Su cuerpo es una máquina compleja que trabaja arduamente. Funciona mejor cuando todos los sistemas y mecanismos internos operan de manera concertada para mantenerlo trabajando en su mejor nivel —desde su piel y estructura ósea, hasta su sistema nervioso central y cardiovascular—. Sin embargo, como cualquier máquina, el proceso de envejecimiento natural de su cuerpo empezará a afectar a muchos de estos sistemas.
Como parte de las defensas naturales de su cuerpo, no existe ningún sistema que lo afecte por completo durante su declive natural más que un sistema inmunológico envejecido. Con el tiempo, su sistema inmunológico se deteriora naturalmente a causa de un proceso llamado inmunosenescencia. Aunque se define como el impacto de la edad sobre la función inmunológica, es un proceso que, como su sistema inmunológico, es resultado del funcionamiento —o de la falta de funcionamiento— de muchas partes pequeñas.
Para cobrar consciencia de lo que le sucede a su salud inmunológica con la edad, sería importante hacer un breve resumen sobre su sistema inmunológico.
Inmunidad innata vs. adaptativa
Su sistema inmunológico está compuesto por glóbulos blancos, tejidos y órganos que combinan sus fuerzas para defender a su cuerpo contra agentes estresores internos y externos. La respuesta general del sistema inmunológico suele dividirse en dos partes: inmunidad innata e inmunidad adaptativa.
El sistema inmunológico innato (o no específico) es exactamente lo que su nombre indica: aquel con el que se nace. Su inmunidad innata se desarrolla con la ayuda de sus padres y es lo que usted les transfiere genéticamente a sus hijos. Está conformado por barreras inmunológicas físicas y químicas, como el reflejo de toser, la piel, las membranas mucosas o el ácido gástrico.
Su sistema inmunológico innato no es tan poderoso como otras partes de su sistema general, pero es su primera línea de defensa, y ataca rápidamente a todas las sustancias extrañas, llamadas antígenos. Cualquier antígeno que logre atravesar estas defensas tiene entonces que pelear contra su sistema de inmunidad adaptativa.
Su sistema de inmunidad adaptativa es único y está cambiando constantemente. Mientras usted se ve expuesto a diversos antígenos a lo largo de su vida, su sistema de inmunidad adaptativa construye y clasifica defensas para combatir esos antígenos. Cuando su cuerpo es bombardeado, su glándula timo libera linfocitos (células) tipo B y T. Las células B producen anticuerpos y las T atacan directamente a los antígenos. Estos glóbulos blancos trabajan en conjunto para proteger a su cuerpo de cualquier mal, incluyendo amenazas de virus e infecciones, y además recuerdan cómo luchar contra aquello a lo que usted ya ha estado expuesto en el pasado.
Inmunidad y envejecimiento
Al envejecer de forma natural, hay ciertas cosas que le suceden a su cuerpo durante el proceso de inmunosenescencia. Su glándula timo —que alcanza su mayor tamaño durante la pubertad— se encoje, limitando la producción de células T. El número de células T que usted tiene no disminuye con la edad, pero su función sí. Como estas células forman parte del equipo encargado de combatir los antígenos, los riesgos de enfermarse son mayores. Estas células aún recuerdan cómo combatir aquello que han enfrentado en el pasado, pero usted necesita células nuevas para combatir amenazas nuevas —o mutaciones de amenazas a las que su cuerpo ya se ha adaptado, como una nueva cepa de influenza—.
Nuestro cuerpo no solo va creando menos células, sino que estas también son más lentas para reaccionar frente a nuevas amenazas. Como resultado, su cuerpo tarda más en configurar un plan de ataque para lidiar con estas amenazas una vez detectadas. Esta es la razón por la cual las infecciones y enfermedades son más frecuentes y agudas al envejecer que cuando usted —y su sistema inmunológico—eran jóvenes.
Pero no solo es el sistema inmunológico adaptativo el que se vuelve más lento. De forma similar, el sistema inmunológico innato también tarda más en responder y reaccionar como primera línea de defensa en contra de agentes tanto internos como externos. Pensemos, por ejemplo, en una cortada superficial. Cuando usted es joven, los glóbulos blancos se despliegan rápidamente para coagular, cicatrizar y regenerar la piel. Pero, al envejecer, este proceso se vuelve naturalmente más lento, aumentando la propensión a inflamarse e infectarse —dos de los principales factores de un sistema inmunológico debilitado—.
Ayude a su sistema inmunológico en envejecimiento
Aunque un sistema inmunológico más lento es parte natural del proceso de envejecimiento, eso no quiere decir que el deterioro sea inevitable. De hecho, dependiendo de ciertos factores, su cuerpo puede llegar a ser biológicamente más joven que la edad que marca el calendario.
Mientras que su edad cronológica está marcada por los años que han transcurrido desde su nacimiento, la edad biológica —o la manera en que envejece—es la medida de su salud general cuando se toman en cuenta factores como el estilo de vida, la dieta, el riesgo genético de desarrollar padecimientos relacionados con la edad y otros aspectos. Esta es la razón por la cual dos personas nacidas el mismo día pueden aparentar haber envejecido de forma distinta.
Existen ciertos aspectos que no se pueden controlar sobre la manera en que el envejecimiento afecta naturalmente su sistema inmunológico a causa de factores genéticos, pero usted puede agregar (o eliminar) hábitos clave en su estilo de vida que pueden ayudar a todo su sistema.
Mantenga una dieta balanceada
Una dieta rica en frutas y verduras, granos enteros, grasas saludables y carne magra puede ayudar a que su sistema inmunológico siga trabajando con fuerza. Una variedad de frutas, verduras y granos enteros también ayuda a proveer la suficiente fibra dietética para tener un tracto digestivo saludable. Esto es especialmente importante para establecer una fuerte respuesta inmunológica frente a estresores externos, ya que el tracto digestivo es directamente impactado por patógenos y cualquier enfermedad de origen alimentario. Muchos de los alimentos asociados con la dieta mediterránea han demostrado ser de gran ayuda para mantener el buen estado de su sistema inmunológico.
Duerma lo suficiente
La falta de sueño provoca que su cuerpo no pueda producir las proteínas que se encargan de controlar las infecciones y la inflamación, y que ayudan y restauran las respuestas inmunológicas.
Haga ejercicio
Tener un estilo de vida consistentemente activo es una de las mejores formas de ayudar a su salud general. Es recomendable que los adultos realicen alrededor de 150 minutos de ejercicio moderado cada semana. Esto es suficiente para ayudar a su flujo sanguíneo y a que las células inmunológicas viajen por su cuerpo.
Practique buenos hábitos de higiene
Una de las formas más sencillas de ayudar a su cuerpo a luchar contra los agentes estresores externos es tener una buena higiene. Lavarse las manos adecuadamente y otros hábitos de limpieza ayudan a limitar la exposición a gérmenes que podrían poner a prueba su inmunidad.
Fumar mata los anticuerpos y antioxidantes de su sangre. Inflama sus pulmones, evitando que las células puedan realizar otras funciones.
Beba alcohol con moderación
La ingesta excesiva de alcohol reduce la capacidad de sus glóbulos blancos para eliminar antígenos y combatir infecciones.
En resumen, un sistema inmunológico sano y un estilo de vida sano son cosas que van de la mano. Prepararse para el impacto del envejecimiento sobre la función inmunológica es un esfuerzo de todo el cuerpo, y para mantenerlo es necesario hacerlo desde una perspectiva holística.
https://askthescientists.com/wp-content/uploads/2020/06/AdobeStock_129837831.jpg501835staffstaff2020-06-08 10:00:382022-07-19 14:41:20El impacto de la edad en su función inmunológica
No es fácil ser padre. De por sí, es difícil estar seguro de que el niño come saludablemente, duerme lo necesario, se baña y físicamente está seguro, todas éstas, necesidades básicas que los padres deben satisfacer. Las cosas se complican conforme el niño crece, pues se torna emocionalmente complejo y sus necesidades cambian, pero es imposible llevarlo de la mano siempre. Llegará el día en que tenga que enfrentar solo los retos de la vida. Criar niños saludables significa criar niños resilientes, enseñarles a superar las adversidades.
La resiliencia es la capacidad de resolver esas dificultades y recuperarse en un lapso de tiempo adecuado. En la vida, todos enfrentamos dificultades, pero ser resiliente se traduce en que esas dificultades no lo definan a uno. Llámele determinación, fortaleza, tenacidad, como usted quiera, pero ser resiliente implica intentar algo y fracasar, para luego levantarse e intentarlo de nuevo.
No obstante, es más fácil decirlo que hacerlo. Crear resiliencia en un niño a menudo significa no rescatarlo de situaciones incómodas (pero no realmente peligrosas). Como padres, el instinto lleva a proteger a los hijos todo el tiempo, y cuando se les ve batallar, es difícil resistirse a la tentación de intervenir.
Lo que sigue son razones de por qué, y consejos sobre cómo, criar niños resilientes.
Cómo lidia el cerebro con el estrés
Empecemos por lo básico sobre situaciones incómodas, estresantes. El cerebro y el cuerpo no lidian con el estrés y la adversidad como lo hacen con situaciones normales.
El ritmo cardiaco y la presión sanguínea se elevan. El cortisol, una hormona del estrés, inunda el cuerpo. Se bombea adrenalina a la sangre: todos vestigios evolutivos ancestrales, cuando las situaciones estresantes podían, literalmente, ser de vida o muerte. Pero esta respuesta de luchar o huir debía durar muy poco tiempo. Cuando estas sustancias químicas se liberan de continuo, se presentan efectos perjudiciales.
Empieza en la amígdala, parte del cerebro responsable de las emociones, los instintos de supervivencia y la memoria. La amígdala responde a los estímulos estresantes enviando una señal de alerta al hipotálamo, el cual envía un mensaje al sistema nervioso autónomo que da lugar a una cascada de mensajes que desencadenan la liberación de un coctel de sustancias químicas (incluyendo adrenalina y cortisol). Esta respuesta suele alterar la corteza prefrontal, que controla las funciones ejecutivas, entre otras, resolución de problemas, atención, control de impulsos y regulación emocional.
En el corto plazo, esto resulta en un mecanismo de supervivencia extremadamente poderoso. Hay momentos en que usted no puede pensar en lo que viene después, tampoco necesita verificar su capacidad para actuar rápidamente. En el largo plazo, usted desea que la corteza prefrontal funcione perfectamente.
Si tuviera que definir la resiliencia en el ámbito fisiológico, diría que es la capacidad de activar la corteza prefrontal a resultas de situaciones adversas. Esto significa también contener la liberación del coctel de sustancias químicas, en cuyo caso, un individuo puede incrementar su capacidad para recuperarse de situaciones estresantes y de la adversidad, o de adaptarse a ellas.
Cómo ser modelo de buena comunicación y de estrategias de afrontamiento para los niños
Hay muchas maneras de hacer resilientes a los niños, pero empiezan con usted. Sus hijos siempre están observando y durante sus años de desarrollo no dejan de absorber información. No tiene mucho sentido sermonear a los niños sobre cómo manejar emociones difíciles si usted mismo batalla con ellas.
Todos cometemos errores. Mantener la cabeza fría cuando los planes no salen bien puede mostrar a los niños cómo se lidia con los fracasos, y si usted no maneja alguna situación como hubiera querido hacerlo, reconózcalo. No está mal aceptar un error, y al hacerlo, subconscientemente da permiso a su hijo de que haga lo mismo. Hablen al respecto. Usted podría decir, por ejemplo, “Perdona que me haya enojado tanto antes, cometí un error. La próxima vez trataré de ser más paciente”.
La comunicación y el apoyo son claves para afrontar el estrés y la crianza de niños resilientes. No es necesariamente el individualismo agresivo el que dota de independencia a los niños, más bien, es el amor y el apoyo incondicionales de un adulto en su vida.
Las relaciones son lo más importante para el desarrollo emocional en la vida de un niño. Si su hijo está teniendo problemas, tiene que saber que puede acudir a usted en busca de ayuda.
Así que olvídese del teléfono y dedique tiempo de calidad a sus hijos. Cuando estén juntos en casa, que estar con ellos sea una prioridad. Hablen de los problemas que enfrentan los niños y háganles saber que está bien pedir ayuda. Por otra parte, no teman mostrarles sus estrategias para afrontar el estrés cuando enfrente una situación difícil.
Criar a niños resilientes significa respetar sus emociones
Antes de tener hijos, probablemente su visión de la paternidad era color de rosa. Los medios venden fácilmente el gozo de la paternidad y los amigos publican fotos de mágicos días en la playa y el parque, todos felices y sonrientes.
Eso no siempre es real. Es difícil estar preparado para crisis tremendas, berrinches y la negativa a irse a la cama, pero todo esto es normal durante el crecimiento, NO una excepción.
En ocasiones, los padres ven estos inconvenientes como problemas que tienen que solucionarse y tal vez castigue a los niños, los mande a su habitación o los culpe solo por la intensidad de sus emociones. Sin importar cuál sea su reacción, no es difícil que el niño aprenda que la tristeza, la frustración o el enojo no son tolerables.
Ser resiliente significa entender que algunas emociones, en particular las que suelen considerarse negativas —como el sufrimiento, la desesperación y el enojo—, son muy humanas. No son emociones de las que haya que huir, tampoco tratar de esconderlas porque es muy difícil lidiar con ellas. Más bien, se debe tratar de entender esas emociones, comprender a qué se debe lo que está sintiendo. Enseñarle a sentir y entender esas emociones de forma saludable es importantísimo para la salud mental del niño.
Etiquetar las emociones puede ser una forma útil de desarrollar la inteligencia emocional y la resiliencia. Que los niños sepan que no está mal sentir ansiedad, miedo o tristeza. Si bien pueden ser intensas en el momento, esas emociones suelen pasar, sobre todo cuando se habla de ellas con algún ser querido.
Establecer límites razonables de forma empática
Probablemente haya oído el término “límites” en relación con la paternidad, tal vez haya tenido momentos difíciles respecto de lo que sucede cuando su hijo los rebasa. Lo importante, de entrada, es que los límites existan.
Una rutina predecible y un conjunto de reglas firmes en el hogar definen una estructura en la que los niños pueden apoyarse. Respecto de la hora de acostarse, la hora de la comida o de hacer la tarea, así como el tiempo que se dedica al uso de las pantallas, una estructura reduce la incertidumbre y puede ayudar a reducir la ansiedad. No espere ser un padre efectivo sin imponer límites. No obstante, esas vallas de contención no significan ignorar, así como así, lo que su hijo siente.
Los niños tienden a aprender rápidamente los comportamientos con que consiguen lo que quieren, de modo que cuando sucede lo inevitable y el niño intenta ver hasta dónde puede presionar, usted tiene que mantenerse firme, aunque esto no significa que no enfrente esos momentos con benevolencia.
Usted sigue estando ahí para su hijo y para atender a lo que siente, pero para seguir diciendo “no”. Hable de lo que ambos están sintiendo y explique por qué los límites son importantes. De esta forma avanzará mucho en la enseñanza de la inteligencia emocional y en el fortalecimiento de su relación.
Permita que los niños se raspen las rodillas
Cuando los hijos empiezan a caminar, uno tiende a no alejarse demasiado de ellos y puede ser difícil no ceder ante ese instinto conforme crecen. Tal vez los siga entre los juegos infantiles para estar seguro de que no se caigan de la escalera o para recibirlos cada vez que se deslizan por la resbaladilla.
En el corto plazo, es fantástico, y nunca se insistirá demasiado en lo importante que es estar presente cuando un hijo enfrenta una crisis grave. En ocasiones hay que ayudarle a mantenerse en pie.
La cuestión es no exagerar. Aprender a temprana edad a lidiar con el dolor y la incomodidad sin consecuencias graves facilita que los niños desarrollen la capacidad para, más adelante, manejar situaciones difíciles. En un estudio llevado a cabo en 2017, la Universidad de Cornell incluso sugirió que la exposición temprana a estrés manejable incrementa la actividad de la corteza prefrontal.
Mitigar, más no eliminar el riesgo
Enfrentar el miedo es una de las habilidades más difíciles y empoderantes que tenemos. Como padre, usted quiere que su hijo esté seguro, pero no a expensas de exponerlo a experiencias nuevas, y por lo tanto, atemorizantes.
Puede ser duro resistirse a la urgencia de velar por los hijos y ofrecer soluciones para todos sus problemas. Usted quiere proteger a sus hijos del dolor, incluso si el dolor ofrece grandes enseñanzas. Una experiencia atemorizante puede poner nervioso a su hijo respecto de los riesgos que podría enfrentar en el futuro, pero casi ningún fracaso pone en riesgo la vida. Si los niños enfrentan los riesgos con cauteloso optimismo, en general estarán mejor preparados para enfrentar situaciones desafiantes.
Suele suceder que los niños corran un riesgo y el resultado sea negativo. Tal vez se caigan de la escalerilla en los juegos infantiles o choquen en la bici: así aprenden que las rodillas raspadas y los golpes pueden doler, pero el dolor no dura mucho. Por consiguiente, los niños resilientes se levantan y lo vuelven a intentar. Los raspones y los moretones no son un obstáculo para el aprendizaje de una nueva habilidad ni para divertirse. La ansiedad que tal vez experimentaron antes, se torna manejable.
Sin la exposición a los riesgos, incluso los mínimos temores pueden paralizar a los niños. No hay duda de que en un principio tendrán miedo del dolor físico, pero fácilmente abarcará la ansiedad relacionada con la escuela, los temas sociales y el dinero una vez que el niño crece. Enfrentando riesgos y las consecuencias que acarrean, los niños aprenden los mecanismos de afrontamiento necesarios para lidiar con confianza y racionalmente con los riesgos.
Tal vez les cueste trabajo distinguir lo peligroso de lo desconocido. Tal vez un niño no se percate nunca de lo verdaderamente fuerte, desenvuelto y resiliente que puede ser. Por eso, permita que su hijo monte en bicicleta y quite las rueditas de entrenamiento cuando esté listo, aunque eso se traduzca en caídas y enojos. Solo asegúrese de que se ponga el casco.
Desarrolle en los niños habilidades de funcionamiento ejecutivo
Conformen los niños crecen, la corteza prefrontal se desarrolla más y más, de tal forma que aprenden a controlar su comportamiento y sus sentimientos. También desarrollan nuevas formas de enfrentar la adversidad. Es posible acelerar este proceso y ponerlos en camino de convertirse en adultos jóvenes felices y saludables.
El ejercicio es uno de los más importantes componentes del desarrollo de las habilidades de funcionamiento ejecutivo, las cuales ayudan al desarrollo del cerebro y favorecen las funciones cognitivas en crecimiento. Durante el ejercicio, el cerebro libera neuroquímicos que ayudan a calmar la ansiedad en situaciones de estrés. Siempre es buena idea sacar a los niños y que se muevan, sobre todo que será favorable para su habilidad para resolver problemas.
Los juegos de mesa también son excelentes para desarrollar la corteza prefrontal porque exigen paciencia, estrategia, memoria y destreza mental. También son una muy buena manera de estrechar vínculos con los hijos. Asegúrese de dejarlos ganar de vez en cuando y de hacer de las derrotas oportunidades de aprendizaje.
Busque la ocasión para que los niños tomen sus propias decisiones. ¿Qué tal que alguna vez decidan qué cenará la familia, y hasta ayuden a cocinar? Que ellos decidan y planeen las actividades del fin de semana. Permítales decidir qué instrumento tocar o qué deporte practicar. Incluso ofrézcales información sobre las clases que toman. Las posibilidades son ilimitadas. Solo asegúrese de que una vez que el niño tome una decisión, se apegue a ella.
Fomente que los niños piensen de forma independiente, lo cual no significa empujarlos a discutir con usted todo el tiempo. Asegúrese de alentar la discusión cuando su opinión difiera de la de su hijo. Plantear situaciones en las que los niños tienen que pensar críticamente es un formidable ejercicio para el funcionamiento ejecutivo. Siempre que muestren respeto, está bien que un niño cuestione a la autoridad y presente puntos de vista diferentes.
Siempre de su lado
Criar niños resilientes puede ser tan retador para los padres como para el niño. Ambos pueden fallar. ¡Y qué bueno! Pero sin importar lo que pase, ame a sus hijos incondicionalmente y hágase presente para apoyarlos, pase lo pase. Puede ser difícil dar un paso atrás y permitirles encontrar su propio camino, pero a la larga, ello los llevará a ser adultos jóvenes más resilientes, desenvueltos, capaces e intrépidos.
https://askthescientists.com/wp-content/uploads/2019/10/Girl-riding-bike-AdobeStock_239788622.jpg418835staffstaff2019-10-18 08:00:002019-12-30 09:32:33Rodillas y codos raspados: Cómo criar niños resilientes
Sus experiencias de vida lo hacen experto en cómo manejar los cambios. Empezar en un nuevo trabajo, mudarse a otra ciudad, el nacimiento de un hijo. Todos los acontecimientos que transforman su vida y la moldean tienen que ver con cambios. Para hombres y mujeres, el envejecimiento saludable es el siguiente reto por superar.
Pero todos envejecemos de forma diferente. Las mujeres pasan por un proceso específico de envejecimiento llamado menopausia, y si bien todas la experimentarán, no todas están conscientes de qué esperar.
También los hombres experimentan cambios hormonales con la edad, si bien no son como los enfrentados por las mujeres. (Más adelante podrá leer sobre la menopausia masculina).
No importa qué se avecine, cuando usted entienda cómo cambia el cuerpo conforme envejece, se sentirá listo para avanzar con confianza hacia cada nuevo año y cada nueva década. Y si se prepara ahora para envejecer saludablemente, puede ayudar a que su organismo pase sin problema a cada fase subsiguiente de la vida. Sin importar su edad, ahora puede tomar medidas que lo prepararán para envejecer saludablemente.
Para hacer frente a lo que la edad trae consigo, dividamos la edad adulta en varias etapas clave de las diferentes décadas de vida. Esta lista no es de ninguna manera exhaustiva, para ello se necesitaría todo un libro, pero le ayudará a saber qué esperar en cuanto a los cambios hormonales que vienen con la edad y otros cambios físicos que podrían presentarse. Le daremos sugerencias sobre cómo enfrentar lo que podría presentarse.
Nunca se es demasiado viejo para aprender sobre el propio cuerpo. Y tampoco nunca es demasiado pronto para empezar a prestar atención a hábitos saludables. Entonces, sin importar su edad, ahora es el momento de ponerse en camino hacia el envejecimiento saludable. Las decisiones que tome a lo largo de su vida son la clave para disfrutar cada minuto.
Entre en actividad y prepárese adecuadamente desde los veinte y los treinta años
A los veinte y los treinta es un buen momento para adquirir hábitos que le duren para el resto de su vida. Empiece a hacer ejercicio regularmente lo más pronto posible. Haga alianza con un familiar o amigo y juntos pónganse en forma para el futuro.
Una de las cosas que preocupan a hombres y mujeres es la pérdida de fuerza y densidad ósea con el paso de los años. Por eso la juventud es el momento de fortalecer músculos y huesos para blindar el cuerpo mediante la actividad física regular.
Tal vez parezca prematuro ponerse en forma desde ahora, pero nunca es demasiado pronto para empezar. Conforme se envejece, ciertas actividades se tornan desafiantes: por eso, empezar a ejercitarse ahora le ayudará a conservar su independencia más adelante.
Piense en actividades como ir de compras, la jardinería o el excursionismo, que podrían dificultarse por la pérdida de músculo y hueso. Tener la libertad de cargar las bolsas de comestibles, empujar una carretilla y subir escaleras es algo que usted deseará en el futuro. Por eso, si quiere seguir haciendo lo que le gusta, con las personas que quiere, es conveniente estar activo desde los veinte y los treinta años.
Todo lo que necesita son 30 minutos de actividad al día, y muchas de estas sugerencias pueden ponerse en práctica con alguien más. Acumule resistencia física y prepare a su organismo para envejecer cómodamente y con buena condición física.
Fortifique la salud a los cuarenta
Entrenar durante la semana es un buen principio para ir en pos de un envejecimiento saludable, y ese camino será más fácil comiendo de forma saludable. Estos hábitos lo preparan para el bienestar durante la siguiente década de vida. Así será más fácil enfrentar el reto del envejecimiento cuando esta década esté por terminar.
El envejecimiento de la piel será uno de los primeros síntomas por enfrentar.
A partir de los cuarenta, la piel que le ha dado tan buen servicio puede empezar a mostrar signos de desgaste. Toda esa diversión bajo el sol, esas sonrisas y risas aparecen en forma de arrugas. Es de esperar que todos, hombres y mujeres, tengan arrugas. A continuación le decimos por qué aparecen y qué puede hacer para minimizar su aspecto.
Las arrugas en torno a los ojos y la boca son resultado de envejecimiento intrínseco y extrínseco. El envejecimiento intrínseco es el que tiene lugar cuando el organismo empieza naturalmente a producir menos y menos de las proteínas que mantienen la piel flexible y firme, el colágeno y la elastina. En realidad, este proceso de envejecimiento intrínseco empieza antes de los cuarenta. De hecho, después de los 20, la piel produce uno por ciento menos colágeno cada año. Por eso, probablemente a los cuarenta habrá notado diferencias en el aspecto de la piel.
El envejecimiento extrínseco también cambia el aspecto de la piel. Esta forma de envejecimiento da cuenta de los daños que provienen de fuera del cuerpo, entre otras cosas, el tabaco y la contaminación.
Usted se percatará del envejecimiento extrínseco cuando la piel luzca manchada y con textura desigual. La radiación solar es uno de los principales factores del envejecimiento extrínseco. Exponerse responsablemente al sol es saludable (de 15 a 30 minutos al día), pero el exceso de luz solar daña la piel y da lugar a gran parte de las arrugas.
Para prepararse para los cambios de la piel relacionados con la edad, la principal defensa es el bloqueador solar, las prendas de vestir que protegen del sol (camisas de manga larga y pantalones largos, y sombrero) son la principal defensa. El bloqueador solar protege la piel y debe usarse todos los días. Para obtener máxima protección de la piel, pruebe a usar el bloqueador solar con SPF (factor de protección solar, por sus siglas en inglés) de cuando menos 30-35.
Si desea evitar la aparición de arrugas, trate de incluir un suero rico en antioxidantes y un humectante en su régimen para el cuidado de la piel. Los antioxidantes son magníficos para reducir el aspecto de enrojecimiento, además de ayudar a emparejar el tono de la piel y darle un brillo saludable. Los humectantes favorecen el aspecto juvenil de la piel ayudando a retener la humedad en las capas más externas, además de protegerla de los elementos exteriores que suelen contribuir a la resequedad.
Incluya antioxidantes también en su dieta. La piel que envejece se lo agradecerá, y también el cerebro. La década de los cuarenta es para fortalecer el organismo de manera que envejezca saludablemente. Es inteligente adelantarse y pensar en la salud del cerebro. Una dieta rica en antioxidantes es fantástica para la mente y puede ayudar a mantenerse alerta. (Lea al respecto más adelante).
Que no le preocupe que la piel esté cambiando. A todos nos salen arrugas, pero usted puede ayudar a que la piel conserve su aspecto saludable y su elasticidad protegiéndola del sol y con los productos adecuados para su cuidado.
Envejecimiento saludable a los cincuenta: los cambios hormonales y usted
En el caso de las mujeres, los cambios más notables del envejecimiento aparecen cerca de los cincuenta. En la mayoría de las mujeres, la menopausia empieza a los 50. Este cambio definitivo en la producción de la hormona estrógeno puede presentarse muy rápidamente, así que manténgase alerta ante algunos síntomas. El estrógeno es la hormona que controla los ciclos menstruales de la mujer.
La menopausia marca el fin de los años reproductivos de la mujer: es el momento en que los ovarios dejan de liberar óvulos y la producción de estrógeno declina significativamente. Al empezar la menopausia, los periodos menstruales se tornan irregulares, hasta que desaparecen. Tarde o temprano, estos cambios hormonales resultan en la pérdida de la fertilidad.
Los cambios de los ciclos menstruales regulares suelen ser el primer síntoma del inicio de la menopausia, pero el organismo experimentará también otros cambios en ese momento. Los síntomas pueden ser sofocos, cambios de humor, resequedad de la piel e insomnio, por no mencionar sino unos cuantos. Estar consciente de que estos cambios ocurrirán, puede ayudar a prepararse para estar cómoda.
Consumir alimentos ricos en fitoestrógenos (como la soya), hacer ejercicio físico durante el día y ejercicios de respiración por la noche suele mejor el sueño, si es que éste se ha visto alterado como consecuencia de la menopausia. Otra buena idea es limitar el consumo de cafeína a las primeras horas del día, así no estará con los ojos abiertos y agitada a la hora de irse a la cama.
Invertir en un buen régimen de cuidado de la piel ayuda a combatir la resequedad provocada por la menopausia. Los humectantes y cremas formulados para piel madura en general favorecen la humectación del cuerpo y dan brillo al cutis.
Y recuerde, si bien muchos de estos cambios hormonales pueden parecer dramáticos, sus efectos colaterales no durarán para siempre. No olvide que la menopausia es una parte normal del envejecimiento. La mayoría de las mujeres transitan por ella en unos cinco años, y con el tiempo, experimentan una reducción de los síntomas menopáusicos.
Unas palabras sobre la menopausia masculina
Tal vez se pregunte si en los hombres hay un proceso de envejecimiento hormonal equivalente. Si bien no hay una clara menopausia masculina, sí, al envejecer, los hombres experimentan cambios hormonales.
Con la edad, en todos se reducirá la testosterona, pero este cambio es gradual y no tan marcado como los cambios del estrógeno en las mujeres.
Los síntomas de la reducción de la testosterona incluyen pérdida de la masa muscular y reducción de la energía. Algunos hombres suelen experimentar cambios de humor, así como reducción de la fuerza y del impulso sexual, por mencionar algunos. Los síntomas físicos pueden aliviarse con el ejercicio regular, y los cambios de humor, con conciencia plena, apoyo emocional y la ayuda de un profesional de la salud que sea de confianza.
Mentalmente y más — Mantenerse en buen estado físico a los sesenta y más
Las décadas previas lo han estado preparando para envejecer saludablemente con hábitos como ejercicio regular, dieta saludable y adecuado cuidado de la piel. A los sesenta, usted tiene la oportunidad de hacer trabajar al órgano quizá más importante de todos: el cerebro. Mantenerlo en buena forma hará del envejecimiento un proceso más disfrutable.
Estimular la mente puede ayudar a mantenerlo alerta con el paso de los años. A los sesenta y más, la pérdida de memoria podría instalarse en su cerebro. Con la edad, es de esperar una ligera declinación cognitiva, pero afortunadamente, es mucho lo que usted puede hacer en favor de su inteligencia mucho tiempo más.
Entregarse a actividades que sean un desafío para la inteligencia y la memoria es magnífico para mantenerse mentalmente en forma. Se ha demostrado mediante estudios que los adultos que practicaban la estimulación cognitiva a través del aprendizaje activo mostraban una menor pérdida cognitiva en etapas posteriores de la vida. Estas actividades incluyen tocar instrumentos musicales, tomar clases (desde cocina hasta matemáticas), aprender otro idioma, escribir o llevar un diario, juegos de memoria, hablar con amigos, practicar activamente la coordinación mano-ojo, así como un nuevo deporte.
¿Qué tipo de cosas puede hacer para mantener su mente en forma? ¡Aprender, aprender, aprender! Leer, escribir y estudiar otro idioma son ideales para que el cerebro siga aprendiendo. Incluso esas actividades podrían parecerle divertidas.
También los naipes y los juegos de mesa son magníficos para el cerebro. Trate de jugar con alguien más, tanto como sea posible, es una muy buena manera de compartir con familiares y amigos. ¿Qué puede haber más ameno que divertirse jugando y crear recuerdos con las personas que ama?
Otra forma de proteger la memoria es con una dieta rica en antioxidantes. Investigaciones en curso sugieren que la pérdida cognitiva y el envejecimiento del cerebro se deben a daños oxidantes. Los radicales libres carcomen las neuronas. Los antioxidantes se enfocan en los radicales libres y ayudan a proteger las células cerebrales.
Las moras contienen muchos antioxidantes. Fresas, arándanos y frambuesas son ricos en antioxidantes: agréguelos al cereal del desayuno, o como colación. No importa cómo, pero incluir antioxidantes en su dieta suele ser favorable para el cerebro en el envejecimiento.
No desperdicie sus sesenta y más preocupándose por la memoria. Active su cerebro aprendiendo nuevas cosas y compartiendo con las personas que más quiere. Hable, lea, escriba y aprenda siempre que pueda. Que su dieta sea saludable, con muchos antioxidantes y otros nutrientes para el cerebro.
Viva saludablemente, sin importar la edad
La buena vida no se acaba nada más porque está envejeciendo. A cualquier edad se puede tener un estilo de vida saludable y dichoso. Si se prepara para envejecer saludablemente en la juventud, estas transiciones pueden ser cómodas y manejables.
Empiece hoy con hábitos saludables como una buena dieta y ejercicio regular para que su cuerpo se mantenga fuerte para los años por venir. Dedique tiempo a cuidar de su piel y prepárese para los cambios hormonales que vendrán. Y mantenga alerta su mente aprendiendo todo el tiempo.
Tal vez piense que la edad es solo un número. Y tal vez tenga razón. Usted puede adoptar ese número (no importa lo grande que sea) sabiendo que está preparado para envejecer saludablemente.
Acerca del autor
Sydney Sprouse es una escritora independiente sobre temas de ciencia residente en Forest Grove, Oregon. Tiene una licenciatura en biología humana de la Universidad Estatal de Utah, en donde trabajó como investigadora y escritora en su etapa de pasante. Sydney ha estudiado ciencias toda su vida y su objetivo es traducir las actuales investigaciones científicas tan efectivamente como sea posible. Escribe con particular interés sobre biología humana, salud y nutrición.
https://askthescientists.com/wp-content/uploads/2019/04/Female-generations-AdobeStock_233887448.jpg418835Sydney SprouseSydney Sprouse2019-04-08 10:00:572019-04-08 13:26:40Envejecimiento saludable de hombres y mujeres, por década
Los niños que están sanos tienen más posibilidades de convertirse en adultos sanos. Pero se requiere trabajo, y ese trabajo comienza a temprana edad. Ello se debe a que las necesidades nutricionales de los niños están ligadas al rápido desarrollo propio de la etapa infantil. Así, la nutrición para niños gira en torno a su crecimiento y desarrollo en el presente y a crear elementos estructurales y hábitos saludables de por vida.
Solo piense en esto: a los dos años, el cerebro de su hijo ha alcanzado el 80% del tamaño que tendrá como adulto. Eso representa un increíble crecimiento en muy poco tiempo, y además en una de las partes del cuerpo más importantes.
¿Entiende por qué es importante para los niños una adecuada nutrición? Ahora es momento de ver cómo satisfacer las necesidades nutricionales de los niños, y los consejos acerca de los alimentos necesarios para criar niños sanos le van a parecer muy familiares.
Cuando los niños comienzan a comer alimentos sólidos, usted debe buscar un balance saludable. Al igual que en los adultos, las necesidades nutricionales de los niños comienzan con frutas, verduras, proteínas magras, grasas saludables y granos enteros.
Consejos similares aplican a partir de los seis meses (o cuando comienzan a consumir alimentos sólidos) y hasta los 96 años. Así que no vamos a repetirlo en cada una de las secciones que aparecen abajo. Eso sería tedioso. Pero recuerde que mantener un equilibrio de alimentos ricos en nutrientes es la base de la buena salud, de por vida.
Un buen inicio: Información nutrimental para bebés
Durante los primeros seis meses de vida, las necesidades nutricionales de los niños se cubren a través de la lactancia. Si la lactancia no es una opción, una fórmula comercial de alta calidad puede satisfacer las necesidades de los bebés hasta los seis meses de edad.
El estado nutricional de la madre es muy importante para los niños alimentados con pecho. Es esencial que reciban las cantidades adecuadas de vitaminas y minerales para su correcto crecimiento y desarrollo. Esto significa poner atención en recibir todos los nutrientes —como resultado de una dieta saludable o del consumo de suplementos de calidad, si es necesario— que tanto la madre como el niño necesitan.
Aproximadamente a los seis meses, un bebé necesita pocos nutrientes importantes, especialmente hierro. Los niveles de este mineral esencial comienzan a disminuir, y se requieren alimentos ricos en hierro. Se recomiendan once miligramos (mg) de hierro al día para los bebés de entre 7 y 12 meses de edad.*
Afortunadamente, a esta misma edad los niños comúnmente pueden comenzar a complementar la leche materna o la fórmula con otros alimentos. De manera que los cereales, los purés de frutas o verduras y otras opciones enriquecidas con hierro pueden aportar los nutrientes adicionales que los niños sanos necesitan. Eso es adicional a la nutrición que los bebés siguen recibiendo de la leche materna o de la fórmula.
Los bebés además necesitan zinc, calcio y vitamina D. Su bebé necesita recibir 260 mg de calcio entre los 6 y los 11 meses, y usted debe tratar de consumir 400 unidades internacionales (UI) de vitamina D. Este par de vitaminas y minerales trabaja conjuntamente para apoyar huesos fuertes y muchos sistemas corporales en crecimiento.*
A medida que crezca, puede ampliar la variedad de alimentos que su hijo consume. Puede pasar a los alimentos cortados en palitos o alimentos sanos en trocitos a medida que su bebé va creciendo. Simplemente pase lentamente a más alimentos sólidos y manténgase muy al pendiente de cualquier peligro de atragantamiento. Asegúrese de tener una variedad de alimentos saludables para desarrollar en su bebé el amor por una alimentación diversa y nutritiva.
Cómo satisfacer las crecientes necesidades de su hijo pequeño
Los niños pequeños (de entre 1 y 3 años) están en constante crecimiento, y también crecen sus opiniones en torno a los alimentos. Éste es el momento en el que las frutas y las verduras se encuentran con el rechazo en una sola palabra: NO. Es una palabra simple que incluso los niños sanos pueden aprender a asociar con los alimentos que necesitan.
Un niño pequeño en el rango de edad arriba señalado necesita alrededor de 700 mg de calcio cada día para apoyar el crecimiento de huesos sanos y fuertes. La buena nutrición para niños de entre 1 y 3 años también debe incluir mucho hierro. Eso significa siete miligramos al día.*
Los requerimientos calóricos de su hijo en crecimiento pueden variar. El rango normal es de entre 1,000 y 1,400 calorías. Cuando llegan a las etapas de rápido crecimiento, los niños pequeños pueden llegar a desear comer más. Y cuando ese crecimiento se hace más lento, su apetito también puede disminuir.
Como regla general, considere 40 calorías diarias por cada pulgada de estatura. Por ejemplo, un niño pequeño de entre 1 y 3 años de edad que mida 30 pulgadas (.76 metros) debería consumir unas 1,200 calorías diarias. Esta cantidad puede variar dependiendo del nivel de actividad del niño o de su constitución. También es importante recordar que el tamaño de la porción para un niño de entre 1 y 3 años es de alrededor del 25% de la de un adulto.
Ésta puede ser una etapa complicada. Se requiere paciencia para lograr que sus niños obtengan los nutrientes que necesitan. Sin embargo, es importante obligarlos y ayudar a su pequeño a desarrollar hábitos saludables de alimentación, los cuales cobran aún más relevancia a medida que crecen y comienzan a tomar sus propias decisiones en cuanto a su alimentación.
Nutrición para niños de 4 a 10 años
A medida que continúan las etapas de rápido crecimiento, también continúa la necesidad de calorías y de nutrientes específicos.
Los niños sanos que están en este grupo de edad pueden consumir entre 1,200 y 2,000 calorías al día. Este rango tan amplio se debe a que la actividad y el crecimiento son grandes variables. Los niños activos que están pasando por una etapa de rápido crecimiento pueden llegar a ese límite superior.
El calcio sigue siendo una de las principales preocupaciones. Nuevamente, esto está relacionado con el crecimiento de los huesos a medida que los niños van ganando estatura. Las necesidades nutricionales de los niños incluyen 1,000 mg de calcio y entre 600 y 1,000 UI de vitamina D. También necesitan un suplemento completo a base de vitaminas y minerales esenciales, especialmente vitamina E y folato.*
La vida de los preadolescentes y de los adolescentes modernos puede ser muy ajetreada y abrumadora. Puede convertirse en un acto de equilibrio entre la escuela, sus actividades y su vida social.
En esta etapa tan llena de ocupaciones, los niños todavía están creciendo, y la pubertad trae sus propios cambios y desafíos. La buena nutrición para los niños de este grupo de edad deber ser la constante en medio del caos. Eso significa consumir 1,300 mg de calcio al día para apoyar los huesos en crecimiento. También debería incluir alimentos ricos en fibra, hierro extra (15 mg) para las niñas que han comenzado a menstruar, y vitaminas y minerales esenciales.*
Los adolescentes pueden comer hasta dejarnos en la ruina. Las niñas activas pueden requerir hasta 2,400 calorías, mientras que los niños activos pueden consumir entre 2,000 y 3,200 calorías. Eso es mucha comida, y debe ser comida rica en nutrientes, no solo calorías vacías.
Al mismo tiempo, los niños de mayor edad comenzarán a hacer dietas. La imagen corporal es parte importante de la vida de los adolescentes. Esta recién descubierta conciencia de sí mismos puede obstaculizar la capacidad que tienen los niños sanos de comer lo que necesitan.
Las necesidades nutricionales de los niños no pueden pasar a segundo plano para dar paso a la vanidad, a las actividades o a una agenda social apretada. Así, sus hijos deberían comenzar el día con un desayuno saludable que los llene de energía para su atareado día. Deben consumir un balance de macronutrientes —proteína, carbohidratos y grasas— y micronutrientes. La proteína y la fibra aportan energía y saciedad constantes.
Su adolescente pronto saldrá al mundo y buscará su propia comida. Asegúrese de que esté equipado con las capacidades y hábitos necesarios para obtener buena nutrición a lo largo de su vida.
La buena nutrición crea niños sanos
Libra por libra, o kilo por kilo, los niños necesitan más nutrición que los adultos. Sus huesos crecen más y cobran más fuerza. Su cerebro está en crecimiento para toda una vida de aprendizaje. Sus órganos, músculos y otros sistemas están madurando. Para los chicos de todas las edades, recibir los nutrientes adecuados es un apoyo de los pies a la cabeza.
Además, también van tomando forma sus gustos, se crean los cimientos de sus opiniones acerca de los alimentos, su paladar se desarrolla e influye más adelante en sus elecciones. Lo bueno es que satisfacer las necesidades nutricionales de los niños a medida que crecen puede ayudar a que más adelante en su vida les tomen gusto a los alimentos saludables. Así pues, el esfuerzo que invierta en satisfacer las necesidades de sus hijos también sentará las bases de un futuro saludable.
*Estas afirmaciones no han sido evaluadas por la Administración de Fármacos y Alimentos. Este producto no tiene como fin diagnosticar, tratar, curar ni prevenir enfermedad alguna.
https://askthescientists.com/wp-content/uploads/2018/04/Kids-and-fruit-AdobeStock_111534162.jpeg53237985David BakerDavid Baker2018-05-21 10:00:202019-12-30 10:21:23Crecer sano: Nutrición para niños a medida que crecen
Aprendiendo el lenguaje
Es probable que haya escuchado términos como “ADN” y “gen”. O si tiene más conocimiento, incluso términos como “traslación” y “herencia”. O incluso si tiene un título universitario, “SNP” y “epigenética”.
Es una gran ventaja si ya conoce todos estos términos, pero tal vez no le vendría mal refrescar sus conocimientos de genética. O es probable que estos términos sean totalmente nuevos para usted. Sin importar cuál sea su nivel de conocimiento sobre la genética, entender el vocabulario es esencial. Esto es especialmente cierto en el nuevo mundo de la medicina individualizada y la nutrición personalizada. Por lo tanto, siempre le será conveniente tener conocimientos de genética.
Ésta será la primera parte de una serie de cuatro partes – Genética 101. Empezará por aprender las definiciones de la terminología clave de la genética. Esta base de conocimiento le servirá para después adquirir conocimiento más detallado.
Cuando haya dominado el vocabulario de la genética, avanzará a Genética 101 – Información básica del ADN y los genes. Posteriormente, toda esta información se colocará en el contexto de la herencia, la teoría de la evolución y el linaje. Y finalmente concluirá su curso intensivo de genética con la sección final: “La genética y su salud”. Con una historia nueva cada mes, usted logrará tener conocimientos sólidos de genética para que pueda tomar decisiones informadas relacionadas con su salud.
Ya estamos listos para empezar con el nivel básico.
Definición de los términos comunes de la genética
Antes de que hablemos específicamente de cómo su genética define quién es usted, es importante entender 26 términos comunes. Le ayudarán cuando empiece a aprender el impacto que la genética tiene en su apariencia física, en la manera de trabajar de sus células, la razón de su ser y actuar y cómo la genética afecta su condición de salud.
Empecemos por definir algunos términos que son la base de la genética.
Núcleo: su núcleo es técnicamente un organelo, una estructura independiente dentro de la célula. Su núcleo contiene todo el material genético que recibe de sus padres, con frecuencia mencionado como su genoma o ADN. La función del núcleo es proteger, organizar y replicar el ADN en la división celular.
Genoma: se refiere a todo su material genético como un todo.
ADN: las siglas para ácido desoxirribonucleico. El ADN es el trasportador de toda su información genética. El orden específico en que está organizado su ADN después de que lo hereda de sus padres es el responsable de su apariencia física y de la forma en que trabajan sus células.
Nucleótido / Base: estas palabras se utilizan indistintamente para referirse a cada uno de los bloques de construcción del ADN y el ARN. El ADN está compuesto por cuatro nucleótidos / bases: adenina, guanina, citosina y timina. En el tema del ADN es frecuente que se les mencione en su forma corta como A, G, C y T, respectivamente.
Par base: hablando en términos químicos y moleculares, el ADN es un molécula de doble cadena, pero a la vez es anti-paralela. Esto significa que el ADN está compuesto de dos cadenas idénticas que corren en direcciones opuestas. Imagínelo de esta manera: una cadena corre de “A a Z”, mientras que la otra corre de “Z a A”.
Cada cadena se une a la otra a través de una serie especial de enlaces químicos relativamente débiles. Imagínese que estos enlaces de hidrógeno son como el Velcro. Pueden unirse, pero también separarse cuando es necesario.
Algo importante de saber es que una base sólo se unirá con otra base específica – su complemento. Por ejemplo, la adenina sólo puede unirse con la guanina (y la guanina sólo con la adenina). La citosina puede unirse con la tiamina (y viceversa). A estas parejas de A-G y C-T se les conoce como pares base. Esta regla de los pares es importante porque es un concepto fundamental en la reproducción y la división celular.
Cromosoma: la manera general en que el ADN está empacado en el núcleo. Los cromosomas organizan la gran masa de ADN en estructuras definidas y sumamente condensadas, que ayudan a organizar y proteger el ADN. El número de cromosomas varía en gran medida entre los diferentes organismos. Pueden tener sólo uno o doscientos, e incluso llegar a más de 10,000 cromosomas. Los seres humanos tenemos 23 pares, o sea, 46 cromosomas.
Gen: una suborganización adicional de su material genético. Es una pieza corta y discreta del ADN. Si nos imaginamos que el ADN es un libro, entonces los genes son cada uno de los capítulos. Estos capítulos de ADN (genes) son las instrucciones para que la célula haga una proteína o enzima. En pocas palabras, un gen le indica a la célula el orden correcto para reunir los aminoácidos para construir la estructura tridimensional de una proteína o enzima. Los humanos tienen entre 20,000 y 25,000 genes individuales.
Expresión genética: en algún lugar dentro o alrededor de un gen, casi siempre al principio, hay secuencias especiales de ADN responsables de activar o desactivar un gen (imagínelo como un interruptor de luz). Los genes también pueden estar activados constantemente. Sus productos genéticos (proteínas o enzimas) se están fabricando constantemente, por lo general a un nivel bajo y consistente. Los dos procesos principales de la expresión genética, la lectura de un gen y después la creación de una proteína, se llaman transcripción y traducción, respectivamente.
Transcripción: el proceso donde la célula lee la información contenida en un gen. Este mensaje se copia en una molécula mensajera de ARN y se envía desde el núcleo a otras partes de la célula.
ARN: las siglas para ácido ribonucleico, que desde el punto de vista químico, es muy similar al ADN. El ARN se considera que es el mensajero maestro. Envía piezas cortas de información contenidas en el ADN (gen) a otros lugares en la célula. El ARN permite que esos mensajes se conviertan en las unidades funcionales de la célula, esto es, las proteínas y las enzimas. La información del ARN se divide en series de tres nucleótidos / bases, llamados un codón.
Codón: una serie de tres nucleótidos / bases secuenciales en una molécula de ARN. El orden de los tres nucleótidos / bases es el código para un aminoácido específico. Conforme se leen los codones en el ARN, la célula empieza a armar cadenas de aminoácidos, que son las piezas fundamentales de las proteínas y enzimas. Ese proceso se conoce como traducción.
Traducción: el proceso donde la célula convierte la molécula mensajera del ARN en una proteína o enzima.
Proteína / enzima: palabras que con frecuencia se usan indistintamente para describir una cadena de aminoácidos unidos químicamente. Cuando los aminoácidos se unen, se pliegan para formar productos funcionales finales a los que normalmente nos referimos como una proteína o enzima. Aunque todas las enzimas son proteínas, no todas las proteínas son enzimas. Por costumbre, los científicos se refieren a una proteína como una proteína cuando su función en una célula es estática o estructural. La palabra enzima se usa para describir una proteína que trabaja activamente (como las enzimas que convierten los alimentos en energía).)
Replicación del ADN: el acto de hacer una copia idéntica del ADN. Cuando una célula se divide, también debe copiar, o replicar, su ADN. Esto sucede porque loes enlaces de hidrógeno de tipo Velcro pueden separarse. Una cadena se queda con la célula vieja y la otra se mueve a una célula nueva. Con base en la regla de las parejas base (A-G y C-T sólo se pueden unir), cada célula puede volver a hacer la cadena antiparalela faltante. A la larga, el ADN vuelve a tener dos cadenas. Este proceso puede repetirse cada vez que la célula se divide.
Herencia: la transmisión de información genética a la siguiente generación más joven.
Fenotipo: sus rasgos físicamente visibles con base en la secuencia de sus genes (genotipo). Piense en cómo se ve y cómo actúa usted.
Genotipo: la secuencia del ADN de sus genes.
Gen dominante: cuando un gen dominante y recesivo compiten para su expresión, ganará el gen dominante. Por ejemplo, cuando un padre con ojos cafés (gen dominante) tiene un hijo con un padre con ojos azules (gen recesivo), el hijo tendrá ojos cafés; el gen dominante gana.
Gen recesivo: los genes recesivos no se expresan cuando están en presencia de un gen dominante. Sin embargo, como tenemos dos copias de cada gen, cuando ambas copias son recesivas, es posible que se exprese un rasgo recesivo. Un hijo tendrá ojos azules cuando ambas copias de los genes recibidos de los padres son para ojos azules.
Ploidía: se refiere al número de cromosomas o parejas de ADN en un organismo.
Diploide: “di” significa “dos.” Cuando una célula es diploide tiene ambas copias de su ADN. Ésta es la condición normal de casi todas sus células y se dice que el ADN es de doble cadena. Las células deben tener su ADN en estado diploide para que se divida y replique.
Haploide: “ha” significa “mitad.” Cuando una célula es haploide, sólo tiene la mitad (o una) de sus copias de ADN. Por lo general, las células haploides son únicamente las células reproductivas, como los espermatozoides y los óvulos. Esto es importante porque cuando un espermatozoide y un óvulo se fusionan (fertilización), las dos copias del ADN se recombinan para crear un genoma diploide completo. Cuando esta célula es diploide, puede empezar a crecer y dividirse.
Epigenética: se puede considerar un segundo código genético que se encuentra sobre su secuencia primaria del ADN. Este código está compuesto por varias señales químicas. Son varias las señales químicas que pueden modificar la secuencia de su ADN o la secuencia o las estructuras que organizan el ADN en el núcleo. Dependiendo de las modificaciones químicas específicas, los genes pueden activarse o desactivarse.
Es interesante saber que su dieta y estilo de vida afectan drásticamente este código químico (epigenoma) y la regulación de sus genes. También se ha demostrado que su código epigenético es hereditario en gran medida. Esto significa que dependiendo de cómo sus padres, e incluso sus abuelos, hayan vivido sus vidas, esto afecta cómo se expresan sus genes. Y la manera en que usted viva su vida afectará la expresión genética de sus hijos.
Se piensa que el epigenoma es básicamente responsable de los resultados en la salud, tanto buenos como malos, en la siguiente generación. Por ejemplo, los padres delgados y sanos suelen tener hijos delgados y sanos. Sin embargo, los hijos de padres con ciertas enfermedades pueden tener un mayor riesgo de adquirir esa enfermedad más adelante en sus vidas.
Mutación: el cambio de la secuencia original del ADN. Esto puede ocurrir a través de varios procesos diferentes, como exposición a elementos químicos ambientales, replicación incorrecta del ADN y rotura / daño físico al ADN.
A la larga, una mutación afecta la función de la estructura final de la proteína / enzima para la que codifica. Las mutaciones pueden tener varios efectos en la célula, desde ningún efecto hasta un efecto benéfico o un efecto nocivo. Si una mutación no cambia la estructura final de la proteína o la función, se dice que es silenciosa.
Las mutaciones benéficas otorgan una mejor función o sobrevida a la célula u organismo. Es frecuente que se mencione que es la base de la evolución o de la supervivencia del más apto. Las mutaciones también pueden ser dañinas. Si un cambio en la secuencia original del ADN tiene efectos negativos en la estructura o función de una proteína, puede tener consecuencias graves en la función celular. Si una mutación negativa ocurre en un lugar esencial en un gen, la función de la proteína podría verse afectada drásticamente y a la larga producir una menor sobrevida. Algunas mutaciones negativas comunes en los genes o proteínas clave pueden producir cáncer.
Cáncer: una enfermedad que se define por la división celular descontrolada. Por lo general, la célula mantiene un control muy estricto de los procesos que impiden o que inician la división celular. Sin embargo, este proceso podría alterarse y esto ocurre por una mutación, exposición a sustancias químicas ambientales, daño físico, etc. Sin embargo, es importante mencionar que no todas las mutaciones causan cáncer y que no todos los cánceres son el resultado de mutaciones. A la larga, la división celular descontrolada produce la acumulación de células anormales en una masa conocida como un tumor. Si este tumor ocasiona el deterioro en el funcionamiento de un tejido u órgano, puede ocurrir falla en ellos, provocando la muerte.
SNP (poliformismo de nucleótido único): una mutación en una base del ADN. Como ésta es una mutación menor en un gen, los SNP suelen ser mutaciones silenciosas y rara vez producen cáncer. Sin embargo, cuando un SNP ocurre en un lugar crítico en un gen, puede afectar la función de las proteínas, sea de manera positiva o negativa. Los SNP se han vuelto más populares en la ciencia y la medicina. Por ejemplo, se usan para diagnosticar las deficiencias metabólicas o para prever cómo un paciente podría responder a ciertos medicamentos.
Fundamentos del ADN y los genes
Esta es la segunda parte de una serie de cuatro, Genética 101. Si se perdió la primera, lea Genética 101— Aprendizaje de la lengua. Empezar con la terminología antes de lanzarse a leer este artículo le ayudará a aprenderse los términos importantes antes de empezar a profundizar.
La genética es, al mismo tiempo, increíblemente sencilla e increíblemente complicada. Empecemos con lo que es exactamente la genética. Según el Merriam-Webster, la genética es “una rama de la biología que trata de la herencia y la variación de los organismos”, así como “de la constitución y fenómenos genéticos de un organismo, tipo, grupo o condición”.
En palabras sencillas, la genética es el estudio de lo que lo hace a usted humano y único, y eso, gracias al ADN. De hecho, todo organismo vivo de la Tierra tiene ADN. Es el ADN lo que hace a una bacteria, bacteria, a un ave, ave, y a usted, humano.
La única tarea del ADN es almacenar y compartir información
Muchos piensan que el ADN es flexible, dinámico, y que cambia constantemente, pero en realidad, es una molécula estática y estable. Tanto en instrumentos de piedra o en el interior de huesos antiguos se puede recolectar ADN y estudiarlo, incluso después de decenas de miles de años.
Una forma fácil de imaginar el ADN de uno, es pensar en un plano para la construcción de una casa, el cual ofrece mucha información, pero por sí solo, ese plano no puede construir la casa, solo almacena y comparte información. Se requiere un equipo inteligente y coordinado de trabajadores para construir esa casa: un ingeniero que pueda interpretar el plano, los patrones que dirigen a los trabajadores y los obreros que arman todo.
Lo único que hace el ADN es almacenar y compartir información con las células. Y sí, se puede imaginar al ADN como un plano de las células.
La molécula de ADN es muy grande
El ADN es el material genético contenido en todos los núcleos del organismo, y si bien no todas las células tienen núcleo, y algunas tienen más de uno, todos los núcleos tienen una secuencia completa de ADN.
En cada núcleo, el ADN existe como una sola molécula (de doble cadena), o sea que es una molécula muy grande. El ADN humano tiene de dos a tres mil millones de bases de longitud. Para ponerlo en perspectiva, si usted tuviera que llegar al interior de sus núcleos, sacar el ADN y extenderlo en una mesa, tendría de uno a dos metros de largo (tres a seis pies).
Otra forma de ilustrar las dimensiones del ADN es estimar su masa total. Se toma el peso promedio de una base nucleotídica, se multiplica por dos (porque tiene doble cadena) y después, otra vez, por dos a tres mil millones (longitud total del ADN): sí que es una cifra grande, y no hemos terminado. Ahora multiplique por el número total de núcleos (o células que tienen núcleo) para obtener la cantidad total de ADN de un cuerpo humano.
La cifra aproximada será de entre cinco (0.2 onzas, más o menos el peso de una hoja de papel) y 50 gramos (1.8 onzas, más o menos el peso de un huevo de gallina) de ADN en el cuerpo. Es mucho ADN.
Esto muestra también lo apretado que está el ADN en el interior de cada núcleo. Es increíble que una molécula de ese tamaño quepa en el interior de algo tan microscópico.
La complejísima organización del ADN en el interior de los núcleos
Usted cuenta con billones y billones de células (para ser exacto, cerca de 50 billones). Con excepción de algunas células sanguíneas, casi 75 por ciento tiene cuando menos un núcleo, y dentro de ese núcleo está el ADN, un ejemplar completo de ADN dentro de cada núcleo.
¿Cómo es posible? Básicamente, el ADN está anudado lo más apretado posible, enredado y doblado muchas veces, pero además, ese nudo de ADN está muy organizado y puede desanudarse (al menos parcialmente) cuando es necesario tener acceso a la información que contiene.
La célula pide la información contenida en el ADN modificándola —así como las proteínas asociadas que ayudan a organizar el ADN— con señales químicas específicas, algunas de las cuales duran muy poco tiempo, en tanto que otras pueden pasar de generación en generación. Estas señales químicas se denominan código epigenético.
Mediante este código epigenético, las células regulan qué partes del ADN se activan o desactivan, lo cual proporciona a cada uno de los diferentes tipos celulares, su identidad única. Si bien cada célula tiene un ejemplar completo de ADN, las células solo activan el que necesitan y desactivan el que no necesitan. Por ejemplo, las células cerebrales solo activan el ADN de las células cerebrales, las del hígado, el ADN de las células hepáticas, las de la piel, el de las células cutáneas, etcétera.
El ADN es la instrucción para que las células fabriquen proteínas
Entonces, ¿cómo funciona el ADN para decirle a la célula qué hacer?
El ADN consta de cuatro elementos fundamentales llamados bases —adenina, timina, guanina y citosina (abreviadas A, T, G, C, respectivamente). Y lo que sigue, es lo verdaderamente asombroso: estas cuatro bases del ADN se repiten una y otra vez, pero en un orden único, que otorga a cada quien su individualidad.
En última instancia, estas bases (A, T, G, C) son responsables de todo lo que es usted: estatura, aspecto, capacidad atlética, además de la forma en que funcionan sus células, tejidos y órganos.
¿Cómo es posible?
La forma más sencilla de pensar al respecto, es relacionar el fenómeno con la forma en que usted lee las palabras de esta página. Empieza con el alfabeto; luego, esas letras se organizan en palabras, solo que el “alfabeto ADN” solo consta de cuatro letras: A, T, G, C. Cuando esas cuatro bases se organizan en un orden específico, forman las palabras —o instrucciones— para que la célula haga proteínas, que pueden ser las proteínas estructurales que mantienen unida a la célula, o bien, enzimas, es decir, las proteínas que trabajan en el interior de la célula.
Otra cosa sorprendente es que cada palabra del “diccionario ADN” consta solo de tres letras, o bases. Esas palabras de tres letras se llaman codones. Cuando la célula lee cada uno de los codones, sabe exactamente qué aminoácidos (elementos básicos de las proteínas) juntar y en qué orden. También sabe cuántos aminoácidos utilizar.
Cada codón incluye señales para “arrancar aquí” y “detenerse aquí”. Por ejemplo, algunas proteínas solo requieren 500 bases para transmitir sus instrucciones para la proteína, en tanto que otras pueden medir 2.2 millones de bases de largo. Con 500 bases pueden entregar un mensaje de cerca de 166 codones y una proteína de aproximadamente 55 aminoácidos de largo. En el caso de los 2.2 millones de bases, habría 733,333 codones para entregar una proteína compleja de aproximadamente 244,444 aminoácidos.
Los genes son una porción definida de DNA que constituye las instrucciones para hacer proteínas
Un gen se define como la unidad física y funcional de ADN, pero no constituye sino las instrucciones para que la célula haga una o más proteínas. Como ya se mencionó, el ADN de cada quien incluye señales para arrancar y detenerse. En pocas palabras, un gen es todo lo que hay entre una sola señal de arranque y una de paro.
Se estima que los humanos tienen aproximadamente 25,000 genes en la molécula completa de ADN. Los estimados varían mucho, pero los humanos tienen algo así como de 100,000 a más de 1,000,000 de proteínas diferentes en su cuerpo. Estas cifras no cuadran perfectamente, es decir, que un gen puede codificar apenas una proteína, o tantas como 100.
ADN, ARN, proteína: Transcripción y traducción
Imagínese ese código de codones como una lengua extranjera, lengua que la célula necesita aprender para interpretar el ADN y eventualmente hacer proteínas. De hecho, los genetistas incluso llaman transcripción y traducción a este proceso, jerga similar a la utilizada para describir el lenguaje humano.
Profundicemos un poco más en cómo interpreta la célula el ADN.
Cuando de hacer proteínas se trata, el orden llega a ser importante: 1) ADN, 2) ARN y 3) proteína.
Como dijimos antes, el ADN es la molécula estática hecha nudo en el núcleo, pero la célula no puede hacer proteínas dentro del núcleo porque la construcción de proteínas necesita espacio, de modo que se lleva a cabo en espacios celulares fuera del núcleo.
Entonces, ¿cómo sale del núcleo esta información?
Hay una molécula estrechamente relacionada con el ADN que se llama ARN (ácido ribonucleico). Una enzima especial (llamada ARN polimerasa) analiza la molécula de ADN en busca del codón para “arrancar aquí”, que indica el principio del gen. Después, esta enzima hace un análisis a todo lo largo del ADN y transcribe el mensaje de éste en un mensaje de ARN, que es un proceso conocido como transcripción. Una vez que la enzima llega al codón para “detenerse aquí”, deja de producir la molécula de ARN.
Esta molécula de ARN recién hecha sale luego del núcleo y es recibida por un ribosoma. El ribosoma está equipado exclusivamente para interpretar la molécula de ARN y traducir ese mensaje a una secuencia de aminoácidos (proteína). El ribosoma salta de codón en codón del mensaje de ARN y señala a la célula qué aminoácidos poner a continuación.
Por ejemplo, el codón T-T-A es la “palabra” para leucina, A-G-A es el código para arginina, y G-C-G indica alanina. De hecho, hay cuando menos un codón para todos los aminoácidos necesarios para construir las proteínas y enzimas que el organismo requiere.
Conforme esta nueva cadena de aminoácidos sigue alargándose, empieza a doblarse para adoptar su forma tridimensional definitiva. Una vez que se agrega el último aminoácido, la nueva proteína se suelta del ribosoma y apunta a su destino final. Luego, el ribosoma libera el mensaje de ARN y busca otra molécula de ARN que necesite traducirse.
No somos más que plátanos
Desde que se secuenciara el genoma humano en 2003, los científicos se han esforzado mucho para descifrar lo que esto significa. En un principio, se pensó que una vez que conociéramos el orden de cada base en el ADN humano, ocurrirían grandes descubrimientos científicos y médicos.
Pero ahora, muchos años después, parece haber más preguntas que respuestas. La razón: es literalmente imposible diferencia a un ser humano de otro interpretando su código genético porque literalmente todos tienen los mismos genes. Sí, hay algunas regiones exclusivas de cada quien, como las huellas digitales, pero así como una huella digital no puede decir de qué raza somos, tampoco la estatura ni el peso (o si a esas vamos, gran parte de la información personal), tampoco el ADN.
¿Por qué?
Para empezar, los humanos comparten más de 99 por ciento de los mismos genes y el uno por ciento restante, o menos, es responsable de la individualidad.
Se ha estimado que si publicáramos nuestro código genético en un libro, tendría aproximadamente 262,000 páginas, pero solo unas 500 serían exclusivas de cada uno de nosotros. Esto muestra qué parecidos son los humanos.
También nos parecemos a diversas especies aparentemente distantes. Por ejemplo, los humanos son:
96 por ciento genéticamente similares a los chimpancés
90 por ciento similares a los gatos
85 por ciento similares a los ratones
80 por ciento similares a las vacas
61 por ciento similares a las moscas de la fruta
60 por ciento similares a los pollos
Incluso, ¡usted es 60 por ciento similar a un plátano!
¿Cómo puede ser eso?
Resulta que en el nivel celular, las células —en una amplia gama de especies— necesitan los mismos genes y proteínas básicos nada más para funcionar, y solo cuando una célula u organismo empieza a volverse muy especializado, es cuando realmente necesita genes y proteínas nuevas y diferentes.
Entonces, como usted puede ver, el ADN es apenas el punto de partida de lo que hace de usted específicamente humano y, obviamente, hay muchos otros factores en juego.
Ahora bien, ¿qué nos hace únicos y diferentes en la población humana? No se pierda el siguiente capítulo de la serie Genética 101 — Herencia, teoría de la evolución y ancestros.
El organismo no puede esperar a que llegue un día específico para la limpieza y poder seguir trabajando. Nunca deja de reparar, dar mantenimiento y reciclar. Esto sucede en gran escala con las proteínas esenciales para la vida en todo el cuerpo. Y ese ciclo continuo tiene lugar en cada una de las células humanas porque todas tienen también su propia forma de controlar el daño celular. Dos de los más importantes procesos de depuración son la autofagia y la mitofagia.
Vamos a averiguar por qué estos dos procesos de depuración son importantes. Luego hablaremos de cómo las células lidian con el reciclado y la renovación y de cómo enfrentan el daño celular y la depuración celular.
Por qué la depuración celular es buena para la salud en general
Muchas proteínas son esenciales para la vida, pero dentro de esa diversidad, hay algo en común: todas tienen que descomponerse una vez que llevan a cabo las tareas que les han sido asignadas. No importa si la proteína es una enzima hepática, un apoyo para la estructura celular o una proteína que protege al organismo como parte del sistema inmunológico, a la larga, todas envejecen y tienen que irse.
Este proceso normal de control de calidad celular ayuda a mantener el bienestar corporal, ayuda a seguir dándole a las tareas cotidianas, a disfrutar de las aventuras y, en general, a sacarle lo mejor a la vida.
Pero si el servicio de limpieza del organismo se estanca o es ineficiente, los resultados pueden ser desastrosos. Se ha descubierto en investigaciones cómo el desequilibrio entre producción y degradación de las proteínas (otra forma de llamarle a la descomposición) puede resultar en la acumulación de productos proteicos; estas acumulaciones se han relacionado con el deterioro de la salud del cerebro y pueden afectar negativamente a muchos otros sistemas del organismo.
Cómo ayuda la autofagia al reciclado y la renovación
Antes de entrar al proceso de la autofagia, definamos qué es. La traducción literal de autofagia es “comerse a sí mismo”, que no suena nada bien, pero es una parte importante y normal de un organismo saludable.
Básicamente, autofagia es el nombre formal del proceso de reciclado por el que pasan las células del cuerpo, es la forma en que las células reciclan las partes dañadas o gastadas hasta sus componentes más básicos para que esas pequeñas piezas puedan volver a utilizarse.
Llegó el momento de sumergirse a fondo en los detalles de la depuración celular.
Durante el proceso de autofagia, los elementos celulares indeseables se aíslan y enclaustran en compartimentos especializados de doble membrana (también conocidos como autofagosomas.) Luego, la “basura” proteica empacada se fusiona con lisosomas. Los lisosomas son un tipo de organelo celular (o estructura celular) que tiene enzimas digestivas para descomponer los elementos de las proteínas. El reciclado termina cuando los aminoácidos de las proteínas descompuestas se convierten en la materia prima de nuevas proteínas.
Todo el tiempo hay autofagia en todas las estructuras celulares: es normal en los procesos de depuración celular, pero también entra en acción cuando las células están estresadas, ya sea por el estilo de vida, los radicales libres u otros factores. Por ejemplo, la restricción calórica es un estresor común relacionado con la autofagia. No se puede permitir que los daños provocados por el estrés se acumulen, por eso tiene sentido que la autofagia se acelere en épocas de estrés.
¿Qué es la mitofagia?
Autofagia es un término general para el proceso de reciclado en muchas partes de la célula. La mitofagia es más específica: se refiere al mismo tipo de proceso de depuración para la mitocondria, la parte de la célula encargada de la producción de energía.
Las mitocondrias son las centrales eléctricas de la célula que convierten el combustible en energía. Cuando están jóvenes y saludables, son eficientes para proveer de energía con pocos productos de desecho (radicales libres), pero conforme envejecen o se desgastan, son mucho menos eficientes para producir energía, de tal forma que emiten niveles mucho más elevados de radicales libres.
Podemos comparar esto con el motor de un auto. Cuando el auto es nuevo, es eficiente y produce pocas emisiones, pero conforme envejece por el uso, el motor pierde eficiencia y desprende muchas más emisiones. En un momento dado, se enciende la luz que indica que se debe revisar el motor: tal vez se tenga que ajustar o sustituir la máquina para que el auto siga funcionando de forma óptima.
Así, el proceso de mitofagia ajusta las centrales eléctricas de las células para que sigan funcionando de forma eficiente y efectiva. Normalmente las mitocondrias funcionales desempeñan un papel muy importante en el mantenimiento de la salud, la vitalidad y el bienestar de largo plazo.
Señalización de la depuración celular
El reciclado de las células humanas siempre es bueno, entonces, ¿para qué esperar a que se acumule el daño celular? ¿Cómo es que el cuerpo no inicia la autofagia y la mitofagia más a menudo?
Básicamente porque todo en el organismo tiene que ver con la sobrevivencia. Si bien la depuración suele ayudar a conservarse en óptima salud, no es necesario para mantenerse vivo. Por eso los procesos se desencadenan cuando son necesarios, no antes.
La mentalidad de sobrevivencia del cuerpo —suficiente para seguir vivo pero no para crecer— es útil, pero no óptima. Ahí es donde la nutrición enfocada puede ser la diferencia.
En ciertas condiciones, los nutrientes de la dieta imitan a estresores celulares, como la restricción calórica, así que en vez de reducir mucho las calorías, ¿no preferiría enfocar a nutrientes específicos de la dieta para desencadenar el proceso? El camino fácil es incorporar algunos nutrientes. Y sigue siendo efectivo. Estos estresores de los nutrientes pueden indicar a la célula que se renueve o se reemplace para seguir siendo eficiente.
Así, lo que está usted haciendo esencialmente, es engañar a las células para que ajusten su máquina antes de que los kilómetros de vida hayan hecho mella. Esto significa que la salud celular se mantiene y que usted tiene las células eficientes y efectivas que necesita para vivir la vida al máximo.
Muchos de estos nutrientes que inducen estrés se encuentran en frutas y verduras como brócoli, tomate, kale, raíz de cúrcuma, uvas y arándanos, por no mencionar sino unos cuantos. Esta nueva capacidad de señalización de los compuestos vegetales hace aún más importante el consumo de frutas y verduras para tener buena salud.
https://askthescientists.com/wp-content/uploads/2017/05/Human-cell-cross-section-AdobeStock_230403088.jpg464835staffstaff2017-05-11 10:09:342019-12-30 10:55:07Depuración celular humana: Control del daño celular con autofagia y mitofagia
00staffstaff2016-03-21 21:52:412019-12-30 11:04:08Los suplementos a base de zinc desempeñan una función en el mantenimiento de un sistema inmunológico saludable en adultos mayores
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