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La revista American Journal of Clinical Nutrition ha publicado un meta-análisis con el objetivo de evaluar el vínculo entre el IG(índice glicémico), la GL (la carga glicémica) y y el riesgo asociado con las enfermedades crónicas. Fueron incluidos un total de 37 estudios prospectivos sobre el IG, la CG y el riesgo associado con las […]

Los investigadores han estudiado en gran medida como los altos niveles de glucosa en sangre y el aumento de los niveles de glucosa post-pandrial son ajustados según las características de los cereales, incluyendo el índice glicémico de los mismos (GI) así como el contenido de carbohidratos indigeribles (fibra dietética). Doce individuos saludables consumieron dos comidas […]

Se recomienda tomar suplementos de vitamina D durante el embarazo, pero como después del nacimiento es más difícil mantener niveles adecuados de dicha vitamina en los lactantes amamantados, generalmente se recomienda suplementarla en esos casos.

En un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, en línea, los investigadores trataron de determinar el efecto de tres diferentes dosis de suplementos de vitamina D para la madre, durante el embarazo, y hasta ocho semanas después del nacimiento, en los niveles séricos de dicha vitamina en el lactante.

En el estudio participaron 226 mujeres embarazadas, normalmente saludables, asignadas aleatoriamente para recibir dosis diarias de vitamina D de 400, 1000  y 2000 UI, del segundo trimestre a ocho semanas después del parto. Los lactantes no recibieron suplementos de vitamina D. A las ocho semanas del nacimiento se tomaron muestras de sangre para analizarlas.

El nivel promedio de vitamina D en los lactantes cuyas madres tomaron 2000 UI/día resultó más elevado (75 mmol/L o 30 ng/ml) que en el grupo de 1000 UI/día (52 mmol/L o 20.8 ng/ml) y que en el de 400 UI/día (45 mmol/L o 18 ng/ml). Sólo 2% los lactantes nacidos de madres que tomaron suplementos de 2000 UI se consideró como deficiente (<30 mmol/L o 12 ng/ml), frente a 16% y 43% del grupo de 1000 UI y de 400 UI, respectivamente. Menos de 15% de los lactantes del grupo de 1000 UI y del de 400 UI alcanzó niveles de vitamina D superiores a 75 mmol/L (30 ng/ml), frente a 44% de los nacidos en el grupo del suplemento de 2000 UI/día. Las madres que tomaron el suplemento de 2000 UI/día mostraron niveles promedio de vitamina D de 88 mmol/L (35.2 ng/ml) ocho semanas después del parto, en tanto que en las que tomaron 1000 UI y 400 UI, los niveles promedio fueron inferiores, de 78 mmol/L (31.2 ng/ml) y 69 mmol/L (27.6 ng/ml), respectivamente.

Los resultados de este estudio indican que es necesario empezar la suplementación con 2000 UI/día desde el embarazo y durante las primeras ocho semanas de lactancia para proteger al 98% de lactantes sin suplementos contra la deficiencia de vitamina D. Casi la mitad de los lactantes sin suplemento cuyas madres tomaron 400 UI/día mostraron deficiencia de vitamina D después de ocho semanas de lactancia.

March KM, Chen NN, Karakochuk CD, et al. Maternal vitamin D₃ supplementation at 50 μg/d protects against low serum 25-hydroxyvitamin D in infants at 8 wk of age: a randomized controlled trial of 3 doses of vitamin D beginning in gestation and continued in lactation. Am J Clin Nutr. 2015;102(2):402-10.

Investigaciones anteriores han demostrado que la luteína carotenoide mejora la salud de los ojos y contribuye positivamente al rendimiento visual. En un estudio publicado por la revista Nutrition, investigadores examinaron el beneficio potencial de los suplementos de luteína en la visión de chóferes saludables que estaban expuestos a la luz por largos periodos de tiempo. […]

Las mujeres  con poco tiempo de embarazo con frecuencia tienen prisa de empezar a tomar suplementos prenatales en cuanto descubren que están embarazadas. Si bien deben hacerlo, a menudo es muy tarde para proporcionar algunos de los importantes beneficios preventivos que ofrecen los multivitamínicos, los cuales son cruciales ANTES de la concepción. En opinión de […]

Un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine analizó los efectos de la suplementación con glucosamina en la capacidad funcional y en el dolor crónico de rodilla en individuos con daño al cartílago previo o con osteoartritis.

A los sujetos se les suplementó al azar glucosamina o un placebo durante 12 semanas a una dosis de 2,000 mg por día.  A lo largo del estudio se llevaron a cabo cuatro sesiones de pruebas.  Los cambios en el dolor de rodilla y en el funcionamiento de la rodilla estuvieron determinados por pruebas clínicas y funcionales (palpación en la línea de la articulación, una “caminata de pato” de tres metros y subir repetidas veces una escalera).  Adicionalmente, se aplicaron dos diferentes cuestionarios para evaluar los cambios en el dolor.

Se determinó que el grupo que recibió glucosamina tenía calificaciones significativamente mejores en cuanto a calidad de vida en las semanas 8 y 12 que el grupo que recibió un placebo.  Con base en autoevaluaciones de cambios durante el periodo de 12 semanas de suplementación, 88% del grupo que recibió glucosamina informó cierto grado de mejora en su dolor de rodilla versus sólo 17% en el grupo que recibió un placebo.

Estos resultados sugieren que la suplementación con glucosamina puede ofrecer cierto grado de alivio del dolor y una mejor función en individuos que padecen dolor crónico de rodilla debido a daño previo en el cartílago o a osteoartritis.  Los resultados también sugieren que a una dosis de 2,000 mg por día, la mayoría de las mejoras se hacen aparentes después de ocho semanas.

Br J Sports Med 2003 Feb;37(1):45-9

physical performance

Es ampliamente conocido el papel que desempeña la vitamina D en la salud ósea. Sin embargo, esta vitamina esencial también es importante para la función muscular y ósea.  Esta relación con el desempeño físico se expandió en un estudio aplicado a individuos mayores de 65 años.

El desempeño físico fue analizado utilizando la batería abreviada de desempeño físico (SPPB, por sus siglas en inglés) y la fuerza de la mano.  Los tests SPPB incluían velocidad de caminata, ponerse de pie a partir de estar sentado y mantener el equilibrio en posiciones cada vez más desafiantes.

La mayoría de los participantes tenía bajos niveles de vitamina D.  Más de 28 por ciento de las mujeres y 13 por ciento de los hombres tenían deficiencia de vitamina D.  Casi tres cuartas partes de las mujeres y más de la mitad de los hombres tenía niveles insuficientes de vitamina D.

Quienes tenían bajos niveles de vitamina D presentaron un desempeño físico y una fuerza de la mano significativamente menor que los participantes que tenían niveles adecuados.  El hallazgo mantuvo su validez después de tomar en consideración otros factores.  Estos incluían la temporada del año y los niveles de actividad física.

Considerando la alta prevalencia de deficiencias de vitamina D en las poblaciones de edad avanzada, se requiere la aplicación de más estudios acerca de los niveles de vitamina D y la función física.  Las recomendaciones actuales sobre el consumo de vitamina D están basadas en el papel que ésta desempeña en la salud ósea. Sin embargo, investigaciones emergentes indican que la vitamina D también podría desempeñar un papel importante en el mantenimiento de la fuerza muscular, la función física y otro aspectos de la salud.

The Journals of Gerontology Series A: Biological Sciences and Medical Sciences 62:440-446 (2007)

Un estudio publicado en la Revista American Journal of Clinical Nutrition (Americana de Nutrición Clínica) examinó la relación entre las concentraciones de vitamina C en sangre y el riesgo de un incidente cardíaco. El estudio incluyó una población británica de más de 20 000 hombres y mujeres adultos. Los participantes llenaron un cuestionario de salud y asistieron a una clínica entre los años 1993 y 1997.

Después de un seguimiento de aproximadamente 9 años y medio, el riesgo de ataque cardíaco era 42% menor en los participantes que estaban en los primeros cuatro niveles mas altos de vitamina C en sangre, al compararlos con aquellos que obtuvieron niveles más bajos. Para obtener estos resultados no se tomó en cuenta la edad, el sexo, la población fumadora, el índice de masa corporal, la presión arterial, el colesterol, la actividad física, la diabetes, la clase social, el consumo de alcohol y el uso de cualquier suplemento.

Sin embargo, las concentraciones de vitamina C en sangre pueden ser un indicador de mejores estilos de vida o de otros factores asociados a la reducción del riesgo de ataque cardíaco, y puede contribuir a determinar quiénes pueden ser más susceptibles a sufrir infartos.

American Journal of Clinical Nutrition, Vol. 87, No. 1, 64-69, January 2008.