Fortalezca su inmunidad a través de hábitos sencillos

Usted no puede ocultarse de todos los gérmenes. En teoría, podría gastar una buena cantidad de tiempo y dinero sanitizando toda su vida. ¿Pero qué diversión que hay en eso? Además, es innecesario. Su cuerpo puede protegerse a sí mismo, eso es lo que hace el sistema inmunológico. Así que mejor fortalezca su inmunidad en lugar de obsesionarse con evitar los gérmenes. Afortunadamente, existen hábitos sencillos que potencian su inmunidad y que encajan fácilmente en su estilo de vida saludable.

No necesita nada especial para apoyar su salud inmunológica. Vivir saludablemente y hacer algunos cambios en su estilo de vida es suficiente para ayudarle a desarrollar su inmunidad.

Muchos de estos hábitos potenciadores de la inmunidad tienen además la función de ser útiles comportamientos saludables. Eso significa que usted obtiene muchos beneficios para la salud como resultado de estos sencillos cambios en su vida. Así, obtendrá mucho más en virtud de estas acciones que como resultado de cualquier esfuerzo por esterilizar toda su vida.

Dormir para tener un sistema inmunológico saludable

Cuando usted está cansado, también lo está su sistema inmunológico. Esto lo pone en el riesgo de que cualquier cosa que esté a su alrededor lo haga caer en cama. Darse un banquetazo de suficiente sueño de calidad es algo que usted anhela, y también su sistema inmunológico.

El sueño le permite a su cuerpo —incluyendo a los componentes de su sistema inmunológico— descansar, repararse y refrescarse. Esta renovación nocturna le ayuda a desarrollar inmunidad. ¿Quiere pruebas? Un estudio publicado en Archives of Internal Medicine demostró que existe una relación entre dormir adecuadamente y la función inmunológica.

Los investigadores identificaron un periodo de ocho horas como una importante línea de demarcación. Dormir menos de ocho horas se relacionó con un incremento al triple en la posibilidad de pescar un resfriado común. Otras investigaciones apoyan esta conclusión, mostrando la manera en la que la producción de células inmunológicas puede verse afectada por la privación de sueño.

Un hábito sencillo para elevar la inmunidad es darse el tiempo para dormir al menos ocho horas de sueño de calidad. Eso podría significar poner una alarma que indique que es hora de irse a dormir, o fijar una hora límite para las actividades nocturnas. Y recuerde trabajar en pos de su objetivo. Tal vez le resulte poco factible pasar de las seis a las ocho horas de inmediato, pero puede irlo haciendo poco a poco, en incrementos de 15 minutos.

Aproveche el ejercicio moderado para desarrollar inmunidad

El ejercicio es fabuloso para muchas cosas, incluyendo el control de peso y el manejo del estrés. Sin embargo, la relación entre hacer ejercicio y la función inmunológica es ligeramente más complicada.

Los investigadores se han esforzado mucho por determinar todos los detalles involucrados en el impacto que tiene el ejercicio físico sobre la inmunidad. Esa no es ninguna sorpresa. Surgen relaciones complejas, especialmente con el ejercicio extenuante.

Una cosa sí queda clara: el ejercicio moderado es benéfico para su sistema inmunológico. Un estudio señala que “parece ejercer un efecto protector”. Estar en mejor forma ayuda a la salud en general, así que su sistema inmunológico también se beneficia. Además, el movimiento favorece el flujo sanguíneo y ayuda a las células inmunológicas a migrar por todo el cuerpo.

Sin embargo, no hay que exagerar. Y tal vez usted en realidad no debe, dadas algunas investigaciones acerca del ejercicio extenuante y la inmunidad (podría, al menos temporalmente, “enfriar” su sistema inmunológico). Ejercitarse moderadamente, como caminar 30 minutos todos los días, es suficiente. Además, es un hábito que potencia su inmunidad y que puede encajar en su vida sin demasiado esfuerzo extra.

Apoye su sistema inmunológico con una buena higiene y limpieza

Con frecuencia se le dice que debe lavarse las manos. Y es por una buena razón. Este consejo no desarrolla su inmunidad ni potencia directamente su sistema inmunológico, pero le ayudará a mantenerse saludable, así que vale la pena mencionarlo.

El hábito consistente (no obsesivo) de lavarse las manos ayuda a limitar su exposición a ciertos gérmenes. Ayuda a eliminar potenciales patógenos que llegan a sus manos. Eso evita que estos lleguen a las vías respiratorias, o a otros orificios corporales, lo que ayuda a que usted se mantenga saludable.

Al igual que lavarse las manos, mantener su casa y su espacio de trabajo limpios ayuda a mantener los gérmenes a raya. Usted no necesita –y, como leerá más adelante, tal vez ni siquiera debería—vivir en un entorno completamente estéril. Pero eso no significa que ignore sus quehaceres.

Limpiar los objetos que se tocan con frecuencia es un buen punto de partida, especialmente su smartphone. Esta práctica lo mantendrá a salvo de los microbios que se congregan en puntos de contacto constante. Sacudir y aspirar también puede ayudar a mantener lejos de su nariz y sus ojos las partículas que producen alergias. Y no se olvide de todos esos lugares alrededor de su casa en donde se ocultan los gérmenes.

Asimismo, es súper importante limpiar aquellos espacios en donde prepara sus alimentos. Mantener la limpieza de las encimeras, las tablas para picar y los utensilios de cocina ayuda a que los alimentos que prepara sean una experiencia alimentaria y digestiva saludable.

Hábitos que mayor relajación generan y que potencian la inmunidad

El estrés cotidiano y normal, similar a las complicaciones menores y cotidianas que se van acumulando, es suficiente para que su vida se convierta en un desastre. Probablemente usted ya conoce la manera en la que el estrés influye en su peso, en el sueño y en su bienestar general, pero también puede causar estragos en su función inmunológica.

Las culpables son sus hormonas. Ello se debe a que las hormonas del estrés impactan negativamente muchas partes de su sistema inmunológico. Estas hormonas obstaculizan la producción de anticuerpos (proteínas que marcan a los invasores) y de otras células inmunológicas. Incluso se ha demostrado que el estrés da nueva vida a infecciones virales latentes.

Y a menos que usted vaya muy lejos, no puede evitar el estrés en su totalidad, así que debe aprender a manejarlo. Y eso no es fácil. La frase “sólo relájate” es una de las cosas menos útiles que podemos imaginar. Lo bueno es que hay otras técnicas para el manejo del estrés que son sencillas, y que, además, sí funcionan.

Pruebe alguno de estos enfoques que pueda parecerle agradable:

  • Vaya a que le den un masaje
  • Camine en medio de la naturaleza—estar al aire libre es importante
  • Desarrolle una rutina de autocuidados y póngala en práctica, como el hygge
  • Medite o haga respiraciones profundas
  • Socialice con amigos y familiares
  • Dele prioridad al tiempo libre bloqueando en su agenda al menos 30 minutos al día
  • Ría (en verdad podría ser la mejor medicina)

Las mascotas pueden ser de beneficio para su salud inmunológica

Sus mascotas son más que adorables y tiernas. En muchos sentidos, son de beneficio para su salud. Y uno de los beneficios es precisamente que le ayudan a desarrollar inmunidad.

Las mascotas son fantásticas para derretir el estrés y para ayudarle a hacer ejercicio moderado. Usted ya leyó por qué hacer ejercicio y manejar el estrés son hábitos que potencian la inmunidad. Sin embargo, sus mascotas pueden hacer más por su inmunidad, y ello se debe a que pueden ser sucias, por decirlo de alguna manera.

Así es, los microbios que sus mascotas tienen naturalmente o que llevan a su casa no son del todo malos. Ayudan a que usted desarrolle inmunidad a través de la exposición, lo que, como verá más adelante, puede ser más benéfico que dañino.

Los investigadores han encontrado que los bebés que crecen rodeados de animales tienen menos probabilidades de desarrollar alergias. Y un estudio incluso demostró que tener un perro en casa puede incrementar los niveles de una importante proteína del sistema inmunológico: la inmunoglobulina. Así que, dele a su mascota atención y afecto extra por todo lo que ayuda a darle inmunidad.

Aventúrese

Su sistema inmunológico se adapta a su vida. Aprende de las bacterias, de los virus y de otros microbios con los que usted se topa. Y usted sale fortalecido con una mejor protección inmunológica.

Esa es la razón por la que el enfoque de esterilización no ayuda a desarrollar su inmunidad. Está bien tomar algunas precauciones. No debe exponerse intencionalmente a bacterias y virus dañinos. Pero lanzarse a la aventura, salir al aire libre, consumir alimentos fermentados y vivir la vida es uno de los mejores hábitos para potenciar la inmunidad que usted puede tener.

Vivir su vida es útil para su inmunidad adaptativa (la parte de su inmunidad que cataloga los microbios con los que se encuentra). Ayuda a ir construyendo su banco de memoria inmunológica y prepara su sistema inmunológico para darle protección.

Haga esos pequeños cambios para apoyar su salud inmunológica

Su sistema inmunológico siempre está alerta. Todo su trabajo consiste en mantenerlo a usted saludable, así que trátelo como debe incluyendo en su vida alguno de estos sencillos hábitos que potencian la inmunidad. Usted desarrollará su inmunidad, y mejorará también su salud en general.