Que no lo engañen con estos 5 mitos del cuidado de la piel

Si ha estado prestando atención a las tendencias actuales sobre belleza y salud, se habrá dado cuenta de que estamos viviendo una revolución en el cuidado de la piel. Cada vez hay más marcas, productos y herramientas disponibles para mantener la salud de su piel mejor que nunca.

Sin embargo, no atribuya esta tendencia meramente a la vanidad. El cuidado de la piel no se limita a querer tener una apariencia juvenil. Como el órgano más grande del cuerpo, la piel también desempeña una función vital en la regulación de la temperatura, la producción de vitamina D y actúa como la primera línea de defensa contra lo dañinos gérmenes. Por lo tanto, es lógico que usted esté interesado en cuidarla de la mejor manera posible.

Pero a veces, a pesar de sus buenas intenciones, sin saberlo se está saboteando al hacer caso a algunos mitos comunes en el cuidado de la piel que pueden causar (o empeorar) los mismos problemas que está tratando de corregir o evitar. Aprenda a distinguir entre la verdad y la ficción. Aquí le presentamos cinco falacias populares en el cuidado de la piel y le ofrecemos recomendaciones para que elija las mejores opciones que ayudarán a su piel.

Mito 1: Existe un rutina correcta para el cuidado de la piel.

Esto queda claro. Casi todos los productos limpiadores genéricos que se pueden encontrar en el supermercado o en la farmacia eliminarán la suciedad y la grasa de su piel. Y cualquier humectante la humectará. Pero para ver resultados positivos reales y saber que su piel tiene la mejor condición posible es necesario que le proporcione exactamente lo que necesita.

El primer paso al adoptar una rutina personalizada para el cuidado de la piel es entender su tipo de piel. ¿Poros pequeños con partes duras y escamosas? Es probable que tenga piel seca. Si suele tener espinillas y necesita usar una toallita limpiadora en las tardes, es posible que su piel se incline hacia el lado grasoso. O también podría tener una combinación de ambos tipos en el espectro si al medio día su zona T se ve brillante (frente, nariz y barbilla) pero piel escamosa alrededor de las mejillas. Si su piel se irrita con facilidad, podría tener piel sensible. Si no está segura sobre la categoría para su piel, tome la siguiente prueba para descubrirlo.

Sin importar cuál sea su tipo de piel, seleccione una rutina que apoye la salud de su barrera dérmica para que pueda verse y sentirse mejor. La capa externa protectora de la piel contiene una barrera lipídica o de humedad que la protege del ambiente y no permite que salga su humedad natural. Cuando la barrera de su piel está en su mejor condición, su piel se ve firme y redondeada. También tiene un brillo fresco natural. Es importante que la barrera de humedad se mantenga sana para obtener los resultados que desea que se reflejen en el espejo.

Una rutina personalizada para el cuidado de la piel no tiene que ser complicada. Puede consistir simplemente en limpiarla y humectarla, o puede ser tan completa como la rutina coreana de 13 pasos. Sin embargo, en los pasos que usted decida seguir, asegúrese de que cada producto en su rutina sea el adecuado para su tipo de piel. A continuación presentamos los productos básicos comunes para una rutina de cuidado de la piel:

Limpiador: busque un limpiador suave que utilice en la mañana y en la noche. Si usa maquillaje, es mejor retirarlo antes de lavar su cara. A esto se le conoce como el proceso de limpieza de dos pasos.
Tonificante: no es sólo un paso importante para las mujeres que tienen piel mixta o grasosa. La tonificación también puede ayudar a humectar la piel seca. Esta categoría ha tenido un auge en los años recientes. Usted puede incluir tonificadores que incluyen una gran variedad de ingredientes, desde agua de rosas hasta kombucha. La tonificación inmediatamente después de la limpieza ayuda a sellar su hidratación natural y prepara su piel para la humectación, pero éste es un paso opcional.
Suero: también conocido como una esencia o ampolla, los sueros pueden contener un gran rango de ingredientes, incluyendo extractos vegetales, aceites y nutrientes, que se enfocan en los tipos de problemas de la piel. Sólo necesitará unas cuantas gotas, ya que estos productos están sumamente concentrados.
Crema para los ojos: mientras su piel absorbe el suero, use su dedo anular para aplicar la crema o gel de su elección con pequeños golpecitos en la piel que rodea los ojos. No frote o unte el producto porque puede jalar la piel tan delgada y delicada en esta área.
Humectante: al igual que los sueros, los humectantes también están frecuentemente adaptados a las necesidades de su piel. Para su humectante del día, busque uno con factor de protección solar (SPF, por sus siglas en inglés) de espectro amplio, por lo menos de 30, o aplique un protector solar por separado después del humectante.

Mito 2: Sólo se necesita cuidar la piel de la cara.

¿Recuerda la barrera de la piel que mencionamos antes? Esta barrera cubre y protege la piel de todo el cuerpo. Esto significa que el resto de la piel necesita el mismo cuidado y atención que la piel facial.

Para cuidar la piel delicada que nos envuelve y consentir las partes del cuerpo que con frecuencia descuidamos:

Tome baños cortos y frescos. La exposición prolongada al calor puede dañar su barrera de humedad, produciendo resequedad, enrojecimiento e irritación.
Séquese con pequeños golpecitos y sin frotarse con la toalla. Si se frota excesivamente puede jalar la piel, ocasionando irritación inmediata y pérdida de elasticidad con el tiempo.
Humecte la piel por lo menos una vez al día para sellar la hidratación que necesita su barrera de humedad. Use una crema corporal de buena calidad después de bañarse y una crema humectante facial después de su limpieza en el día y la noche.
Exfolie su cuerpo suavemente de una a dos veces a la semana, concentrándose especialmente en los lugares más ásperos, como los codos, rodillas, tobillos y talones. Use una esponja con un shampoo para cuerpo cremoso e hidratante o un exfoliante de azúcar humectante.
Manténgase hidratado. Beba los 2 litros recomendados al día de bebidas hidratantes, como tés no endulzados, agua de coco, leche de almendra, y obviamente, agua. La piel seca puede ser una señal temprana de que está deshidratada.
Evite los jabones, limpiadores faciales y shampoos para cuerpo agresivos que le causen resequedad. Lea las etiquetas de los productos y evite los que contengan sulfatos o alcoholes penetrantes que extraerán la humedad.
Aplique protector solar todos los días. La protección contra los dañinos rayos solares no es solamente para los días de playa y los meses de verano. El sol puede penetrar en la barrera de humedad de su piel todo el año. Vea más información sobre este tema a continuación.
Aplique los productos para el cuidado de la piel que use en la cara hasta la zona del cuello. Esta área necesita la misma atención que su cara, pero la piel del cuello es incluso más delgada.
Use crema de manos, especialmente con factor de protección solar, para evitar la aparición de manchas. Incluso si usted miente sobre su edad, sus manos pueden ser una evidencia.
¡No olvide los pies! Elimine los callos usando piedra pómez en la regadera. Para una hidratación nocturna adicional, unte crema abundantemente y use calcetines de algodón para dormir.

Mito 3: Cuanto más alto sea el factor de protección solar, mejor será la protección

Pareciera que esto es lo lógico: cuando más alto sea el número del SPF en un filtro solar, mejor protegerá contra los dañinos rayos solares. Sin embargo, la realidad es un poco más complicada.

Aunque tanto los rayos UVA como UVB pueden dañar la piel, el factor de protección solar sólo mide la cantidad de protección de un producto contra los rayos UVB, los rayos que ocasionan las peores quemaduras de sol. Si usó ciertos filtros solares con SPF alto, es probable que su piel no se haya enrojecido o sufrido quemaduras de sol, pero eso no significa que su piel no haya recibido una dosis alta de la dañina radiación por UVA.

Incluso los números de SPF pueden ser confusos. Casi todas las personas creen que el SPF 30 proporciona el doble de protección que el SPF 15. De hecho, el filtro solar con SPF 15 bloquea 93 por ciento de los rayos UVB , mientras que un producto de SPF 30 bloquea 97 por ciento.

Para complicar las cosas aún más, el SPF se pone a prueba aplicando dos miligramos de filtro solar a un centímetro cuadrado de piel. Casi todas las personas se aplican la mitad, o menos, de esa cantidad. Si trata de ahorrar en su aplicación de filtro solar, podría estar mucho menos protegida de lo que supone.

Entonces, ¿cuál es el punto óptimo? Busque un SPF de entre 30 y 50 que proteja contra la radiación UVA y UVB. Esto con frecuencia se puede ver en las etiquetas de productos que indican “espectro amplio” “espectro múltiple” o “espectro UVA/UVB.”

Para una protección solar óptima, aplique más filtro solar del que piensa que necesita. Asegúrese de volverlo a aplicar cuando esté expuesto al sol directamente durante más de dos horas o si ha estado nadando o haciendo ejercicio. También tome otras medidas para evitar la exposición solar, como buscar la sombra, usar ropas protectoras de color claro, un sombrero y limite el tiempo que pasa bajo el sol.

Mito 4: La Bella Durmiente es en realidad sólo un cuento de hadas.

Dormir hasta el medio día los sábados no eliminará las patas de gallo ni borrará las líneas de expresión. Sin embargo, la investigación sugiere ahora que dormir bien en la noche hará maravillas para su piel a la larga. Por el contrario, no dormir bien puede tener efectos dañinos en la piel.

Un estudio aplicado a mujeres inglesas mostró resultados concluyentes muy interesantes. Todas demostraron un aumento en las arrugas, ojeras y un cutis apagado después de cinco días consecutivos de dormir seis horas por noche, en comparación con tener ocho horas de sueño.

Los efectos inmediatos de una noche agitada son obvios en las ojeras que se forman debajo de los ojos inflamados. Sin embargo, el daño por la falta de sueño puede ocasionar efectos nocivos mayores en el resto de la piel.

Durante el sueño, el cuerpo entra en modo de reparación. Se dedica a eliminar las células viejas muertas, a elaborar otras nuevas y a limpiar su cuerpo de toxinas. Cuando no tiene una noche completa de sueño, le está quitando al cuerpo horas para la producción de colágeno, que puede ocasionar que su piel se vuelva flácida y se vea más vieja antes. Tampoco recibirá la cantidad normal de flujo sanguíneo que necesita su cara para tener un brillo sano y sonrosado.

La falta de sueño también aumenta los niveles de la hormona del estrés llamada cortisol, que puede producir brotes cutáneos. Los desequilibrios en pH y la pérdida de humedad son otros resultados secundarios de la falta de sueño y pueden crear desastres en su cutis.

Por lo tanto, váyase a la cama más temprano para disfrutar de las siete a nueve horas de sueño que necesita cada noche. Y no olvide la regla fundamental para el cuidado de la piel: nunca se vaya a dormir sin haberse retirado el maquillaje antes.

Mito 5: Comer alimentos grasosos le ocasionará erupciones

Es probable que haya escuchado este mito desde que era adolescente: si come chocolates, papas fritas u otra comida chatarra hasta reventar, pronto recibirá las recompensas en la forma de erupciones en la piel. La lógica antigua era que como la piel grasosa suele estar más expuesta a imperfecciones, comer alimentos grasosos empeorará sus problemas de grasa en la piel. En realidad, la grasa en su dieta no es equivalente a una mayor producción de sebo (la grasa natural de la piel).

Sin embargo, no se regocije ni vaya de inmediato a deleitarse con sus alimentos favoritos. Lo que come sí afecta su piel. Se dice que uno es lo que come, y ciertos alimentos pueden activar respuestas hormonales que tengan un impacto negativo en la apariencia de su piel. Esto es especialmente cierto para las personas que son sensibles o alérgicas a ciertos alimentos. La investigación ha demostrado que algunos alimentos pueden agravar una piel propensa a problemas. Si éste es su caso, trate de evitar durante un tiempo los alimentos y las bebidas que se indican a continuación para ver si mejoran sus problemas cutáneos.

Azúcares refinadas y granos procesados. Se sabe que los carbohidratos simples ocasionan picos de insulina, que alteran las hormonas responsables del crecimiento de las células de la piel y de la producción de sebo. Una mayor producción celular, junto con mayores cantidades de grasa, son la receta perfecta para un desastre en la piel.
Productos lácteos. Por lo general, las erupciones están relacionadas con inflamación, y para las personas que tienen algún nivel de sensibilidad a los productos lácteos, se pueden presentar exacerbaciones. Aunque la investigación es controvertida, la leche, crema y helado parecen tener más impactos negativos en la piel, mientras que el yogurt y los quesos duros suelen ser más benignos.
Cuando lea esto, ya no querrá hacer un brindis: el alcohol es una pesadilla para la piel. No sólo es dañino para el hígado, el órgano responsable de desintoxicar el cuerpo, sino que también deshidrata el cuerpo y la piel. A casi todos los cocteles se les añaden grandes cantidades de azúcar, que ocasionarán los temidos picos de insulina. Y en caso de que piense que el vino tinto se escapa por sus beneficios a la salud tan anunciados, para muchas personas puede ocasionar enrojecimiento de la cara. Si tiene pensado beber, trate de no excederse y beba mucho agua. Su piel se lo agradecerá a la mañana siguiente, y a la larga también.

Resulta que algunos de los consejos que le dieron su madre y abuela sobre el cuidado de la piel no están respaldados por la ciencia o la realidad. La buena noticia es que esta era dorada del cuidado de la piel proporciona más opciones que nunca para que pueda tomar las mejores decisiones posibles para su piel.