Cuando mira la etiqueta de un alimento, puede confundirse ante la variedad de medidas diferentes que se utilizan para indicar la cantidad de cada vitamina que contiene ese alimento. Encontrará términos como mg, mcg, UI y otros. ¿Por qué se utilizan diferentes unidades y cómo se hace la conversión entre estas diferentes unidades?

Las Unidades Internacionales (UI) son una de las unidades estandarizadas que se utilizan para calcular o medir la potencia de las vitaminas y su eficacia biológica. Para muchas vitaminas es preferible usar las Unidades Internacionales en lugar de medir su peso, ya que las diferentes formas vitamínicas pueden tener diferentes niveles de potencia. Las Unidades Internacionales proporcionan una forma estandarizada de calcular la potencia de una vitamina en diferentes formas vitamínicas.

UI, mcg y otras abreviaturas de unidades de la etiqueta

UI (IU, en inglés) = Unidad Internacional

EAR (RAE, en inglés) = Equivalentes de Actividad Retinal

EFD (DFE, en inglés) = Equivalente de Folato Dietario

EN (NE, en inglés) = Equivalente de Niacina

mg = miligramo

mcg = μg = microgramo

Conversiones y cálculos de unidades de vitaminas

La información que figura a continuación proporciona una conversión aproximada de vitaminas, de unidades estandarizadas (UI, EAR, EFD, EN) a miligramos o microgramos.

Vitamina A

1 UI = 0.3 mcg de retinol

1 mcg de EAR = 1 mcg de retinol

1 mcg de EAR = 2 mcg de betacaroteno suplementario

1 mcg de EAR = 12 mcg de betacaroteno

1 mcg de EAR = 24 mcg de alfa-caroteno

1 mcg de EAR = 24 mcg de beta-criptoxantina

Vitamina B

Folato

1 mcg de EFD = 1 mcg de folato dietario

1 mcg de EFD = 0.6 mcg de ácido fólico

Niacina

1 mg de EN = 1 mg de niacinamida

1 mg de EN = 1 mg de hexanicotinato de inositol

1 mg de EN = 1 mg de niacina

1 mg de EN = 60 mg de triptófano

Vitamina D

1 UI = 0.025 mcg de ergocalciferol (vitamina D2)

1 UI = 0.025 mcg de colecalciferol (vitamina D3)

Vitamina E

1 UI = 0.67 mg de d-alfa tocoferol (natural)

1 UI = 0.45 mg de dl-alfa tocoferil (sintético)

Actualmente, los productos USANA no contienen aceite de krill.

Si bien algunos argumentos en favor del aceite de krill pueden parecer convincentes, en general, realmente no se compara con un aceite de pescado concentrado y purificado de la más alta calidad. (Por ejemplo, el contenido de DHA (9%) del aceite de krill es mucho menor que el del producto BiOmega de USANA (23.5%), pero es significativamente más caro de producir.)

En este momento, sobre la base de pureza, potencia, concentración, disponibilidad y costo, utilizar aceite de pescado como fuente de omega-3 en BiOmega es la mejor opción.

Preguntas frecuentes

P. ¿El aceite de krill es significativamente más biodisponible que el de pescado?

R. Hay diferencias en los índices de absorción y las cantidades totales de grasa que se absorben de formas diferentes de grasas, pero dichas diferencias no son importantes. Incluso en los mejores ensayos clínicos comparativos de tratamientos activos en que se compara aceite de pescado y aceite de krill, no se han observado diferencias estadísticamente significativas. La principal diferencia en cuanto a absorción podría deberse a niveles elevados de ácidos grasos libres en el aceite de krill, no al contenido de fosfolípidos.

En un estudio sobre el aceite de krill y el de pescado se afirmaba que el de krill “podría ser más efectivo que el de pescado” al comparar los niveles sanguíneos de omega-3. Sin embargo, probablemente esto se deba a que el aceite de pescado utilizado en el estudio no era equivalente al que se usa en la mayor parte de los suplementos. El aceite de pescado estaba diluido con aceite de maíz, lo cual incrementaba los niveles de ácidos grasos omega-6 e incidía en la forma en que se absorbían los omega-3. Es probable que los resultados hubieran sido diferentes si se hubiera utilizado un aceite de pescado adecuadamente balanceado, como BiOmega, que no contiene omega-6.

Ulven SM, Kirkhus B, Lamglait A, Basu S, Elind E, Haider T, Berge K, Vik H, Pedersen JI. Metabolic effects of krill oil are essentially similar to those of fish oil but at lower dose of EPA and DHA, in healthy volunteers. Lipids. 2011 Jan;46(1):37-46.

P. ¿Los científicos de USANA han pensado en desarrollar un suplemento de aceite de krill?

R. Sí, los resultados de un estudio en particular en que se afirmaba que el krill resultaba en beneficios importantes para el colesterol parecían muy buenos, pero la investigación tenía aspectos cuestionables. Por eso los científicos de USANA decidieron hacer el mismo estudio (en menor escala) en el laboratorio de la compañía, para lo cual utilizaron un suplemento de aceite de krill muy fácil de conseguir. Desafortunadamente fue imposible repetir los resultados positivos del estudio del krill. Hasta que USANA no pueda demostrar los efectos favorables en la salud y la investigación publicada sea imparcial y convincentemente sólida, respaldamos la calidad y efectividad del aceite de pescado, del cual se ha demostrado ampliamente que es un apoyo para la buena salud.

P. ¿Y la astaxantina del aceite de krill?

R. La astaxantina es benéfica. Es un carotenoide de color rojo que ayuda a neutralizar los radicales libres, de modo que un suplemento de omega-3 con astaxantina ofrecerá una protección antioxidante ligeramente mayor. Sin embargo, en un informe en que se calificaban los índices de oxidación de varios carotenoides, la astaxantina quedó después del licopeno, beta caroteno y zeaxantina, además de que se observó que es de acción más lenta que los otros. Por lo tanto, si bien no es perjudicial, el nivel de astaxantina de la mayor parte de los suplementos de krill sencillamente no es tan benéfico.

La genética, el estilo de vida y la dieta desempeñan una función muy importante en la salud a largo plazo de sus ojos y de su vista. Como su dieta está básicamente bajo su control, la siguiente información resalta las elecciones de alimentación importantes que puede hacer a lo largo de su vida para apoyar la salud de sus ojos. También leerá sobre la investigación en la que se basan estas recomendaciones respecto a su nutrición y su vista, y conocerá otras medidas adicionales que puede tomar para optimizar su vista.

Consuma los nutrientes correctos para su salud ocular

Su dieta y los nutrientes que consume tienen impacto en casi todos los aspectos de su salud. Al llevar una dieta saludable en general, es posible contribuir a su salud ocular. Sin embargo, hay varias vitaminas, minerales y antioxidantes específicos que tienen una función más importante en la optimización de su vista.

Vitamina C

La vitamina C se encuentra prácticamente en todas las células del cuerpo. Contribuye a tener capilares, encías, dientes y cartílago sanos. Sin embargo, la concentración de la vitamina C es significativamente más alta en la retina que en la sangre. La razón es que la vitamina C ayuda a mantener el desempeño óptimo, protegiendo sus ojos contra el daño causado por los radicales libres.

Como el cuerpo humano no produce vitamina C, debe consumirse como parte de la dieta. Algunas de las mejores fuentes de vitamina C con los frutos cítricos, pimientos, brócoli y col rizada.

Vitamina E

Al igual que la vitamina C, este nutriente esencial también es un antioxidante importante en el ojo que ayuda a neutralizar los radicales libres. Si no se toman acciones para combatir los radicales libres, con el tiempo pueden descomponer tejido sano y deteriorar la salud ocular.

La deficiencia de vitamina E es bastante común debido a que algunas de las mejores fuentes no son alimentos que las personas consuman en abundancia.  Para aumentar la vitamina E en su dieta, trate de comer más semillas y aceite de girasol, almendras, avellanas, cacahuates, aguacate y espinaca.

Zinc

Este mineral traza se encuentra en concentraciones altas en el ojo. Tiene una función crítica en el transporte de vitamina A ¾otro nutriente que favorece la salud ocular¾ a la retina. El zinc se ha vinculado con el mantenimiento de una visión nocturna normal. Las fuentes alimentarias de zinc incluyen ostiones, carne roja, moluscos, frijoles y nueces.

Luteína y zeaxantina

Estos dos potentes carotenoides actúan como antioxidantes. Sirven como un filtro solar integrado para los ojos, donde los nutrientes pueden ayudar en la filtración de la luz azul. También contribuyen a una agudeza visual sana (la claridad con la que ve cada ojo).

La luteína y la zeaxantina están concentradas en la retina. La cantidad que se encuentra allí es directamente proporcional al consumo de estos carotenoides en la dieta. Para aumentar su consumo de luteína y zeaxantina, trate de comer más vegetales de hoja verde oscura, como espinaca, col rizada, acelga, brócoli y perejil.

Ácidos grasos omega 3

Las grasas son una parte fundamental de la dieta humana. La mayoría de las personas come suficientes ácidos grasos omega 6. Sin embargo, el consumo bajo de ácidos grasos omega 3 es muy común, en especial de ácido docosahexaenoico (DHA) y de ácido eicosapentaenoico (EPA).

Los ácidos grasos omega 3 apoyan la capa externa aceitosa del ojo. En especial, el DHA se encuentra en concentraciones altas en la retina. Es importante en el desarrollo visual de los bebés recién nacidos. Los estudios también han mostrado que niveles adecuados de DHA pueden apoyar la visión óptima y ayudar a mantener la salud retiniana.

Los pescados grasos, como el salmón, arenque, caballa y trucha, son las mejores fuentes de EPA y de DHA. Las fuentes vegetales de EPA y DHA son más difíciles de encontrar, pero el ácido alfa-linolénico /ALA (un ácido graso omega 3), se encuentra en la linaza, semillas de chía, nueces y soya.

Panorama general de la investigación sobre nutrición y visión

En las últimas tres décadas se han registrado avances significativos en investigación relacionada con la nutrición y la salud ocular. Ahora los investigadores tienen mayor conocimiento de la conexión que existe entre la nutrición y la visión, y de cómo los nutrientes contribuyen a la salud ocular, ayudando a mantener una visión óptima cuando las personas envejecen. Los estudios de investigación que se mencionan a continuación se tomaron como base para algunas de las recomendaciones de nutrientes hechas con anterioridad.

Estudio sobre las enfermedades del ojo relacionadas con la edad

El Age-Related Eye Study (AREDS) (estudio sobre las enfermedades del ojo relacionadas con la edad) fue un estudio clínico importante patrocinado por el Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos. El objetivo del estudio fue hacer un análisis a fondo de las conexiones entre el consumo dietario de varios nutrientes seleccionados y la salud ocular a largo plazo.

En 1992 se empezó a hacer el reclutamiento para el estudio, que incluyó a 3650 sujetos entre 55 y 80 años de edad. A los sujetos en el grupo de la fórmula del AREDS se les administraron dosis diarias de:

  • 500 mg de vitamina C
  • 400 IU de vitamina E (180 mg de acetato dl-alfa tocoferol)
  • 15 mg de beta caroteno (7,500 RAE)
  • 80 mg de zinc
  • 2 mg de cobre (para evitar la deficiencia de cobre relacionada con zinc)

En comparación con el placebo, la suplementación con la fórmula del AREDS tuvo un impacto mensurable en el apoyo del envejecimiento ocular sano, incluyendo su contribución en la agudeza visual.

Estudio 2 sobre las enfermedades del ojo relacionadas con la edad

Los datos del AREDS2 se publicaron por primera vez en 2013 y se pusieron a prueba diversas variaciones de la fórmula original del AREDS. El objetivo primario fue establecer si la adición de luteína y de zeaxantina o de ácidos grasos omega 3 daría como resultado una fórmula más efectiva en el AREDS. Una fórmula también puso a prueba un nivel significativamente reducido de zinc (25 mg vs 80 mg).

Los resultados del estudio mostraron que la adición de luteína y de zeaxantina o de ácidos grasos omega 3 no ofreció beneficios adicionales en la salud original en comparación con la fórmula original del AREDS. Sin embargo, el uso de luteína y de zeaxantina en lugar de beta caroteno tuvo un ligero beneficio sobre la fórmula del AREDS. El nivel reducido de zinc fue tan efectivo como la fórmula con niveles altos de zinc.

Con base en los resultados del estudio AREDS2, tendría sentido usar luteína y zeaxantina en lugar de beta caroteno, limitar la dosis de zinc a un nivel más seguro y mantener los mismos niveles de vitamina C, vitamina E y cobre.

Una fórmula basada en el AREDS2 podría contener:

  • 500 mg de vitamina C
  • 400 IU de vitamina E
  • 10 mg de luteína
  • 2 mg de zeaxantina
  • 25 mg de zinc
  • 2 mg de cobre

Estudio del suplemento antioxidante luteína

Otro estudio muy importante fue el Estudio del Suplemento Antioxidante Luteína (LAST). Fue un estudio de 12 meses controlado con placebo. El estudio puso a prueba un suplemento de luteína purificada y un suplemento con una mezcla de luteína y de otros antioxidantes, como vitamina A, vitamina C, vitamina E y beta caroteno.

Los grupos de ambos suplementos tuvieron una mayor densidad pigmentaria en la retina. Las pruebas mostraron que los suplementos ayudaron en la agudeza visual y en la recuperación en casos de resplandor. El grupo de placebo no tuvo cambios significativos en estos criterios medidos.

Pigmento macular y desempeño visual en condiciones de resplandor

En un estudio aplicado a 40 sujetos sanos se les asignaron suplementos diarios a base de luteína (10 mg) y de zeaxantina (2 mg) durante seis meses. Se hicieron pruebas en los ojos de los sujetos para ver los efectos del resplandor experimentado en situaciones de la vida diaria. Esto incluyó estar al aire libre en días brillantes, sesiones largas de trabajo en una computadora y exposición nocturna a luces de automóviles de frente.

Después de seis meses de suplementación, la densidad óptica del pigmento macular promedio (MPOD, por sus siglas en inglés) del participante aumentó en comparación con el inicio del estudio. La MPOD más alta se ha relacionado con agudeza visual óptima.

Después de hacer pruebas en el desempeño de los sujetos, los investigadores llegaron a la conclusión de que cuatro a seis meses de suplementación con luteína y zeaxantina contribuían a un desempeño visual saludable en situaciones de resplandor alto.

Estudio de Salud de Enfermeras

El Estudio de Salud de Enfermeras y el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud incluyeron a más de 100,000 participantes. Todos los participantes tenían 40 años de edad o más y no tenían problemas de salud relevantes al inicio.

Los investigadores analizaron el consumo de carotenoides usando cuestionarios de frecuencia de ingesta de alimentos en la dieta al inicio y en el seguimiento. Después calcularon los puntajes de carotenoides plasmáticos previstos. Los resultados de este estudio revelaron que niveles más altos de luteína y de zeaxantina en plasma tuvieron un efecto protector en el ojo y contribuyeron a un envejecimiento ocular sano.

Consejos adicionales para proteger su visión

Programe un examen de la vista

Con el propósito de proteger su salud ocular futura, es importante conocer su condición actual. Un examen de la vista medirá la agudeza visual, pero también puede proporcionar mucha información adicional. Con un examen ocular completo es posible detectar problemas futuros de los ojos y de la visión, mucho antes de que aparezcan los síntomas más obvios.

Además de un examen de la vista inicial, a algunas personas se les recomienda que se hagan exámenes de seguimiento más frecuentes también. El Instituto Nacional del Ojo recomienda hacer un examen ocular anual o cada dos años para:

  • Todas las personas de más de 60 años de edad
  • Afroestadounidenses de más de 40 años de edad
  • Condiciones médicas específicas que pudieran afectar la salud ocular

Use protección ocular

Así como usted usa filtro solar para proteger la piel del sol, el uso de lentes de sol puede ayudar a proteger los ojos de los molestos rayos. Pasar demasiado tiempo en el sol puede producir fotoqueratitis a corto plazo (quemadura del ojo). La exposición a los rayos UV puede ocasionar a la larga daño ocular.

Usted puede proteger los ojos contra daño solar a corto y largo plazo mediante el uso de lentes de sol que bloqueen 99 a 100 por ciento de los rayos UVA y UVB. Los lentes de contacto diseñados para bloquear la radiación UV son otra solución. Un sombrero de ala ancha incluso proporcionará protección adicional cuando se tienen planes de permanecer mucho tiempo en el sol.

Además de proteger los ojos contra la radiación UV del sol, es importante que los proteja en situaciones peligrosas. Es necesario usar protección adecuada para los ojos en actividades deportivas, de construcción, de jardinería y en cualquier momento en que objetos extraños pudieran dañar sus ojos.

Manténgase activo y conserve un peso saludable

Llevar una vida físicamente activa y mantener un peso corporal saludable son elementos fundamentales que contribuyen a una salud ocular óptima. Aquí puede encontrar algunas recomendaciones para mantener un peso saludable.

Si fuma, déjelo YA

Fumar es peligroso para todo el cuerpo, incluyendo los ojos. Los estudios han demostrado que fumar puede dañar el nervio óptico y aumentar su riesgo de otros problemas de salud y de la visión.

Booster C 600 de USANA

El suplemento Booster C 600 de USANA es un delicioso polvo sabor limón-moras que aporta una poderosa mezcla de ingredients que han demostrado apoyar las defensas inmunológicas.

Beneficios De Booster C 600

Las deficiencias de vitamina C o de zinc, ambos necesarios para el desarrollo y funcionamiento normal de muchos glóbulos blancos, podrían ser la causa de que seamos más susceptibles a tener una mala respuesta inmunológica. Los adultos sanos por lo general necesitanal menos entre 75 y 90 mg de vitamina C y entre 8 y 11 mg de zinc al día para evitar severas deficiencias.*

Además de aportar 10 mg de zinc, Booster C 600 es una potente fuente de vitamina C, nutriente esencial soluble en agua que nuestro cuerpo no puede producir, por lo que es necesario obtenerlo de nuestra alimentación. La vitamina C apoya la producción de glóbulos blancos y se mantiene en las células para brindar protección contra el estrés oxidante, lo cual es importante para mantener la integridad y el adecuado funcionamiento celular. La vitamina C además ayuda a prolongar la actividad de la vitamina E, otro nutriente importante para tener un sistema inmunológico sano. Booster C 600 incluye una combinación única de ácido ascórbico, ascorbato de sodio y el compuesto Poly C® patentado por USANA que ha demostrado aportar niveles más elevados y duraderos de vitamina C a la sangre que el ácido ascórbico solo.*

La Ciencia De Booster C 600

La equinácea se ha utilizado a lo largo de la historia para dar apoyo al sistema inmunológico. Varios estudios de laboratorio que también se han aplicado en animales sugieren que la equinácea contiene sustancias activas que mejoran la actividad del sistema inmunológico, incluyendo polisacáridos, glicoproteínas, alcamidas, aceites volátiles y flavonoides. Usándolo a corto plazo, el extracto de Echinacea purpurea ha demostrado apoyar de manera natural un Sistema inmunológico sano. Se recomienda que la equinácea solo se utilice por periodos cortos, generalmente dos semanas o menos. El saúco es otra planta que se ha utilizado por largo tiempo por sus efectos benéficos sobre el Sistema inmunológico. El saúco contiene más antocianinas –un tipo de flavonoide—que los arándanos. Como antioxidantes, las antocianinas ayudan a proteger las células sanas y apoyan la producción de citocinas para regular las respuestas inmunológicas.*

Diferencia Usana

Muchos productos para la salud inmunológica contienen vitamina C, pero solo Booster C 600 contiene el compuesto Poly C patentado por USANA a base de vitamina C para aportar una defensa inmunológica más potente y duradera. La mezcla efectiva de equinácea de alta calidad con zinc y saúco hace que BoosterC 600 sea una solución perfecta y fácil de llevar a todos lados para darle a su sistema inmunológico un apoyo adicional.*

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*Estas declaraciones no han sido evaluadas por la Administración de Fármacos y Alimentos. Este producto no tiene como fin diagnosticar, tratar, curar ni prevenir enfermedad alguna.

supplements and food

supplements and food

Hay varias razones por las que puede ser beneficioso tomar sus suplementos dietarios con alimentos o con una comida completa.

  • Una de las razones es para amortiguar el estómago (especialmente importante para las personas con un estómago sensible).
  • Otra razón es para aumentar la consistencia y el cumplimiento de la dosis recomendada. A muchas personas les resulta más fácil crear el hábito de tomar los suplementos junto con la comida, en lugar de tomarlos por separado.
  • Quizá la mejor razón para tomar los suplementos con una comida es porque algunos nutrientes (por ejemplo, los liposolubles y el calcio) suelen tener una mejor absorción cuando se toman con una comida o una colación.

Para ser solo un frijolito de tan larga historia, sin duda da lugar a muchas preguntas y controversias, pero ¿cuál es la realidad sobre la soya? Empecemos por el principio.

La soya, o soja, es un tipo de leguminosa que ha formado parte de las dietas asiáticas tradicionales durante miles de años. Sugiere la evidencia que el frijol de soya ya se cultivaba en China en el año 9000 AC. Por otra parte, es rico en muchos nutrientes, entre otros, vitaminas B, fibra, potasio, magnesio, proteína de alta calidad y ciertos fitonutrientes.

La soya sigue siendo muy popular en Asia, donde aún hoy forma parte integral de muchas dietas y alimentos tradicionales, como tofu, tempeh, miso y natto. Adicionalmente, la soya y los alimentos de soya encajan en muchas tendencias alimentarias actuales, como la creciente popularidad de las dietas con base de plantas y las plantas como fuente de proteínas respecto de las derivadas de fuentes animales; su papel en la promoción de estilos de vida más saludables, y la facilidad de incluirla en la alimentación funcional.

Además de su popularidad en las culturas asiáticas, durante mucho tiempo ha sido fundamental en la dieta de vegetarianos y veganos, así como de quienes deben evitar los productos lácteos o son alérgicos a los mismos. Los alimentos a base de soya como tofu, leche de soya, miso, tempeh y edamame son básicos en la dieta de muchos. Y a diferencia de otras opciones de base vegetal, la soya proporciona una proteína completa.

Los expertos en salud concuerdan en que incluir más proteínas de plantas en la dieta es bueno para la salud. Entonces, ¿por qué este frijolito ha llegado a ser tan controvertido? Analicemos dudas, controversias y beneficios para saber más sobre la soya.

Resumen de datos sobre la soya

  1. La soya es una fuente completa y nutritiva de proteínas, y por lo tanto, una buena alternativa a las proteínas de base animal.
  2. Proporciona diversos fitonutrientes relacionados con la salud de largo plazo.
  3. El frijol de soya es una buena fuente de fibra. La fibra es favorable para la salud del sistema gastrointestinal, para mantener un peso saludable y para la salud del corazón.
  4. Algunos de los componentes de la soya pueden interferir con ciertos procesos fisiológicos (fitato e inhibidores enzimáticos), pero esto no es exclusivo de la soya y tampoco es causa de alarma porque la mayor parte de los alimentos de base únicamente vegetal contienen compuestos similares. Por otra parte, si la ciencia de la nutrición nos ha enseñado algo, es que una dieta rica en alimentos de base exclusivamente vegetal suele proteger de enfermedades crónicas y, en general, es favorable para la salud.
  5. Parece ser que los alimentos con soya que contienen isoflavonas protegen la salud, en particular cuando se consumen durante toda la vida. El consumo dietario saludable de isoflavonas de soya, como se refleja en las dietas asiáticas, suele estar en el rango de los 20 a 80 mg diarios.
  6. En general, se debe evitar el consumo de índices elevados de isoflavona de soya (>150 mg al día) en alimentos y suplementos enriquecidos. Esto aplica particularmente a mujeres menopáusicas y posmenopáusicas en riesgo de enfermedad mamaria dependiente de estrógenos y quienes no han acostumbrado los alimentos de soya en el pasado.
  7. Evidentemente, hay personas alérgicas y/o sensibles a la soya que deben limitar o de plano evitar su consumo. No obstante, ciertas investigaciones científicas apuntan a que este grupo es relativamente pequeño. Dicho esto, somos nosotros mismo los mejores jueces en cuanto a lo que debemos comer.
  8. Si la ingestión de soya le produce efectos colaterales (aun si no le han diagnosticado la alergia respectiva), tiene sentido minimizar o eliminar las fuentes de soya.
  9. Tratándose de la soya (o de cualquier alimento), es importante mantener un sentido de la perspectiva. La relación entre dieta y riesgos de salud es compleja, y tal vez no haya una serie completa de respuestas a las preguntas sobre la soya y la salud de largo plazo. Pero el peso de la evidencia científica claramente indica que la mayoría de las personas saludables puede comer alimentos de soya —ya sea íntegramente de soya o preparados con aislados de proteína de soya— en cantidades moderadas, como parte de una dieta saludable, bien balanceada, sin ningún riesgo.
  10. El más sólido consejo de sentido común es incluir proteínas de una amplia variedad de fuentes. Se puede recurrir a alimentos integrales como legumbres, granos enteros, carne, lácteos y pescado, pero existe también la opción de alimentos procesados saludables. En este contexto, los aislados y los concentrados de proteína de soya, de suero de leche y otros, también pueden todos desempeñar un papel como componentes de una dieta saludable y bien balanceada.

En conclusión, es importante estar bien informado de lo que se lleva uno a la boca y de cómo puede incidir en la salud. Esto incluye conseguir información objetiva de fuentes confiables sobre lo que se come. Es fácil encontrar información en línea sobre la soya, pero no lo es tanto determinar su veracidad. Entre las fuentes de consulta adecuadas para recabar información se cuentan el Linus Pauling Institute’s Micronutrient Information Center [Centro de Información sobre Micronutrientes del Instituto Linus Pauling], PubMed, The Soya Institute [Instituto de la Soya], Nutrition.gov y The Nutrition Source Harvard.edu.

Qué son los fitonutrientes y por qué son importantes para entender las relaciones entre soya y salud

Los fitonutrientes son compuestos que fabrican las plantas como protección contra el medioambiente. A diferencia de los macro- y micronutrientes esenciales, no son necesarios para sostener la vida humana pero son favorables para la salud. De los más de mil fitonutrientes conocidos, las isoflavonas de la soya son de los que mejor se conocen.

Las isoflavonas son un grupo de fitonutrientes que contienen compuestos de muy débil actividad estrogénica (fitoestrógeno). Si bien muchas de las plantas que consume el ser humano contienen fitoestrógenos, el frijol de soya y los productos de soya son una fuente valiosa de la dieta humana.

Inquietudes sobre la soya

¿La soya contiene estrógeno?

Las dos principales isoflavonas de la soya son genisteína y daidzeína; ambas pueden actuar como antioxidantes y ayudar a neutralizar los radicales libres. También puede unirse con receptores de estrógeno en muy diversos tejidos, si bien la actividad estrogénica que muestran es débil, de 1/400 a 1/1,000 del nivel del estradiol (estrógeno producido por el ser humano). A la fecha, en las investigaciones no se han encontrado evidencias sólidas de que la reducida cantidad de isoflavonas de la soya interfiera con los niveles de hormonas humanas, entre otras el estrógeno. De hecho, en un extenso metaanálisis de pruebas aleatorizadas controladas no se encontraron efectos del consumo de isoflavonas de soya en las concentraciones circulantes de hormonas estrogénicas en mujeres posmenopáusicas.

Las isoflavonas pueden considerarse benéficas o problemáticas, y como muchos nutrientes, el consumo moderado suele ser benéfico para la salud, en tanto que en cantidades excesivas podrían considerarse como potencialmente preocupantes. En un estudio epidemiológico de mujeres que viven en Estados Unidos se encontró que la ingestión dietaria de fitoestrógenos en mujeres caucásicas, posmenopáusicas, saludables, era de menos de un miligramo (mg) al día.

La soya no es el único alimento con fitoestrógenos. Entre otros que contienen cantidades variables se incluyen:

Mijo Cebada Linaza Lenteja
Haba Alubias Centeno Trébol
Hinojo Garbanzo Manzana Brotes de alfalfa
Apio Perejil Betabel Col china
Brócoli Coliflor Zanahoria Pepino
Champiñones Colecitas de Bruselas Alga marina Calabacita
Semillas de calabaza Semillas de girasol Cereza Aceituna
Pera Ciruela Tomate Ciruela pasa
Avena Arroz salvaje Germen de trigo Bulgur
Levadura de cerveza Frijol negro Brotes de frijol mungo Frijol blanco

¿La soya es saludable para los varones?

Como la soya contiene fitoestrógenos, tal vez a los varones les preocupe incluirla en su dieta. Es importante observar que si bien los estrógenos son hormonas que desempeñan un papel importante en el sistema reproductivo femenino, también los varones producen algunos estrógenos, aunque en niveles mucho menores.

A la fecha, se observa en estudios que la soya no impacta negativamente en la producción de testosterona en los varones. En un metaanálisis de 2010, se examinó la relación entre alimentos de soya, proteína de soya en polvo, suplementos de isoflavona y hormonas reproductivas masculinas, incluida testosterona. Los investigadores concluyeron que el consumo de soya no influía significativamente en los niveles de testosterona. En otro estudio se sugiere que la soya influye en el mantenimiento de la salud de la próstata.

Muchas generaciones de varones asiáticos han incluido sistemáticamente soya en su dieta sin aparentes perjuicios para la salud. Sin embargo, los varones preocupados por la soya y su potencial impacto en la salud reproductiva, deben consultar a un profesional de atención de la salud.

¿La soya puede provocar alergias?

Una alergia a alimentos ocurre cuando el sistema inmunitario confunde a una proteína con una amenaza y reacciona ante la misma. Los síntomas van de ligeros a potencialmente mortales. La soya está en la lista de los ocho alérgenos alimentarios más extendidos publicada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Además de la soya, dicha lista incluye también leche, huevos, pescado, crustáceos, trigo, maní y frutos secos. Combinados, estos alimentos dan cuenta de cerca de 90 por ciento de las alergias a alimentos, pero es importante hacer notar que la incidencia, gravedad y síntomas de estas alergias a alimentos de alto perfil son muy variables. Por ejemplo, comparada con las proteínas de la leche y las nueces, la proteína de soya es para muchos un alérgeno relativamente suave.

Considérese lo siguiente:

Las alergias a la leche y el maní son cerca de seis veces más comunes que las alergias a la soya. De hecho, la verdadera incidencia de la alergia a la soya —confirmada mediante una prueba de reto doble ciego, controlada— es bastante baja. Indican las investigaciones que las reacciones alérgicas a la soya ocurren de forma predominante en niños menores de cuatro años, y la mayoría de los estimados concuerda en que <1.0 por ciento de los niños (probablemente de 0.2 a 0.4 por ciento) presentan verdaderas alergias a la soya. Por otra parte, 90 por ciento de los niños que presentan reacciones a la soya acaban superando la alergia hacia los cuatro años. Dadas estas estadísticas, es seguro suponer que <0.1 por ciento de los adultos (menos de 1 en 1,000) son alérgicos a la soya.

Los umbrales de reacción a alérgenos alimentarios, o dosis oral mínima de proteína que provoca una reacción alérgica, suelen ser de varios órdenes de magnitud (más de 100 a 1,000 veces) más elevados para la proteína de la soya que para las proteínas de la leche y el maní. En otras palabras, se necesita de 100 a 1,000 veces más proteína de soya que de proteína de leche o maní para iniciar una respuesta alérgica en las personas más sensibles.

Las alergias a la soya también tienden a producir síntomas más leves respecto de otras alergias alimentarias en la mayoría de las personas. En un informe resumido de pruebas clínicas de provocación con alimentos, se observó que en 80 por ciento de los casos reportados, los síntomas de alergias a la soya fueron de mínimos a ligeros; en el 20 por ciento restante, fueron moderados. Las reacciones alérgicas graves a la soya fueron menos frecuentes. Por el contario, las alergias a la leche y el maní produjeron síntomas de mínimos a ligeros en 50 a 70 por ciento de los casos; moderados en 20 a 30 por ciento, y graves, en 10 a 15 por ciento de los casos.

En resumen, las proteínas de la soya pueden producir reacciones alérgicas en algunas personas, pero respecto de la leche, el maní y otros alérgenos alimentarios de alto perfil, las reacciones a la soya son menos comunes, más difíciles de provocar y, típicamente, menos graves.

De todas maneras, quienes presenten alergia a la soya deben evitar o limitar los siguientes alimentos: aceite de soya prensado en frío, expulsado o extruido; edamame; miso; natto; shoyu; soya (albúmina de soya, queso de soya, fibra de soya, harina de soya, granos de soya, helado de soya, leche de soya, nuez de soya, germinado de soya y yogurt de soya); soya; frijol de soya (cuajada, gránulos); proteína de soya (concentrada, hidrolizada, aislada); salsa de soya; tamari; tempeh; proteína vegetal texturizada y tofu.

Aparte de las verdaderas reacciones alérgicas, algunas personas pueden ser sensibles a los azúcares y la fibra de soya “no digeribles”. Estos componentes pueden causar inflamación abdominal y gases, igual que los azúcares y las fibras de la mayoría de los frijoles y la lactosa de la leche. En el caso de la soya, dichos síntomas suelen reducirse, si no es que eliminarse, con aislados de proteínas de soya altamente refinados que contienen de 90 a 92 por ciento de proteína de soya y sólo de 3 a 4 por ciento de carbohidratos (fibra, más azúcares simples y complejos y almidones).

¿Toda la soya ha sido genéticamente modificada?

La ingeniería genética de los alimentos para consumo humano ha sido tema de interés y debate continuo desde hace tiempo. Los organismos cuyo material genético ha sido modificado mediante ingeniería genética, se consideran organismos genéticamente modificados (OGM). Los frijoles de soya son los cultivos que más se modifican genéticamente y representan la mitad de la superficie de cultivo biotecnológico del mundo.

Pero no toda la soya es OGM. La demanda de soya no OGM y orgánica por los consumidores ha creado un nicho para que en las granjas se produzcan cultivos no OGM, incluida la soya. Si usted quiere revisar el estatus de un producto (con o sin soya), el estatus no OGM de los alimentos puede rastrearse mediante un proceso llamado sistema de Identidad Preservada (IP). Los sistemas de preservación de la identidad y de rastreabilidad se enfocan en la verificación de cada etapa de desarrollo del producto —de la semilla a la distribución— para ayudar a garantizar que lo que el consumidor reciba sean alimentos cultivados y etiquetados como orgánicos o no OGM.

¿Qué impacto tiene la soya en el medioambiente?

La soya acarrea una serie de ventajas que pueden ayudar a reducir su impacto ambiental como fuente de proteínas. Estos aspectos positivos, a su vez, se traducen en que la soya —ingerida como parte de una dieta balanceada— puede ayudar a reducir el impacto medioambiental colectivo de la proteína en la dieta humana.

Una de las ventajas es la capacidad del frijol de soya de fijar el nitrógeno de la atmósfera, de tal forma que requiere poco fertilizante nitrogenado (si acaso). Adicionalmente, al aplicar técnicas de rotación de cultivos —alternando frijol de soya con maíz y otros cultivos en una determinada porción de tierra agrícola— la producción de soya puede reducir la cantidad de fertilizantes nitrogenados necesarios para los cultivos alternados. Otra ventaja es que la soya es una fuente de proteínas de base vegetal tan completa, balanceada y nutricionalmente rica como la mayoría de las proteínas animales. Y todo esto, a un costo medioambiental mucho menor.

Incluir la soya como fuente importante de proteína dietaria nos ayuda a mejorar la eficiencia en la cadena alimentaria y así reducir el impacto de nuestra dieta en el medioambiente.

¿La soya puede incidir en el funcionamiento de la tiroides?

La relación entre consumo de soya y funcionamiento de la tiroides está bien estudiada. El interés en este tema se incrementó en las décadas de 1950 y 1960, cuando se detectaron varios casos de bocio en bebés alimentados con fórmulas de soya. Después, mediante investigaciones in vitro y en animales, los científicos encontraron que concentraciones elevadas de genisteína y daidzeína, que son isoflavonas de la soya, pueden inhibir la actividad de enzimas clave implicadas en la biosíntesis de la hormona tiroidea.

Más recientemente, mediante datos de 14 estudios clínicos llevados a cabo en humanos se evaluaron los efectos de alimentos de soya y las isoflavonas de la soya en el funcionamiento tiroideo. En estos estudios participaron sujetos supuestamente saludables y, con pocas excepciones, el producto de la soya utilizado fue proteína de soya aislada.

En todos los estudios, menos uno, la soya no dio lugar a efectos en el funcionamiento de la tiroides o, en su caso, los efectos fueron menores o clínicamente irrelevantes. En el único estudio en que se observaron marcados efectos antitiroideos (citado frecuentemente en la literatura antisoya) participaron japoneses adultos alimentados con frijol de soya tostado y encurtido y almacenado en vinagre de arroz. En el estudio no se describió el contenido de proteínas e isoflavonas de soya de este alimento, tampoco se incluyó grupo de control, de modo que su pertinencia debe ser cuestionada.

Mediante un extenso estudio se evaluaron los efectos específicos de los suplementos de isoflavonas de soya en el funcionamiento de la tiroides. Mujeres posmenopáusicas de entre 64 y 83 años de edad recibieron dosis diarias de 90 miligramos (mg) de isoflavonas de soya o un placebo. Los niveles de hormona tiroidea se midieron al principio del estudio y de nuevo al cabo de 90 y 180 días. Después de seis meses, las diferencias en los niveles de hormona tiroidea en uno y otro grupo eran estadísticamente indistinguibles.

Las poblaciones asiáticas tienen una larga historia en cuanto a consumo de productos de soya sin una incidencia significativa de bocio. Esto también es aplicable a los vegetarianos que consumen grandes cantidades de soya combinada con un alto consumo de frutas y verduras que contiene flavonoides de los que se sabe que inhiben la actividad de la enzima tiroidea. Estos flavonoides incluyen kaempferol (presente en manzanas, cebollas y té verde), naringenina (presente en frutas cítricas) y quercetina (presente en frutas y bayas). Dichos compuestos están ampliamente distribuidos en alimentos derivados de plantas, y vegetarianos y veganos los consumen en niveles relativamente elevados (hasta un gramo o más al día). Pese a ello, las dietas vegetarianas no se han relacionado con un menor funcionamiento tiroideo.

Actualmente, la mayoría de los expertos concuerda en que los alimentos de soya y la proteína de soya aislada producen pocos efectos, en su caso, en el funcionamiento tiroideo de adultos normalmente saludables. Esto lo respalda incluso una revisión y metaanálisis publicada en la revista Nature, en la cual se encontró que la suplementación con soya producía escasos efectos, o ninguno, en las hormonas tiroideas de personas saludables. Sin embargo, esto no aplica para casos de funcionamiento tiroideo en riesgo y/o personas con estatus subóptimo de yodo.

En verdad, la soya es un alimento saludable y una buena fuente de proteínas que puede consumir moderadamente la mayoría de las personas saludables como parte de una dieta en general nutritiva. Cualquier inquietud sobre el consumo de soya en caso de ciertas condiciones médicas y con medicamentos que influyen en la glándula tiroidea debe presentarse a un médico o algún otro especialista en atención de la salud.

¿La soya contiene fitatos?

El fitato, o ácido fítico, es un compuesto que se encuentra de forma natural en todos los alimentos vegetales del tipo de frijoles, granos, nueces y semillas. Las plantas almacenan fósforo —nutriente esencial para plantas y animales— en sus semillas para apoyar el crecimiento de los brotes jóvenes. Este fósforo se almacena en forma de fitato (hexametafosfato de inositol).

En el pasado, preocupaba que los alimentos ricos en fitatos pudieran reducir la absorción en el intestino de minerales esenciales como hierro y zinc. Otros, sin embargo, consideran que los fitatos son elementos importantes de los alimentos que actúan como antioxidantes naturales conservadores de alimentos que también ayudan a mantenerse saludable.

El frijol de soya contiene aproximadamente 1.3 a 2.22 gramos de fitato por cada 100 gramos (de peso seco). Si bien algunos podrían considerar esto como razón para evitar los alimentos de soya, es importante observar que la mayor parte de los granos enteros, los frijoles, las semillas y las nueces también son ricos en fitatos. Hay innumerables referencias científicas para sustentar el que estos alimentos (exactamente como la soya) son importantes componentes de una dieta saludable y bien balanceada favorable para la salud y la longevidad. Así pues, es difícil argumentar que la soya debe evitarse por su contenido de fitato, cuando tantos otros alimentos saludables contienen cantidades comparables de fitatos.

La soya no es el único alimento que contiene fitatos/ácido fítico. A continuación se muestra la cantidad de algunos alimentos comunes (en gramos por 100 gramos de peso seco):

Frijol de soya 1.0-2.22
Maíz 0.72-2.22
Haba 0.61-2.38
Avena 0.42-1.16
Trigo 0.39-1.35
Garbanzo 0.28-1.60
Arroz 0.06-1.08
Almendras 0.35-9.42
Nuez 0.20-6.69
Maní 0.17-4.47
Nuez 0.20-6.69
Nuez de la India 0.19-4.98
Semilla de ajonjolí 1.44-5.36

En conclusión, no hay pruebas de un mayor riesgo de deficiencias vitamínicas o de minerales por consumir soya.

¿Cuáles son los beneficios de la soya?

Japón tiene el mayor número de personas por cápita que viven más allá de los 100 años. Las investigaciones muestran que es impresionante el papel de una dieta Okinawa tradicional en esta longevidad. Tofu y otros productos de soya son básicos en esta forma saludable de alimentarse, además de que se observa en los estudios que los perfiles de lípidos sanguíneos son más saludables, en rangos normales, en las personas que consumen productos de soya en vez de proteínas animales.

Adicionalmente, la soya es uno de los alimentos más analizados del planeta: en PubMed se hace referencia a cerca de 14,000 artículos publicados al respecto. Las investigaciones epidemiológicas sugieren que el consumo de soya se relaciona con un menor riesgo de padecer ciertas enfermedades, pero no están claros los mecanismos subyacentes a dicha relación. Investigaciones más recientes sugieren que los beneficios de la soya para la salud podrían depender de la capacidad del organismo para convertir estas isoflavonas en metabolitos clave durante la digestión. Por otra parte, la composición de la microbiota también puede influir en los efectos biológicos de las isoflavonas en el organismo.

Igual que otras fuentes proteínicas, una vez digerida, la proteína de soya se convierte en un conjunto de aminoácidos utilizados en construcción y reparación de tejidos, síntesis de hormonas y neurotransmisores, producción de hormonas y enzimas, apoyo para el sistema inmunitario y producción de energía, por no mencionar sino unos cuantos. ¿Es la soya benéfica de por sí, o estas relaciones de protección existen porque quienes consumen cantidades importantes de soya también consumen menos proteínas animales y grasa? Es probable que ambos factores tengan algo que ver, pero hay estudios suficientes que apuntan a que la proteína y las isoflavonas de la soya probablemente ofrecen ciertos beneficios directos.

La soya es una proteína completa

A diferencia de la mayoría de las proteínas vegetales, la proteína de soya se considera como una proteína completa, es decir, que contiene los nueve aminoácidos esenciales. El cuerpo humano no puede producir histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano ni valina, que deben obtenerse de los alimentos.

Hay un instrumento de medida para determinar la integralidad de una proteína. La Protein Digestibility Corrected Amino Acid Score [Puntuación de aminoácidos corregida por la digestibilidad de las proteínas (PDCAAS, por sus siglas en inglés)] es una norma internacional utilizada para valorar la calidad de las proteínas. Este enfoque analiza el equilibrio de los aminoácidos de una proteína en particular respecto de la necesidad de aminoácidos del ser humano, refiriéndose específicamente a niños de 2 a 5 años de edad. También toma en cuenta la digestibilidad de la proteína (hasta qué punto se descompone y absorbe la proteína). La escala PDCAAS abarca de 0.0 a 1.0, y la puntuación de 1.0 indica que la proteína satisface completamente las necesidades humanas desde la perspectiva de la calidad.

Según el método PDCAAS, los aislados de proteína de soya y los de suero de leche, así como las proteínas de la clara de huevo, alcanzan la puntuación de 1.00, es decir, todas muestran un valor nutricional muy elevado —y en esencia equivalente—, favorable para la salud humana.

La elevada puntuación PDCAAS de los aislados de proteína de soya hace referencia a dos puntos importantes. Primero, la proteína de soya es adecuadamente digerida y absorbida por el ser humano (la “D” de PDCAAS). Segundo, la proteína de soya es completa: contiene todos los aminoácidos esenciales en la proporción adecuada para el crecimiento, desarrollo y estado de salud del humano (la “AA” de PDCAAS).

En 1999, la FDA autorizó para la proteína de soya una declaración de propiedades saludables: 25 gramos de proteína de soya al día como parte de una dieta baja en grasas saturadas y colesterol puede reducir el riesgo de enfermedad cardiaca. Y en 2015, Health Canada aprobó una declaración de propiedades saludables similar relativa a la soya y la salud del corazón.

Pero esto no significa que la soya sea la mejor fuente de proteínas para todos. Las personas alérgicas o sensibles a la soya, o con ciertos padecimientos médicos, deben evitar o limitar el consumo de la proteína de soya, igual que cuando alguien es alérgico a los lácteos o al arroz debe evitar esas fuentes de proteínas.

La soya es una de muchas fuentes de proteínas de alta calidad disponibles para el consumidor, y la ingestión sistemática de soya como parte de una dieta saludable puede ser favorable para la salud. Pero una dieta saludable, bien balanceada, debe incluir proteínas de una amplia variedad de productos alimentarios integrales (legumbres, granos enteros, carne, lácteos y pescado) y de alimentos procesados saludables.

Salud cardiovascular

El consumo de proteína de soya se ha relacionado con mantener niveles de colesterol saludables, siempre que ya se encuentren en el rango normal, en especial como sustituto de una dieta rica en proteínas animales.

Si bien la FDA autorizó una declaración de salud relativa al corazón para la proteína de soya en 1999, la evidencia está ahora en revisión por la citada agencia. En un metaanálisis de 2019 con la misma información seleccionada por la FDA para aprobar esa primera declaración, todavía considera significativos dichos datos, los cuales siguen siendo la base en que se apoya la declaración de salud original relativa a la salud del corazón. Es importante hacer notar que en 2015, Health Canada aprobó una declaración similar relativa a la salud del corazón, y que por el momento no tiene planes de reevaluar la evidencia respecto de la proteína de soya ni la declaración de salud cardiovascular emitida en 2015.

Las isoflavonas de soya también pueden relacionarse con el adecuado funcionamiento vascular y la flexibilidad de las arterias, pero la importancia clínica de estos beneficios de la soya para la salud aún no ha sido claramente definida.

Salud ósea

Como buenas fuentes de proteína y calcio, los alimentos basados en el frijol de soya resultan un buen elemento dietario para los huesos. Hay ciertas evidencias clínicas de que las dietas ricas en proteína de soya e isoflavonas de soya pueden tener efectos favorables para los huesos. El índice de fracturas óseas suele ser menor en las poblaciones asiáticas que acostumbran consumir alimentos de soya que en las poblaciones occidentales que rara vez consumen esos alimentos.

No obstante, los datos no son terminantes y las opiniones de los expertos difieren. Su conclusión es que los alimentos y las isoflavonas de soya no deben utilizarse como recurso para detener o reducir las pérdidas óseas relacionadas con la edad, pero que pueden recomendarse como parte de un plan de estilo de vida saludable que también incluya cantidades adecuadas de calcio y vitamina D, así como ejercicio regular con levantamiento de peso. Ambos apuntan a huesos más fuertes y saludables.

Las cantidades óptimas y los tipos de alimentos de soya necesarios para apoyar la salud ósea no han sido bien definidos. Sin embargo, sugiere la evidencia que es probable que el consumo regular de los mismos permita mantener una óptima salud ósea si se incluyen como parte importante de un patrón dietario general rico en alimentos vegetales integrales.

Salud mamaria

Las dos isoflavonas principales de la soya son genisteína y daidzeína, que supuestamente protegen el tejido mamario en parte porque, en el organismo, estos compuestos actúan como antioxidantes que ayudan a neutralizar a los radicales libres. Por otra parte, la estructura de estas isoflavonas es similar a la del estrógeno y pueden ligarse con receptores de estrógeno en diversos tejidos (particularmente el receptor de estrógeno β).

Si bien estas isoflavonas muestran escasa actividad estrogénica, pueden resultar protectoras al unirse con receptores de estrógeno y bloquear los efectos dañinos de formas de estrógeno más potentes. De esta forma, genisteína y daidzeína actúan como antiestrógenos en general. En varios estudios epidemiológicos se ha analizado específicamente la relación entre consumo de soya y salud mamaria. En muchos —pero no en todos— se ha demostrado que el consumo de soya puede proteger la salud de las mamas. Las mujeres preocupadas por conservar la salud mamaria deben analizar el consumo de soya y de isoflavonas de soya con su médico o algún profesional de la atención de la salud.

Salud durante la menopausia

Las evidencias epidemiológicas muestran que las dietas ricas en soya se relacionan con síntomas menopáusicos más leves. En un estudio con mujeres de países del sureste asiático que tradicionalmente consumen una cantidad sustancial de soya, se encontró que la prevalencia de los bochornos o sofocos y la sudoración era menor que la experimentada en países occidentales. En otras investigaciones se observa que las isoflavonas con base de soya son moderadamente efectivas para aliviar síntomas menopáusicos como los bochornos o sofocos, pero se requiere un uso constante, y ver beneficios moderados podría tomar hasta un año.

Se considera que el microbioma desempeña un importante papel en el metabolismo de las isoflavonas de soya y en qué tanto ayuda la soya a aliviar los síntomas de la menopausia. Las investigaciones apuntan a que en las mujeres cuyas bacterias intestinales tienen la capacidad de convertir daidzeína en S-equol –metabolito bacteriano de la isoflavona de soya daidzeína– es mayor el alivio de la suplementación con soya en la menopausia respecto del caso contario. El equol lo forman bacterias en la parte inferior del intestino a partir de daidzina/daidzeína. Los hábitos dietarios y las comunidades microbianas del individuo suelen influir en la eficiencia de tal producción. Estas diferencias pueden ayudar a explicar las inconsistencias de los beneficios de la soya en la salud de cada quien.

Si bien los resultados de los estudios sobre los beneficios y los resultados del uso de soya e isoflavonas de soya para aliviar los síntomas de la menopausia no son concluyentes, las isoflavonas de la soya y de otras sustancias herbales pueden ser una valiosa opción no hormonal para mujeres renuentes o no aptas para el tratamiento de reemplazo hormonal. La seguridad y los beneficios de estas isoflavonas vegetales, combinados con el apoyo que ofrecen a la salud general, las convierte en una opción importante para las mujeres que experimentan el final de sus años reproductivos.

Pérdida de peso

La proteína de soya ha sido utilizada con efectividad como parte de dietas para bajar de peso durante más de 20 años. Se ha demostrado en estudios con animales que la proteína de soya y las isoflavonas y péptidos bioactivos relacionados pueden producir efectos favorables en el metabolismo de la glucosa, el metabolismo de la grasa, la sensibilidad a la insulina, el índice metabólico, la ingestión de alimentos y la pérdida de peso. Además, los estudios en humanos han mostrado que incrementar el consumo de soya o de proteínas animales puede incrementar el índice metabólico, reducir el apetito y favorecer la saciedad.

Por otra parte, en pruebas clínicas aleatorizadas y en estudios clínicos sobre pérdida de peso se ha observado que las dietas basadas en proteína de soya son tan efectivas —si no es que más— que las dietas basadas en proteínas de lácteos. Esto tiene relación con la pérdida de peso y la reducción de la grasa corporal.

Lo cierto es que la pérdida de peso es mucho más una función de un menor consumo calórico y una mayor quema de calorías a través del ejercicio, frente a nada más utilizar proteínas de soya o de suero de leche en la dieta, pero la capacidad de las proteínas y la fibra para sentirse satisfecho durante más tiempo puede ayudar a mantener ese equilibrio calórico saludable.

¿Cuál es la diferencia entre los alimentos de soya fermentada y los de soya no fermentada?

Son dos las principales categorías de los alimentos de soya tradicionales: soya no fermentada y soya fermentada. Entre los principales alimentos de soya no fermentada se incluyen leche de soya, tofu (queso de soya), frijol de soya y nueces de soya. Estos alimentos suelen consumirse como nutrimentos. Los principales alimentos de soya fermentada incluyen pasta de soya (miso en Japón) y frijol de soya fermentado (natto en Japón). Las pastas de soya en general se utilizan como condimentos para cocinar, en tanto que el frijol de soya fermentado también puede formar parte de una comida.

A la fecha, los científicos no han llegado a acuerdos respecto de qué tipo de soya es superior. Vale la pena analizar las siguientes observaciones:

La fermentación de los alimentos de soya incrementa la biodisponibilidad de la isoflavona, sin embargo, también reduce el contenido real de isoflavona del alimento. La ingestión típica de alimentos de soya no fermentada es mayor que la de productos de soya fermentada y podría contribuir con un porcentaje mucho mayor de isoflavonas dietarias. No obstante, la soya fermentada podría ser más fácil de digerir para algunos, si bien la digestión de productos no fermentados no suele ser un problema.

Además, los niveles de fitato de los productos fermentados son más bajos. Sin embargo, esto no suele ser importante, pues los niveles de minerales de las personas cuya dieta típica es mixta, no resultan afectados significativamente por el contenido de ácido fítico de la soya no fermentada. Por otra parte, los productos de soya fermentada pueden ser relativamente altos en sodio, lo cual puede resultar en detrimento de la salud general.

Entonces, la literatura científica publicada no suele hacer distinción en cuanto a los beneficios de los alimentos de soya fermentada y los de soya no fermentada. Si acaso, la mayor parte de las investigaciones publicadas sobre la soya han sido sobre alimentos o productos de soya no fermentada.

Una nutrición óptima empieza con una dieta saludable, bien balanceada, que incluya una amplia variedad de alimentos de base vegetal. Desde esta perspectiva, tal vez la mejor manera de aprovechar los beneficios de la soya para la salud sea consumir cantidades moderadas de diversas fuentes fermentadas y no fermentadas.

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Cuando se trata de nutrición, es fácil perderse en la jerga científica, especialmente cuando se investigan elementos nutricionales específicos. Esto puede ocurrir al aprender sobre un micronutriente en particular, analizar en profundidad el metabolismo o, como en este caso, al profundizar sobre la quercetina.

Tanto si ya has oído hablar de la quercetina como si tus investigaciones han desembocado en un laberinto de información molecular, no te preocupes. Nosotros te informaremos de manera sencilla y fácil de digerir, de tal forma que descubrirás qué es la quercetina, el papel que desempeña en tu organismo y cómo obtenerla en abundancia en tu dieta.

¿Qué es la quercetina?

La quercetina es un flavonol, una subcategoría de los flavonoides, y una molécula polifenólica que se encuentra en las plantas. Dicho de otro modo, es una molécula que se encuentra en muchas frutas y verduras que comes habitualmente.

Muchos flavonoides son antioxidantes, y la quercetina no es diferente. En el organismo, los antioxidantes ayudan a descomponer los radicales libres, moléculas nocivas que pueden afectar negativamente la salud. Aunque todavía se están investigando los beneficios exactos de la quercetina, los científicos la han relacionado con una serie de increíbles efectos en la salud.

Beneficios de la quercetina para la salud

Como se indicó anteriormente, la quercetina es un antioxidante que ayuda a descomponer las sustancias que pueden ser perjudiciales para el organismo. Suena bien, pero ¿cuáles son sus beneficios reales para el organismo?

El poder antioxidante de la quercetina apoya la salud cardiovascular y contribuye a una respuesta inflamatoria normal en todo el cuerpo. También se cree que la quercetina apoya la respuesta del organismo ante los síntomas de la alergia,

y que ofrece a las células cierta protección frente a los peligros del humo del tabaco y la contaminación atmosférica.

La quercetina también interviene en la señalización celular, una forma eficaz de comunicación entre las células y dentro de ellas, ayudando a crear vías de señalización que responden y se adaptan a tu entorno interno y externo. Estas vías son esenciales para ayudar a muchas funciones celulares a mantener y apoyar la salud. Cuando las vías de señalización celular funcionan bien, el organismo también funciona con fluidez.

Otros efectos de la quercetina son algo difíciles de precisar. Esto se debe principalmente a que se metaboliza rápidamente. Es decir, cuando la quercetina entra en el organismo, se descompone con bastante rapidez. Por lo tanto, los beneficios celulares observados en los estudios de probeta (in vitro) no son tan fáciles de observar en los estudios con seres humanos (in vivo). Esto no significa necesariamente que los efectos no sean extensibles a los humanos, simplemente que se necesita más investigación para confirmar los beneficios observados in vitro.

De la fruta fresca a los suplementos: Cómo incorporar la quercetina en tu dieta

La quercetina es el flavonoide más común y se encuentra en una gran variedad de frutas y verduras. La mayoría de las personas que se alimentan de manera equilibrada consumen aproximadamente 100 mg de quercetina al día, pero si te centras en alimentos ricos en quercetina, podrás superar fácilmente esta cantidad.

Tienes muchas opciones para aumentar tu ingesta diaria de quercetina. Las cebollas rojas, el brócoli, los pimientos y las alcaparras son alimentos llenos de quercetina que se encuentran fácilmente en cualquier tienda de comestibles y son ingredientes deliciosos en muchas recetas. Si quieres obtener quercetina de la fruta, las manzanas, las uvas y las moras son buenas opciones, y no tienes que limitarte a los alimentos: el vino y el té también contienen quercetina.

El cuerpo no sintetiza la quercetina, por lo que toda tu ingesta debe proceder de la dieta o de un suplemento. Los suplementos de quercetina, disponibles en cápsulas o en polvo, suelen contener unos 500 mg por dosis, cinco veces la ingesta diaria media. Aunque, en general, se considera que los suplementos de quercetina son seguros, es mejor que consultes con tu médico las posibles interacciones con otros medicamentos antes de incluir en tu dieta un suplemento a base de quercetina.

Cuanto más sepas tú, mejor se sentirá tu cuerpo. La quercetina es una manera estupenda y fácil de potenciar tu alimentación si deseas mejorar tu salud.

Los ácidos grasos son compuestos de carbono de cadena larga con una cola de carbono no polar y una cabeza polar. Los ácidos grasos omega-3 son ácidos grasos insaturados con un doble enlace en el tercer átomo de carbono desde el final de la cadena de carbono. De los varios tipos diferentes de ácidos grasos omega-3, hay tres que juegan un papel importante en la salud de los seres humanos: el ácido alfa-linolénico (ALA), el ácido eicosapentoaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA).

Ácidos grasos esenciales

El cuerpo humano puede producir la mayoría de los ácidos grasos importantes a partir de componentes que se encuentran en la dieta promedio. Sin embargo, hay dos ácidos grasos que los seres humanos no pueden producir, lo cual significa que deben obtenerse de fuentes dietéticas. Estos dos ácidos llamados “ácidos grasos esenciales”, son el ácido linoleico (LA), un ácido graso omega-6, y el ácido alfa-linolénico (ALA, que no debe confundirse con el ácido alfa-lipoico) un ácido graso omega-3.

El ácido alfa linolénico es el material de partida para la biosíntesis del ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), dos de los más importantes ácidos grasos poliinsaturados. El ácido alfa-linolénico, el EPA y el DHA son los principales miembros de la familia de ácidos grasos omega-3.

Beneficios de los ácidos grasos omega-3

El aceite de pescado es una fuente rica de EPA y de DHA, dos ácidos grasos omega-3 que han sido estudiados extensamente, y ofrecen numerosos de beneficios de salud a los seres humanos. Los ácidos grasos omega-3 apoyan la salud cardiovascular, el adecuado desarrollo cerebral y neuronal, y el mantenimiento de la buena salud de las articulaciones. Además, se pueden encontrar en la estructura de las membranas celulares. Los ácidos grasos omega-3 también se han estudiado ampliamente para la prevención y el tratamiento de diversos estados de salud, incluyendo las enfermedades cardíacas, la artritis y las condiciones inflamatorias, la degeneración macular y la depresión.

El EPA es el precursor de las prostaglandinas de la serie-3 que apoyan la presión arterial saludable, los niveles saludables de colesterol y triglicéridos (siempre y cuando ya estén dentro del rango normal), la función saludable del riñón, la respuesta inflamatoria y la función inmunológica saludable. Otros estudios han demostrado que los ácidos grasos omega-3 (en forma de suplementos de aceite de pescado) son efectivos para apoyar articulaciones saludables.

El DHA y el ácido graso araquidónico omega-6 son las grasas dominantes en las células nerviosas que se encuentran en el feto y en el cerebro de los bebés. Algunas autoridades sanitarias han recomendado fortificar las fórmulas infantiles con DHA para apoyar de mejor manera el desarrollo adecuado del sistema nervioso. El DHA es también un componente estructural importante de la retina.

Usted no elije comer uvas por sus semillas. ¿Ha pensado alguna vez con qué frecuencia usted disfruta comerse las semillas grandes de las uvas (las semillas pequeñas y blandas de las uvas “sin semillas” no cuentan)? Si acostumbra comérselas, ¿cree que su cuerpo podría absorber las semillas enteras de manera efectiva? Debido a que algunos de los fitonutrientes beneficiosos de las uvas están principalmente concentrados en las semillas, la creación del extracto de semilla de uva soluciona este problema.

El extracto de semilla de uva contiene una dosis concentrada de valiosos fitonutrientes en una fórmula que su cuerpo puede digerir con mucha mayor facilidad. Es cierto que el extracto de semilla de uva solo contiene una pequeña porción del total de nutrientes que se encuentran en las uvas enteras. Los compuestos saludables como las vitaminas C y K, el cobre y varios fitonutrientes provienen de una dieta que incluye la ingesta de uvas. Así que no se deshaga de las uvas, más bien considere las razones por las que también debería incluir el extracto de semilla de uva.

Historia y beneficios de los fitonutrientes presentes en las uvas

¿Cómo fue que el ser humano se dio cuenta de los beneficios que ofrecen los fitonutrientes presentes en las semillas de la uva si normalmente no se ingieren? El vino es la respuesta. Los seres humanos han tomado vino desde el comienzo del cultivo de la uva (hace varios miles de años). Estos primeros consumidores de vino no se imaginaban que el vino que tomaban contenía los mismos fitonutrientes que están presentes en las uvas enteras. Estos compuestos se incorporan al vino durante el proceso de fermentación, cuando las uvas trituradas, semillas, tallos, piel y jugo (llamado mosto) se mantienen en cubas durante varias semanas.

Desde entonces se llegó a la conclusión de que los fitonutrientes presentes en el vino—particularmente en el vino tinto—y el extracto de semilla de uva apoyan la salud cardiovascular. Los estudios sobre los bioflavonoides de la uva han demostrado que estos combaten los radicales libres y que pueden ser incluso más potentes que las vitaminas antioxidantes C y E, ayudando con eficacia a apoyar la inhibición de la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL).

También se ha demostrado que el extracto de semilla de uva ayuda a apoyar una respuesta inflamatoria normal y saludable, y un creciente cuerpo de investigaciones sugiere que también juega un papel adicional en la optimización de la fuerza capilar.

Compuestos presentes en el extracto de semilla de uva

Las uvas contienen una gran variedad de fitonutrientes. El resveratrol es uno que usted probablemente conoce, el cual se encuentra principalmente en la piel de las uvas. El extracto de semilla de uva contiene una mezcla compleja de dos compuestos conocidos como catequina y epicatequina.

La catequina y la epicatequina pertenecen a la familia química de los flavonoides, y nos enfocamos en estas dos sustancias porque son las que están más estrechamente vinculadas a los beneficios generales del extracto de semilla de uva, tales como salud cardiovascular, apoyo a la inflamación saludable y neutralización de radicales libres.

Existen diferentes extractos de semilla de uva que contienen cantidades variables de catequina y epicatequina. Esto se complica aún más por el hecho de que los diferentes tipos de uva y las diferentes temporadas de cultivo dan como resultado la presencia de cantidades no consistentes de estos compuestos benéficos. Esta variación puede ser minimizada a través de un proceso llamado “estandarización”.

La estandarización requiere que un extracto sea medido (por ejemplo, GPC / HPLC, ensayo Bates-Smith) y luego concentrado para establecer una cantidad determinada de compuestos específicos. Un extracto de semilla de uva de alta calidad contendrá la cantidad mínima establecida de los polifenoles catequina y epicatequina. Esto garantiza que el producto sea consistente y ofrezca los mismos beneficios para la salud, aunque provengan de diferentes lotes.

Cómo incorporar el extracto de semilla de uva en una dieta saludable

No hay nada que sustituya una dieta saludable. El extracto de semilla de uva no va a reemplazar a las uvas enteras, o a las frutas y verduras que debería comer a diario. Las frutas y verduras enteras contienen fibra, vitaminas, minerales y otros fitonutrientes que no se encuentran en el extracto de semilla de uva. Sin embargo, el extracto de semilla de uva contiene dosis concentradas de otros fitonutrientes que son más difíciles de obtener a través de la dieta.

El extracto de semilla de uva debe ser visto como un suplemento que complementa una dieta saludable, y no como un reemplazo de esta. Para obtener más información sobre los beneficios del extracto de semilla de uva y su papel en un suplemento, puede leer sobre USANA® Proflavanol® C aquí.

*Estas declaraciones no han sido evaluadas por la Administración de Fármacos y Alimentos. Este producto no tiene como fin diagnosticar, tratar, curar ni prevenir enfermedad alguna.

Probablemente sabe cuál es la molécula más abundante en el cuerpo (pista: es el agua), y también sabe lo importante que es para su salud. Sin embargo, justo después del H2O, en el conteo de moléculas de su cuerpo está el glutatión. En el caso del glutatión, ocupar el segundo lugar definitivamente no representa ser el primer perdedor. Este tripéptido –pequeña proteína compuesta por tres aminoácidos—podría ser la molécula más subestimada e infravalorada del cuerpo.

Hay muchas razones por las que el glutatión es importante para la salud y usted ya leyó la primera. La ubiquidad de esta proteína demuestra su importancia. Está presente en cada célula del cuerpo, y por muy buenas razones, sobre las que leerá más adelante.

Formas de glutatión y sus funciones

La definición más simple de glutatión es: pequeña proteína compuesta de tres aminoácidos, glicina, cisteína y glutamato. Sin embargo, presenta unas cuantas formas diferentes y trabaja con una enzima que tiene un nombre muy similar. Para evitar cualquier confusión, aclaremos algo de vocabulario antes de seguir adelante.

GSH—Forma reducida de glutatión

Esto es a lo que la mayoría de la gente se refiere cuando habla de glutatión. Los dos términos, GSH y glutatión, tienden a utilizarse de manera indiferenciada.

GSH es la forma reducida porque es un donante de electrones. Sin abundar demasiado en la química de la reducción-oxidación (redox), una sustancia que puede ceder un electrón y reducir su número total de electrones se conoce como reductora.

También puede pensarse en el GSH como la forma activa, trabajadora, de la molécula. Está trabajando en sus células, neutralizando radicales libres y otros oxidantes, y manteniendo las células en un estado reducido. Literalmente, cada reacción bioquímica de nuestras células requiere que estemos en estado reducido. De modo que, cuando dejamos de estar en estado reducido, dejamos de vivir.

GSSG y GR—La regeneración del glutatión

Oxidado es lo opuesto a reducido. Las moléculas que están oxidadas quieren un electrón.

Después de que el GSH dona su electrón, se torna oxidado y provoca la formación de disulfuro de glutatión (GSSG). Esta forma oxidada se crea cuando dos GSH se unen después de que ambos han donado electrones. Esto se logra mediante la adhesión de los átomos de sulfuro de cada molécula de GSH oxidada.

Con la ayuda de la enzima glutatión reductasa (GR), esas moléculas de GSH pueden ponerse a trabajar de nuevo. Esta enzima cataliza una reacción que resulta en la regeneración de dos moléculas de glutatión reducidas.

GS-X—Un juego molecular semejante al juego de “la roña”

En este artículo no va a leer mucho acerca de la última forma de glutatión, pero el GS-X es bastante fácil de entender. Cuando una molécula de glutatión se adhiere a una proteína, toxina o a otro compuesto, se llama GS-X.

Tal vez esto ayude a aclarar parte de la confusión, sin crear más. Para el resto del artículo, los términos glutatión y GSH se utilizarán de manera indiferenciada. Haremos referencia a las otras formas por su nombre o acrónimo cuando sean utilizadas.

El glutatión como antioxidante

Un antioxidante se define de manera general como cualquier cosa que neutralice los oxidantes, y por lo general también se conocen como radicales libres. Los detalles de la actividad antioxidante son complejos, pero todo se reduce a la disponibilidad y necesidad de un electrón. Los electrones quieren vivir en pares. El fuerte deseo de una molécula por tener sus electrones en pares determina lo fuerte que es como antioxidante o como oxidante.

Los antioxidantes hacen su trabajo donando electrones a material reactivo oxidado. Esto estabiliza al oxidante y reduce el estatus oxidante de la célula. El glutatión es el antioxidante soluble en agua más numeroso y prominente. Es un poderoso antioxidante endógeno, es decir, que se produce dentro del cuerpo.

La estructura de la proteína es muy buena para neutralizar las sustancias oxidantes presentes en el cuerpo. Colocar el átomo de sulfuro de la cisteína con los otros dos aminoácidos –glicina y glutamato—es la clave. Esto permite que el glutatión acepte y done electrones muy fácilmente. Se puede pensar en esto como la estructura molecular perfecta por el trabajo que hace.

Incluso hay un proceso—descrito arriba—que regenera las moléculas de glutatión de manera que puedan seguir depurando radicales libres. Esto se conoce como “ciclo redox”, y por lo general es la razón por la que los antioxidantes endógenos y la enzimas son más poderosos que los antioxidantes provenientes de la dieta.

Los antioxidantes que provienen de nuestra dieta tienden a ser consumidos en una o dos reacciones antioxidantes, pero los antioxidantes endógenos pueden entrar en el ciclo redox, lo que significa que fácilmente van y vienen entre la reducción y la oxidación. Tienen un mecanismo específico para facilitar este proceso (piense en GR). Esta es la razón por la que pueden pasar por cientos, si no es que miles, de reacciones antioxidantes más.

La eficiencia en el proceso de regeneración del glutatión es crucial para mantener las células en un estado reducido y saludable. La relación GSH-GSSG es un importante indicador de la eficiencia de nuestro metabolismo y de la cantidad de estrés oxidante celular.

El glutatión y los procesos naturales de desintoxicación

El glutatión está presente en cada célula del cuerpo, pero las concentraciones son de 7 a 10 veces más altas en las células del hígado que en ningún otro lugar. Eso se debe a que el tripéptido desempeña un papel importante en los procesos de desintoxicación fase II del hígado.

La desintoxicación fase II es el proceso de metabolizar varias moléculas que necesitan ser eliminadas de la célula y del cuerpo. El ejemplo más común es cuando el cuerpo une el glutatión a estas moléculas.

Con la ayuda de otra familia de enzimas (glutatión-S-transferasas), el glutatión tiene la capacidad de plantarse en toxinas, señalándolas como peligrosas. Esto ayuda a eliminar las sustancias químicas que no fueron producidas en nuestro cuerpo. Estas sustancias se conocen con el nombre científico de xenobióticos, y puede describir drogas, contaminantes ambientales o cualquier cantidad de sustancias.

Es importante que el glutatión se una a estas toxinas antes de que puedan ligarse a componentes celulares importantes, como los ácidos nucleicos. Las glutatión-S-transferasas desencadenan esta reacción y el GSH termina el trabajo. El glutatión reducido neutraliza a los intrusos cargados positivamente donando electrones. Si no lo ha notado, el glutatión es muy bueno en eso. En este caso, como en los otros casos mencionados, esto nos protege de consecuencias adversas.

Sin embargo, el proceso de desintoxicación no está completo. El siguiente paso es convertir el material anteriormente peligroso en una forma que después pueda ser metabolizada y/o expulsada.

El glutatión ayuda a transformar las toxinas en ácido mercaptúrico, el cual se puede eliminar del cuerpo a través de la orina. Si todo esto es un poco complejo, sólo recuerde esto: el glutatión tiene una función en la conversión de las toxinas haciéndolas solubles en agua, de manera que podamos sacarlas del cuerpo.

Y no hay que subestimar la importancia de este proceso. Esta vía de eliminación específica que involucra al glutatión desempeña papeles fisiológicamente importantes en la desintoxicación. Sin ella, probablemente moriríamos en un mar de toxinas.

Producción de glutatión

Debido a que el glutatión es una proteína, es muy difícil absorberla eficientemente a partir de nuestra dieta. [https://askthescientists.com/qa/isnt-glutathione-found-cellsentials/] Como otras proteínas, el sistema digestivo descompone el glutatión en sus componentes básicos: glicina, cisteína y glutamato. Tampoco hay una forma de absorberlo directamente intacto.

¿Y entonces cómo lo obtenemos? Utilizando el término “antioxidante endógeno” que se menciona arriba probablemente nos dé la respuesta.

Nuestro cuerpo lo produce. El GSH se hace exclusivamente en el citoplasma de las células, es decir, en el compartimiento soluble en agua de la célula. Luego es transportado a otros lugares dentro de la células e incluso por todo el cuerpo.

Su producción puede generarse de dos maneras. Hablemos primero de la más simple: la presencia de cisteína. Un incremento de este aminoácido ha demostrado elevar los niveles de glutatión. La cisteína es la que se encuentra en sus concentraciones más bajas del trío requerido para hacer GSH. Básicamente, cuando aparece, la producción puede por fin comenzar. Por eso suplementar con cisteína —o sus precursores— puede ser benéfico.

La segunda es un poco más compleja. Implica la activación de genes que producen las dos enzimas responsables de producir GSH.

Estos genes que sintetizan el glutatión son parte de la maquinaria de desintoxicación fase II de nuestro cuerpo. Nuestra producción de glutatión es baja cuando las condiciones son normales. No lo requerimos, de manera que nuestro cuerpo no lo produce. Sin embargo, cuando los receptores celulares adecuados perciben la presencia de toxinas, emiten señales a nuestros genes para que muevan el interruptor y arranque el proceso para producir GSH. Las investigaciones han demostrado que estos genes pueden ser activados a través de vías de señalización celular, siendo Nrf2 la más importante.

Existen otras moléculas que no son toxinas que pueden activar los sensores y echar a andar nuestra maquinaria celular. Esto incluye muchos nutrientes derivados de las plantas. El brócoli, el cardo lechero y el ácido alfa lipoico son tres nutrientes que han demostrado activar la producción de GSH. Estos estresores a base de nutrientes, que son más seguros, probablemente activan vías de señalización similares para elevar los niveles de glutatión y mejorar la protección celular. 

Conforme envejecemos, nuestro cuerpo ya no produce tanto GSH y los niveles de esta proteína en nuestros tejidos disminuyen. Esto hace que sea más difícil para nuestras células lidiar con los oxidantes y las toxinas. Y entonces, ¿qué podemos hacer para mantener niveles saludables de este importante antioxidante?

La respuesta está en la investigación que se menciona arriba. Se trata de la capacidad del ácido alfa lipoico y de otros nutrientes para desencadenar la producción de GSH y aumentar los niveles del mismo. Asimismo, darle al cuerpo suficiente cisteína es clave, de manera que la ausencia del aminoácido no reduzca la velocidad de la producción. Estas dos soluciones—especialmente si se ejecutan de manera conjunta—son las más viables para mantener niveles saludables de GSH, y eso es muy importante. Recuerde, esos niveles ayudan a sus células a mantenerse en un estado reducido y saludable.