Todo sobre las hormonas: Cuál es su función para mantenerlo saludable

Si el sistema circulatorio es una súpercarretera, las hormonas forman parte del más importante tráfico que circula por esas vías cruciales.

Comparar las hormonas con autos muestra a estas complejas moléculas como simples vehículos, y eso son exactamente. Las hormonas viajan constantemente por las carreteras internas del cuerpo transportando mensajes y señales entre los sistemas y órganos corporales.

Por ejemplo, cuando usted come, la hormona insulina entra a la carretera desde el páncreas. A continuación, transita por el torrente sanguíneo para recolectar glucosa y entregarla a las células para que tengan energía.

Ampliemos esta metáfora del tráfico. Si las hormonas son varios vehículos, entonces las glándulas que las producen son como fabricantes de autos que forman parte del gran organismo controlador: el sistema endocrino.

El sistema endocrino emplea a fabricantes de vehículos (y hormonas) de todo el cuerpo: páncreas, tiroides, suprarrenales, ovarios y testículos, por no mencionar sino unos cuantos. Observemos más de cerca las principales hormonas asociadas con cada una de estas importantes glándulas. En cada sección se incluyen también sugerencias para mantener saludable la actividad hormonal.

Páncreas: Insulina

El páncreas es responsable de la secreción de insulina, hormona que regula la glucosa sanguínea, o azúcar. La insulina acelera la absorción del azúcar de la sangre por las células del organismo. Por eso, después de una comida, cuando se elevan los niveles de azúcar de la sangre, se elevan también los niveles de insulina. Esta hormona hace las veces del mensajero que transporta dichas unidades de energía de la sangre a las células, para que las utilicen.

En caso de que los niveles de insulina sean insuficientes o haya resistencia a la insulina, puede haber problemas de salud: si el nivel es bajo o las células del organismo no interactúan de forma efectiva con la insulina, se elevan los niveles sanguíneos de azúcar. El nivel elevado de azúcar en la sangre se llama hiperglicemia. Si estas condiciones persisten durante periodos prolongados, pueden presentarse síntomas de prediabetes, y a la larga, diabetes tipo 2.

Para mantener controlados los niveles sanguíneos de azúcar y conservar la sensibilidad de las células a la insulina, incorpore lo siguiente a su estilo de vida:

  • Conozca el nivel sanguíneo de azúcar. Consulte a su médico y pida que verifique sus niveles de HbA1c o hemoglobina A1c. Estos análisis ofrecen un panorama histórico de los niveles sanguíneos de azúcar.
  • Diversifique su dieta. Las dietas modernas pueden llenarle de calorías vacías, azúcar y grasa. Modifique su dieta incorporando más carbohidratos complejos, proteínas y grasas saludables. Este tipo de energía da lugar a una elevación lenta del azúcar sanguíneo y proporciona energía más estable y sustentable. Los azúcares simples producen picos acelerados de energía, seguidos de un desplome inevitable. Cuando sea posible, elimine los azúcares simples de su dieta.
  • Ejercítese regularmente. La American Heart Association sugiere 150 minutos de actividad moderada y dos entrenamientos de fuerza a la semana. Incluso una ligera pérdida de peso puede estabilizar los niveles sanguíneos de azúcar.
  • Si fuma, absténgase. Fumar es un factor de riesgo de resistencia a la insulina y de diabetes.
  • Duerma más. Dormir pocas horas también es factor de riesgo de resistencia a la insulina y de diabetes.
  • Duerma mejor creando un entorno que fomente el sueño reparador. Esto se puede lograr de diferentes maneras. Deje fuera de la habitación dispositivos electrónicos como teléfono, televisor, iPad. Atenúe la luz del dormitorio una hora antes de dormir para ayudar a la relajación. Escuche música ligera, instrumental, para ayudar a la mente a relajarse. Si comparte su espacio vital con otras personas, una máquina de ruido blanco o de sonido puede ayudar a cubrir el ruido de otras partes de la casa. Esto es especialmente importante si impide que usted duerma más. Así, sus horas de sueño serán más reparadoras.

Tiroides: Triiodotironina (T3) y tiroxina (T4)

Male thyroid gland anatomy in x-ray view

La tiroides es una glándula situada cerca de la base del cuello cuya función es liberar hormonas tiroideas en la sangre. Las más destacadas son triiodotironina (T3) y tiroxina (T4). Estas hormonas desempeñan un papel importante en el metabolismo, el funcionamiento normal del corazón y el sistema digestivo, así como en el estado de ánimo y el mantenimiento de los huesos, además del desarrollo del cerebro y el sistema nervioso del bebé durante el embarazo.

De hecho, T3 y T4 se ocupan de regular el metabolismo y el ritmo cardiaco. La regulación de los niveles de estas hormonas es importante para la buena salud. Por ejemplo, si los niveles de T3 y T4 son excesivamente bajos, se presentan problemas digestivos y el estreñimiento podría llegar a ser un problema. Además, con niveles bajos puede disminuir el ritmo cardiaco y dar lugar a trastornos de la circulación.

Por otra parte, si los niveles de T3 y T4 se elevan demasiado, las condiciones opuestas pueden provocar problemas de salud. El metabolismo exageradamente activo puede causar pérdidas de peso poco saludables. El incremento del ritmo cardiaco podría incidir en la regulación de la temperatura corporal, producir ansiedad, y más.

El yodo suele favorecer la producción normal de T3 y T4 en la tiroides. Para evitar las deficiencias y otras complicaciones tiroideas relacionadas, considere lo siguiente:

  • Verifique si la sal que usted usa es yodada, de lo contrario, sustitúyala por sal yodada. Ésta es una forma sencilla de asegurarse de ingerir regularmente pequeñas cantidades de yodo.
  • Si tiene problemas tiroideos o sospecha que puede tenerlos, consulte a su médico para que lo someta a los análisis correspondientes, y, de ser necesario, que un nutriólogo le prepare el plan dietético más adecuado.

Glándulas suprarrenales: Adrenalina y cortisol

Las glándulas suprarrenales están situadas sobre los riñones; desempeñan importantes funciones reguladoras en diversas funciones corporales, entre otras, respuesta al estrés, inmunidad y metabolismo. Estas funciones son reguladas mediante la liberación de adrenalina y cortisol —entre otras— por las glándulas suprarrenales.

Durante la respuesta al estrés, conocida también como respuesta de ataque o huida, tanto la adrenalina como el cortisol desempeñan funciones importantes. En lenguaje sencillo, cuando usted se siente amenazado, el sistema nervioso se acelera al máximo para ayudarle a enfrentar la amenaza.

La adrenalina es la hormona que ayuda a prepararse ya sea para enfrentar la amenaza o para huir de ella. Cuando la adrenalina se precipita en los sistemas, el ritmo cardiaco se acelera. Esto garantiza que el cerebro y los músculos estén listos para enfrentar la amenaza. Además, una mayor cantidad de adrenalina incrementa el nivel de azúcar en la sangre, de modo que el organismo recibe suficiente energía disponible de inmediato, ya sea para luchar o huir del estresor.

Durante el momento estresante, el cortisol ayuda al organismo a convertir la energía almacenada en energía fácilmente disponible en forma de azúcar (glucosa). Por tanto, mientras que su presencia inicial es útil, tiene fecha de caducidad. Si los niveles de cortisol se mantienen elevados, pueden dar lugar a resultados indeseables, como comer en exceso, subir de peso y ansiedad.

La forma en que usted responde al estrés, depende, en parte, de factores genéticos. Y como uno no puede modificar sus características biológicas ni planear en función de todos los estresores de la vida diaria, se debe tomar en consideración lo que sí se puede controlar:

  • Cambiar de estrategias de afrontamiento a estrategias de manejo, lo cual suele traducirse en planear su tiempo, priorizar tareas y prever eventos que podrían resultar más estresantes que otros.
  • Incorporar ejercicios de respiración a lo largo del día. Haga de esto un hábito en momentos sin estrés, así podrá aplicarlo en periodos estresantes. Respirar profundamente y exhalar por completo puede ayudar a desacelerar el ritmo cardiaco y traerle al momento presente.
  • Fomente y confíe en una red de apoyo. Las relaciones saludables pueden sostener su bienestar mental y emocional cuando la vida se pone cuesta arriba.

Ovarios y testículos: Estrógeno y testosterona

Los ovarios son los principales órganos femeninos de la reproducción. Su función es secretar las hormonas estrógeno y progesterona, que se relacionan con la menstruación y con la salud del sistema reproductivo en general.

El estrógeno representa a toda una clase de hormonas, incluido el estradiol (E2), principal hormona sexual femenina. La fluctuación de los niveles de estrógeno es lo que guía la menstruación. Los niveles de estrógeno se elevan repentinamente durante el ciclo menstrual, provocando la liberación de un óvulo de los ovarios. Una vez que esto ocurre, los niveles de estrógeno vuelven a bajar.

Los testículos son el equivalente masculino de los ovarios. Constituyen un órgano sexual del sistema reproductivo masculino cuya función es la secreción de testosterona. Esta hormona se conoce como andrógeno, y es responsable del desarrollo de las características sexuales físicas masculinas. La influencia de la testosterona se manifiesta sobre todo durante la pubertad: voz grave, incremento del vello corporal, crecimiento en general y desarrollo muscular.

La testosterona también desempeña una función vital en la producción saludable de esperma. El mantenimiento de niveles de testosterona saludables y bien regulados promete fertilidad.

Los niveles de las hormonas sexuales fluctúan durante el ciclo vital. Conforme se envejece, la secreción de estas hormonas declina, sin lugar a dudas. La suplementación con hormonas sintéticas suele ser el curso de acción para individuos con ciertas condiciones médicas. Esta decisión debe depender estrictamente de un profesional de la atención de la salud.

Si bien en algunas investigaciones se ha demostrado que ciertos alimentos pueden fomentar o suprimir estos niveles hormonales, en otras se ha demostrado lo contrario. A falta de pruebas firmes, ampliamente aceptadas, siga las pautas de un régimen con una dieta balanceada y saludable, ejercicio regular y suplementos nutricionales de alta calidad. Este planteamiento coherente y equilibrado le ofrecerá la nutrición general necesaria para una buena salud y apoyo para una actividad hormonal saludable. Mantener en perfecto funcionamiento estos vehículos transmisores de mensajes es clave para vivir bien.

Acerca del autor

Jenna Templeton es educadora en temas de salud y escritora independiente en temas de ciencia, reside en Salt Lake City, Utah. Después de recibir su título en ciencias con especialidad en química en Viginia Tech, Jenna pasó cinco años como investigadora científica en la industria nutricional. Este trabajo estimuló su interés por el bienestar personal, lo que la llevó a estudiar una licenciatura en promoción y educación en temas de salud en la Universidad de Utah. Fuera de su trabajo, Jenna disfruta la música en vivo, la jardinería, todo lo que tenga que ver con comida y jugar en las montañas Wasatch.