprender sobre algunas de las partes y los mecanismos que lo hacen funcionar.

Anatomía: partes del sistema nervioso

En su nivel más básico, el sistema nervioso es un conjunto de células especializadas, llamadas neuronas, que soportan a otras, conocidas como células neurogliales, o solo gliales. Una neurona puede conducir electricidad y secretar mensajeros químicos denominados neurotransmisores. Cada célula nerviosa puede mandar y recibir información de estímulos de dentro y fuera del cuerpo. Las células gliales rodean a las neuronas. Su función es proporcionar apoyo y protección a las neuronas.

Las neuronas tienen un cuerpo celular, igual que otras células, el cual se llama soma y está rodeado de diminutas extensiones parecidas a dedos, las dendritas, que reciben estimulación de las células nerviosas vecinas.

En el cuerpo de la célula sobresale el axón, protuberancia larga que conduce impulsos electroquímicos. Los axones están recubiertos de un tejido graso, la vaina de mielina, el cual aísla al axón y acelera la transmisión de la señal. Imagínese a la vaina de mielina como el aislante que recubre los cables de los dispositivos electrónicos.

La neurona acaba en el axón terminal, que es donde las señales creadas en el interior de la célula nerviosa pasan a la siguiente neurona. Los impulsos nerviosos se transmiten del axón terminal de una neurona a las dendritas de la siguiente. El espacio en que las células nerviosas se encuentran e intercambian información se llama sinapsis.

Las neuronas se enlazan entre las dendritas y los axones terminales y crean una forma densa, como una cuerda. Estos manojos de neuronas se llaman nervios, y recogen las señales de los órganos internos y el mundo exterior para impulsar los mensajes hacia el cerebro.

En el cuerpo hay miles de nervios, cuyo tamaño varía. El más largo se llama nervio ciático, y va de la base de la médula espinal al pie. El nervio troclear es uno de los más pequeños, se encarga del movimiento rotacional del ojo.

Después de las neuronas y los nervios están los órganos más grandes del sistema nervioso: médula espinal y cerebro.

En esencia, la médula espinal es un nervio largo y grueso que se conecta directamente con el cerebro. Los huesos de la columna vertebral le ofrecen estructura y protección, de tal forma que los mensajes pueden viajar sin interrupción desde y hacia el cerebro a lo largo de la médula espinal.

Si usted se imagina el sistema nervioso como una computadora, entonces el cerebro es el disco duro del sistema, el cual recibe todos los mensajes recopilados por los nervios a través de la médula espinal. Luego interpreta esa información e inicia una respuesta.

Cuando usted quiere que su cuerpo lleve a cabo una acción, son las neuronas las que empiezan primero a actuar, mandando impulsos electroquímicos al cerebro a través de los nervios y la médula espinal. El cerebro transmite las instrucciones necesarias para llevar a cabo la tarea por los mismos nervios.

En la sección siguiente, aprenderá más sobre este proceso, el papel de los nervios y las acciones que el sistema nervioso puede ayudarle a llevar a cabo.

Cómo funciona el sistema nervioso

El organismo es fantástico para afrontar el arduo trabajo de la vida diaria, y el sistema nervioso no es la excepción: divide las tareas de percibir y responder a los estímulos entre sus dos partes, el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP).

El SNC constituye el centro de control del sistema nervioso; consta del cerebro y la médula espinal. Todos los nervios que se ramifican a partir de la columna forman parte del SNP. Si bien operan en conjunto, es importante destacarlos de forma independiente, pues cada sección del sistema nervioso desempeña papeles y funciones únicos.

Sistema nervioso central

El SNC es quien manda en el cuerpo; es responsable de coordinar los mensajes que recibe del SNP para ofrecer la respuesta física apropiada. Este proceso se llama integración.

Los nervios del organismo, parecidos a cables, reciben estímulos del entorno y mandan esas señales al cerebro, pero los nervios de manos y pies no se conectan directamente al cerebro, más bien, la médula espinal hace una conexión única en la base del cráneo.

Protegida por las vértebras óseas (huesos de la columna), la médula espinal es el cable que reúne la información de todo el cuerpo. Actuando como una larga vía hacia el cerebro, la médula espinal puede entregar grandes cantidades de datos desde un único puerto, más que de miles de otros más pequeños.

Esto facilita que el cerebro integre todas las sensaciones que usted experimenta con las acciones y movimientos correctos, y cuando llega el momento de responder a los mensajes, puede mandar instrucciones en bloque, lo cual le quita parte del trabajo a las placas cerebrales y le deja a la médula espinal la clasificación y la entrega.

Sistema nervioso periférico

Todos los nervios del organismo (excepto el cerebro y la médula espinal) se conocen colectivamente como sistema nervioso periférico, o SNP, cuya tarea es utilizar los nervios para captar información del ambiente. El SNP inicia las acciones voluntarias e involuntarias, los reflejos y los movimientos intencionales.

El SNP se comunica de ida y vuelta con el cerebro y la columna, y a través de células nerviosas especializadas, las neuronas aferentes y eferentes, hace saber al sistema nervioso central lo que está haciendo el resto del cuerpo.

Las neuronas aferentes también se conocen como neuronas sensoriales, que mandan mensajes hacia el SNC. Tratan con información sensorial, como sonidos, sabores, texturas y olores. Si usted toca una lija o percibe el olor de un pastel mientras se hornea, las neuronas aferentes llevan esos estímulos al cerebro.

Para responder a esas sensaciones, el SNP utiliza neuronas eferentes, que transmiten mensajes e instrucciones desde el SNC. Las neuronas eferentes también suelen llamarse neuronas motoras, y hacen justamente lo que su nombre implica: desencadenar contracciones y movimientos musculares. Las neuronas motoras hacen posible que usted frote los dedos en la lija rugosa, también le permiten darle una mordida a ese pastel que huele tan delicioso.

En las fibras nerviosas hay tanto neuronas aferentes como eferentes, de tal forma que el SNP pueda mandar información sensorial al cerebro y recibir una respuesta motora por el mismo nervio. Para los movimientos voluntarios se necesita este tipo de comunicación de ida y vuelta.

Los nervios del SNP también lidian con cosas ajenas al control consciente, es decir, reacciones involuntarias ante el entorno.

Un ejemplo importante del funcionamiento del SNP es la respuesta de luchar o huir, que se produce cuando usted siente que está en peligro. También puede desencadenarse cuando está preocupado o asustado. En esas circunstancias, el organismo experimenta cambios involuntarios porque usted está estresado.

Tomemos como ejemplo, hablar en público. Conforme se acerca el momento, tal vez observe que el corazón se acelera y le sudan las manos. Incluso podría sentir la boca seca.

Estos síntomas indican que el sistema nervioso periférico cumple con su deber y entra en acción. Las glándulas salivales, las células de la piel y el músculo cardiaco reciben mensajes del cerebro vía el SNP para ajustar su comportamiento y mantenerlo a salvo. Si usted inspira profundamente y calma los nervios (nunca mejor dicho), el ritmo cardiaco vuelve a la normalidad. Usted se siente a salvo y deja de sentir miedo.

El sistema nervioso periférico lleva a cabo una respuesta complementaria a la de luchar o huir, a menudo llamada de descansar y digerir. Los nervios mandan instrucciones del SNC para calmar al organismo cuando no está en peligro. Así, la respiración se estabiliza y los músculos e intestinos se relajan cuando no se experimenta estrés.

Nuevamente, todos estos cambios se producen de por sí. Agradezca que el SNP funcione en piloto automático para que usted no tenga que preocuparse por elevar el ritmo cardiaco cuando algo lo pone nervioso.

Y sin un sistema nervioso periférico, las decisiones e instrucciones del SNC tendrían que ser transmitidas directamente por el cerebro y la médula espinal. Tal vez el sistema nervioso central tenga la última palabra cuando se trata de responder ante sensaciones y estímulos, pero el SNP es el vínculo entre el cuerpo y el cerebro que lleva a cabo la tarea.

Soporte técnico del sistema nervioso

Es medio descabellado pensar que mientras usted hace una pausa para leer este artículo, por sus nervios van y vienen impulsos electroquímicos. El sistema nervioso nunca deja de trabajar, así que asegúrese de estar haciendo lo que le toca para mantener su cableado eléctrico en perfecto estado. Hay un par de medidas excelentes para apoyar y proteger el sistema nervioso.

Minimizar el estrés

¿Recuerda todo el trabajo que hace el sistema nervioso para preparar al organismo para luchar o huir? Cuando el estrés derivado del trabajo, la escuela o la vida familiar no afloja, puede ser difícil que el sistema nervioso escape de esa respuesta involuntaria.

Si se le nubla la mente con la preocupación, puede ser difícil que el cerebro integre de forma eficiente todos los mensajes de los nervios. En ocasiones, ese estrés incluso puede manifestarse como dolor físico.

Combatir el estrés y regresar el cuerpo a la fase de descansar y digerir le dará un respiro a los nervios. Las respiraciones profundas, la meditación consciente y el ejercicio son excelentes para quitarse peso de encima. De ser posible, trate de aliviar la tensión mental eliminando tareas o cargas innecesarias. Si lo necesita, pida ayuda a familiares y amigos.

Consuma alimentos integrales con grasas saludables y antioxidantes

La vaina de mielina que recubre al axón de las neuronas es de tejido graso, igual que el cerebro, que es la cabeza del sistema nervioso central. Por eso debe optar por alimentos que refuercen estas importantes estructuras.

Esto se traduce en grasas saludables insaturadas, como los omega 3, que a temperatura ambiente son líquidas, pero que también se encuentran en alimentos sólidos, por ejemplo, aguacate, nueces, semillas, pescados grasos y aceite de oliva.

Otra forma magnífica de proteger al cerebro en el largo plazo es consumir alimentos ricos en antioxidantes. Las moras y otras frutas y verduras de colores brillantes son fuentes excelentes. Los antioxidantes ayudan a proteger el tejido cerebral de daños provocados por los radicales libres; también favorecen la memoria y la función cognitiva.

Trate de incluir estos nutrientes —y otros, como magnesio, yodo y diversas vitaminas— en su dieta. Cambie los alimentos con grasas nada saludables (alimentos previamente fritos y comidas preempacadas) por opciones más saludables (salmón a la parrilla o nueces.) Prepare un smoothie con muchas moras y vegetales verdes que le estimulará el cerebro.

Hay muchas y deliciosas formas de cuidar del sistema nervioso; el cerebro, la médula espinal y los nervios –que nunca dejan de trabajar—se merecen esa muestra de amor.

Acerca del autor

Sydney Sprouse es una escritora independiente sobre temas de ciencia residente en Forest Grove, Oregon. Tiene una licenciatura en biología humana de la Universidad Estatal de Utah, en donde trabajó como investigadora y escritora en su etapa de pasante. Sydney ha estudiado ciencias toda su vida y su objetivo es traducir las actuales investigaciones científicas tan efectivamente como sea posible. Escribe con particular interés sobre biología humana, salud y nutrición.

En su lavaplatos hay platos sucios de dos días. Tiene un cúmulo de correspondencia que está por llevar a la oficina de correos desde hace un mes. Y el hábito de morderse las uñas, que pensó que ya no tenía, está asomando de nuevo su fea cara. ¿Le suena familiar?

No es la única persona que tiene una lista de pendientes y que no tiene idea de dónde sacar la motivación necesaria para empezar a resolverlos. Sin embargo, muy en su interior está el poder de establecer metas y cumplirlas, y puede desatar ese poder con la ciencia de la automotivación.

Este curso introductorio le dará las herramientas que usted necesita para motivarse y así completar sus tareas y aprender cosas nuevas. Aprovechar la automotivación es un talento que contantemente necesita ser perfeccionado. Así que, prepárese y aprenda cómo motivarse y mantenerse así.

¿Qué es la motivación?

En términos simples, la motivación es deseo que enfoca su comportamiento en una meta. Tiene su raíz en necesidades y deseos, y así lo lleva a mantener a su familia y lo impulsa hacia la mejora personal. Existen dos fuentes principales de motivación: la motivación externa y la motivación intrínseca.

La motivación externa surge de factores externos a usted. El dinero es un primer ejemplo de un motivador externo porque es necesario para comprar comida y para tener un lugar dónde vivir. Los motivadores externos también pueden considerarse como recompensas. Un trofeo, una medalla o un listón por competir en un evento deportivo. Un bono de desempeño en el trabajo. Las alabanzas de los miembros de su familia después de preparar una deliciosa comida. Cada una de estas recompensas es considerada como un motivador externo.

No es de sorprender que la motivación intrínseca venga desde nuestro interior. La curiosidad, el interés por un tópico en particular, y el deseo de perfeccionar un talento o una habilidad son motivaciones intrínsecas. Estos tipos de automotivación le ayudan a aprender y ser más capaz.

Los ejemplos de motivadores intrínsecos varían de persona a persona. Nacen en las personas y se manifiestan de diversas maneras. Dominar una pieza musical. Leer por placer. Jugar algún juego porque usted cree que es divertido. La motivación intrínseca le da el poder de hacer las cosas que usted disfruta, simplemente porque las disfruta, y de cumplir tareas que no disfruta porque, en última instancia, será bueno para usted.

Factores biológicos de la motivación

Ya sea externa o intrínseca, la motivación se origina en la amígdala, una porción del cerebro del tamaño de una uva, localizada en cada uno de los hemisferios. Así que, como la mayoría de las cosas, la ciencia de la automotivación comienza en su cerebro. La amígdala es parte del sistema límbico, el cual controla sus emociones y está a cargo del almacenamiento de los recuerdos.

Su amígdala trabaja con una hormona llamada dopamina. Este neurotransmisor (mensajero químico del cerebro) por lo general se asocia con el placer. Sin embargo, la dopamina recientemente también se ha venido asociando con la motivación. Todavía no ha quedado claro cuál es exactamente la conexión, pero los investigadores continúan estudiando su función en el cerebro.

Esto es lo que se sabe: Las técnicas de mapeo cerebral muestran que la gente altamente motivada tiene una gran cantidad de dopamina disponible en las partes adecuadas de su cerebro. Cuando esto se compara con las personas menos motivadas, las personas determinadas y orientadas a obtener resultados no necesariamente producen más dopamina. En lugar de eso, la hormona se concentra en áreas diferentes del cerebro, específicamente, en el cuerpo estriado y en la corteza prefrontal ventromedial (VPC, por sus siglas en inglés) del cerebro.

El cuerpo estriado se localiza en el centro del cerebro. Lleva a cabo funciones esenciales relacionadas con la toma de decisiones, la planeación y la motivación. El cuerpo estriado trabaja en conjunción con el VPC. Ubicado hacia el frente del cerebro, el VPC también desempeña importantes funciones en la toma decisiones y el autocontrol. Ambos son críticos para alcanzar las propias metas de manera exitosa.

La dopamina también se concentra en el interior de la ínsula, que es una sección del cerebro relacionada con las emociones y los riesgos. En el caso de las personas que tienen problemas con la automotivación, es probable que haya una concentración en la parte anterior de la ínsula.

También existe cada vez más evidencia de que uno podría entrenar su cerebro para convertirse en una persona más motivada. Eso significa dirigir la dopamina hacia las áreas clave del cerebro mencionadas arriba. Esta rama de la ciencia es joven aún, de manera que por el momento no encontrará recomendaciones. Sin embargo, a medida que crece el entendimiento de la dopamina y la motivación, también podrían surgir métodos más válidos para dirigir la dopamina.

Fuerzas que se oponen en la automotivación: la fuerza de voluntad y la procrastinación

Son dos los tipos de comportamiento con los que la motivación se topa de frente: la fuerza de voluntad y la procrastinación. El primero le da fuerza mental y fortaleza. El segundo lo distrae de las tareas importantes inminentes. Ambos son extremadamente efectivos y pueden conducir a resultados dramáticamente diferentes.

La fuerza de voluntad es la capacidad de resistir la gratificación a corto plazo mientras persigue objetivos a largo plazo. Piense en ignorar la urgencia de saborear alimentos con un alto contenido calórico cuando está esforzándose por bajar de peso. Cualquiera que sea el objetivo final, la fuerza de voluntad es una herramienta que le ayuda a llegar a ese objetivo.

Armado de fuerza de voluntad, usted puede disfrutar de diversos resultados positivos en su vida además de cumplir sus objetivos. Se ha demostrado que la gente que tiene mucha fuerza de voluntad:

  • Logra mejores notas en la escuela
  • Posee una mayor seguridad financiera
  • Tiene una autoestima más elevada
  • Tiene una mayor sensación de bienestar

La motivación y la fuerza de voluntad son compañeros de equipo en el juego de la superación personal. La fuerza de voluntad alimenta la automotivación que usted necesita para fijarse metas y cumplirlas. Haciendo a un lado los comportamientos o los hábitos que pueden descarrilar su progreso, la fuerza de voluntad puede convertirlo en un campeón de la superación personal.

Por otra parte, la procrastinación es la némesis de la fuerza de voluntad. Es el acto de evadir o demorar un trabajo que debe hacerse. Mientras que la fuerza de voluntad fortalece su ímpetu por abordar las actividades de su lista de pendientes, la procrastinación es el máximo desafío a esa empresa.

Y puede tomarle algún tiempo reconocer la procrastinación. Tiene diversas formas. En el nivel más básico, la procrastinación es posponer el cumplimiento de una tarea hasta el último momento posible. Es no empezar una tarea laboral sino hasta uno o dos días antes de la fecha límite. O también puede ser ignorar el indicador del nivel de combustible hasta que el tanque está vacío para volverlo a llenar.

Es posible que su cerebro recurra a la procrastinación para aliviar el estrés emocional de manera temporal. Existe cierta evidencia que permite sugerir que la procrastinación de proyectos importantes ofrece una mejoría de ánimo de corto plazo. Sin embargo, cuando se extinguen los efectos reductores del estrés, usted queda con mucho trabajo por hacer en un periodo de tiempo muy corto.

La procrastinación, de la forma que sea, consume su motivación para cumplir sus metas. Así que, hágase un favor y acabe con ella antes de que se convierta en una bola de nieve fuera de control. En lugar de eso, refuerce su fuerza de voluntad la próxima vez que se sienta motivado a hacer algo.

Cómo motivarse a través de empaquetar tentaciones y eslabonar hábitos

Existen muchos consejos y trucos para mejorar su automotivación y dedicación al cumplimento de sus objetivos. Dos muy buenos consejos consisten en empaquetar las tentaciones y en eslabonar hábitos. Cada método ayuda a reforzar su motivación para un objetivo, hábito o comportamiento en particular. Pruebe cada uno de ellos y vea qué le funciona mejor.

Empaquetar tentaciones

Es difícil no procrastinar cuando sus actividades favoritas lo distraen de trabajo que es crucial. Se trate de hacer ejercicio o de tareas domésticas, estas necesidades pasan a segundo plano para dar paso a tentaciones divertidas. Pero, ¿pero qué tal si, de hecho, pudiera mezclar trabajo y placer?

Suponga que quiere ponerse a ver su serie favorita de televisión. Ver televisión durante largas horas es una de las maneras menos productivas de pasar su tiempo. Es relajante, pero pasar horas frente a una pantalla merma su tiempo para completar otras tareas (y es fatal para su peso).

Pero si combina el tiempo que ve televisión por la noche con algo productivo, como hacer ejercicio o doblar la ropa que recién lavó, cumplirá su deseo de ver televisión y al mismo tiempo cumplirá sus tareas. A esta compaginación de actividades que usted desea hacer con actividades que usted necesita hacer se le llama empaquetar tentaciones.

Funciona así: las tentaciones (ver televisión) solo se ven satisfechas al mismo tiempo que se cumplen los comportamientos o tareas que necesitan llevarse a cabo (hacer ejercicio o doblar la ropa). La asociación de actividades que son necesarias con una actividad más placentera ayuda a que las actividades básicas como las tareas domésticas o hacer ejercicio sean más atractivas.

Este “combo” se llama empaquetamiento de tentaciones, y puede ayudarle a parar de tajo la procrastinación.

Eslabonar hábitos

Esta idea (también conocida como encadenamiento de hábitos) radica en recurrir a viejos hábitos para apuntalar hábitos nuevos. Las actividades diarias que no requieren mucho esfuerzo (como los hábitos ya establecidos) pueden detonar la motivación para formar nuevos hábitos.

Este concepto depende de un fenómeno que ocurre en el cerebro y que se conoce como poda sináptica. Así es como funciona: los mensajes de su cerebro son llevados a través de las neuronas vía las sinapsis. Existen vías sinápticas en todo su cerebro, pero no todas entran en uso. Algunas vías son “podadas” o cortadas, mientras que otras se utilizan una y otra vez.

Se cree que los hábitos y las rutinas marcan las vías que uno usa frecuentemente. Por eso es difícil romper viejos hábitos y crear nuevas vías sinápticas de golpe. Sin embargo, este principio también permite que los nuevos hábitos sean llevados a cuestas por los hábitos viejos y bien establecidos.

Hacer pequeños ajustes y añadir nuevas actividades a su cadena existente de hábitos le ayuda a aprovechar las vías sinápticas previamente desarrolladas. Los cambios pequeños y graduales en su rutina diaria permiten que se eslabonen más adiciones manejables en las vías de su cerebro que ya están bien establecidas.

Pronto, la batalla para comenzar una nueva rutina se convierte en cosa del pasado. Su cerebro está usando las vías sinápticas en las que confía para apoyar su crecimiento y desarrollo.

Ahora imagine cómo llevar a la vida cotidiana este eslabonamiento de hábitos. Tomemos como ejemplo beber más agua.

Digamos que usted tiene el hábito de tomar un descanso de su puesto de trabajo de 10 minutos cada hora. Se pone de pie, se estira y va al baño. Si desea trabajar en mantenerse hidratado, considere beber un vaso de agua cada vez que vaya de regreso a su escritorio. Agregar a su rutina el beber agua establece un nuevo eslabón en su cadena de hábitos.

Pronto, beber agua regularmente se convertirá en una segunda naturaleza, justo como su estiramiento de piernas cada hora y su caminata alrededor de su oficina. Eslabonar nuevas metas sobre hábitos ya existentes apoya su cumplimiento y ayuda a que sea más fácil recordarlas.

Aquí están otros ejemplos del eslabonamiento de hábitos.

  • Preparar un almuerzo para mañana mientras guarda lo que sobró de la cena de esta noche.
  • Incluir el uso del hilo dental en su ritual para irse a dormir después de cepillarse los dientes y antes de lavarse la cara.
  • Colgar su abrigo en cuanto entra a su casa, luego quitarse los zapatos y colocarlos también en el armario.

Las cadenas de hábitos pueden ser tan largas o tan cortas como usted lo requiera. Después de varias semanas de práctica, tal vez se dé cuenta de que su cadena original ha dado forma a una nueva rutina de productividad. Ponga a prueba este método motivacional para cumplir sus objetivos.

Refuerce su motivación y HAGA QUE LAS COSAS SE HAGAN

Si existen objetivos que está tratando de cumplir o si desea poner en práctica nuevos hábitos, sepa que cuenta con las herramientas necesarias para que esto suceda. Solo necesita poner la ciencia de la automotivación a su servicio. Saque energía de cualquiera que sea la fuerza que lo motive (interna o externa) y concéntrela en su objetivo. Eche mano de su fuerza de voluntad y ponga la procrastinación de nuevo en su lugar.

Y si necesita un empujoncito más para mantenerse motivado hasta el final, ponga en marcha el empaquetamiento de tentaciones o el eslabonamiento de hábitos. Haga uso de su poderoso cerebro y de los recursos que usted tiene dentro. Serán un apoyo para usted y para su dedicación para el logro de sus metas.

Es momento de que se motive para hacer algo grandioso.

Acerca del autor

Sydney Sprouse es una escritora independiente sobre temas de ciencia residente en Forest Grove, Oregon. Tiene una licenciatura en biología humana de la Universidad Estatal de Utah, en donde trabajó como investigadora y escritora en su etapa de pasante. Sydney ha estudiado ciencias toda su vida y su objetivo es traducir las actuales investigaciones científicas tan efectivamente como sea posible. Escribe con particular interés sobre biología humana, salud y nutrición.

Cuando baja el sol, se acerca la noche. La luz se desvanece y la oscuridad acecha, invitadora: métase a la cama y prepárese para dormir. La oscuridad es como una frazada que nos envuelve en su calidez y el mundo exterior se aquieta, para que nuestro mundo interior pueda hacer lo mismo.

No obstante, si usted es como muchos otros en estos tiempos, no es tan sencillo irse a la cama. Cada vez es más difícil alejarse del teléfono (o de cualquier otro dispositivo tecnológico) al caer la noche. Y a la mañana siguiente, lo mismo. La vida moderna gira en torno a la tecnología, ya es parte integral de la forma de trabajar e interactuar con los demás. Y desafortunadamente, ni siquiera las rutinas para irse a la cama y levantarse por la mañana se libran del toque de la tecnología.

Teléfono para acostarse, teléfono para levantarse

Mañana, tarde o noche, el teléfono inteligente o algún otro dispositivo tecnológico está siempre cerca. Muchos dependen del teléfono para despertar y hasta para recordarles que es hora de acostarse. Para muchos, el trabajo de escritorio gira en torno a una pantalla. Las computadoras mantienen la relación entre colegas, facilitan la comunicación y organizan las agendas.

Y no acaba al salir de la oficina, la diversión y la relajación han llegado a enfocarse en la tecnología. Internet cada vez más veloz, video en tiempo real y consolas de videojuegos han empezado a monopolizar la forma de ocupar el tiempo libre.

Sería difícil liberarse por completo de las pantallas, e innecesario. No tiene nada de malo disfrutar y divertirse con una pantalla, pero dedicarle horas, sobre todo por la noche, puede dañar el ritmo circadiano natural del organismo.

Esa perturbación puede alterar el horario del sueño. Acostarse tarde no solo reduce la cantidad de sueño, probablemente también la calidad. ¿Por qué? ¿Cuál es la diferencia entre matar el tiempo con el teléfono y acurrucarse con un libro (impreso, no electrónico)? Veamos cómo influye la tecnología en el sueño. Sumerjámonos en la ciencia tras la luz azul, los procesos del sueño del organismo y su interacción.

Los azules de la luz azul

Sus ancestros se regían por el sol: cuando salía, se levantaban, cuando se ponía, se recogían a dormir. Antes de la electricidad, el mundo se oscurecía cuando desaparecía el sol, excepto por la luz de las velas. Esto significa que el cuerpo humano se acostumbró a los ritmos de luz y oscuridad. Los procesos internos se adaptaban a lo que sucedía en el mundo exterior.

Cuando las bombillas iluminaron el escenario del mundo, las cosas empezaron a cambiar. Los seres humanos ya no tenían por qué recogerse temprano si podían crear luz a voluntad. Pero el brillo de las bombillas era diferente de la luz azul emitida por las pantallas digitales.

¿Y qué es exactamente la luz azul? La luz natural es blanca, pero si se descompone en sus elementos, encontramos un arcoíris: violado, añil, azul, verde, amarillo, anaranjado y rojo. Cada uno de estos tipos de luz tiene energía y longitud de onda diferentes. La luz del extremo más azul del espectro conlleva más energía en longitudes de onda más cortas.

La radiación solar está cargada de azul, de modo que esa luz energética lo mantiene despierto y alerta. De hecho, la luz azul realmente evita que el organismo secrete melatonina, que es la hormona del sueño. Por eso, en la mañana, el cuerpo decide naturalmente despertar. Al anochecer, sucede lo contrario. Conforme se pone el sol, la luz residual se impregna de rojo (menos energía, mayor longitud de onda). Esto significa que la luz roja produce el efecto opuesto a la azul y no suprime la melatonina, por eso, no interfiere con el ritmo circadiano natural.

Las pantallas son la clave de cómo afecta la tecnología al sueño

Ahora que ya entendió la relación entre la luz azul y la luz natural, llegó el momento de enfocarse en las luces artificiales de las pantallas.

Las pantallas (del teléfono, la tableta, la computadora o la televisión) emiten luz azul que interactúa con las células profundas de la parte posterior de los ojos. En pocas palabras, cuando los ojos absorben luz azul, pasan varias cosas. Estas células expresan una proteína que se comunica con una parte específica del cerebro. Juntos, estos eventos ayudan a sincronizar el ritmo circadiano con el sol.

Básicamente, cuando usted recibe luz azul, el cerebro le avisa que llegó el momento de despertar o de mantenerse despierto. Sabiendo esto, el impacto de las pantallas en la calidad y los ciclos del sueño empieza a ser evidente. Y la pregunta respecto de si el tiempo con los ojos puestos en una pantalla o en un libro es mejor, deja de ser un misterio.

Pongamos en claro este punto con estudios científicos.

En un estudio reducido, los investigadores dividieron a los sujetos en tres grupos y les pidieron que interactuaran con una tableta digital durante dos horas, antes de irse a la cama. El grupo 1 usaba anteojos protectores provistos de LED con emisión azul. A este grupo se le llamó “verdadero positivo”, porque se sabe que la luz azul suprime la melatonina. El grupo 2 utilizó anteojos teñidos de anaranjado para filtrar la luz azul (grupo de “control oscuro”). El grupo 3 no utilizó anteojos de ningún tipo.

Los resultados fueron esclarecedores.

Después de dos horas de exposición a la luz, comparados con el grupo de control oscuro, los participantes de los grupos 1 y 3 experimentaron una reducción significativa de los niveles de melatonina. Compare este experimento con un ejemplo de la vida real, como una película de dos horas de duración. Si usted va a una función a altas horas de la noche (sin sus anteojos protectores teñidos de anaranjado), probablemente la película afecte sus niveles de melatonina y su organismo no se estará preparando para dormir.

¿La luz azul se traduce en tristeza?

Tal vez esto no sea nuevo para usted, tal vez ya haya entendido intuitivamente que demasiado tiempo ante una pantalla no es natural ni especialmente saludable, ¿pero está consciente de los posibles efectos emocionales de la luz azul, tanto en exceso como insuficiente? Recibir una cantidad adecuada de luz en el momento justo es clave para mantener el estado de ánimo.

Los turnos de trabajo (turnos de noche) y el desfase horario ofrecen un panorama general del efecto de la luz (o de la falta de luz) en el estado de ánimo. Quienes trabajan de noche y duermen durante el día suelen experimentar cambios en el estado de ánimo o irritabilidad. Asimismo, quienes viajan y cruzan husos horarios, batallan para adaptarse a un nuevo horario de sueño. El insomnio temporal impuesto por un viaje puede hacerlo sentir tenso, exhausto y emocionalmente alterado.

Además, quienes experimentan un trastorno afectivo estacional (TAE) batallan cuando los días se acortan y es menos la luz natural. Algunos se sienten a gusto con lámparas para TAE o fototerapia. La fototerapia es un tratamiento posible para el TAE.

La fototerapia es sencilla y puede aplicarse en casa. Un cuadro de fototerapia (o lámpara para TAE) emite una luz brillante que imita la longitud de onda de la luz natural. Bañar el rostro y los ojos con esta luz brillante suele ayudar a compensar algunos de los cambios de estado de ánimo derivados de la falta de luz natural en los meses de invierno. También puede ayudar a personas afectadas por trastornos del sueño o a adaptarse a un turno de noche.

Ciertos estudios con animales han ofrecido otras claves. Los investigadores se han percatado de síntomas de ansiedad y depresión en ratones obligados a vivir bajo luz constante o en oscuridad constante. Si bien “luz constante” puede parecer edificante, piense en lo que acaba de aprender: también se relaciona con luz azul constante, es decir, que la vista y el cerebro están incesantemente estimulados y es difícil descansar.

Cuando se extrapolan al ser humano condiciones similares, no es difícil imaginar consecuencias similares. Los seres humanos experimentan los mismos efectos cuando están constantemente expuestos a luz azul. Para jugar, se necesita luz, para descansar, oscuridad.

Que la luz azul no controle su sueño

La tecnología es el futuro, y las pantallas no van a desaparecer pronto, si es que alguna vez desaparecen. Es razonable suponer que no muchos están dispuestos a arriesgarse al aislamiento social abandonando por completo las pantallas. Por suerte, usted puede seguir conectado sin perjudicar su bienestar físico ni emocional. A continuación, algunas ideas para encontrar un equilibrio saludable:

  • Limite o elimine el uso de pantallas a determinada hora. Recuerde el estudio de dos horas con la tableta. Intente apagar (o dejar de lado) sus dispositivos más de dos horas antes de irse a la cama. El síndrome de abstinencia puede ser difícil de soportar, inténtelo en incrementos de 30 minutos, alargando el tiempo antes de acostarse, conforme se acostumbra.
  • Varíe sus actividades de reducción paulatina. Opte por algo que tranquilice el cerebro, más que excitarlo, como leer, escribir un diario o caminar. Cualquier actividad que no implique una pantalla, o cuando menos, que no dependa de ella, sirve.
  • Adapte un filtro de luz azul a todos sus dispositivos. Si utiliza productos Apple, abra el centro de control de la pantalla de inicio. Tal vez ya esté familiarizado con el icono de brillo, que permite controlar la intensidad de la luz que sale de la pantalla. Sin embargo, si presiona con firmeza el botón, aparecerá una nueva pantalla. Oprima el botón que está abajo del medidor de brillo (la imagen es una luna dentro de un sol). Al activar esta función, se filtrará casi toda la luz azul. Si utiliza una computadora portátil o de escritorio, busque aplicaciones que desempeñen la misma función. Google Chrome tiene varias opciones de extensiones (como “Oscurecedor de pantalla [Screen Shader]”). También puede descargar alguna app como “f.lux.”

Las pantallas llegaron para quedarse, pero eso no significa que tengan que regir todo su día y su noche. Con esta nueva información sobre cómo influye la tecnología en el sueño, todo lo que necesita es un poco de previsión y planeación para recuperar una rutina reparadora regular. Tal vez alguna de las sugerencias anteriores le parezca adecuada para usted, o busque algo que se adapte mejor a su forma de vida. De cualquier forma, es posible balancear el uso de las pantallas y limitar la exposición a la luz azul.

Acerca del autor

Jenna Templeton es educadora en temas de salud y escritora independiente en temas de ciencia, reside en Salt Lake City, Utah. Después de recibir su título en ciencias con especialidad en química en Viginia Tech, Jenna pasó cinco años como investigadora científica en la industria nutricional. Este trabajo estimuló su interés por el bienestar personal, lo que la llevó a estudiar una licenciatura en promoción y educación en temas de salud en la Universidad de Utah. Fuera de su trabajo, Jenna disfruta la música en vivo, la jardinería, todo lo que tenga que ver con comida y jugar en las montañas Wasatch.