Sugerencias Para Apoyar a la Piel Durante su Ciclo de Vida

La piel que ve usted hoy, no es exactamente la misma que verá mañana. El mayor órgano del cuerpo se renueva constantemente con células nuevas, pues todos los días se desechan más de 30,000 de ellas. Todos y cada uno de los días.

Y son reemplazadas por nuevas. ¡Qué intensa rotación celular! Para poblar el mayor órgano del cuerpo se necesitan muchas células. Cada centímetro cuadrado de piel consta de aproximadamente 19 millones de células, y todas pasan por un interesante ciclo vital exclusivo de ese tipo de células.

Ciclo de vida de las células de la piel: Empieza desde lo más bajo

La historia de la vida de una célula de la piel es una historia de triunfo. Si fuera una película, se trataría de un heroico ascenso de lo más profundo a las más elevadas cumbres, pero no es la historia de un perdedor. El ciclo vital de las células de la piel es la mejor manera de que la piel haga su trabajo.

La vida de una célula de la piel empieza muy humildemente en la parte inferior de la epidermis —capa exterior de las tres principales capas de la piel. Todas las células de la piel nacen en la confluencia de la epidermis y la dermis. Todas empiezan llenas de proteínas —queratina y colágeno— y en forma de cuadrito regordete.

Es modesto el inicio de la vida de las células que protegen al organismo del mundo exterior, pero definitivamente las cosas mejoran, aunque se tornan más difíciles.

El ascenso

En el curso del mes siguiente, estas células regordetas y cuadradas que nacieron en lo más bajo, ascenderán a grandes alturas dentro de la epidermis. Conformen van naciendo las nuevas, se facilita el ascenso, pues empujan a las existentes hacia las capas superiores, que al ser presionadas hacia arriba, se aplanan

Esta etapa del ciclo vital de las células de la piel es dura, pero tan ardua jornada las prepara para el rudo trabajo de proteger al cuerpo del mundo exterior.

Ninguna célula cutánea sobrevive al ascenso, pues eso es lo que supuestamente tienen que hacer: morir.

Ni los muertos descansan

La piel que usted ve en este momento está muerta, y para encontrar una célula viva tiene que escarbar a través de unas 20 capas de piel.

No están vivas, pero eso no significa que las células cutáneas hayan dejado de trabajar por la salud de su organismo: esas células planas y endurecidas constituyen capas y capas de protección.

Las capas superiores de células muertas son como las tejas de un techo: se superponen para formar una barrera impermeable al agua. Así es como las células de la piel muertas en vida dejan fuera los elementos no deseados del medioambiente.

A la larga, todas las células nuevas que van en ascenso, empujan hacia afuera a las células de la piel. La interminable procesión de células ascendentes ayuda a las células muertas a llegar a la capa exterior. Ya en la cima, se descaman.

El fin: polvo

Las nobles y triunfadoras células de la piel —ese escudo que lo protege día y noche— sufre un cruel destino: literalmente se convierten en polvo.

En realidad, mucho del polvo que hay en su casa es piel muerta. De hecho, usted produce cerca de 3.6 kilos (8 libras) de células pulverizadas al año, está rodeado de fragmentos de piel descartados.

Por eso, la próxima vez que limpie el mostrador o sacuda la cómoda, diga gracias, y dé el pésame a la ardua y triunfadora vida de sus viejas células.


6 sugerencias para apoyar a la piel durante su ciclo de vida

No hay nada que usted pueda hacer para evitar que las células de la piel mueran, y de todas formas, no querría hacerlo. Cada célula cutánea desempeña perfectamente su función, sin embargo, hay algunas cosas que usted puede hacer por su piel en general, para que siga luciendo saludable:

  • Protéjala adecuadamente del sol. El sol es una gran amenaza para la piel, por eso tiene que aplicar medidas de seguridad al exponerse a él, las cuales incluyen aplicarse un protector solar adecuado (y reaplicarlo frecuentemente), además de utilizar sombreros y prendas de vestir para cubrirse.
  • Coma correctamente. La dieta incide de manera importante en la salud en general, y hay nutrientes y alimentos que usted puede incluir para ayudar a que su piel siga teniendo un aspecto juvenil.
  • Concéntrese en un estilo de vida saludable. El sueño, el ejercicio y los hábitos saludables (como evitar el tabaquismo y limitar el consumo de alcohol) pueden ser benéficos para la piel. Es el mayor órgano del cuerpo, por eso, la forma en que usted se comporte es muy importante.
  • Busque los cuidados adecuados para su tipo de piel. Cada piel tiene que tratarse de diferente manera. Dé el primer paso y descubra cuál es su tipo de piel para darle el cuidado adecuado.
  • No sea víctima de los mitos típicos sobre el cuidado de la piel. No crea todo lo que lea sobre el cuidado de la piel. La revolución actual sobre el cuidado de la piel da lugar a desinformación. Investigue si una sugerencia reciente podría llegar a ser una situación delicada para su piel.
  • Hidrátese. La humectación es amiga de la piel. La piel seca no se ve tan saludablemente joven como la humectada. Hidrátese desde el interior –beba abundante agua- y desde el exterior recurriendo a productos de calidad para el cuidado de la piel, que la humecten.