Minimizar distracciones para maximizar el tiempo de calidad en familia
Usted está conduciendo por una carretera con el piloto automático, sin apenas prestar atención, y de pronto percibe que su auto da un giro. ¡PIP PIP! ¡PIP PIP! Su cuello se sacude. Sus ojos pasan a estado de alerta y sus manos agarran con fuerza el volante. Otro conductor tocó la bocina de su vehículo, trayéndolo a usted de vuelta a la realidad.
Tanto si usted se encuentra al volante como en el asiento de pasajeros, la escena es aterradora. Sin embargo, resulta muy familiar.
Aprender a conducir engloba una multitud de consejos de seguridad, rutinas y consideraciones, pero quizás la parte que mayor impacto tiene es limitar o evitar las distracciones.
Pues bien, los aciertos al volante también son aciertos en el hogar. Al igual que toquetear los controles o la música en el auto puede hacer peligrar nuestra seguridad, las distracciones durante los momentos valiosos en familia pueden ser igualmente perjudiciales en el hogar. En lugar de crear conexiones interpersonales profundas, usted podría colisionar y quemarse.
Pasar tiempo de calidad para conectar con la familia y los seres queridos es algo placentero. Sin embargo, la nueva norma de interactuar constantemente con dispositivos tecnológicos pone en riesgo dichas conexiones personales. Si usted no toma medidas intencionadas para dejar de usar sus dispositivos electrónicos, sus relaciones familiares (y de otro tipo) podrían sufrir.
Por lo tanto, antes de hablar sobre el papel que desempeña la tecnología en los accidentes de automóvil, analicemos en detalle las relaciones familiares y el tiempo de calidad que necesitamos para mantenerlas.
Tiempo de calidad en familia: cómo mantener las conexiones con su clan
El tiempo de calidad en familia tiene lugar cuando cada uno de los miembros tiene plena presencia y ofrece su total atención a los demás. Volviendo a la analogía del vehículo, el tiempo de calidad en familia es lo que asegura un trayecto fluido, seguro y agradable.
Sin embargo, esto puede ser difícil de conseguir bajo la influencia de una agenda apretada y de la tecnología. Hacer frente a la doble amenaza del trabajo y de la distracción es duro, así que pongamos el foco en la variable temporal.
Probablemente usted tiene familiares o amigos cercanos con los que quisiera tener o mantener una estrecha relación. Los conflictos de agenda y el escaso tiempo libre son desafíos implícitos en este reto. Los padres y las parejas suelen tener agendas apretadas y trabajos de tiempo completo. Si usted tiene niños, es probable que estén ocupados con la escuela, actividades extracurriculares, amigos o aficiones. Puede resultar difícil hacer coincidir sus horarios con los de sus seres queridos.
La buena noticia es que, a pesar del ajetreo diario, usted puede maximizar el tiempo libre del que dispone.
Algunos investigadores opinan que lo que importa no es la cantidad de tiempo que uno pasa con su familia o sus amigos. El objetivo es la calidad. Esto significa que pasar una hora de dedicación plena con un ser querido tiene un impacto más pronunciado que pasar varias horas con esa misma persona sin implicarse del todo.
Imagine que, solo durante una hora, lee y habla sobre un libro con un miembro de su familia. Aunque pueda parecer poco tiempo, es provechoso. Al igual que ocurre con un tren bala, es una experiencia fluida y placentera, sin atascos, semáforos ni distracciones.
Este tipo de actividad tiene mayor contenido que su alternativa: sentarse junto a la otra persona en silencio mientras ven películas. En este caso, la actividad requiere más tiempo, pero no se produce conexión alguna. En lugar de un viaje corto y fluido, se tiene un largo viaje por una carretera llena de baches. Usted viaja con alguien a quien ama, pero el trayecto puede generar hartazgo en los pasajeros.
La meta en ambos casos es la misma: pasar tiempo en familia. Pero las rutas que conducen a una misma meta pueden resultar muy distintas. Planear la ruta merece la pena, y sus lazos personales se fortalecerán gracias a su esfuerzo.
Consejos para crear más tiempo de calidad en familia
¿Está dispuesto a subirse al tren del tiempo de calidad, pero no sabe por dónde empezar? La verdad es que no existe una forma correcta de hacerlo, así que use su creatividad. El tiempo de calidad en familia no tiene que ser algo serio o complejo. Una actividad sencilla, o simplemente ponerse al día, puede funcionar.
Aquí tiene algunas ideas para ayudarlo a arrancar:
- Cuando converse, preste atención y compórtese como un oyente activo. La escucha activa no consiste solo en oír. También implica contacto visual, lenguaje corporal y reflexión. El contacto visual da a entender que usted está presente. El lenguaje corporal puede mostrar que usted participa intencional y voluntariosamente. Esto puede ser tan simple como inclinarse ligeramente, girar su cadera hacia la otra persona o mantener sus brazos extendidos en lugar de cruzados. Por último, sea reflexivo en sus respuestas. La reflexión puede ser simplemente una repetición de lo que la otra persona acaba de decir. Esto da a entender que usted ha escuchado y comprendido lo que le han dicho. De esta forma se puede fortalecer la conexión y se invita a seguir conversando.
- Creen juntos una lista de reproducción y organicen una fiesta para escucharla. Esta es una idea especialmente divertida si la lleva a cabo con alguien que sea mucho mayor o mucho más joven que usted. Adentrarse en la cultura de otra generación puede ser divertido y ayuda a las personas a entenderse mejor entre sí.
- Establezca sus propias tradiciones familiares. Pueden reservar tiempo cada semana o cada mes para llevar a cabo una actividad familiar que desempeñen regularmente. Podrían ser juegos de mesa, noches de competencia en la cocina, visitas a museos u otras actividades familiares al aire libre, como paseos en bicicleta o senderismo.
- Trabajen en equipo. Asignen a cada miembro de la familia una tarea (¡padres incluidos!) para que cada persona colabore. Hacer responsables de sus tareas a las personas ayuda a construir su sentido de la responsabilidad y del orgullo.
- Reserve tiempo a solas con un hijo o familiar. Esto se debe a que las conversaciones fluyen con mayor facilidad cuando hay menos voces compitiendo por ser escuchadas. También conviene dejar a un lado los teléfonos y dispositivos electrónicos con el fin de facilitar conversaciones más profundas. Interesarse en lo que dice su niño genera confianza y demuestra que usted está involucrado en su bienestar. Dicha confianza aumenta la probabilidad de que su niño acuda a usted cuando las cosas se pongan feas y necesite apoyo.
La tecnología afecta el tiempo de calidad en familia
Ahora pongamos el foco en las distracciones —aquello que desvía su mirada y su atención de la carretera, poniendo en peligro a todos los que viajan en el vehículo con usted—. En la familia, estas distracciones se apoderan de su presencia y desvían su atención de los seres queridos, posiblemente dañando su relación con ellos.
Hoy en día, la tecnología está implicada en casi todas las distracciones: teléfonos, computadoras portátiles, televisores, etc. La tecnología es útil y amena, pero estos dispositivos pueden ocasionar perjuicios importantes.
Las pantallas de estos dispositivos roban su atención, y lo distraen de la conversación o actividad que está realizando. Incluso si usted solo toma su teléfono para echarle un breve vistazo, pero lo hace reiteradamente, durante esos instantes usted pierde aspectos importantes de la escucha activa que mencionamos anteriormente: contacto visual y lenguaje corporal.
También es importante entender que el uso constante de la tecnología puede afectar al usuario. Existen muchas investigaciones sobre esta cuestión.
Un estudio analizó una amplia muestra de datos aleatorios (más de 40,000 encuestados) que representan los patrones de interacción de los niños pequeños y adolescentes (de 2 a 17 años) con las pantallas. También se examinó el impacto que la tecnología tuvo en el bienestar psicológico de los encuestados. Se incluyeron pantallas de celulares, computadoras, juegos de entretenimiento y otros dispositivos.
Los investigadores descubrieron que una hora de uso al día no era problemática. De hecho, una hora al día parecía ocupar la “zona óptima”. Aquellos que usaban las pantallas una hora al día experimentaban el mismo nivel de bienestar que aquellos que no usaban las pantallas. En otras palabras, un uso mínimo apenas constituye una distracción significativa. De hecho, un uso prudente de las pantallas puede asemejarse a los ajustes necesarios para hacer un viaje en automóvil más agradable —un ajuste rápido del aire acondicionado o del volumen de la radio—.
La caída en bienestar psicológico solo ocurrió una vez superado el umbral de una hora de uso. Los encuestados que usaban pantallas más de una hora al día indicaron sentirse menos curiosos, más distraídos y menos estables emocionalmente. También indicaron tener dificultades para hacer nuevas amistades.
En concreto, los encuestados de entre 14 y 17 años de edad con un uso elevado de pantallas (siete o más horas al día vs. una hora al día) tenían una probabilidad más de dos veces superior de haber sido diagnosticados con depresión o ansiedad durante el año anterior. Volviendo al ejemplo del vehículo, este tipo de distracción prolongada resultaría en un viaje muy arriesgado o incluso en un accidente.
Ahora imagine a estos adolescentes en el contexto de la familia. Si están luchando contra la ansiedad y la depresión que induce la tecnología, también tendrán problemas para estar plenamente presentes en los momentos familiares de calidad. Y si sus familiares también están pendientes de sus pantallas, el sistema de apoyo que los adolescentes necesitan no está disponible precisamente cuando más lo necesitan.
El uso de las pantallas por parte de los adultos también debe ser objeto de escrutinio. En las palabras de la periodista Erika Christakis, “más que preocuparnos por los niños obsesionados con las pantallas, deberíamos preocuparnos por los padres distraídos”. A lo largo de los años, los padres han aumentado la cantidad de tiempo que pasan con sus niños. Sin embargo, como usted ha podido comprobar anteriormente, ese tiempo no es necesariamente tiempo de calidad.
Linda Stone es una investigadora que acuñó el término “atención parcial continua” (del inglés “continuous partial attention” o CPA). Se trata de una descripción adecuada del efecto que la tecnología tiene en la atención tanto de padres como de hijos. Stone explica que, operar de esta manera, permite a las personas estar siempre en modo “on” —siempre disponibles y accesibles—.
Aunque esto puede ser bueno en algunas circunstancias (estar alerta y consciente), también puede ser perjudicial. Si usted está siempre en modo “on”, podría experimentar niveles altos de estrés y ansiedad. Esto lo puede conducir a sensaciones de agobio o sobreestimulación, y en este estado es difícil conectar de manera significativa con la familia y los seres queridos.
Entonces, ¿cómo podemos contrarrestar los efectos nocivos del uso ilimitado de las pantallas? David Rock, autor de “Your Brain at Work” (“Su cerebro en funcionamiento”) sugiere descansar de la tecnología—desconectarse completamente—. David Rock sostiene que estar “fuera de línea” puede mejorar la concentración. Un estudio demostró que mirar constantemente los dispositivos electrónicos (para monitorear correos electrónicos, publicaciones en redes sociales o mensajes de texto) está asociado a niveles elevados de estrés. Hacer una pausa y desconectarse de los dispositivos puede ayudar a reducir los niveles de estrés. Y cuando usted está menos estresado, es más probable que busque y disfrute el tiempo de calidad en familia.
Cómo lograr bienestar familiar y general
¿Por qué es importante todo esto? Los estudios demuestran que las relaciones familiares influyen enormemente en el bienestar de los miembros de una familia a lo largo de sus vidas. Esto funciona en ambas direcciones. Si el entorno familiar es tóxico, el bienestar de los miembros de la familia sufre un impacto negativo. En cambio, si los lazos familiares son fuertes y proporcionan apoyo, cada uno de los familiares experimentará una mejoría en su bienestar.
Esto se debe en gran medida a que la familia es clave para la salud social, y proporciona recursos a todos sus miembros. La familia y los amigos cercanos actúan como una plataforma de bienestar, proporcionando apoyo emocional o ayuda física cuando es necesario y facilitando el acceso a otro tipo de cuidados. La familia también proporciona apoyo durante etapas estresantes de la vida y motivación para adoptar comportamientos más saludables. Si usted no tiene acceso a un círculo familiar podría estar minimizando el número de recursos a su alcance.
Imagine de nuevo la metáfora sobre el automóvil. Usted se encuentra de nuevo en el interior del vehículo y desea llegar sano y salvo a su destino final. La mejor manera de conseguirlo es ajustar su cinturón de seguridad y limitar las distracciones. Podemos equiparar las relaciones familiares positivas al cinturón de seguridad, pues gracias a ellas usted puede mantener su salud (a nivel social, emocional y físico). Además, limitar las distracciones —el uso de pantallas y otras tecnologías— permite que usted pueda concentrarse en la carretera: dedicar tiempo de calidad a su familia, para apoyar día tras día a cada uno de sus miembros.
Acerca del autor
Jenna Templeton es educadora en temas de salud y escritora independiente en temas de ciencia, reside en Salt Lake City, Utah. Después de recibir su título en ciencias con especialidad en química en Viginia Tech, Jenna pasó cinco años como investigadora científica en la industria nutricional. Este trabajo estimuló su interés por el bienestar personal, lo que la llevó a estudiar una licenciatura en promoción y educación en temas de salud en la Universidad de Utah. Fuera de su trabajo, Jenna disfruta la música en vivo, la jardinería, todo lo que tenga que ver con comida y jugar en las montañas Wasatch.
Referencias
https://www.stanfordchildrens.org/en/topic/default?id=all-family-time-is-quality-time-1-1808
Twenge JM and Campbell WK. Associations between screen time and lower psychological well-being among children and adolescents: Evidence from a population-based study. Preventive Medicine Reports. 12 (2018): 271-283.
https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2018/07/the-dangers-of-distracted-parenting/561752/