La realidad de la nutrición infantil

children's nutrition

La combinación de inventos de la gente y falacias de internet es perjudicial porque desdibuja la línea entre realidad y ficción, y sin datos precisos, usted no puede tomar decisiones inteligentes.

Cuando usted toma decisiones que impactan en la salud de sus hijos, es especialmente importante contar con información exacta, pero en lo que a nutrición infantil se refiere, es difícil evaluar lo que supuestamente es verdad.

Estamos aquí para ayudar. A continuación analizamos temas de nutrición infantil para que usted pueda distinguir entre realidad y ficción.

Declaración: El jugo es tan saludable como la fruta entera

Hay una razón por la que supuestamente usted debe tomar de 2 a 4 raciones de fruta al día. Estudios van y estudios vienen sobre cómo la fruta favorece una buena salud, por eso su médico probablemente le ha aconsejado que coma más fruta.

Si la fruta es buena para usted, ¿entonces el jugo de fruta no debería ser igualmente bueno? Durante mucho tiempo, la gente pensó que la fruta entera y su contraparte líquida eran nutricionalmente equivalentes, pero hay nuevas evidencias en contrario.

En un estudio reciente publicado en Nutrients —y llevado a cabo por científicos de USANA—se encontró una diferencia significativa que se remonta a su ADN.

Los sujetos del estudio que consumieron fruta entera exhibieron firmas epigénicas diferentes en regiones específicas del ADN no observables en quienes bebieron el jugo. (Las firmas epigénicas son los códigos químicos que encienden y apagan el interruptor de los genes). En quienes comían la fruta entera se veía activación cercana a vías implicadas en la función inmunitaria, la integridad cromosómica y el mantenimiento de los telómeros. Quienes bebían el jugo, mostraban activación cercana a vías proinflamatorias.

El estudio apunta a la fibra como principal inductor de dichas diferencias. Además, es bien sabido que el consumo de fibra impacta en el microbioma, y a su vez, en la absorción de ciertos nutrientes.

El jugo es práctico y sabroso, pero la cantidad de azúcar que contiene la mayoría de los jugos, la carencia de fibra y los diferentes impactos epigénicos hacen de la fruta entera la opción más saludable.

 

Veredicto: Falso

Declaración: La zanahoria puede ayudarle a ver en la oscuridad

Durante décadas —tal vez incluso siglos— los padres dijeron a los niños que la zanahoria podía ayudarles a ver en la oscuridad, pero obviamente se trataba de una táctica para incrementar su interés en comer verduras. No obstante, algo de verdad puede haber en ello.

Obviamente, la zanahoria (y básicamente ninguna otra sustancia) no va a dar superpoderes a sus hijos: la vida no es como en las historietas, pero esto no significa que la zanahoria no tenga que ver con la salud de la vista. Sí hay una relación, y se debe en gran medida al betacaroteno que le da su color naranja.

El betacaroteno es un carotenoide provitamina A, pigmento vegetal que se encuentra en frutas y verduras y que también funciona como molécula antioxidante. Si bien la zeaxantina, la luteína, y el licopeno forman parte de la misma familia de antioxidantes carotenoides, no favorecen la actividad de la vitamina A, pero la capacidad del betacaroteno para convertirse en vitamina A en el organismo es importante para una buena visión.

Aunque la zanahoria no infunde el poder de visión nocturna a los niños, sí contiene nutrientes que ayudan a que los ojos se mantengan saludables.

Veredicto: Verdadero, hasta cierto punto

Declaración: El desayuno es la comida más importante del día

Este antiguo adagio parece caer en oídos sordos, pues prácticamente la mitad de las familias estadounidenses no desayuna regularmente, omiten el desayuno. Algunos estudios han relacionado el desayuno con el desempeño académico, la memoria, el peso saludable, el estado de ánimo y más.

Y hay algo que decir respecto de empezar el día consumiendo alimentos saludables balanceados. Ingerir proteínas, carbohidratos complejos, grasas saludables y granos enteros (con fibra saludable) es una buena base para el día y puede ayudar a que sus hijos se sientan satisfechos. Este enfoque saludable y balanceado también evita los bajones que pueden causar los cereales azucarados.

Los alimentos que toman sus hijos por la mañana son importantes, pero pueden dar lugar a opciones deficientes durante el día. Sí, el desayuno es importante, pero lo más importante es que la dieta de todo el día sea saludable y balanceada.

Veredicto: Cierto, en su mayor parte

Declaración: Simplemente a los niños no les gustan las verduras

Nadie nace odiando las verduras, pero la cultura pop y las anécdotas de amigos pueden hacer pensar a los nuevos padres que los niños automáticamente odian los alimentos saludables, como el brócoli.

Algunos niños —y adultos— son quisquillosos con la comida, y esta actitud puede resultar en un balance dietario deficiente en los niños y en que ingieran más calorías provenientes del azúcar de lo que deberían. Pero la exposición temprana a las verduras y otros alimentos saludables puede suponer una gran diferencia durante toda la vida de un niño.

Incluso, en un estudio se sugiere que los sabores de los vegetales en la leche materna podrían más adelante mejorar la receptividad del niño a esos sabores, si bien es necesario profundizar en la investigación al respecto. Lo que sí sabemos es que el comportamiento de los padres —como los hábitos alimenticios saludables— se contagia a los hijos.

Su hijo no está predispuesto a odiar las verduras, pero los gustos que se desarrollan en las primeras etapas de vida pueden tener consecuencias de largo plazo. Los paladares pueden cambiar a lo largo de la vida, pero es vital ayudar a los niños a disfrutar los alimentos saludables, como las verduras, desde el principio.

Veredicto: Falso

 

Son más pequeños, comen menos, pero casi todos los padres saben que eso no significa que sea fácil proporcionar a los niños todos los nutrientes que necesitan.

Es muy importante proporcionar a los niños lo que necesitan para apoyar el crecimiento de la mente y el cuerpo. Por eso es clave enfocarse en una dieta saludable y balanceada —abundante fruta, verduras, proteínas magras y granos enteros ricos en fibra— además de una suplementación adecuada. Con esto se sientan las bases de la buena salud y se crean hábitos saludables que pueden durar toda la vida.