Hay mucha información errónea circulando en internet respecto al papel del yodo en emergencias por radiación. Es extremadamente importante saber que el mal uso prolongado de suplementos de yodo puede dar lugar a problemas de salud serios. La ingestión de dosis importantes de yodo –como la ingestión excesiva de otros minerales–generalmente no es apropiada, excepto bajo la supervisión de un profesional médico.
El yodo es un oligomineral esencial; se encuentra en cantidades ínfimas en todo el organismo humano, pero está especialmente concentrado en la tiroides. En la glándula tiroides promedio, saludable, hay de 10 a 20 mg de yodo.
Los humanos obtienen yodo de numerosas fuentes alimenticias, principalmente las provenientes del mar (animales y plantas). Dada su importancia en la nutrición del hombre, normalmente se agrega yodo a la sal, para prevenir deficiencias.
Desafortunadamente, ciertos tipos de yodo no son benéficos para la salud humana. El yodo-131 (isótopo de yodo muy específico) es un subproducto radiactivo de la fisión del uranio. En determinadas circunstancias extremas, el yodo-131 puede filtrarse al aire o la tierra si una planta nuclear a base de uranio sufre daños estructurales o físicos graves. Por suerte, la vida media del yodo-131 es relativamente corta (8 días), lo cual limita el riesgo primario de exposición para quienes están en las inmediaciones de la planta afectada.
Como el organismo humano es incapaz de distinguir entre el yodo seguro y el yodo-131, es posible que este último entre al cuerpo y se acumule en áreas ricas en yodo, particularmente en la tiroides. (Cabe hacer notar que cantidades ínfimas de compuestos radiactivos llegan constantemente al organismo, el cual tiene mecanismos para enfrentar cantidades normales de compuestos radiactivos).
Si la cantidad de yodo-131 que llega al organismo excede de los niveles seguros conocidos, es posible que en la tiroides se acumulen cantidades no seguras. Una forma relativamente sencilla de prevenir esto es inundar el cuerpo con grandes cantidades de yodo bueno (normalmente yoduro de potasio). Una vez que la tiroides llega a su “capacidad total de yodo,” ya no absorbe más y el yodo-131 peligroso es excretado y no absorbido. Los suplementos de yodo diseñados específicamente para tratamiento con radiaciones en adultos suelen proporcionar una dosis de 130 mg. (Nota: Los productos USANA tienen dosis mucho menores y no deben tomarse con la intención de consumir dosis altas de yodo).
Si bien este procedimiento puede parecer sencillo, hay criterios específicos que deben cumplirse antes de inundar el cuerpo con yodo, pues la ingestión excesiva no deja de tener consecuencias. Muchas organizaciones gubernamentales han publicado guías excelentes al respecto.
Si le preocupa la exposición a radiaciones, contacte al profesional de la salud de su localidad. No tome suplementos USANA –ni ningún otro- en niveles por arriba de las dosis recomendadas sin antes consultar a un médico.
Por último, si decide comprar yoduro de potasio como parte de un plan de preparación para casos de emergencia, tenga en cuenta que sólo unas cuantas compañías están autorizadas para vender dosis farmacológicas de yoduro de potasio directamente a los consumidores. Para información adicional, contacte al departamento de salud de su localidad.