Los ácidos grasos omega-3 pueden tener una función en el mantenimiento de la salud cardiovascular
Los ácidos grasos omega-3 de cadena larga, principalmente aquellos provenientes de aceites de pescado, son conocidos por reducir varios factores de riesgo asociados con enfermedades cardiovasculares (ECV). La rigidez arterial es un factor de riesgo específico en las ECV, pero hasta el momento no se había establecido un vínculo específico entre la ingesta de omega-3 y las mejoras en la rigidez arterial.
Por medio de un metanálisis, investigadores recientemente realizaron un estudio para cuantificar los efectos de los omega-3 sobre la rigidez arterial y su asociación con las ECV. Se utilizaron múltiples bases de datos y registros de ensayos clínicos para obtener datos de ensayos clínicos controlados aleatorios de seres humanos adultos sobre el vínculo entre la rigidez arterial y la ingesta de omega-3. Un total de 10 ensayos cumplieron los criterios de inclusión final. Los estudios arrojaron resultados al utilizar tanto la velocidad de onda de pulso (VOP) como la distensibilidad arterial para medir la rigidez arterial.
El metanálisis confirmó que la suplementación de ácidos grasos omega-3 era eficaz para mejorar significativamente la rigidez arterial medida a través de la VOP y la distensibilidad arterial. Los resultados no fueron condicionados cuando se tomaron en cuenta los cambios en la presión arterial, la frecuencia cardíaca o el IMC.
Los resultados del estudio actual demuestran que la suplementación con ácidos grasos omega-3 (típicamente provenientes de aceite de pescado) puede ayudar en parte a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares reduciendo la rigidez arterial, un factor de riesgo conocido de las ECV.