Cómo comenzar una rutina de autocuidados para el beneficio de su salud y su felicidad

El mundo puede arremolinarse con el caos, la ansiedad y el estrés que lo deja aferrándose precariamente a la cordura. Apartar tiempo para usted, para su salud y hasta para dar un respiro profundo puede ser difícil. Sin embargo, usted puede comenzar una rutina de autocuidados que le ayude a refugiarse de ese huracán personal formado por sus ocupaciones y responsabilidades.

No hay egoísmo alguno en el hecho de seguir una serie de autocuidados que le permitan recuperar el equilibrio. A veces las personas necesitan aprovechar esos momentos únicos para concentrarse exclusivamente en sí mismas y en su salud, y no es un proceso complicado.

Cuidar de sí mismo es precisamente eso: dedicar tiempo y espacio para alivianar sus tensiones diarias y concentrarse en usted. Abogar por sus necesidades y cuidar de sí mismo puede ayudarlo a disfrutar de grandes beneficios, desde una mejor salud mental, emocional y física, hasta un mejor estado de ánimo y mayor energía y resiliencia.

Dar el primer paso y comenzar a poner en práctica una rutina de autocuidados puede que sea la parte más difícil. Incluso una avalancha de compromisos y tareas pendientes pueden echar por tierra sus mejores intenciones. Por eso usted necesita un plan y ser paciente consigo mismo, porque desarrollar una rutina de autocuidados va más allá de disfrutar de una sesión en el spa.

El desarrollo de su rutina de autocuidados es un proceso individual que consiste en evaluar sus necesidades y buscar soluciones. Aproveche las opciones que listamos a continuación para ayudarlo a poner en marcha una rutina de autocuidados que le dé resultados. Elija aquello que le ayude a lograr sus objetivos y, dado que los autocuidados no deben sentirse como una carga, concéntrese en elegir actividades que le agraden. Más importante aún, comprométase a darse el tiempo necesario para poner en práctica estos autocuidados.

El sueño sano es una forma sólida de comenzar una rutina de autocuidados

Usted ha escuchado una y otra vez lo mucho que los seres humanos se la pasan durmiendo durante su vida. Aún así, un tercio de su tiempo podría no parecerle suficiente. Esto se debe a que el sueño es esencial en la construcción de muchos de los pilares del bienestar.

Ponga una alarma que le indique que es la hora de irse a dormir, como un ruidoso recordatorio de que es momento de alejarse del mundo y prepararse para la actividad más centrada en usted mismo que puede haber. Asegúrese de practicar buenos hábitos de sueño:

  • evite la cafeína y el alcohol cerca de la hora de acostarse
  • relájese con música, meditación o movimientos de estiramiento
  • apague las pantallas de los dispositivos electrónicos
  • programe su termostato a una temperatura cómoda
  • Duerma por lo menos siete horas

Su rutina de autocuidados debe incluir un itinerario despejado

Al mundo no le importan sus planes; puede arruinar su reservación para la cena, interrumpir la tarde que quería dedicar a su persona o destruir unas vacaciones enteras. Pero la mejor manera de evitar que sus actividades diarias descarrilen esa práctica de una rutina de autocuidados tan necesaria es apartando ese tiempo para usted.

Bloquee su calendario —y esto también significa que deberá también apagar el timbre de su teléfono— para que pueda dedicarle tiempo y energía a la rutina de autocuidados que más disfruta.

Reclame su espacio y maximice sus propiedades calmantes

Designar un área que sea solo suya y que lo ayude a sentirse calmado y aparte del mundo puede ponerlo en el espacio físico y mental adecuado para comenzar una rutina de autocuidados. Sin embargo, ni siquiera el esquema de colores más relajante puede combatir el desorden y el caos de una habitación. Organizar su vida y su hogar puede ayudarle a encontrar su centro en medio del estrés del mundo.

A algunas personas les gusta organizar y limpiar porque es una actividad relajante. Sin embargo, si la organización no es su fuerte, crear un espacio donde pueda alejarse de las tensiones diarias es una buena idea. La meditación en medio de montañas de ropa, juguetes, o peor aún, de trabajo pendiente no es tan calmante como podría ser.

Encuentre la calma participando de experiencias sensoriales

El estrés es una reacción a la información sensorial que percibimos como problemática, así que la solución para autocuidarse es alimentar su cuerpo con un bufét de sensaciones calmantes.

Vístase con una bata o atuendo casual de un material suave y cómodo. Refresque su mente con aromas calmantes. Apague las luces azules brillantes que dominan su vida y encienda la suave luz de una vela. Escuche sus canciones favoritas o una relajante banda sonora de la naturaleza en su habitación.

Dese un baño para combatir el estrés o dedique una tarde cada semana a practicar por completo el estilo de vida Hygee. Acuéstese en la hamaca de su patio a leer un libro. Camine por un sendero pintoresco. Cualquiera que sea la opción reconfortante que elija, estimule sus sentidos de una manera que sea para usted un agrado y no un castigo.

Coma alimentos saludables

La alimentación emocional se confunde fácilmente con los autocuidados, por eso es importante que tenga cuidado en su búsqueda de actividades para sentirse bien.

Comer alimentos saludables no es un castigo, sino todo lo contrario. Es un gesto de cuidado clave para sentirse bien, que además puede ser delicioso. Alimente su cuerpo con comidas nutritivas y colaciones que contengan las vitaminas y minerales necesarios para ayudarlo a sentirse mejor.

Opte por elegir alimentos con una base vegetal, fáciles de digerir y que también sean buenos para su intestino. De esa manera podrá disfrutar de sus autocuidados sintiéndose ligero y lleno de enrgía, en lugar de sentirse decaído y con pesadez por haber comido alimentos reconfortantes en exceso.

Trate de encontrar serenidad a su manera

La serenidad es el objetivo final de cualquier rutina de autocuidados. Por eso sería contraproducente que las experiencias más relajantes y serenas que elija terminen causándole estrés.

Algunas personas recurren a la meditación. Hay evidencia que demuestra que la meditación beneficia su cerebro y sus niveles de estrés. Pero eso solamente ocurre si la meditación es algo que a usted le funciona. La meditación es un proceso progresivo, así que dese tiempo para perfeccionar esta práctica.

El yoga es muy beneficioso y tiene un largo historial como práctica pacífica. Pero si esta práctica le causa frustración—porque es un principiante o porque su cuerpo simplemente no es tan flexible todavía—descártela o busque otra opción que funcione para usted.

Su camino hacia la paz y la serenidad puede ser diferente al de todos los demás, y eso está bien. Pruebe diferentes enfoques y quédese con aquellas actividades que le ayuden a sentirse bien.

Estimule su mente

Comenzar una rutina de autocuidados no significa vivir en una burbuja sin recibir ningún tipo de estímulo. Usar su cerebro para su disfrute, no para el trabajo ni para resolver los problemas de otras personas, es una forma poderosa para cuidar de sí mismo.

Si sus actividades mentales dejan de ser placenteras, deje de hacerlas. Hay muchas buenas opciones disponibles para ejercitar su intelecto y ponerlo al servicio de sus autocuidados:

  • lea un libro, un cuento o una revista
  • practique actividades que promuevan la actividad cerebral, tales como juegos de palabras o trivia
  • participe de conversaciones esclarecedoras
  • desarrolle el pensamiento crítico a través de una pieza de la cultura pop que disfrute
  • escriba un artículo o una entrada en su diario
  • toque una melodía en el instrumento de elección, o simplemente toque sin seguir una estructura

Experimente los poderes calmantes del aire libre

La naturaleza puede nutrir su alma y mejorar su estado de ánimo. Estudio tras estudio ha demostrado por qué estar al aire libre es importante para el alivio del estrés, el enfoque y la calma.

Pase tiempo fuera y respire profundamente el aire fresco. Visite un paraje natural cercano a donde usted vive y experimente las vistas, los sonidos y los olores del bosque, la playa o el parque.

El apoyo social refuerza su rutina de autocuidados

Los autocuidados no tienen como requisito el aislamiento. Los seres humanos son criaturas sociales que pueden beneficiarse del contacto con otros. Mantener esas interacciones en un contexto casual, relajado y divertido lo ayudará a experimentar los beneficios mentales y emocionales del mantenimiento de su salud social.

Si usted es una persona introvertida, no se preocupe. Interactúe de la manera que sea más cómoda para usted para evitar sentirse abrumado por interacciones que, en realidad, están destinadas a beneficiar su estado mental.

Y si simplemente no puede lidiar con otras personas, hay una solución. Absorber el amor de su mascota favorita mientras juega o se acurruca con ella, es una gran fuente de apoyo que puede formar parte de sus autocuidados. Las mascotas, después de todo, pueden ayudar a mejorar su estado de ánimo, su estabilidad y su felicidad general.

Deshaga la negatividad con la autocompasión

Aunque sea dificil descifrar la verdadera realidad de lo que algunas personas publican en sus cuentas de redes sociales, nadie puede llevar una rutina de autocuidados de manera perfecta. Aprender a cuidar de uno mismo es un proceso.

Comenzar la rutina de autocuidados que usted necesita y merece podría no ser tan efectivo como lo imaginó en un principio. Tal vez pierda el enfoque durante su sesión de mediación, lo piquen los mosquitos durante su pacífica caminata por la naturaleza o el perro salte a la tina mientras está dándose un baño.

Sea flexible y compasivo con usted mismo. Aún los autocuidados imperfectos son un paso en la dirección correcta para convertirse en una persona más saludable, más feliz y menos estresada.