¿Los productos USANA son naturales o sintéticos?
Las materias primas utilizadas para la fabricación de los productos USANA vienen de diversas fuentes. Algunas se derivan de plantas (nuestra vitamina E, por ejemplo, se deriva de la soya), mientras que otras son producidas sintéticamente. Algunas provienen de fuentes naturales pero han sido modificadas mediante procesos sintéticos. Otras se derivan de procesos de fermentación.
Considerar lo natural versus lo sintético es solo uno de los criterios que USANA usa para seleccionar las materias primas de las que están hechos sus productos. Otros factores que se toman en cuenta son la potencia, la pureza, la seguridad, la estabilidad y la confiabilidad de abastecimiento.
Considerando iguales todos estos factores, USANA siempre seleccionará materiales derivados de manera natural por encima de los materiales sintéticos, pero con frecuencia no todos los factores son iguales. Usamos compuestos de vitaminas y minerales en su forma química -ya sea “natural” o “sintética”- que han demostrado ser efectivamente absorbidos y aprovechados por el cuerpo, y que sean puros, que estén libres de contaminantes y que sean seguros.
Existe la idea equivocada de que las vitaminas y los minerales “naturales” se extraen de plantas en su forma pura, lo que los hace superiores a las vitaminas y minerales “sintéticos” que se hacen en un laboratorio. Ésta, con frecuencia, es una distinción engañosa.
En primer lugar, no es posible extraer vitaminas puras de plantas sin que haya de por medio un proceso considerable e importante que puede incluir el uso de solventes fuertes para extracción química. En segundo lugar, la actividad biológica de un compuesto no tiene nada que ver con su fuente y está más determinada por su estructura química. En otras palabras, generalmente hace poca diferencia el hecho de que la sustancia química tenga como origen una planta llena de hojas o que sea sintética, se trata del mismo compuesto, independientemente de la fuente.
Algunos compuestos de vitaminas y antioxidantes se pueden sintetizar eficientemente en laboratorios para elaborar productos que sean idénticos en su forma química a aquellos presentes en la naturaleza, y que sean extremadamente puros e igualmente seguros (y con frecuencia mucho menos caros que su contraparte “natural”). Además, algunas vitaminas sintéticas se absorben de manera preferencial en comparación con los compuestos provistos a través de fuentes alimentarias.
Un buen ejemplo de esto es el ácido fólico, que se absorbe más fácilmente que el folato proveniente de fuentes alimentarias. Los folatos presentes en los alimentos comúnmente son grandes moléculas ligadas por proteínas que deben ser hidrolizadas o desconjugadas antes de ser absorbidas y transportadas a la célula.