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El arte de cuidar de uno mismo: Consejos que se adaptan a su ajetreada agenda para cuidar de su salud mental

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En el ajetreo y la prisa del mundo actual puede resultar difícil establecer prioridades, especialmente cuando se trata de su salud mental. Entre las demandas del trabajo, las responsabilidades familiares y con su pareja, y todo lo que la vida le depara, probablemente tenga muchas cosas que hacer. Y no hay nada malo en ello si —y esto es un gran “si”— también se da un tiempo para cuidar de su salud mental.

Muchos centros de trabajo han comenzado a darse cuenta de que el estrés afecta el rendimiento de un empleado. Por eso se han incorporado días de “salud mental” o de “bienestar” en las políticas de permisos de la empresa y en los calendarios mensuales. Aunque se trata de una práctica estupenda, usualmente hay solo un número limitado de días a lo largo del año que pueden ser utilizados para este propósito.

Sin embargo, la salud mental debe ser una prioridad diaria.

Afortunadamente, no tendrá que elegir entre sobrellevar los retos que le depara la vida y priorizar su bienestar mental. Puede hacer ambas cosas. Todo lo que necesita es un poco de práctica y autocuidados proactivos. Siga leyendo para conocer los consejos de salud mental que puede poner en práctica sin importar lo ocupada que esté su agenda.

Comience por la causa: Identificación y manejo del estrés

El estrés, esa sensación tan familiar. Todas las personas lo han experimentado en un momento u otro, probablemente en múltiples ocasiones. Una pequeña cantidad de estrés cotidiano es inevitable y, para la mayoría de las personas, perfectamente manejable. Sin embargo, cuando el estrés se acumula, puede afectar su salud mental y física. Por eso, el manejo del estrés es un elemento crucial de su bienestar mental diario.

Según una encuesta realizada recientemente por la Asociación Estadounidense de Psicología, el estrés está aumentando entre los adultos en Estados Unidos. Y el problema es evidente a nivel mundial también. Sin embargo, muchos adultos no pueden descifrar la causa exacta del estrés que sienten. El estrés suele tener un denominador común: el tiempo. Más concretamente, la falta del mismo. Al fin y al cabo, ¿quién no ha sentido que sus responsabilidades les exigen ir en mil direcciones diferentes?

Un estudio sugiere que esta sensación no se debe en realidad a la falta de tiempo. Más bien, el estrés que muchas personas sienten debido a sus responsabilidades diarias es el resultado de los “conflictos emocionales” que van creándose entre las distintas tareas.

Imagine, por ejemplo, que usted decida apartar una hora de su día para dedicarse a un hobby, leer un libro o tomar una siesta. Es muy probable que dicha actividad vaya acompañada de un pequeño sentimiento de culpa por no haber sido “productivo” o por haber aplazado otras tareas. La culpa crea un conflicto emocional que puede provocar niveles de estrés más altos de los que experimentaría en otras circunstancias. En otras palabras, aunque tenga tiempo para cuidarse, puede sentir como si no tuviera tiempo.

¿Cómo puede eliminar parte de ese sentimiento de culpa que rodea la acción de cuidarse y, a su vez, el estrés que produce? Como usualmente es el caso, la solución está en la práctica de la atención plena.

Tome un respiro y dese un tiempo entre cada tarea para recordar por qué la está haciendo. Tanto si se trata de un proyecto de trabajo, un tiempo de descanso o de preparar la cena, es importante reconocer la razón por la que debe darle tiempo a esa tarea. Así que antes de proseguir con la siguiente tarea en su lista, respire profundamente y medite el porqué.

10 consejos de salud mental para priorizar y practicar el cuidado personal en medio de una agenda ocupada

Usted ha aprendido a evitar los sentimientos de culpa y el estrés que pueden surgir cuando intenta incluir en su agenda tiempo para cuidarse. Ahora aprenda cómo cuidarse cuando está ocupado. La mayoría de estos consejos sobre salud mental requieren 30 minutos o menos y pueden ser integrados a su agenda de trabajo diaria. Porque la realidad es que no siempre tendrá el tiempo (o el presupuesto) para disfrutar de un masaje profundo de 90 minutos.

  1. Establezca rutinas y cúmplalas: Dormir bien, preparar comidas completas y nutritivas, así como hacer ejercicio, son prácticas de estilo de vida que pueden mejorar su salud mental y su estado de ánimo diariamente. Entonces, ¿dónde está la dificultad? Para ver realmente los beneficios de estas prácticas, necesita ser consistente, y la consistencia depende de una rutina.
    Tanto si decide ir en bicicleta al trabajo cada mañana o establecer una hora estricta para acostarse, intente incorporar a su rutina diaria hábitos que promuevan un sueño sin interrupciones (al menos siete horas por noche), alguna forma de ejercicio y alimentos saludables. Eso significa que si decide preparar las comidas que comerá durante toda la semana cada domingo, ¡cúmplalo! Estas rutinas diarias y semanales le darán a su vida una estructura en la que podrá apoyarse cuando se encuentre ocupado.
  2. Dese un tiempo para hacer ejercicio: Los beneficios del ejercicio a veces parecen demasiado buenos para ser verdad, pero la realidad es que el ejercicio es beneficioso para la salud física y mental. Probablemente conozca los beneficios físicos del ejercicio diario, pero ¿sabía usted que 30 minutos de ejercicio al día también pueden mejorar su estado de ánimo, reducir el estrés y disminuir los niveles de ansiedad?
    Y esto no significa necesariamente que tenga que hacer 30 minutos intensos de ejercicio cardiovascular que le hagan sudar. El ejercicio diario puede ser tan sencillo como caminar o usar la bicicleta para ir al trabajo por la mañana o usar una caminadora especial que tenga debajo de su escritorio. ¡Incluso hay bicicletas estáticas para la oficina que podría utilizar!
  3. Practique la atención plena: Si alguna vez ha pensado en practicar la meditación pero la ha descartado por considerarla demasiado complicada o que requiere mucho tiempo, la atención plena puede ser justo lo que necesita. La meditación —la práctica de la atención plena— significa crear conciencia del momento presente. ¿Y la mejor parte? Puede practicar la atención plena durante cualquier actividad o tarea, en cualquier momento.
    El primer paso es controlar la respiración. Cierre los ojos y comience a respirar de manera lenta y controlada. Intente concentrarse en la sensación que experimenta cuando el aire llena sus pulmones. Cuando abra los ojos, lleve esa sensación a cualquier cosa que esté haciendo. Si está comiendo, preste atención a las sensaciones y sabores que le aporta cada bocado. Si está dándole los últimos toques a su presentación del día siguiente, haga cada nota o diapositiva adicional con intención.
  4. Pruebe la relajación progresiva: Existe la idea errónea de que para meditar se requiere de largos periodos de tiempo ininterrumpidos y un espacio específico para ello. Adéntrese en la relajación progresiva, también conocida como relajación muscular progresiva” (o PMR por sus siglas en inglés). Todo lo que necesita para practicar la relajación muscular progresiva son 10-15 minutos y un lugar donde acostarse. (Si puede apagar las luces, mucho mejor).
    Durante la relajación muscular progresiva, hará exactamente lo que el nombre sugiere: relajar cada grupo muscular en un orden especíico. Empezando por los pies, apriete los músculos lo más fuerte que pueda, y luego relájelos. Al relajarlos, exhale. Para completar el proceso, repita este ciclo con cada grupo muscular, ascendiendo gradualmente por el cuerpo. Esta práctica puede servir para descansar el cuerpo y aliviar el estrés y la ansiedad.
  5. Concéntrese en lo positivo: Seguro que ha oído la frase “somos lo que comemos”. Pero cuando se trata de la salud mental, a menudo somos lo que pensamos. Así que ¡mantenga una mentalidad positiva! Si hay una conversación que no quiere enfrentar, concéntrese en la sensación de logro que sentirá después. ¿Atascado en una tarea de trabajo frustrante? Véalo como una oportunidad para aprender y desarrollar una nueva destreza.
  6. Escriba en un diario: Llevar un diario es uno de los secretos mejor guardados de la edad adulta. Es decir, es sorprendente que no haya más personas que lleven un diario. Su diario puede ser sobre lo que usted quiera. Si está intentando mantener sus pensamientos positivos, un diario de gratitud podría ser justo lo que necesita para ayudarle a centrarse en lo positivo. O tal vez necesite un espacio para desahogarse, organizar sus pensamientos o divagar sobre su día. Un diario es bueno para todo ello. El acto de escribir puede ser catártico y ayudar a liberar los pensamientos y emociones negativas que haya acumulado durante el día.
  7. Aproveche la salud a distancia: Cuando se trata del manejo de su salud mental, no hay nadie más calificado para ayudar que un profesional autorizado. Desafortunadamente, no todo el mundo tiene tiempo para recibir terapia. La buena noticia es que las opciones de salud a distancia y terapia virtual están ampliamente disponibles, por lo que nunca ha sido tan fácil encontrar un terapeuta que se adapte a su horario. Si cree que podría beneficiarse de la ayuda de un profesional, no permita que la idea de añadir otro viaje semanal a su rutina laboral le disuada. Vivimos en un mundo digital —hay que aprovechar estas oportunidades.
  8. Guarde el teléfono (o la laptop): Si usted es lo suficientemente mayor como para recordar una época en la que no llevaba siempre un teléfono y una computadora en su mochila, probablemente sienta nostalgia cuando piensa en esos días. Aunque los teléfonos inteligentes, las computadoras portátiles y otros dispositivos electrónicos son increíblemente útiles y cómodos, tienen inconvenientes. Ya sea luchar contra la tentación de consultar el correo electrónico de su trabajo o el canal de Slack durante la cena o echar un vistazo a sus cuentas en las redes sociales antes de dormirse, es muy probable que sus dispositivos electrónicos hayan acaparado casi toda su vida. Esto puede aumentar el estrés que siente por su trabajo, generar miedo a perderse algo (FOMO por las siglas en inglés de “fear of missing out”) y, en general, afectar su salud mental.
    Así que considere la posibilidad de desconectarse por un rato. Apague sus aparatos electrónicos a la hora de dormir. O déjelos en casa cuando salga a dar un paseo en la tarde. Un poco de tiempo lejos del mundo virtual puede ser el descanso que no sabía necesitaba.
  9. No permita que ninguna otra tarea tome el lugar del tiempo apartado para cuidarse : no importa la edad ni la profesión, es importante que se dé tiempo cada día para cuidar de sí mismo. No tiene que ser una actividad complicada. Un ejemplo de esto puede ser simplemente preparar la cena. O dar un paseo de quince minutos. O pintar una maqueta de avión. Lo importante es que haga lo que quiera hacer.
  10. Tómese un día libre: esto último no siempre es posible, pero si tiene la oportunidad o la opción, considere tomar un día libre. Muchas compañías ofrecen días de salud mental, pero si su compañía no lo hace, considere la posibilidad de tomar un día por enfermedad o un día de vacaciones. Aparte un tiempo para hacer senderismo, ponerse al día con un amigo o lavar los montones de platos que se han ido acumulando. Independientemente de lo que haga, un descanso del trabajo puede darle un soplo de aire fresco muy necesario, tanto en el sentido literal como figurativo.