Lo que su sistema inmunológico hace mientras usted duerme para mantenerlo saludable

Su sistema inmunológico tiene muchas ansias de disfrutar del descanso que le brinda su cama al final del día, y esto es porque una noche reparadora de sueño de calidad es uno de los mejores hábitos para el apoyo inmunológico que puede adoptar. Obviamente, el sueño es esencial para la salud total del cuerpo. Sin embargo, lo que su sistema inmunológico hace mientras usted duerme conecta el mantenimiento de una protección adecuada con su sueño nocturno.

El sueño ofrece el periodo de reorganización, reparación y rejuvenecimiento que usted necesita para seguir llevando una vida saludable y, en ocasiones, ajetreada. Por lo tanto, no es sorprendente que un estudio tras otro vincule el sueño con el mantenimiento de una función inmunológica saludable.

Es muy probable que haya pasado por esto en su vida; trabajar sin descanso hasta el agotamiento puede producir en usted una sensación poco menos que agradable. Acaba con malestar, cansado, irritable y susceptible a tomar malas decisiones de salud y, en general, malhumorado.

Sin embargo, usted también ha vivido los beneficios que ofrece una noche sólida de sueño. Se siente con energía, avispado, fuerte, mentalmente ágil y, en general, listo para enfrentar lo que el mundo le tenga reservado. Usted sí entiende los beneficios del sueño, pero lo que tal vez no comprenda es la razón por la que el dormir es vital para apoyar la salud inmunológica.

Una exploración reveladora de su cuerpo en reposo es la manera de revelar esa información. Es hora de dejar al descubierto lo que su sistema inmunológico hace mientras usted duerme, incluyendo el movimiento de componentes, la creación de “recuerdos de inmunidad” y la activación de procesos que apoyan la proliferación y la efectividad de las células inmunológicas.

Mientras duerme, sus células inmunológicas están en movimiento 

El sueño es un complejo y activo proceso envuelto en serenidad. Usted se ve tranquilo y pacífico cuando duerme, pero su sistema inmunológico, junto con su cerebro y otros procesos corporales, trabajan arduamente para mantenerlo saludable.

Por un lado, algunas de sus células inmunológicas más importantes están en movimiento.

Las células T (glóbulos blancos importantes producidos en el timo) circulan en el torrente sanguíneo cuando se encuentra despierto; son como su fuerza de seguridad lista para atacar a cualquier intruso. Sin embargo, cuando duerme, las células T se ausentan de la sangre, y sus niveles disminuyen.

¿A dónde van? Los investigadores han tenido dificultadoes para rastrear las células T en sujetos, pero la evidencia sugiere que algunos subconjuntos de células T se conglomeran en los ganglios linfáticos durante la noche, para luego regresar a la sangre tan pronto despierta.

¿Por qué sucede esto? El tema es complejo, pero existe cierto acuerdo en que las paradas nocturnas de las células T en los ganglios linfáticos apoyan la memoria inmunológica adaptativa. Usted conocerá más sobre este proceso a continuación.

Los movimientos de las células inmunológicas durante el periodo de sueño también ayudan a mantener el equilibrio. Su cuerpo siempre está buscando la homeostasis, y el sueño le da a su sistema inmunológico el tiempo para lograrlo.

Mientras duerme, su sistema inmunológico está creando recuerdos

El sueño ayuda a su cerebro a formar recuerdos, incluyendo sus recuerdos inmunológicos.

Las hormonas comienzan la reacción en cadena de eventos que consolida una memoria inmunológica. Las que son secretadas durante el Sueño Profundo de Movimiento Ocular Lento (NREM por sus siglas en inglés) promueven la creación de recuerdos inmunológicos duraderos.

Parte de este proceso es la cita linfática nocturna de las células T y las células presentadoras de antígenos. El movimiento hacia los ganglios linfáticos y el tejido linfático permite que las células presentadoras de antígenos les entreguen información a las células T, lo cual es clave para la creación de la memoria inmunológica y la capacidad de respuesta de su sistema inmunológico adaptativo.

¿Cómo saben los científicos que esto funciona? Los investigadores han estudiado cómo el sueño afecta el conteo específico de células de memoria inmunológica después del uso de vacunas (una de las únicas formas de probar este proceso sin dañar a los sujetos exponiéndolos a patógenos activos).

Los resultados muestran que un sueño adecuado después de la vacunación apoyaba la producción de anticuerpos y linfocitos T específicos del antígeno. Los individuos privados de sueño no mostraron la misma respuesta sólida a la vacuna. Esto muestra el poder del sueño para apoyar su adaptación inmunológica y ayudar a proporcionar una protección óptima para su cuerpo.

Mientras duerme, se preserva la efectividad de las células inmunológicas 

El sonambulismo diurno después de haberse acostado tarde en la noche es una prueba de que cuando descansa bien es cuando mejor se va a sentir. Una buena noche de sueño le ofrece la fortaleza que necesita para enfrentar cualquier reto con eficacia y efectividad.

También, su sistema inmunológico está en su mejor momento después de una noche de sueño de calidad. Volvamos a las células T para ver qué hace su sistema inmunológico mientras duerme para ayudar a estas células a hacer su trabajo manteniéndolo seguro y saludable.

Para neutralizar a los invasores, las células T necesitan adherirse a ellos primero. La capacidad pegajosa que ayuda a las células T a destruir las células infectadas por patógenos proviene de las proteínas llamadas integrinas. Un estudio analizó cómo el sueño afecta a estas proteínas y la función de las células T.

Los investigadores relacionaron el sueño (y la disminución correspondiente en las hormonas del estrés) con la activación normal de estas proteínas pegajosas y el mantenimiento de la función de las células T. El grupo privado de sueño mostró una reducción en la actividad de las integrinas. Aquellos que durmieron de manera adecuada tenían células T pegajosas capaces de cumplir efectivamente con sus deberes inmunológicos.

El sueño y su cóctel de hormonas ayudan a mantener la efectividad de importantes procesos inmunocelulares. Los estudios han producido señales positivas sobre la interacción que existe entre el sueño y los procesos clave de células inmunes, incluyendo:

  • Proliferación de glóbulos blancos y proteínas inmunológicas protectoras (citocinas)
  • Activación de células inmunológicas
  • Diferenciación de nuevos glóbulos blancos
  • Optimización de la función de las células asesinas naturales (glóbulos blancos de acción rápida del sistema inmunológico innato)

Cuando cuida de sus células inmunológicas, como cuando disfruta de un sueño de calidad, su cuerpo de guardaespaldas está completo, en posición y listo para protegerlo adecuadamente.

Duerma y apoye su sistema inmunológico

El conocer acerca de los beneficios inmunológicos del sueño podría entusiasmarlo más a querer disfrutar de un buen sueño nocturno. Eso es comprensible, ya que ahora conoce más sobre lo que hace su sistema inmunológico mientras duerme y lo importante que es para su salud.

Planifique dormir, por lo menos, siete horas de buen sueño todas las noches. Es posible que tenga que ajustar su rutina, especialmente en torno a la tecnología, pero valdrá la pena para el beneficio de su sistema inmunológico y para todo lo demás que el sueño hace por su cuerpo.