El ejercicio regular está relacionado con un saludable funcionamiento inmunológico
Las infecciones del tracto respiratorio superior pueden ser causadas por más de 200 diferentes tipos de virus y se estima que la población de los Estados Unidos sufre más de mil millones de resfriados al año (2-4 por adulto promedio, 6-10 por niño promedio). Muchos factores de nuestro estilo de vida contribuyen al riesgo de infecciones del tracto respiratorio superior, incluyendo un bajo nivel de nutrientes, falta de sueño y estrés. Un nuevo documento publicado en The British Journal of Sports Medicine agrega el hábito de hacer ejercicio a la lista de factores que afectan el riesgo de sufrir infecciones del tracto respiratorio superior.
1,023 personas de entre 18 y 85 años de edad fueron reclutadas para este estudio, de las que 1,002 completaron todos los requisitos del estudio. Los participantes fueron seleccionados de entre diversos grupos de índice de masa corporal (aproximadamente un tercio tenía un peso normal, un tercio tenía sobre peso y un tercio tenía obesidad) para asegurar una representación adecuada. Cada participante del estudio completó una encuesta exhaustiva y validada sobre el estilo de vida, la dieta, los niveles de actividad, el estrés y la incidencia y gravedad de infección del tracto respiratorio superior.
Después de controlar los potenciales factores, los días totales con infección del tracto respiratorio superior bajaron entre 43 y 46% en el tercio superior de la actividad aeróbica cuando se comparó con el tercio más bajo, al tiempo que la gravedad de las infecciones del tracto respiratorio superior disminuyó entre 32 y 41% para el grupo más alto. Los bajos niveles de estrés, hacer ejercicio con frecuencia (≥5 días/semana) y un elevando consumo de frutas (≥3 porciones/día) también se correlacionaron con una incidencia reducida de infecciones del tracto respiratorio superior.
La razón por la cual el ejercicio aeróbico reduce el riesgo de infecciones del tracto respiratorio superior es aún incierta, aunque parece ser una combinación de factores que incluyen aumentos transitorios de ciertas células inmunes, la reducción de hormonas de estrés y beneficios especializados para órganos importantes (particularmente los pulmones, los cuales sirven como una barrera primaria contra infecciones del tracto respiratorio superior).