El conocimiento del historial de salud de su familia le da forma a su futuro

Sus entradas con culpa de sus padres. ¿Cuando sonríe no se le marcan unos hoyuelos en las mejillas? Es culpa de sus padres. La manera en que los lóbulos de sus orejas están unidos a su cabeza (o no) también es responsabilidad de sus padres. Y, por supuesto, hay más cosas que usted no ve en el espejo. El historial de salud de su familia forma parte de usted porque es lo que sus padres le transmitieron. Incluye los problemas de salud de sus parientes consanguíneos. Los genes compartidos y, en algunos casos, el entorno y los hábitos, hacen que los pronósticos de salud sean similares para una familia.

Asimismo, este historial aporta perspectivas que usted y su médico pueden utilizar como ayuda para mantener su salud pues el conocimiento que usted adquiere genera hojas de ruta potenciales para su futuro. Esta es la razón principal por la que el historial de salud de su familia es más importante que las pocas líneas de un formulario del consultorio de su médico.

Así que no espere hasta la siguiente cita para pensar en el historial de salud de su familia. La guía que presentamos a continuación le ayudará a comenzar a recopilar esta importante información para su salud.

Guía para recabar el historial de salud de su familia

Obviamente, esta parte puede llevarle cierto tiempo. Y, dependiendo de cómo se sienta al hablar con su familia, también algo de energía. Pero no se preocupe, esta guía detallada le ayudará a seguir todo el proceso con las menores complicaciones posibles.

  1. Decida con quién necesita hablar: La regla general es que tres generaciones de familiares consanguíneos (tanto del lado de su madre como de su padre) forman un historial completo. Esto incluye:
    • Abuelos
    • Padres
    • Tíos y tías
    • Hermanos
    • Primos hermanos
    • Sus hijos

Podría parecer que es mucha la gente cuyo historial de salud usted necesita, pero recuerde que solo necesita hacer esto en el caso de sus familiares consanguíneos. No hermanastros o padrastros. Ningún familiar político. Esto simplifica el proceso y reduce la cantidad de conversaciones potencialmente intensas que usted necesita sostener.

  1. Concéntrese en la información que usted más necesita: no necesita hablar con su abuela acerca de cuánto pesaba cuando tenía 25 años. Y guarde la cinta de medir, porque no necesita saber cuánto mide su hermana.

Mientras más sepa, mejor, pero no necesita recabar hojas de cálculo —sí, en plural— llenas de información. No haga el rastreo de las medidas personales de sus familiares (altura, peso, velocidad) como si se tratara de un equipo deportivo que está filtrando potenciales jugadores. Concéntrese en estas preguntas para recabar la información más crítica:

    • ¿Qué problemas de salud importantes han enfrentado? (Esto incluye enfermedades e incluso lesiones importantes.)
    • ¿A qué edad comenzaron estos problemas? (Saber cuándo se les diagnosticó un problema dice mucho de lo que usted puede esperar y si algo es hereditario.)
    • En el caso de aquellos familiares que ya murieron, ¿cuál fue la causa de su muerte?
    • ¿Cuáles son los antecedentes étnicos de su familia? (Algunos problemas son específicos de alguna etnia o conllevan mayores riesgos en ciertas poblaciones.)
    • ¿De qué manera influyó en su salud el entorno en el que vivieron?
    • ¿Con qué problemas mentales han tenido que lidiar? (Esto incluye todo, desde adicciones hasta ansiedad y depresión.)
    • ¿Existe un historial de complicaciones durante el embarazo? Si lo hay, ¿de qué tipo de complicaciones se trató?
    • ¿Qué hábitos de estilo de vida han tenido? (Beber mucho, tabaquismo, drogas, o hábitos saludables, como correr maratones, puede arrojar cierta luz.)
  1. Decida cuál es el mejor lugar o la mejor forma para hablar con los miembros de su familia. Aproveche los eventos familiares, como las reuniones, para hablar sobre el historial de salud, o póngase de acuerdo con sus familiares para llamarlos, o bien, envíeles un mensaje por correo electrónico más adelante. Hablarlo personalmente es siempre una buena opción. Sin embargo, la naturaleza impersonal del correo electrónico siempre ofrece un mayor margen para sincerarse y dar paso a una conversación honesta.
  2. Aborde cada conversación explicando por qué desea usted tener esta información. Hay una razón por la que existe la ley sobre la privacidad de la información sobre la salud. Hablar de temas de salud es delicado y conlleva una gran privacidad. No todos desean que los demás sepan que tuvieron algún problema médico o que pasaron por problemas de salud mental. Hacerles saber a sus familiares lo importante que es esta información es una buena forma de comenzar.

Si puede hacer que todos participen, también es posible compartir con su familia la información que haya recabado. De esa manera, usted no estará haciendo el historial de salud de su familia solo para usted, sino completando parte del trabajo también para otros. Sin embargo, no comparta nada de esa información a menos que tenga la autorización explícita para hacerlo.

  1. Sea un oyente bueno y respetuoso. Haga de las conversaciones algo tan sencillo o amplio como su familiar lo desee. En ocasiones eso significa hacer preguntas que vayan al punto y obtener respuestas sencillas. Otras veces usted podrá mantener conversaciones más amplias en las que su familiar se abra mucho. Escuche, sea comprensivo y agradézcales su tiempo antes de terminar la conversación.
  2. Lleve un registro electrónico que pueda ir poniendo al día fácilmente. Existen formularios y herramientas que ayudan a simplificar el proceso de recabación y monitoreo del historial de salud de su familia. Búsquelos y úselos. La mayoría son gratis y además tienen un formato en el que solo hay que llenar espacios, lo que facilita la tarea. Una vez que ya lo tenga, no olvide actualizarlo regularmente.
  3. No permita que los obstáculos lo desanimen. Es probable que este proceso, como la vida, no esté totalmente libre de complicaciones, pero por lo general aun así hay formas de obtener lo que necesita. A continuación le damos una lista de los obstáculos más comunes y cómo superarlos:
    • Familiares que ya murieron: Si ningún miembro de su familia conoce el historial de salud de alguien que ya falleció, los registros públicos pueden serle de ayuda. Los certificados de defunción por lo general son documentos disponibles para el público en general. Los obituarios pueden también arrojar cierta luz sobre las circunstancias que rodearon la muerte de una persona. También puede conseguir algunos registros médicos familiares.
    • Adopción: Si la adopción es un tema abierto y la persona está en contacto con sus padres biológicos, una conversación será suficiente. Pero si ese no es el caso, los registros de adopción o la agencia de adopciones podrían ser los mejores recursos disponibles.
    • Distanciamiento: Aproveche a los miembros de su familia con los que sí tiene conexión para llegar a aquellos con los que no la tiene. Si su médico les envía cuestionarios que deben llenar, esta es una opción que puede explorar. Asimismo, recurrir a los registros disponibles es otra forma de conseguir lo que necesita.

No olvide por qué tener conocimiento sobre la salud es poder

Seguir los pasos que se describen arriba lo ayudará en su proceso. Sin embargo, saber qué hacer y tener la motivación para hacerlo son dos cosas muy diferentes.

A veces es complicado ponerse en contacto. Nuestros familiares pueden no mostrar tanta disponibilidad como usted desearía. En esas ocasiones, recuerde por qué está recabando el historial de salud de su familia.

Todo se reduce a crear la mayor base de datos posible. Mientras más amplia sea la base de datos, mejores las capacidades predictivas. Sin embargo, ni siquiera el historial de salud más extenso le dirá su futuro.

No es como mirar una bola de cristal. La salud es una red compleja. Son muchos los factores involucrados en cada pronóstico de salud. De manera que, solo porque su familia tenga un historial de determinado problema, eso no lo condena a padecerlo. Y el hecho de que usted no vea determinado problema en el historial de salud de su familia no significa que usted no vaya a padecerlo.

Sin embargo, lo que haya sucedido les permite a usted y a su médico llevar un monitoreo, hacer pruebas y ajustar su estilo de vida. Puede ayudarle a entender con qué riesgos podría estar lidiando. Ese conocimiento puede dar forma a una vida en la que haga todo lo posible para reducir el potencial de enfrentar los mismos problemas.

Algunos problemas genéticos pueden requerir la aplicación de pruebas a intervalos específicos. También puede haber situaciones en las que la detección temprana de un problema sea más fácil y desempeñe un papel más amplio en las opciones de tratamiento. Incluso la efectividad de un medicamento está ligado a la genética. Y es importante saber qué podría usted transmitirles a sus hijos.

El historial de salud de su familia también atraerá la atención de su médico en puntos importantes. Si más de un familiar consanguíneo tiene un problema, ese es el punto en que hay que enfocar la intervención médica o de estilo de vida.

Aproveche el historial de salud de su familia para emprender acciones hoy

La información no es nada si no se emprenden acciones con base en ella. Es la acción la que hace que la información sea tan valiosa.

Esta acción tiene diferentes formas. Cierta información generará la aplicación de pruebas para determinar enfermedades que puedan heredarse. Otras acciones pueden estar relacionadas con la alimentación, la ingesta de nutrientes o el acondicionamiento físico.

Por ejemplo, si usted tiene un historial familiar de problemas cardiacos, es incluso más importante para usted monitorear su presión arterial, el ritmo cardiaco, la composición de su sangre y llevar un estilo de vida saludable para el corazón. Esta información podría facilitarle decidirse por la ensalada como acompañamiento en lugar de las papas a la francesa. Incluso podría motivarlo a subirse a la bicicleta o salir a caminar.

Lo más importante es usar lo que usted conoce. Su prestador de servicios de salud puede decirle cómo actuar con respecto al historial de salud de su familia, pero es usted quien debe hacer el trabajo.

Mientras ve en el espejo esa nariz que le heredaron sus padres, recuerde que hay otras cosas que también le heredaron, y comience ya a hacer algo al respecto. Porque —más allá de medidas costosas y dolorosas— no hay nada que pueda hacer respecto a su nariz, pero sí es mucho lo que puede hacer por su salud.